jueves, 31 de marzo de 2011

Grandezas y Miserias II

Grandezas y Miserias II - Editorial del 1 de abril de 2011
Para los lectores desprevenidos, esta es la segunda parte prometida de la página editorial de la semana pasada, que toca el mismo tema, pero en relación a otra cuestión, seguramente mucho más importante, seria y trascendente.
Paso, entonces, a lo de hoy, que tiene que ver con la situación generada hace unos cuatro años en el Hogar de Menores "Enrique Berduc" (ahora Residencia Educativa, pero para los basavilbasenses por siempre y para siempre "el Hogar"), con el sumario iniciado a la por entonces directora, Emma Bohl de Aguet y a otros tres empleados más, Daniel Edgardo Hanri, Alicia Raquel Aldana y Rubén Darío Sánchez. En el caso específico de Emma, las causas eran tan graves como "falta de compromiso, omisiones y abusos" y "administración irregular de fondos", en relación a lo que debían percibir dos jóvenes beneficiarios de pensiones nacionales.
La justicia administrativa, ¡que existe!, sobreseyó a los cuatro de las imputaciones hechas en aquél momento, obviamente porque eran inconducentes e insostenibles, y que para lo único que sirvieron fue para poner en duda la honorabilidad de convecinos que, seguramente, como todos nosotros, tienen virtudes y defectos, pero que no eran responsables de las barbaridades que se les adjudicaban. Eso entendiendo y aceptando que vivimos en un estado de derecho, en el que las sentencias firmes hacen cosa juzgada.
Lo que pasa, y de ahí mi interés en editorializar el tema, es que no siempre la noticia exculpatoria recibe el mismo trato que tuvo la de la acusación. Es sabido que la gente disfruta más de las malas noticias que de las buenas. Sobre todo si se refieren a "los demás".
En aquél momento, y creo que con razón, se adujo que los motivos de esa persecución había que buscarlos en las luchas políticas, que requieren de cargos jerárquicos en los cuales "ubicar" a los amigos (y, consecuentemente, desalojar a los enemigos, porque una cosa necesita de la otra).
Una vez más acá, y por encima de las defensas que de sus posturas hicieron Emma y Jorge Barreto (su sucesor en el cargo de Director), ambas publicadas en este medio, se produjeron, en forma encadenada, a favor y en contra de cada uno de los protagonistas, comentarios anónimos, otra vez injuriantes y desagradables, ahora mayormente en la página digital del otro medio radial local, FM Riel.
Como para empezar con un ejemplo, un ¿señor? llamado N.N. (extraño nombre que no sé cómo se lo aceptaron en el Registro Civil) arriesga, textualmente: "Che Gorge (ese es el apellido de los dueños de la radio, agregamos nosotros para los que son de afuera) cuanto te pagó el diputado para que no digas nada de como Emma lo vapuleó a este Señor cuando le salio al cruce. Porque no lo repetís" (la transcripción está textual, incluso con los errores u horrores). Y tenemos otro, también textual y vergonzoso: "la única forma de q algunos incapaces lleguen a ocupar cargos directivos es q los acomoden políticamente. Y si no q demuestren lo contrario haciendo carrera". A este lo firma aparentemente una señora, que se llama, extrañamente, "Máxima de la democracia argentina". Suponemos que es su nombre de pila, agregado al extraño apellido de su marido, si se nos permite esta versión libre e irónica de la falta grave que supone no asumir su propia identidad.
Esta es, sin dudas, una cruzada personal contra lo que creo es una práctica maligna e indigna, que, además, conspira contra la credibilidad de los medios de comunicación. Como ya dije, poniendo mi nombre, apellido y firma, la anonimidad otorga al opinante una salvaguarda que no merece. En todo caso, y para que no queden esas opiniones sin traslucirse, el editor responsable del medio puede tomarlas, compendiarlas y, si coincide con ellas, escribir lo que se llama "editorial" por eso, justamente. No son pocas las veces que recibo ese tipo de "aportes", que en contadísimas excepciones, y sopesando primero los pro y los contras, son volcados a mis escritos, soportando yo el cargo de lo que pongo.
Justo por estos días, a raíz de los hechos ocurridos el domingo en la planta impresora de Clarín, se generó una discusión muy interesante respecto a los conceptos de "comunicación" y "periodismo". El límite que separa a estas dos concepciones de la actividad de los medios es el que debemos ser conscientes los editores de no traspasar, porque estamos ejerciendo el cuarto poder de la democracia, lo que no es poca cosa.
Volviendo al tema central, debo decir, nobleza obliga, que aún cuando suscribo, con nombre y apellido, que el sumario a Emma (sobre todo a ella) tuvo clara intencionalidad política, también suscribo, con la misma indudable certeza, la honorabilidad y limpieza del proceder de Jorge Barreto, sobre todo porque no tenía ninguna necesidad de hacer otra cosa, lo que ha demostrado también claramente durante estos cuatro años. Ni se encaramó en el poder, ni usó, por lo menos hasta ahora, el cargo como trampolín.
Pero otra vez digo, como en el tema que me tocaba a mí de cerca y que traté la pasada semana, que esa no es hoy la cuestión, sino que sigue siendo la de la maldita costumbre que tienen algunos de agredir desde las sombras, sin hacerse cargo, ellas y/o ellos (como dice nuestra Presidente e imitan algunos) de sus dichos y de las consecuencias que los mismos acarrean a los mencionados arteramente. Si el archivo del referido medio todavía lo permite, es interesante leer de qué manera vil se ensucia a la gente, demostrando en los hechos que eso constituye una canallada mayor que aquella por la que se pretende acusar al otro.
Por eso, más que nada por eso, quiero rescatar, sin otorgarle méritos o deméritos que no tengan que ver con otra cosa que con la valentía y el orgullo de mencionarse con nombre y apellido, lo que escribió, por ese mismo medio, y sin esconderse en seudónimos o números, un adolescente, Cristhian A. Barreto, hijo de Jorge, y que, como debe ser, en las buenas y en las malas, no reniega de ello.
Dice Cristhian, y otra vez reiteramos que lo transcribimos textual, con los errores que traía, y que, además, no entramos a considerar el fondo de la cuestión, porque no es hoy nuestro tema: "bueno la verdad es que viendo todo lo que se genero alrededor de este problema tengo la necesidad de expresar lo que siento con respecto a todo lo que se esta diciendo de mi papá. sinceramente nunca me espere que algo asi sucediera con él, tengo 22 años y jamas escuche a mi padre hablar de politica, siempre (desde chicos) aprendimos que el hogar de menores es como nuestra casa y siempre que puedo voy y asi lo siento, porque mi padre nos enseño eso. mas de una vez vi como, estando sentados a la mesa un domingo, sonaba el celular y mi papá atendia y salia corriendo al hogar, y sin renegar ni decir ni una palabra, yo se que el ha dedicado mucho trabajo y esfuerzo a esa residencia, y que quiere a los chicos como si fuesen mis hermanos. me da mucha VERGUENZA ver como a traves de pseudonimos intentan ensuciar el honor de mi padre por querer hacer un poco de politica barata..."
Terminamos, entonces, con Napoleón Bonaparte:
"Las personas a las que debemos temer no son las que no están de acuerdo con nosotros. Debemos temer a las que no están de acuerdo y son demasiado cobardes para decírnoslo de frente".
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

Día de la Dismnesia

Día de la Dismnesia - Editorial bis del 1 de abril de 2011
Ya hemos utilizado el recurso de escribir esta especie de “editorial bis”, toda vez que las circunstancias así lo ameritan.
Lo que sucedió es que habíamos prometido continuar con el tema de la semana pasada en la página 2, pero el discurso de Susy en el acto por el Día de la Memoria (el discurso y el acto en sí), nos hizo considerar necesaria la opinión de hoy, que si no quedaría fuera de tiempo.
Debemos decir, en principio, que nuestra Presidente Municipal realizó, en sus palabras, una exacta referencia a los que ignoraban lo que estaba pasando por aquellos años, mención que no es muy frecuente, sobre todo viniendo de un representante de la “clase política”, que en su mayoría pretende hacernos creer que todo el pueblo sabía lo que estaban haciendo los militares.
Pero lo que le faltó mencionar, ya que fue una realidad tan tangible como la ignorancia de algunos, es la colaboración de muchos otros. Acá en Basso somos pocos y nos conocemos, así que no es tan difícil recordar a algunos personajes que eran informantes de la policía o de los “servicios”, y hoy pretenden que nos olvidemos. ¿Y la Memoria?
En síntesis, fue muy valiente al expresar públicamente que ella fue una de las que ignoró, pero lo que no puede ignorar ahora, es que allí presentes había algunos que no solo sabían lo que estaba pasando, sino que colaboraban. Está bien que hayan cambiado de parecer (si es que lo hicieron), pero por lo menos debe haber un reconocimiento de ese hecho, previo al acto de “rasgarse las vestiduras”. Porque, si no, no es la historia lo que se está contando, sino una novela de ficción. Y no es memoria, sino amnesia. O, lo que es peor, dismnesia, o sea la imposibilidad de evocar un recuerdo en un momento dado y evocar otros en forma borrosa o poco nítida.
Pero ya que hablamos de dismnesia, el discurso de Blanca Rossi denota un grave desconocimiento (o falta de reconocimiento) al innegable hecho de que fue Raúl Alfonsín quién comenzó la lucha por los DDHH, incluso antes de ser presidente, integrando la Asamblea Permanente y defendiendo a presos políticos. La relación de Néstor Kirchner, (a quién ahora posicionan como un ícono de esa lucha), con la dictadura, en cambio, no fue del mismo tenor. Y hay pruebas de ello.
Además tampoco hubo referencias a la realidad anterior al golpe. El gobierno de María Estela Martínez había sido elegido democráticamente, pero de ninguna manera era democrático. Solemos molestarnos cuando desde el peronismo se habla de los “40” muertos de De la Rúa, pero porque se ¿desconocen? los 1.000 de la Triple A, comandada por José López Rega, sargento de la policía ascendido abruptamente a comisario por Perón y Ministro de “¿Bienestar Social?” del gobierno peronista del General y luego de su esposa.
Y en ese “desconocimiento”, que en Susy puede ser justificado por la aceptación expresa de su “ignorancia”, pero en muchos de los que la rodean no, se incluye el hecho de que “Luly” Kobrinsky, uno de los tres homenajeados, murió en Formosa, en el copamiento de un cuartel del ejército, el 5 de octubre de 1975. Si Susy pretendió dar una clase de Historia a los alumnos presentes, como lo admitió en su discurso, debió contar toda la verdad. La represión comenzó antes del 24 de marzo de 1976, y así lo prueba la normativa que se dictó durante el gobierno peronista y que permitió comenzar el “aniquilamiento” de la subversión. Es por eso que “Luly” podrá ser un héroe de la lucha contra las dictaduras (lo cual incluye en el concepto al gobierno peronista), pero no es un desaparecido. Nunca lo fue.
Capítulo aparte para los concejales del Peronismo Federal, pero sobre todo para el Presidente del HCD. Ya lo dijimos alguna vez cuando el aniversario del Hospital. Estas fechas no son solo de los urribarristas o de los kirchneristas. Podemos discrepar, como lo estoy haciendo yo, con la metodología o con el contenido, pero no podemos estar ausentes. Es indigno del cargo y de la representación que invisten. O, en todo caso, y ya que no podemos llorar sobre la leche derramada, será una cuestión a requerir a los futuros candidatos que se expresen respecto a estas cuestiones, como para que no queden dudas acerca de su postura. Así la gente sabrá, al votarlos, qué piensan hacer cuando el Hospital cumpla 55 años, si es que no son gobierno, o cuál será la actitud frente al recuerdo de la represión. En este último caso, en una de esas su perspectiva es reivindicativa, y el homenaje lo hacen en otro lugar y con otro sentido. ¡Vaya uno a saber!
Porque, de paso, convengamos, no había mucha gente en el acto. Es más, si descontamos a los funcionarios actuales (¿y futuros?), a los familiares de Tuti Yacub, a los alumnos y docentes, no llegaban a diez los presentes. ¿Eso qué quiere decir? Alguien debería leer desde el gobierno, desde el pueblo y desde los medios (nosotros lo estamos haciendo) estas ausencias, que, por otra parte, suelen ser una constante en Basavilbaso en casi todas las convocatorias públicas que tengan que ver con la memoria. Desde el 25 de Mayo hasta ésta del recuerdo de los hechos del Proceso.
Es así. Los argentinos nos quejamos cuando no conseguimos lo que deseamos, para no pensar en por qué no lo conseguimos.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 24 de marzo de 2011

Grandezas y miserias

Grandezas y miserias - Editorial del 25 de marzo de 2011
Los lectores advertirán, hoy, que he vuelto a escribir en primera persona del singular. Y eso sucede cada vez que quiero que quede claro (creo que de todas maneras queda claro siempre) que lo que escribo es lo que pienso, y, como tan bien dice y canta Víctor Heredia, “suscribo nombre y apellido, y ruego a Ud. tome partido, para intentar una solución…”
Creo que esta vez, literalmente, voy a terminar pidiendo lo mismo que él.
Otra vez los disparadores de mis pensamientos vuelven a ser algunos hechos ocurridos en nuestro pueblo, que de todas maneras cumplen con aquella máxima que reza “conoce tu aldea y conocerás el mundo”.
Uno de esos hechos me toca en forma personal, directamente. El otro involucra a dos amigos, y como los mismos “se cotizan en las buenas y en las malas”, me pareció conveniente jugar una postura por ellos.
Para empezar por casa, luego de un desempeño de muchos años en el Tribunal de Penas de la Liga Regional de Fútbol, Tribunal que por razones operativas dejó hace mucho tiempo de ser “tri” para convertirse en “uni”, lo que fue reconocidamente aceptado por todos los involucrados, la inminencia de la Asamblea Ordinaria de dicha institución generó una serie de acontecimientos que en sí no pienso considerar acá, sino sólo una de sus derivaciones.
La causa fuente fue la demora en dictar un fallo. La causa fin, algunas consideraciones públicas, que acepto aunque no comparto, sumadas a muchas opiniones al respecto vertidas, en este caso, en una de las páginas digitales locales, más específicamente la de FM Centro.
El caso, para ir directo al grano, es que al publicarse la noticia del intento de reelección de Eduardo Barac en la presidencia, se hace notar que el Club Ramsar Juniors, en ejercicio de lo que creo es su legítimo derecho, opina en la reunión que quién esto escribe no debe continuar en ningún estamento de la Liga, y condiciona su voto a tal hecho.
Hasta acá todo bien, insisto. Es el libre juego que uno acepta al involucrarse en las cuestiones comunitarias sin otro propósito que el de ayudar. ¡Tantas veces he dicho en Crónica, en la cátedra y en cuánta ocasión se me presenta, que el único que no se equivoca es el que no hace nada!¡Y de esos está lleno el universo!
Pero la firme postura del club de la calle Ramírez, defendida vehementemente por su delegado, el Dr. Raúl Ascaino, fue seguida, y acá viene la cosa, por cobardes y viles comentarios, hechos desde el más deleznable anonimato, por personas que, indudablemente ni siquiera se quieren a ellos mismos y a sus ancestros, porque reniegan de su propio nombre y apellido, lo que es lo mismo que negar su identidad.
Más adelante transcribiré uno de esos comentarios, al sólo efecto de hacer notar hasta dónde puede llegar la bajeza de quienes se esconden para tirar piedras. O peor: las tiran y esconden la mano.
Por supuesto que soy consciente de que puedo estar hablando a la pared, ya que es muy difícil que alguien acepte las culpas de este proceder, que por otra parte es lo único que les corresponde hacer. Acá no vale ninguna respuesta que no esté acompañada de un nombre y un apellido y de hacerse cargo de lo que dicen, así como aparece esta página desde hace casi catorce años y seiscientos noventa y dos editoriales.
Ni siquiera sirve entrar a considerar las razones o sinrazones del tema en sí, es decir si está bien o está mal que el fallo se haya demorado más de un año. De lo que aquí se trata es de definir claramente que no estamos en democracia si tenemos miedo de identificarnos cuando opinamos, o, peor, mirándolo desde el otro lado, si nos amparamos en las sombras para decir lo que decimos. Justamente estamos escribiendo esto en vísperas de lo que se ha dado en llamar el “Día de la Memoria”, que recuerda los tiempos en que había que callarse la boca por el miedo, y también los tiempos en los que la represión era efectuada sin nombre y apellido. ¡Caramba, qué coincidencia!
Quiero dejar bien claro que separo las aguas. No tengo nada en contra de las expresiones vertidas en las sesiones de la Liga por el delegado que nombré, ni contra las exigencias efectuadas en la calle por simpatizantes de Ramsar o por integrantes de su Comisión Directiva. Esas fueron hechas de frente, o como se dice vulgarmente, “de hombre a hombre”, y cumplen con las reglas de juego.
Ahora yo me pregunto, y le traslado la pregunta al amigo lector:
¿Qué beneficio le hace a la sociedad, a su derecho a la información, al desarrollo de las actividades recreativas, a la generación de nuevas camadas de dirigentes, a la seriedad y al compromiso, expresiones como la que a continuación transcribo, literalmente extraída de la página citada, incluso respetando su grafía y sus errores:
“el fallo del partido entre ransar y peña deberíamos conocerlos todos, ya q si es cierto lo q dicen es una verdadera canallada, cualquiera pelea, pega, hace disturbios, rompe y no es sancionado, todo se arregla con unos pesos q seguramente pagarán los políticos”.
La verdad, estamos “al horno” si pensamos que esa es la manera de opinar y de “bancarse” las opiniones. Es muy fácil calificar de canallada a un hecho determinado (más allá de la libre opinión acerca de la trascendencia o no de ese hecho), sin darse a conocer, y evitando así el riesgo de ser querellado por calumnias e injurias. Y más todavía la doble acusación de cohecho, dirigida a los supuestos autores activos y pasivos. Tampoco acá tendré contra quién accionar. ¿Entonces cuál es la canallada? ¿Queda claro, no?
El Tribunal de Penas de la Liga Regional no estuvo presidido durante estos últimos años por una persona llamada “anónimo” o identificada por un número. Siempre, al pie de todos los fallos, estaba mi nombre y apellido. Y es más, todas las veces que decidí contestar por el mismo medio que está ahora en tela de juicio, es decir los comentarios de las noticias de las páginas digitales, en esta y en cualquier otra cuestión, porque me parece un muy buen ámbito de discusión, lo hice también con mis datos personales completos.
Hay algunos amigos que me indican que no descarte la posibilidad de la existencia de émulos del Dr. Jekyll, conocido personaje de una novela escrita por Robert Louis Stevenson que trata acerca de la doble personalidad, ya que el personaje se transforma, cada vez más frecuentemente, en Mr. Hyde. Siguiendo la hipótesis de que es posible polarizar y separar componentes de la personalidad, el Dr. Jekyll creó una poción y su correspondiente antídoto, que podía transformar a una persona en la encarnación de su parte maléfica, consiguiendo al mismo tiempo depurar el lado bueno. Sin embargo, esa parte maléfica se fue haciendo más y más fuerte, rebasando la capacidad de Jekyll para controlarla. Eso dicen, algunos amigos, porque creen que no pueden existir tantas personas interesadas en embarrar la cancha con esta cuestión, e incluso, temerariamente, esos mismos amigos dicen que la cosa, finalmente, nada tiene que ver con el fútbol. ¡En fin!
Si todos ponemos algo de nuestra parte, seguramente la forma democrática de vida, que no se agota en una elección, sino que se termina de consolidar cuando asumimos plenamente nuestro rol de ciudadanos, y nos empezamos a respetar entre nosotros, será una realidad. Yo no acepto bajo ninguna circunstancia ese tipo de procederes, despreciables, que rebajan a la humanidad.
Entonces, no sin antes decir que, otra vez, me quedé sin espacio, por lo que este editorial, con el otro tema, continuará la próxima semana, voy a concluir con una frase que Víctor Hugo le hace decir a Jean Valjean en “Los Miserables”, y que ya usé varias veces, pero siempre sirve:
“Es miserable el que humilla y desprecia. Es miserable el que secunda la bajeza porque de ella saca provecho. Pero, desgraciadamente, también es miserable el que se deja humillar aún siendo consciente de ello. Es ese el verdadero problema”.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 17 de marzo de 2011

Desapasionada pasión

Desapasionada pasión - Editorial del 18 de marzo de 2011
Aún cuando uno debe pensar que los tiempos aconsejan hablar de política partidaria, de internas y de candidatos, nosotros vamos a seguir en esta trinchera nuestra apelando a la decisión de hacer política, sin agregados.
Seguramente esto no nos producirá réditos inmediatos, sobre todo en tiempos en que a muchos se les va la vida en la intención de, ya, aparecer en una supuesta lista de aspirantes a algún cargo, sin pesar para ello que, la mayoría, no ha movido un dedo por nada ni por nadie en estos años intermedios. Sabemos de muchos que aparecen solo para esta ocasión, sin que les haya pasado por la cabeza pensar y opinar, ante las cosas que suceden. Esa es precisamente, la capacidad de pensar y de opinar, la que nos separa de los otros animales.
En este punto queremos decir que abjuramos de alguna terminología que se ha puesto en boga, y que tiene que ver con alabar la "gestión".
A cierta camada de políticos que se imponen como "única alternativa", iluminados por ellos mismos, y sin que para identificarlos sea necesario un color partidario determinado, ya que los hay de todas las banderas, aunque abunden, por lógica, en los partidos mayoritarios, por las tentaciones de la demagogia, los atrae como argumento de venta su "capacidad de gestión". Ellos están convencidos, o parecen estarlo, de que ser gestor sería algo así como un hacedor neutro, un tramitador objetivo y con pasión, pero a la vez desapasionado. O eso es lo que intentan hacernos creer.
La verdadera gestión, a nuestro modesto entender, es poner manos a la obra sin especulaciones ideológicas y sin ampliar la mirada hacia el contexto, pretendiendo "no dar puntada sin hilo". La novedosa costumbre de utilizar términos de la economía para justificar los hechos de la política lleva a hacerles creer (y a ellos a pretender hacernos creer) que a todos los efectos somos el producto y el mercado, ya concebidos y preestablecidos, cada uno en su sitio.
A esta altura aconsejamos leer (o releer) el libro que escribiera Horacio Verbitsky "Robo para la Corona", frase elocuente que alguna vez utilizó en una charla con nosotros uno de estos "gestionadores". El mismo Verbitsky, ahora defensor acérrimo del modelo kirchnerista, dice, en el prólogo de su libro, que hay que tener en cuenta que no todas las prácticas corruptas son delitos tipificados en el código, con lo que la proliferación de comportamientos desviados es un buen motivo para cuestionarse acerca de las normas. O para buscar un poco más profundamente, porque la misma Biblia que citaremos más adelante, sentencia, magistralmente, "el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra".
Curiosamente ellos miden a sus oponentes políticos (pero políticos en serio, no politiqueros) con la vara de "la honestidad", que para ellos consiste en cumplir la gestión y no robar dinero de la caja directamente. Pero todos sabemos que el dinero que más y mejor se roba no lo roban los ladrones de cajas fuertes. Y que ni hace falta robarlo. Solo hace falta mandar a alguien a retirar el sobre con el retorno. O poner a algún amigo dentro de cada una de las empresas con las que el estado contrata, para abrir los bolsillos tal y como nosotros, de chicos, lo abríamos para que Soifer (hay que ser de Basso para entender esto) nos echara adentro el girasol. ¡Claro que a ellos los aceitan con otro aceite!
Como hemos visto incluso por estos días, la corrupción no se limita a transacciones que involucren dinero, pero siempre, siempre, genera una adhesión a una especie de "solidaridad mafiosa" que se pone por encima del impulso generoso y del compromiso con el bienestar material y espiritual de su pueblo, es decir con los prístinos motivos que, se supone, alguna vez llevaron a esa persona a involucrarse en la política.
Pero el problema está en que estos seudo iluminados se creen dueños de la verdad y celosos custodios de un pensamiento único, para con ello usar como herramienta de la política la proscripción de sus adversarios, con cualesquiera sea el argumento que les caiga en gracia, y aunque se contradiga con sus actitudes anteriores, o con hechos producidos por quienes los antecedieron en la "gestión".
Desde que los humanos empezaron a reunirse en pequeñas hordas para sobrevivir a los ataques de la feroz naturaleza, establecieron proscripciones.
Queremos, entonces, recurrir a una que es ejemplar, y que se encuentra en la Biblia.
Es sabido que Moisés fue un líder incomparable por la magnitud de sus realizaciones. En su juventud fue príncipe de la corte egipcia y luego un pastor al que Dios le habló desde una zarza ardiente. Más adelante sacó a los judíos de la esclavitud y tuvo la genialidad suficiente para vencer los riesgos del desierto y mantener el espíritu de un pueblo que, tras generaciones de esclavitud, tenía miedo a la libertad.
Pero su grandeza se volvió inconmensurable al tener el privilegio de ver el rostro de Dios y recibir de su mano las Tablas de la Ley. Ningún otro hombre era tan poderoso, ya que poco antes había podido abrir las aguas del mar.
Cuando los judíos llegaron a las puertas de la Tierra Prometida y era preciso arriesgarse para reconquistarla, nadie ofrecía más garantías de conducción que Moisés. Nadie más que él podía convertir su cayado en un arma fulminante. Nadie como él tenía "línea directa" con el Todopoderoso. Nadie mejor que él, a priori, para conducir a su pueblo. Si en aquel momento hubiese habido ya encuestas de opinión o relevamientos de popularidad, Moisés hubiera sido ganador por unanimidad.
¿Pero qué ocurrió? Según la Biblia, ese líder querido y maravilloso no pudo ingresar en la Tierra Prometida. Hasta ahora no se entienden las razones. Era el único, sobre cientos de miles, al que Dios quitaba el privilegio de continuar dirigiendo a su pueblo y pisar Canaán. Esa decisión divina contradecía la preferencia de muchísima gente y, desde luego, el deseo de Moisés mismo. Sólo pudo verla desde la cumbre del monte Nebo. Dios sabía, creemos, que era probable que, si entraba delante de su pueblo, los judíos terminaran adorando al propio Moisés. Hubiese sido, ni más ni menos, el árbol que les impediría ver el bosque.
Hoy, a la distancia, podemos comprender que era importante que la gesta no estuviera limitada a una sola persona, por excelente que fuese. Que hacía falta renovar líderes y estilos. Separar etapas. Y no confundir a un hombre (o mujer) con Dios.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 10 de marzo de 2011

Simplemente Mujer

Simplemente Mujer - Editorial del 11 de marzo de 2011
Nuestra página de hoy tiene que ver con el Día Internacional de la Mujer, que como es casi una constante recuerda la muerte, en este caso de 129 trabajadoras que realizaron una huelga en la fábrica textil donde trabajaban en Nueva York, en 1857, para pedir una jornada de 10 horas de trabajo e igualdad de salarios que los hombres. En respuesta a la planta ocupada, se prendió fuego al edificio y se trabaron las puertas. Literalmente.
Y justo por estos días sucedieron en nuestro país numerosos crímenes, en una sociedad que no termina de reconocerse a sí misma como cargada de autoritarismo y machismo, que tienen como víctimas a mujeres bajo el signo de un creciente sadismo, asociado con el fuego, como para deleite de los analistas.
Es casi sintomático que cuando una mujer aparece muerta, estará además violada, vejada, apuñalada, descuartizada. Cuando la mujer es víctima de un crimen el hecho tendrá un porcentaje de crueldad adicional.
La mujer golpeada, apaleada, lastimada por su compañero, es un cuadro que se repite con demasiada frecuencia en todo el país. Esto por lo general no se denuncia, porque de todos modos las denuncias de este tipo se reciben generalmente de mala gana en las comisarías, ya que tiende a considerarse como un "problema familiar".
Aún el hombre más pobre, el más desposeído de la tierra tiene, en este mundo patriarcal, un poder, una posesión, una propiedad: su mujer. Y esto no será resuelto por una norma escrita, sino que fue y sigue siendo un problema cultural.
Y sucede porque también las mujeres siguen reproduciendo una estructura de poder donde el hombre tiene una cierta consideración, y sus excesos son vistos como parte de una condición masculina naturalmente más fuerte, más arrogante. Todo viene como consecuencia de una historia de sometimiento que ya lleva siglos y también, en muchos casos, por una imposibilidad de salir de la situación en que se encuentran, determinada por las condiciones económicas, sociales y, como decíamos, culturales.
Por otra parte una porción muy importante de las mujeres argentinas, de las clases populares, es cabeza de familia, es decir se ocupa de la crianza y de la manutención de los hijos, simultáneamente. Sus compañeros no suelen estar presentes como algo "regular", y su condición de trabajadores "en negro" complica mucho la exigencia de la cuota alimentaria. En este sentido, aunque políticamente no estamos de acuerdo con atacar los efectos y nos gustaría más viabilizar recetas para atacar las causas, la Asignación Universal por Hijo viene a ser una importante ayuda para superar esta situación.
Y si nos referimos a las mujeres de lo que se denomina "clase media urbana", resulta evidente que también hay muchas que asumen solas una gran cantidad de tareas: trabajar, criar sus hijos, estudiar y hasta luchar por una causa política o sindical. Y seguramente habrá muchas lectoras que se estarán identificando con estos roles, tanto del párrafo anterior como de éste.
De paso, ya que hablábamos de la actividad política, en estos últimos tiempos, por esta cuestión del "cupo femenino", desde el aspecto legal, por lo menos, se ha reconocido esta situación, como una manera de lograr llegar a ocupar cargos jerárquicos o de mayor responsabilidad. Y decimos "desde el aspecto legal, por lo menos", porque somos conscientes que esto no llega a facilitar totalmente el acceso. Y mucho siguen teniendo que ver en esto las cargas domésticas y laborales que no pueden desatender.
Ayer, casualmente, escuchábamos por la radio, mientras viajábamos en el auto, un reportaje a la Presidente Municipal de Villa Paranacito, una de las cinco mujeres (entre ellas Susy Rossi, nuestra Intendente) que están a cargo de esa función en Entre Ríos. Carmen Toller, que de ella se trata, aseguraba que pese a la imposición que la Constitución de Entre Ríos agregó en la última reforma respecto a la obligatoriedad de cumplimentar en las listas el 50% por género, era muy difícil lograr en su Departamento (Islas del Ibicuy) completar los lugares de las mujeres. Y que eso iba a ser un gran problema a enfrentar en el "armado" previo a las elecciones de este año. Esto demuestra, palmariamente, que lo que decíamos más arriba es verdad: la norma por sí sola no arregla nada. Gracias al "entrenamiento cultural" que tenemos, cuando las mujeres salen de su casa para cumplir otras tareas en el mundo, cargan con la culpa de sentirse "traidoras" del orden natural, por aquello de la idealización del rol materno, es decir el concepto de que la madre es irreemplazable. Así, el trabajo de ama de casa es una tarea rutinaria, donde todo lo que se hace se consume sin que haya un precio ni un reconocimiento especial, pero que si no se realiza es visto como un incumplimiento de las funciones obligatorias. Y a esto lo decimos desde un rol de "padre moderno" que ha cambiado los pañales de sus hijos, les ha cocinado, los ha hecho dormir, ha atendido sus enfermedades, etc., pero siempre bajo el manto protector de una sociedad patriarcal que instituye una diferencia entre los masculino y lo femenino, considerando desde hace siglos que los que tenemos más valor, los mejores, somos los hombres.
Pero en todo esto existe una posibilidad de cambio.
Las generaciones más jóvenes ya vienen con otra impronta. Han visto que ambos padres trabajan afuera y que, en algunos casos, se turnan en las tareas del hogar. Esta experiencia hace que les sea más fácil compartir funciones y no perpetuar los estereotipos, pero también sucede que al cambiar el lugar de la mujer, indefectiblemente se mueve el lugar de su compañero. Alguna vez al tratar el tema del cierre del ferrocarril y las consecuencias no queridas, analizamos la incidencia que la cuestión había tenido en la fortaleza de los matrimonios, al invertir los roles y quedar muchas veces la mujer como único sostén estable de la familia.
A nosotros, que no somos ni machistas ni feministas, no nos queda ninguna duda de que una sociedad mejor debe ser lograda conjuntamente por los hombres y las mujeres. Sin cupos obligatorios.
Eso sí, sabemos también que en todas las cuestiones de la política y del poder, nadie regala nada. Está el ejemplo siempre vigente del sufragio femenino, que se consiguió luchando contra esa injusticia.
Queremos terminar hoy con el final de una poesía ("Tu me quieres blanca") de Alfonsina Storni, seguramente la poeta que mejor describió el dolor de una mujer. Por una razón de espacio separamos los versos con una diagonal. Sugerimos leerlo, de todas maneras, respetando los tiempos de un poema.
Huye hacia los bosques, / Vete a la montaña;
/ Límpiate la boca; / Vive en las cabañas;
Toca con las manos / La tierra mojada; /
Alimenta el cuerpo / Con raíz amarga;
Bebe de las rocas; / Duerme sobre escarcha;
/ Renueva tejidos / Con salitre y agua;
Habla con los pájaros / Y lévate al alba.
Y cuando las carnes / Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto / En ellas el alma
Que por las alcobas / Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre, / Preténdeme blanca,
/ Preténdeme nívea, / Preténdeme casta.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 3 de marzo de 2011

Yo quiero a Lucy

Yo quiero a Lucy - Editorial del 4 de marzo de 2011
El título de hoy, ya verán por qué, está tomado de un viejísimo programa de televisión que veíamos, en la época del blanco y negro y de la antena giratoria, en aquéllas tardes de nuestra infancia.
La historia de Lucy es parte de nuestra historia. Esa típica ama de casa (al estilo norteamericano, por supuesto), cholula por definición y enfrascada en un mundo lleno de gente común, casada con un cubano llamado Ricky Ricardo, eterno perseguidor del éxito cada vez más lejano... pasaron 40 años, pero todo vuelve.
Y como siempre sucede, el tiempo agranda los buenos momentos. Hoy a 40 años de "Yo Quiero a Lucy", la serie sigue siendo un momento de inflexión en la vida de millones de personas en todo el mundo, y es recordada como el inicio de una manera de hacer televisión, pero por sobre todas las cosas, como una marca imborrable en la rutina de cada uno que la haya seguido.
Pero, obviamente, no vamos a hablar hoy de eso. No señores. Solamente, como solemos hacer, aprovechamos los primeros párrafos para explicar algunas cosas conexas.
Para aquellos que no son "de Basso" (ese es el apócope del nombre de nuestra ciudad), les contamos que desde hace ya varios años se ha hecho una costumbre la realización de encuentros musicales en la Plazoleta San Martín, del centro de nuestra ciudad, a los que se conoce con el nombre de "Movidas". Generalmente se hacen los fines de semana, por la noche, y se constituyeron en una especie de característica del pueblo, convocando a artistas locales y regionales, e, incluso, con el apoyo de los organismos correspondientes de la provincia y de la nación, también a artistas de nivel nacional. Recordamos, por nombrar a uno entre ellos, a Carlos Torres Vila.
Debemos reconocer, nobleza obliga, que el punto máximo de excelencia de estos eventos, tanto en la calidad de los artistas, en su número, como así también en la asistencia de gente, se dio durante la administración de Fabián Flores, y casi nunca se volvió a alcanzar ese nivel.
El domingo pasado, en el nuevo lugar elegido por las actuales autoridades, esto es en la vereda de la Biblioteca Lucienville, se realizó otra edición, esta vez con la única actuación del grupo Q' Ternura, de la ciudad de Paraná.
Hasta acá todo bien, con las autoridades municipales sentadas frente al escenario, el público repartido entre el césped de los canteros, los bordes de la fuente y, con sillones, en la vereda de la plaza.
A pocos instantes de comenzar la actuación del grupo, entre cuartetero (de cuartetos), salsero y setentero (si se nos permite este neologismo que alude a la música de la década del '70), se vio que esta iba a ser una experiencia inédita. El cantante, supuestamente empleado del Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda, comenzó con lo que luego constituiría una parte importante del recital: las referencias a Julio César Aldaz y a la intendente, a quién decía conocer mucho por sus visitas a la citada repartición oficial, pero a la que, insistentemente, identificó como "Lucy" (de ahí, por fin, la razón del título, ya que todos la conocemos acá por Susy). Tuvo también palabras elogiosas para los demás empleados que son de Basso, y así nombró a Analí, Ariel y Juan. Fue muy conceptuoso respecto a todos ellos, y nos "aseguró" (al público presente, digo) que debíamos estar orgullosos de esos representantes. Nos alegramos, entre otras cosas porque uno de ellos fue nuestro alumno.
Ahora, hasta acá, todo casi bien. Nos parece que se hubiesen podido evitar esas continuas referencias, ya que, entendemos, no habían venido para eso.
Pero todo se complicó cuando, promediando la actuación, y al interpretar un tema en ritmo de cumbia cuyo nombre lamentablemente intentamos recordar pero no podemos, su letra dio pie a que se haga lo que finalmente se hizo, ante la pasividad de la Presidente Municipal, que lo es de todos y no solo de los simpatizantes de un determinado sector de un determinado partido.
El cantante, que luego nos enteramos es asiduo animador de los actos del "urribarrismo" (¿existe eso?) introdujo en esa letra, que así lo permitía, el apellido del Gobernador, reiteradamente, y bajo la consigna de "reelección" o, "para siempre", lo que parece ser para ellos lo mismo.
Muchas fueron las personas que se retiraron, y otros, decidimos permanecer para contarlo. También fueron muchos los que nos sugirieron al oído que ese fuera el tema de nuestro editorial pero, obviamente, eso no hacía falta.
Nos deja preocupados la falta de previsión, o, lo que es peor, el absoluto desinterés por proteger este sistema democrático, haciendo participar de una "movida popular", a la que invita a todo el pueblo, a incautos que caen en la trampa y asisten, sin saberlo, a un acto proselitista. Tanto se habla de los colectivos pagados para llevar gente a los mitines, o del choripán y la coca, y acá hemos sido partícipes, sin que se les ocurriera encubrirlo, de un espectáculo pagado con dinero del pueblo, pero destinado a iluminar solo a dos o tres elegidos. Y conste que a esto no lo salva una posterior aclaración, que suponemos puede venir, respecto a que el cachet de la banda fue pagado por el Vasco. En ese caso, obviamente, tendrían que haber avisado que eso era así, y no publicitarlo en Crónica como una actividad del municipio.
A nosotros nos dio bronca, impotencia y vergüenza. No solo por el hecho en sí, falto o no de intención, sino, más que eso, por la carencia de "cintura" política de "la compañera Lucy" (como la nombraba insistentemente el cantor), que, mínimamente, debía haber solicitado el micrófono para dirigirse a los presentes pidiendo disculpas. Sabía, porque nos vio, que lo que pasaba no nos iba a gustar. Esto nos genera la duda respecto a si uno reviste la condición de ciudadano a secas, o ya ostenta el agregado "de segunda" para los gobernantes de turno.
Y como para comparar, aún cuando las dos actitudes iniciales son reprochables, otro hecho sucedido casi paralelamente, pero a nivel nacional, demuestra otro tipo de reacción.
Efectivamente, la presidenta Cristina Fernández "solicitó" (exigió) a un grupo de intelectuales kirchneristas que retire una carta en la que pedían que el Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, no participara de la inauguración de la Feria del Libro de Buenos Aires, al calificarlo de "autoritario" y de tener "posiciones políticas agresivas".
El director de la Biblioteca Nacional e integrante de Carta Abierta, Horacio González, dijo que la mandataria se comunicó con él durante la jornada y le expresó que la "discusión no puede dejar la más mínima duda de la vocación de libre expresión de ideas políticas en la Feria del Libro".
"Tal como me lo ha expresado, no es concebible la vida literaria y el compromiso con la ensayística social sin un absoluto respeto por la palabra de los escritores - o de cualquier ciudadano-, cualquiera sea su significación o intención", resaltó González en otra carta redactada luego del diálogo con la jefa de Estado. ¡Obedeció, qué tanto!
Sabemos que con Vargas Llosa pasa algo similar a lo que sucede con Clarín. Se terminó el idilio, y quién era para el kirchnerismo, hasta hace muy poco, una figura destacable, se convirtió en monstruo a partir de que opinara que "no es posible que Argentina, con lo que ha sido, lo que representa desde el punto de vista cultural, elija un presidente de esos niveles de incultura y de pobreza intelectual". Y, para más, sostuvo que el actual era "un gobierno que está corroído por la corrupción".
Sin embargo, acá Cristina actuó con altura. Reaccionó a tiempo. Lástima que Susy no hizo lo mismo.
Como le dijo Inodoro Pereyra una vez a su perro:
"A veces la picardía criolla es sólo desesperación, Mendieta".
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso