jueves, 28 de abril de 2016

Se viene

Se viene – Editorial del 29 de abril de 2016
El pasado sábado tuve la satisfacción de dar una charla sobre formación política, específicamente sobre el concepto de militancia, invitado especialmente por un sector de la Juventud Radical de la ciudad de Santa Fe. Más allá de la alegría, que es obvia, me quedó la sensación, y así se los dije a los participantes, de que muchas de las cosas que suceden, entre ellas las que motivan el editorial de hoy, e incluso el título, tomado de un tema de La Bersuit, suceden porque nosotros dejamos que sucedan. Y cuando digo “nosotros” me refiero a todos los ciudadanos, porque si hay algo que me molesta es que se diga “a mí no me interesa la política”, porque esa es la más triste manera de ser cómplice de “las cosas que pasan”, ya que, como tantas veces dije acá, la política, o sea el arte de lograr el bienestar general, nos concierne a todos, y en la medida en que no nos involucremos, o dejemos que lo hagan “los otros”, daremos lugar a lo que dice la canción:
“Se viene el estallido,
se viene el estallido,
de mi garganta,
de tu infierno, también
Y ya no hay ninguna duda
se está pudriendo esta basura
fisura ya la dictadura
del Rey.
Volvió la mala fue corta la primavera
cerdos miserables comiendo lo que nos queda
se llevaron la noche, nuestra única alegría”.
Por supuesto que toda esta introducción tiene que ver con la investigación que por fin ordenó el juez Casanello y que está llevando adelante el fiscal Marijuan respecto a los bienes que, según la denuncia de Fariña, acumuló en estos años Lázaro Báez, por sí o por interpósita persona. Y acá debo decir que yo, hasta que se demuestre lo contrario, me decanto por la segunda opción.
En principio, y volviendo a relacionar mi experiencia legal, creo que no hay demasiado para investigar, porque es él (Báez) el que debería dar explicaciones, por supuesto respetando su derecho constitucional de mantenerse en silencio. Pero, después de todo, su Declaración Jurada de 2003 incluía menos de $100.000 y un Renault 12, y luego abrió Austral Construcciones, “justo” una semana antes que asuma Néstor Kirchner, y tuvo un crecimiento patrimonial impresionante, hasta llegar a ser dueño de varias empresas, las que, a pesar de no cumplir sus contratos con el Estado, seguían recibiendo más y más. Y, con eso, compraba aviones de última generación, tierras por todo el sur y países limítrofes y, supuestamente, acumulaba millones de pesos y dólares. O lo hizo de manera irregular, porque es imposible hacerse tan rico tan rápidamente, o es uno de los que ganaron varias veces el Quini 6 y nunca se supo quiénes eran. Todo puede ser.
Lo que también me indica mi experiencia como abogado, y si pasa lo contrario me sorprendería y además sería contradictorio con lo que pasa en la Justicia Federal de estos lares, es que esto es una pantomima que no llegará a nada. Es más, yo creo que Casanello ya perdió un tiempo precioso, que incluso justificará más de un comentario irónico respecto a la denuncia, lamentablemente.
Lo que también dije en esa charla es que me da lástima que haya gente que sé que cree sinceramente en el “relato K”, engañada con toda la mentira. En serio que lamento que hayan puesto tanta carga emocional en esto, proyectando sus anhelos y creyendo tanto, que ahora no pueden dejar de creer, bajo pena de sufrir un desengaño tremendo y profundo. Supongo que por eso siguen con un proceso de negación extremo.
Pero analizando esto desde lo racional, aunque la política casi por definición tenga mucho de pasional, resulta a todas luces ridículo que un cajero de un banco pase a ser uno de los principales "empresarios" del país; que se compre un cuarto de la provincia de Santa Cruz en sólo 12 años; que pueda acumular decenas de autos a los cuales no les pagó jamás siquiera una patente, y que además sea al menos "socio" del matrimonio que gobernó el país durante esos mismos doce años.
Volviendo al procedimiento en sí, que forzosamente comparo con otros en los que me ha tocado participar, ¿realmente creen que pueden encontrar algo haciendo un pozo en un pedacito de una estancia, cuando reconocen que tiene miles de hectáreas de campo? Esto me parece que es para la “gilada”, porque si tuvieron la capacidad de juntar toda esa plata nadie va a creer que lo que vio Fariña en 2011 y denunció en el programa de Lanata, lo van a tener enterrado ahora en ese mismo lugar. Eso no tiene justificación alguna.
Yo no entiendo por qué tienen que andar adivinando donde excavar. Muchachos, hoy existen scanners de suelo que detectan anomalías hasta varios metros hacia abajo. Con todo respeto, con este circo parece que estuvieran buscando la plata que se robó Billy the Kid en el Lejano Oeste. Hay que ponerse las pilas si quieren llegar a algún lado y rápidamente.
Pero, aparte, aún sin conocer a fondo la causa, creo que a los fines del juzgamiento y la condena de los imputados, no interesa si encuentran o no algo. Está comprobado que Báez compró 427.000 hectáreas, (20 veces la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) por un mínimo de 100 millones de dólares, y en efectivo. SI no puede demostrar de dónde sacó esa plata, la causa ya tiene sustento y es anecdótico que aparezcan las bóvedas.
Así como acá a un “perejil” demoran en devolverle elementos secuestrados en una causa, a estos sobre los que ya existe una semiplena prueba de la comisión de delitos, hay que embargarles todo: cuentas, bienes muebles, terrenos, casas, estancias, empresas, etc. Embargos preventivos, que luego, una vez probado lo que todos confiamos en que se va a probar, se convertirán en decomiso y estarán sujetos a subasta pública o a fines de interés general, que finalmente es de donde salieron, o sea de lo que pagamos todos nosotros con impuestos, o de lo que dejaron de percibir aquellos que menos tienen.
Las informaciones con las que nos bombardean demuestran que no sólo encontraron 13 estancias más que las declaradas, sino que descubrieron mucha documentación, lo que justificó, entre otras cosas, el allanamiento y la clausura del estudio contable que llevaba los asuntos de Báez. Allí hay, incluso, carpetas de INVERNEST (Inversiones Néstor Kirchner), que vinculan claramente a los expresidentes con el exempleado bancario.
Incluso el fiscal Marijuan, como no podía ser de otra manera,  contó que ya no es absolutamente necesario encontrar el dinero. Bastaría con ver las bóvedas (tantas no pueden ser convertidas en bodegas), y en “La Julia” ya hay una. Salvo que después se contradiga, pero ya está filmado, es muy claro el testimonio de la única vecina que no accedió a venderle su estancia, y que, invitada por el casero, vio la dichosa bóveda cuando estaba en construcción.
Y me parece bien que Marijuan aclare eso, porque, insisto, tienen que ser muy pero muy brutos para no haber aprovechado el hándicap de quince días que les dio el juez. Es muy curiosa la capacidad que tenemos los argentinos para subestimar al otro, sobre todo en su aptitud para engañar.
O, en todo caso, si es que en serio consideran importante encontrar ese dinero, y creen posible que todavía esté en donde se indicó, lo mejor que pueden hacer para encontrar algo enterrado es llamar a topógrafos de YPF con el equipo óptimo (sondas con ruedas) y van a ver que aparece todo en días, porque esos equipos buscan cualquier cosa  que haya bajo tierra con formas. Obviamente que si hay algo cuadrado, sabrán que puede ser una bóveda.
Mientras tanto, si seguimos con los métodos que se usaron para descubrir el petróleo en Comodoro Rivadavia aquél 13 de diciembre de 1907, vamos a creer que la búsqueda viene bien porque encontraremos dos osamentas de guanaco, un hueso de caracú que enterró el perro de Lázaro y un soruyo (excremento) de gliptodonte. ¡Apenas son 430.000 hectáreas para buscar!
                                        Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

                         

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