jueves, 28 de agosto de 2014

¿Loca ella y loco yo? Segunda parte especial

El tema que desarrollamos la pasada semana, y que tenía que ver particularmente con lo sucedido en nuestra ciudad a partir del envío de un Proyecto de Ordenanza por parte del Departamento Ejecutivo Municipal, su tratamiento en comisiones y su posterior votación y rechazo en una sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante, nos había movido, ni bien la terminamos de firmar, a comenzar a pensar respecto a la problemática en general de los Poderes Legislativos, a manera de aporte para lograr su "puesta en valor".
Obviamente que las posteriores declaraciones del Presidente Municipal, Silvio Valenzuela, respecto a esta misma cuestión y al modo en que pretendía que prosiguiera, ratificaron esa decisión y le pusieron algunos otros ingredientes que intenta motivar a rever las funciones de cada Poder dentro del Estado, por lo menos en lo que teóricamente hemos aprendido desde aquella Instrucción Cívica de 5º año del Colegio, hasta llegar a las distintas materias que en nuestra carrera de Derecho nos enseñaron acerca de  la división de poderes, a su naturaleza jurídica, y al rol que cada uno de ellos debe cumplir, y por ende, sus integrantes.
Volviendo al disparador que ha resultado este caso en particular, sobre todo por el cambio de opiniones de la noche a la mañana respecto a las mayorías necesarias, y el posterior veto del Intendente, y dejando de lado, como ya dijimos más arriba, lo meramente coyuntural, que podrá terminar de una o de otra forma, nosotros entendemos que estas idas y vueltas tan peligrosas nos deben dejar una enseñanza.
Las reglas electorales argentinas ponen la decisión de la elección del candidato a legislador en manos de los jefes partidarios locales más que en las de los votantes del distrito, y esto limita la capacidad de desarrollar una carrera legislativa profesional, reduce sus incentivos para especializarse y, paralelamente, para desarrollar instituciones legislativas fuertes, a la vez que promueve la delegación de acuerdos políticos cruciales a acuerdos laterales entre la rama ejecutiva y la legislativa, con los magros resultados de los que hemos sido testigos.
Debido a que los electores votan por una lista y no por un individuo, y la lista es diseñada por los jefes partidarios locales, y asumiendo que estas listas son largas, la capacidad para ejercer el cargo de los individuos a los ojos de los electores no es tan importante para ser elegido. Solo hay dos factores que lo determinarán: primero, si logra ingresar a la lista, y segundo, el éxito electoral del partido. Como el legislador tiene poco impacto sobre el segundo factor, que finalmente logre reingresar a la lista depende tanto de su propio interés, como de si el jefe partidario local lo ubica allí. Es por eso que, bajo dichas reglas electorales, los líderes partidarios locales tienen un impacto notorio en el desarrollo de la función de los legisladores, afectando, además, su comportamiento como miembros del Cuerpo. Y eso quedó demostrado acá, porque en un mes aceptaron pelear por la aprobación, para terminar "tragándose el sapo" del veto.  Y ahora, según el mismo Intendente, "Esto nos servirá de experiencia para no volver a equivocarnos en algunos procesos que se tienen que hacer...vamos a trabajar en las próximas horas para realizar otra Ordenanza, consensuada con la totalidad de los Concejales, y ojalá que esto llegue a feliz término".
Nosotros estamos convencidos de que las barreras institucionales impuestas a la elección generan, entonces, lo que los norteamericanos denominan "shirking" (el incentivo a eludir las responsabilidades legislativas). Es decir que los políticos proveerán niveles de esfuerzo sub óptimos, tanto desde una perspectiva "informacional" como desde una "institucional".
Es por eso, justamente, que la mayoría de los legisladores argentinos (concejales, diputados y senadores nacionales y provinciales) son "legisladores amateurs", pero a la vez también son, claramente, "políticos profesionales".
A nosotros nos parece que no sirve de nada explicar, como lo hizo Valenzuela, que promoverá "la política de venta, porque se evita que estos espacios se ocupen ilegalmente, o sean convertidos en mini basurales y se ofrezcan como posibilidad para los vecinos, y que muchos pudieron tener su terreno gracias a esta política, con un financiamiento muy conveniente para los vecinos". Eso es cierto, pero no es necesario apelar a Maquiavelo. A ver si queda claro: el fin no justifica los medios. Y tampoco creemos, por esas mismas razones que explicamos antes respecto al principio de la división de poderes, que el Legislativo deba convertirse en una mera escribanía del Ejecutivo.
immanuel Kant pone un especial énfasis en la exigencia de separar los poderes legislativo y ejecutivo, pues ve en la unión de esos dos poderes el espectro del despotismo. Con el principio de la división de poderes Kant se propone garantizar la universalidad de la voluntad unida en el ejercicio de las tres funciones del estado: que el soberano (el pueblo) legisle para que las leyes emanen de su voluntad unida; que el poder ejecutivo gobierne y que los jueces hagan justicia ateniéndose a las leyes. Sólo gracias a la representación y a la división de poderes las leyes son dadas y aplicadas de acuerdo con la voluntad unida del pueblo.
Charles de Secondant, Barón de Montesquieu, señor de la Brede, autor entre otras obras del  Espíritu de las leyes (1748), fue el teórico de la separación de poderes, y el que le dio el significado de que cada poder tiene una función específica y que no puede inmiscuirse un poder indebidamente en las funciones del otro. Se trata más bien de una distribución o división de funciones, necesitada de una serie de relaciones, controles e intervenciones mutuas y recíprocas. Y no hay que olvidarse, a la hora de decir "vamos a trabajar juntos", que la separación de poderes constituyó el resultado histórico de la lucha contra el absolutismo, se limitó el poder omnímodo del ejecutivo, se evitó la concentración de poder en manos de un solo titular y así se logró el respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos.
Pero también pensamos que quedó "en orsai" el partido político más antiguo de la Argentina. Estamos hablando, obviamente, de la Unión Cívica Radical, en su versión local. En esta misma edición de Crónica publicamos un comunicado que consideramos totalmente extemporáneo, ya que Silvina Pérez se  merecía un acompañamiento en tiempo y forma, y no una espera condicionada a los resultados. No se puede jugar el partido del domingo con el diario del lunes. A muchos de los dirigentes del radicalismo les vendría bien releer (o leer) a Hipólito Yrigoyen, que, por ejemplo, decía: "Si la UCR  cayera en el error de confundirse con el medio imperante, tendría que convocarse nuevamente a la voluntad nacional porque se habría falseado su misión histórica y perdido su carácter político. Sería menester condensar nuevas fuerzas para continuar la lucha cada vez más dificultosa, porque a los males previstos y conocidos se habría agregado esta tremenda apostasía a su fe. Y no hay drama más siniestro que la pérdida de la fe de un pueblo". O, mejor todavía, a Leandro Alem, cuando en su testamento político expresaba: "¡Sí, que se rompa, pero que no se doble!".
Es más, la frase con la que termina ese comunicado, sumamente precisa, como todo lo que dijo Alfonsín, debería haberse publicado la misma noche de la sesión, el 3 de julio: "…el pluralismo es la base sobre la que se erige la democracia y significa reconocimiento del otro, capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias como condición para la existencia de una sociedad libre. La democracia rechaza un mundo de semejanzas y uniformidades que, en cambio, forma la trama íntima de los totalitarismos. Pero este rechazo de la uniformidad, de la unanimidad, de ninguna manera supone la exaltación del individualismo egoísta, de la incapacidad para la construcción de empresas colectivas…".
¿Por qué esperaron tanto?
                                           Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 21 de agosto de 2014

¿Loca ella y loco yo?

¿Loca ella y loco yo? - Editorial del 22 de agosto de 2014
Con esta apelación a la parte medular de la "Balada para un loco", de Horacio Ferrer y Astor Piazzolla, que revolucionara el tango en la década del '70, se me ocurrió titular la página de hoy, que va a volver a referirse, después de mucho tiempo, a un tema político local.
Obviamente, y para aquellos que tienen la versión impresa con más razón porque verán la noticia en la hoja enfrentada, me estoy refiriendo al tan zarandeado asunto de la venta de los lotes ubicados sobre calle Libertad, entre Alem y Grieve, y todo lo que giró alrededor de este tema desde que el Departamento Ejecutivo Municipal decidiera elevar el proyecto al Honorable Concejo Deliberante, este lo tratara, primero lo rechazara, luego lo diera por aprobado, y por último el Sr. Presidente Municipal, Don Silvio Valenzuela, decidiera vetarlo. Ello en uso de las atribuciones que le otorga la nueva Orgánica de Municipios Ley Nº 10.027, sancionada el 10 de mayo de 2011, promulgada ese mismo día y publicada al día siguiente, con lo que ocho días después ya estaba vigente y se reputaba conocida por todos los habitantes de la provincia, siendo entonces de cumplimiento obligatorio, según su artículo 1º, para todos los Municipios que no estén habilitados para dictar sus propias Cartas Orgánicas (o sea para aquellos que, como Basavilbaso, tienen menos de 10.000 habitantes), y para los Municipios que no hayan dictado sus propias Cartas Orgánicas, estando habilitados para hacerlo por el Artículo 231º de la Constitución Provincial. El derecho a veto está expresamente previsto en el inciso c) del art. 107 de la citada ley.
Recordemos acá que la discusión comenzó con la interpretación que se le daba al art. 99º de la misma ley, que dice textualmente que: "Todas las sanciones y resoluciones del Concejo Deliberante serán tomadas a simple mayoría de votos de los presentes, con las excepciones siguientes: 1º.- Se requiere el voto favorable de las dos terceras (2/3) partes de la totalidad de los miembros del Concejo: a) Para enajenar o gravar los bienes o rentas de propiedad municipal".
Como hemos seguido estos hechos desde el comienzo, y se nos consultó al respecto en nuestro carácter de profesional del Derecho, vamos a intentar explicar brevemente cuál es el quid de esta cuestión. El hecho se desencadena porque el Ejecutivo Municipal tomó la determinación de vetar la Ordenanza Nº373/2014. Esto no tendría nada de particular, si no fuera que el Proyecto había sido impulsado por el DEM y preveía la venta de un inmueble de 3.475 metros cuadrados, en 13 lotes, sobre la calle Libertad entre Alem y Grieve, con lo que se pensaban acumular ingresos por $1.446.295.
La iniciativa en general contaba con el respaldo unánime en el HCD, pero el bloque de la primera minoría se oponía al art. 6º, mediante el cual se pretendía autorizar al Ejecutivo a que el importe percibido por la venta de uno de los lotes (específicamente identificado) fuera afectado "por única vez" para la adquisición de elementos de protección y seguridad para el personal municipal.
La Concejal Silvina Pérez fue la que llevó la "voz cantante" en este reclamo, lo que le ocasionó, entre otros inconvenientes, una ruptura interna dentro del bloque de la UCR, y la posterior renuncia del Concejal Dr. Raúl Ascaino, que sintió menoscabada su condición de abogado al ser específicamente consultados otros profesionales del Derecho, que opinaban distinto que él, y que, obviamente, llevaron no solo a que no se votara ese día para dar la mayoría absoluta que requería la norma que mencionamos al principio, sino también, al día siguiente, a oponerse al despropósito que significaba pretender darla por aprobada por minoría simple, al influjo de un cambio rotundo de opinión, de la noche a la mañana, del Asesor Legal del cuerpo.
No vamos a profundizar más el relato de los hechos, porque lo hemos publicado ampliamente en nuestras sucesivas ediciones impresas, y no es justamente el propósito de estos editoriales el de hacer una crónica, sino un análisis.
Es por eso que, en principio, debemos decir que nos gustó muchísimo la actitud asumida por la Concejal Pérez, no solo por la fortaleza de espíritu en "aguantar" la presión, sino porque demuestra que no está de más la formación específica en general, y la que se debe tener en particular cuando se va a tratar cada tema. Uno puede discutir si para ejercer la política hay que tener alguna capacitación especial, pero sin llegar al elitismo, alguna vez dijimos que por definición, el Concejo Deliberante exige "deliberar", lo que, según el diccionario, significa "meditar y considerar las opciones a favor y en contra antes de tomar una decisión".
Acá en Basso nos conocemos todos, y nosotros particularmente desde esta página, en 858 editoriales que llevamos escritos, nunca hemos hecho imputaciones de carácter personal, ni hemos juzgado a nadie por sus actos privados, porque no nos corresponde hacerlo. Pero sí lo hicimos, lo hacemos y lo haremos, en cuánto al ejercicio de su función pública, para la que se propusieron, los eligieron, la desempeñan, y cobran por ello un emolumento que se llama dieta.
Tenemos muchísimo respeto y afecto (queremos recalcarlo, aunque ellos lo saben), tanto por Verónica Obispo como por Ariel "Toto" Reyna, ambos Concejales del oficialismo. Pero creemos que sus afirmaciones, que vamos a transcribir acá porque las consideramos sumamente importantes tanto para el tratamiento de la cuestión como para la impresión respecto a cuál debe ser el rol de un legislador, fueron inadecuadas, fuera de lugar, y tan arriesgadas que hoy los hacen quedar a los dos, como se dice en la calle, "en orsai". La Concejal Obispo dijo, una vez que se decidió dar por aprobada por minoría simple la norma que el día anterior había sido rechazada, que: "Cuando necesito saber algo le consulto al asesor, para eso tenemos al abogado...no necesitamos hacer otras consultas...este es un tema que hemos tratado durante mucho tiempo en Comisión...¡ya está! Es suficiente"; mientras que Reyna, más o menos en sintonía con eso, argumentó: "Aburren las exposiciones sobre un tema que venimos charlando desde hace casi un mes. Durante todo ese tiempo escuchamos, y respetamos a nuestro asesor legal, además de valorar el aporte de otro profesional como el Dr. Ascaino, quien estaba de acuerdo con lo que está aprobado". El edil preguntó: "¿cómo van a hacer (los integrantes del bloque radical) cuando vengan (al HCD) los boletos de venta, los van a aprobar o no?", "¿van a estar contra la gente"?". Entonces este editorialista, con todo respeto, pero con la autoridad que le dan tantos años de análisis político, una preparación técnica específica y también una militancia que nunca mezcló con el ejercicio de la profesión periodística, puede preguntarse: ¿Entiende, acaso, el Concejal Reyna, que el Presidente Municipal, Don Silvio Valenzuela, está "contra la gente" por haber vetado la Ordenanza?. Y respecto a ambos legisladores mencionados, ¿siguen pensando que la opinión del Asesor Legal del Cuerpo, aun cuando fue dubitativa y variable, se impone por sobre la de quienes aconsejaron a las dos integrantes "fieles" del bloque de la UCR, ahora que el dictamen del Director de Asuntos Institucionales y Jurídicos, en el que se basa el veto, coincide con lo que los mismos decían? Textualmente: "La mencionada norma se proclama sancionada no guardando una estricta concordancia entre lo reflejado entre el acta de Sesión y lo que surge de las actuaciones remitidas". Más claro, echarle agua. El asunto es que, como dijo Silvina, "El HCD no es una reunión de amigos, no es el asado de los jueves. Es una institución de la democracia que se rige por normas que hay que cumplirlas".
Nuestro profesor de Derecho Penal nos enseñó una frase emblemática: "Quién es causa de la causa, según dice la ley, es causa del mal causado…"                                           

                                    Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 14 de agosto de 2014

El hambre no miente

El hambre no miente - Editorial del 15 de agosto de 2014
El gobierno nacional se ha caracterizado, por lo menos después de la denominada "guerra del campo", por atacar al cartero, o sea desvirtuar las noticias que les son adversas denigrando al que las propala. De allí la famosa y difundida frase "Clarín miente", con la que contestan cualquier acusación que surja de una investigación periodística de ese multimedio. Pero no se quedan en eso, sino que, las más de las veces, suponen que no hace falta contestar o discutir si eso es verdad o mentira, ya que ponen como escudo protector la supuesta convicción que ya existe en la sociedad respecto a que todo lo malo que se pueda decir del kirchnerismo y de su administración, es en realidad fruto de la maldad de Héctor Magnetto, CEO del citado grupo empresarial.
De esa manera, creo yo, evaden fácilmente la obligación que tiene el Estado de informar, ya que esperan a que la noticia salga, la niegan, y cierran el tema. Así ha pasado, por ejemplo, con el "caso Boudou", y con varias de las investigaciones periodísticas que se han lanzado a través del programa Periodismo Para Todos, que conduce Jorge Lanata.
Como sé que hay lectores muy susceptibles, y a raíz de eso he comprobado que algunos se quedan en los primeros párrafos sin terminar de leer y por lo tanto sin terminar de entender por completo la idea que yo pretendo desarrollar, voy a aclarar acá, por las dudas, que no soy un adicto a Clarín (desde que empecé a leer los diarios, apenas saliendo de la infancia, leí primero La Prensa y luego, hasta hoy, La Nación), ni tampoco soy un defensor a ultranza de Lanata, pese a que anda por ahí una foto mía con él. Pero en los dos casos, pierde importancia esa cuestión anecdótica frente a la verdad revelada e incontrastable. En los '90 se hizo famoso un programa de TV que apelaba a la importancia que iban adquiriendo los videos, y mostraba las contradicciones en que caían los funcionarios. "Las patas de la mentira", se llamaba, y dio pie al crecimiento de lo que ahora se denomina "periodismo de investigación", que si está bien hecho, más allá de la intencionalidad, y no se puede demostrar que falsea los datos o que miente, solo puede ser contestado con un cambio de actitud, o por lo menos con una explicación digna, lo que generalmente no sucede.
Todos sabemos del hambre que existe en el estómago de miles de niños argentinos.  Imágenes, cifras, cada esquina de una gran ciudad, cada basurero, ojos tristes y miradas hambrientas que reclaman nuestra compasión.
No podemos cerrar los ojos ni taparnos los oídos, ni tampoco alcanza con buscar una moneda o dar lo que nos sobra de la comida. Estamos tan acostumbrados a ver este sufrimiento, que a veces nos inmunizamos para que no nos conmueva tanto. O estamos pasmados ante tan inmenso dolor que no sabemos qué más podemos hacer.
Nuestra prioridad deben ser los chicos. No los helicópteros ni la figuración. Los chicos son los jóvenes del mañana, que a su vez tendrán hijos. Y esos hijos no deberían heredar hambre, como heredaron sus padres.
Desde Crónica nos hacemos eco de lo que mostró el programa de Lanata y no sólo queremos dar cuenta de la realidad, sino también mover a la acción superadora de tantos males que afectan a la sociedad argentina.
Compadecerse significa entrar en solidaridad y empatía con nuestros semejantes. Como dice el pensador Henry Nowen: "No podemos sufrir con el pobre mientras nos mostramos renuentes en enfrentar a quienes causan la pobreza, ya sean personas o sistemas".
La infancia es considerada como una etapa trascendental en el proceso evolutivo del hombre, caracterizada por dos fenómenos: crecimiento y desarrollo. Para que estos fenómenos se produzcan con total normalidad, es fundamental una adecuada nutrición.
La nutrición, a su vez, está sometida a factores condicionantes: algunos fijos, como el potencial genético del individuo, y otros dinámicos, como los factores sociales, económicos y culturales, que pueden actuar en forma favorable o desfavorable. Cuando se quiebra el conjunto armónico de factores y se ve alterada la nutrición, se interrumpe el crecimiento y desarrollo, y aparece entonces la desnutrición infantil. Esa desnutrición nace, en la mayoría de las ocasiones, como consecuencia de una pobreza extrema sustentada en el alcoholismo, la falta de legalización de la familia, el analfabetismo, la ausencia de inserción laboral por falta de capacitación, el saneamiento ambiental escaso y la promiscuidad. Estos, entre innumerables condicionantes, hacen que un chico no logre un normal crecimiento y desarrollo, ya que esa pobreza extrema anula la capacidad mínima para satisfacer sus necesidades básicas.
Se puede considerar, entonces, a la desnutrición como el resultado final del subdesarrollo, en donde el niño sufre el mayor impacto por depender de terceros para su cuidado y crecimiento.
Y acá viene, entonces, la cuestión. En el programa de Lanata del pasado domingo se mostró la realidad que presentan los comedores escolares, que nacieron para paliar esas carencias, en todas las provincias argentinas, en las que, en promedio cada uno de ellos recibe, por chico, ¡seis pesos! por día, eso para darle de comer lo único que llevarán a sus estómagos en 24 horas, ya que por las razones que explicitamos genéricamente más arriba, en su casa es casi imposible que haya algo.
Y para llegar a esos seis pesos de promedio, lógicamente, sin ser demasiado inteligente para darse cuenta, es obvio que hay provincias que lo superan, como Buenos Aires, y otras que están por debajo, y hasta muy por debajo, como nuestra Entre Ríos tan ubérrima y con tantos "sueños", en los que siempre estuvieron "primero los gurises", pero para los que este gobierno destina, mientras dilapida fondos en campañas políticas utópicas, solamente tres pesos con sesenta centavos por día, para, supuestamente, alimentarlos. ¡Cosa de locos!
En el citado programa, por suerte para nosotros, que hubiésemos pasado una vergüenza terrible por culpa ajena, se mostraron los comedores escolares de Misiones y Chaco, sobre todo. Y allí se vio lo que se les da de comer a nuestros chicos, mientras los funcionarios que deberían velar por ellos se dan una vida de reyes, privándolos de todo, cuando ellos no se privan de nada. Y para eso sí que no necesitamos mirar muy lejos.
Desayunan mate cocido, almuerzan papa (cuando almuerzan), meriendan pan, y nunca ven ni una fruta ni una verdura. Toman agua contaminada y se van a su casa llorando. En pleno Siglo XXI de una Argentina que se jacta de estar viviendo en la "década ganada".
A mí se me caían las lágrimas cuando veía el programa, y eso que nunca tuve la desgracia de irme a dormir con hambre. Pero siendo un hombre del Derecho, si tuviera la posibilidad de legislar, propondría la máxima pena privativa de libertad para quiénes teniendo la posibilidad de destinar los fondos necesarios para que eso no ocurra, los derivan a gastos innecesarios, suntuarios e inmorales. Debería ser un delito de lesa humanidad, justo para quienes han sido los defensores acérrimos de este tipo de calificación respecto a los que atentaron contra los Derechos Humanos.
En Sociología hay algo que se llama "efecto Calcuta", y se refiere a la expansión de la pobreza extrema que sufre esa ciudad de la India a escala planetaria, con diferencias socioeconómicas extremas, una justicia sometida a los arreglos del poder político y unas mafias cada vez más duras y omnipotentes actuando sin que nadie les ponga límites. Por el momento, para la mayoría de la gente, solo parece posible esperar que las reglas democráticas terminen un día por aplicarse.
Porque hasta ahora son cautivas de la insolencia y de la soberbia.

                                                           Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 7 de agosto de 2014

Guerra Santa

Guerra Santa - Editorial del 8 de agosto de 2014
Me resulta imposible, por mis características personales, por el compromiso social que siempre he tenido, y por la valentía con la que creo he encarado todos mis editoriales desde que se edita esta tercera etapa de Crónica, "olvidar" periodísticamente la situación verdaderamente dramática que se sigue viviendo en Gaza, en la que día a día todo vuelve a estallar en mil pedazos.
Viendo la franja con el Google Earth, su densidad poblacional y su encerrona, me pregunto cómo hacen 1.400.000 personas para obtener los medios básicos para subsistir. ¿Alguien sabe?
Los alimentamos entre todos, y les damos dinero de ayudas internacionales para que puedan comprar misiles y construir túneles. Israel les regala el agua y la luz.
Uno termina creyendo que  pretender opinar seriamente sobre este conflicto, es como querer hacer que llueva danzando.
Hay una realidad incontrastable: De los 11 millones de musulmanes que murieron en conflictos violentos en los últimos 60 años, más del 90 % fue asesinado por musulmanes. Solo el 0,3 % murió en el conflicto con Israel, y la mayoría en guerras que los musulmanes le declararon a ese país con el objetivo de tratar de borrarlo del mapa.
De esta realidad surge que se cae por su propio peso la teoría de que los musulmanes son gente muy pacífica. Sólo hay que fijarse en Irak, Libia, Siria. Ni entre ellos se quieren, pero contra los judíos se unen por el odio.
Así como a otras etnias y nacionalidades del mundo se les reconocen distintas especialidades, las dos únicas especialidades de los palestinos parecen ser el terrorismo y propaganda. ¿Y si prueban con no tener en Gaza un gobierno de una organización terrorista islamista que propone en su propia Carta Fundacional la eliminación de Israel? 
Irak acaba de echar y masacrar a toda la población cristiana de Mosul; Siria tiene la misma guerra civil que tuvieron Egipto y Túnez; son terribles las guerras a través de la historia entre sunitas y chiitas. Y podemos seguir así por los siglos de los siglos. Es más, algunos medios de noticias internacionales han demostrado que muchas de las fotos que difunden ahora los medios palestinos, sobre todo las de chicos heridos, están extrapoladas de otras guerras. Sin que esto signifique, y por favor quiero que se entienda muy bien, una justificación de esas muertes. Solo es una cuestión de adjudicación exacta de responsabilidades.
Acá pareciera que Israel tiene que dejar que Hamas termine tranquilo sus túneles, que ahora se descubrió que surcan casi todo el subsuelo del Estado judío, destruya sus ciudades, mate a su gente y tire sus restos al mar para lograr que la comunidad internacional entienda la gravedad de la situación. Incluso acá uno puede hacer un alto y preguntarse: ¿con qué recursos fueron construidos? ¿Por qué esos recursos fueron invertidos en túneles y no en la rehabilitación de ese sufrido pueblo?
Hay un escritor israelí llamado Ephraím Kishón, que es una mezcla de Osvaldo Soriano y Roberto Arlt pero con muchísima ironía y humor, que escribió una vez un cuento titulado "Cómo conquistó Israel la simpatía mundial", en el que describe una supuesta guerra ocurrida en 1957 en la que ese país es derrotado por los árabes con las consecuencias que describí más arriba al hablar de los túneles de Hamas. Y, entonces, detalla explícitamente la reacción de solidaridad del resto del mundo, describiendo declaraciones de los gobiernos de los distintos países que resultan hilarantes y que, incluso, uno hasta se las llega a creer por la hipocresía que destilan. Relata cómo varios estados ofrecen asilo a los 82.616 sobrevivientes judíos que quedaron en las playas de Tel Aviv y Haifa, demolidas por las bombas, pero, eso sí, hasta cubrir ciertos cupos. Más o menos como en realidad pasó durante la Segunda Guerra Mundial, incluso en Argentina, bajo el gobierno del GOU, luego de la revolución del 4 de junio de 1943. Si se me permite, acá y en referencia a este tema voy a hacer un alto para salir de la ficción y volver a la realidad, ya que me toca muy de cerca, y contar que la cancillería argentina, en los días anteriores al inicio de la guerra, cuando ya los nazis habían comenzado su tarea de exterminio, dio la orden de que se les negasen los visados a "indeseables o expulsados", en clara alusión a los ciudadanos judíos que huían de Alemania.
Yo no quiero para mi condición de judío otras Cruzadas, ni otra Inquisición, ni otra Shoá. Quiero vivir tranquilo como judío sin tener que andar pidiendo perdón por existir y justificando todos los días mis actos. No soy israelí pero sí soy sionista, entendiendo por tal, y ya lo expliqué acá varias veces, la convicción de que el Estado de Israel tiene derecho a existir en ese lugar, denominado Sión en las Sagradas Escrituras, y que eso llevó una lucha de más de dos mil años, que concluyó el 5 de mayo de 1948, cuando fue declarada su Independencia. También relaté acá que en la partición que hizo Inglaterra, ya que hasta ese momento era un protectorado británico, se preveía la existencia de dos estados: uno judío y otro palestino. El hecho es que estos últimos no aceptaron compartir el territorio, y allí comenzó esta "sana" teoría de "echar a los judíos al mar", que fuera alentada durante mucho tiempo por la URSS y sus países satélites. Es desde allí que los palestinos se tornaron nomades en los países de sus hermanos musulmanes, ninguno de los cuales quiso aceptarlos, y terminaron afincándose en Cisjordania y en la Franja de Gaza, que hoy tienen para las Naciones Unidas la categoría de "Estado observador no miembro".
Es por todo esto que me parece una soberana estupidez asimilar al sionismo con el nazismo. Primero porque las razones históricas justifican la existencia del sionismo, mientras que el segundo, o sea el nazismo, está basado solamente en la locura de un líder y en el odio que fue capaz de generar. De ahí que no entienda cómo en algunas manifestaciones públicas, incluso de sindicatos o de partidos políticos que tienen entre sus agremiados o afiliados a personas de religión judía, se portan carteles en los que se dibuja una estrella de David y una cruz esvástica "separadas" por un signo igual (=).
Incluso me atrevo a decir que además de ser una estupidez es una afrenta al pueblo que perdió a 6.000.000 de sus integrantes mientras el mundo seguía andando.
Dije más arriba que no justifico de ninguna manera la guerra y reconozco que el pueblo palestino de Gaza, que en su abrumadora mayoría no forma parte de la estructura militar de Hamás, es la gran víctima, así como son víctimas los 65 integrantes de la Fuerza de Defensa de Israel, en su mayoría veinteañeros, que ya han dado la vida en este conflicto.
La tradición judía indica que la zona en la que se asienta Israel es la Tierra Prometida por Dios al primer patriarca, Abraham, y a sus descendientes.
La zona fue invadida en la Antigüedad por asirios, babilonios, persas, macedonios y romanos. Roma fue el imperio que le puso a la región el nombre de Palestina y que, siete décadas después de Cristo, expulsó a los judíos de su tierra tras combatir a los movimientos nacionalistas que perseguían la independencia.
Con el surgimiento del Islam, en el siglo VII después de Cristo, Palestina fue ocupada por los árabes y luego conquistada por los cruzados europeos. En 1516 se estableció la dominación turca que duraría hasta la Primera Guerra Mundial, cuando se impuso el mandato británico.
El Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés) aseguró en su informe a la Asamblea General del 3 de septiembre de 1947 que los motivos para que un Estado judío se estableciera en Medio Oriente se centraban en "argumentos basados en fuentes bíblicas e históricas", la Declaración Balfour de 1917 en la que el gobierno británico se declara a favor de un "hogar nacional" para los judíos en Palestina y en el Mandato británico sobre Palestina. Allí se reconoció la conexión histórica del pueblo judío con Palestina y las bases para reconstituir el Hogar Nacional Judío en dicha región y allí está la razón de la lucha por la supervivencia como Estado. Ni más ni menos.
De manera que yo sugiero que aquellos que optaron por hacer lo que suponían que "queda bien", se informen antes de opinar. Si Israel hace lo que se sugiere, seguramente conquistará la hipócrita simpatía del mundo, pero será inevitablemente aniquilado.
                                                         Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso