jueves, 28 de noviembre de 2013

No tan Pancho

No tan Pancho - Editorial del 29 de noviembre de 2013 El pasado jueves 21 de noviembre, que quizás no por casualidad ni propios ni extraños recordaron su importancia histórica, teniendo en cuenta la frase de Nicolás Avellaneda, que pregonaba "los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden conciencia de sus destinos", se produjo un gravísimo incidente cívico en la ciudad cabecera de nuestra departamento, que creo, todavía, por lo menos hasta que yo escribí este editorial, no se ha dimensionado en su justa medida. Antes de seguir, voy a explicar por qué dije que justamente los hechos ocurrieron en un día con mucha importancia histórica (y política, agrego ahora). Es que en el año 1852, por no estar de acuerdo con algunas cláusulas del Acuerdo de Gobernadores de San Nicolás de los Arroyos, la provincia de Buenos Aires se separa del resto de la Confederación. Los jefes del Estado disidente trazaron un plan para evitar la reunión del Congreso General Constituyente en Santa Fe que incluía invadir esta provincia, pero primeramente lo harían con Entre Ríos. El día 21 de noviembre de 1852, desde el mirador del Colegio del Uruguay, se avistó al invasor, se organizó la defensa de la ciudad bajo las órdenes del Comandante Ricardo López Jordán, de la que también participaron alumnos y personal del establecimiento. Se seleccionaron 35 estudiantes de los cuales 18 fueron al mirador y el resto hacía fuego desde las ventanas del Gran Salón de Estudios. El enemigo fue rechazado, y así el Congreso pudo seguir sesionando hasta darnos la tan ansiada Constitución. Ese mismo día, pero ciento sesenta y un años después, y tras la sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay, el dirigente del GEN, e integrante del grupo de vecinos autoconvocados en Defensa del Patrimonio Público, Francisco "Pancho" Larocca, denunció que un grupo de policías de civil lo agredieron en la escalinata del Centro Cívico de La Histórica. El dirigente uruguayense participa en ese movimiento de vecinos que, más específicamente, se preocupa por lo que tiene que ver con luchar contra el proyecto que incluye cambios a medida de los requerimientos del empresario Miguel Marizza para quedarse por cincuenta años con la explotación de la manzana de la actual terminal y el hotel "Francisco Ramírez", aceptando "en parte de pago" una alejada y precaria edificación construida por el grupo empresario, que supuestamente la reemplazará, pero que queda allá en lo que vulgarmente llamamos "la loma del...", y también con el ex Mercado 3 de Febrero, con la posibilidad concreta de instalar allí salas de juego de azar. Como en esa sesión había muchos vecinos y vecinas, y el clima estaba pesado y caluroso en el recinto del Concejo (literal y figuradamente hablando), Francisco Larroca, a quién los amigos conocemos como Pancho, y que es un viejo (no por la edad) militante radical ahora en el GEN, advirtió que una señora que estaba al lado suyo se sentía mal y que necesitaba aire. Entonces la acompañó hasta una ventana, frente a la que había dos personas. Les pidieron, amablemente, que se corrieran para que la señora tome aire, y ¡vaya sorpresa!, les contestaron, no tan amablemente, que no se correrían porque eran policías y estaban para que la gente ¡no se acercara a la ventana! Por supuesto que mi amigo Pancho, a quién le enseñaron en la escuela que nuestra Constitución dice que todos somos iguales ante la Ley (por eso justamente los militares del Proceso la guardaron en un cajón y mataron, torturaron y robaron bebés) les pidió, otra vez amablemente, que se identificaran, porque le pareció raro que en una sesión de Concejo hubiera policías de civil. De malas maneras le contestaron que no se identificarían, "y que si tenía algo que decir vaya a la Jefatura". Al final decidieron ir con la señora a otra ventana, donde, extrañamente, no había policías de civil cuidando, y tomaron un poco de aire, para luego comentar con otros amigos de la asamblea esta situación ridícula, de que cuidaran unas ventanas y otras no. Cuando Pancho decide retirarse, justamente como "Pancho por su casa", ya que el Concejo y el Municipio, en un sistema republicano, son de todos, y cuando estaba ya en la escalinata del edificio, se aproxima una persona y le pide identificación. Obviamente que le pregunta quién es, y le contesta que es policía. Le solicita, como corresponde, su previa identificación como tal, y entonces el policía le dice, textual "¡ah!...¿sos vivo? Allá arriba había mucha gente!", lo toma del brazo y le dice "acompañáme". Mi amigo Pancho, que leyó mucho sobre estas cosas, tan tristes en la Argentina, y que sabe cómo suelen terminar los "acompañáme", le contestó "¿estás loco o que te pasa?; yo no hice nada y vos no sos policía". Entonces entre dos personas de civil lo empiezan a arrastrar y pegarle por la vereda. De ahí lo llevaron hasta la esquina, donde aparecieron varias personas "vestidas de policía" y patrulleros. Lo tiraron al piso, le pegaron en varias partes del cuerpo y lo llevaron a la Jefatura, donde recibió varios empujones y agresiones verbales. Como sufre presión nerviosa, sintió que se mareaba, y se acordó que no había tomado las pastillas para eso, por lo que les pidió revisar si en su billetera no tenía una. Al no encontrar les solicitó, con el miedo que tenía (acá debería ir otra palabra) ir hasta el auto donde creía tener una, ¡y le dijeron que no! Comenzó a sentir que se le dormía el brazo y la pierna. Pidió para pararse y caminar porque no sentía el lado izquierdo, y no lo dejaron. Mucho más tarde vino una enfermera, le tomó la presión y tenía 18 de máxima. Ella aconseja trasladarlo al Hospital teniendo en cuenta que presentaba "hormigueo en pierna y brazo izquierdo". Llegó un abogado (¡hizo falta un abogado!), le hicieron firmar que por orden del Fiscal se podía retirar de la Jefatura, lo llevaron al Hospital donde lo dejaron en observación 45 minutos y lo medicaron para la presión y los dolores de los golpes. Voy a parar un poquito acá para recordarle, amigo lector, que estamos en el mes de noviembre de 2013, a treinta años de una democracia que supimos conseguir a fuerza de muertos y desaparecidos, y con un gobierno que habla de una "década ganada". ¿A quién le ganaron estos tipos? ¿A un militante desarmado, desamparado, cagado de miedo y que no sabía qué es lo que había hecho para merecer esto? Las autoridades del Concejo nunca explicaron por qué había personas de civil que aducían pertenecer a la Policía, y esta tampoco nunca explicó bien de qué lo acusó el presunto personal policial de civil que lo interceptó y golpeó en la vía pública, ya que solo emitió un comunicado que parece extrapolado de otros tiempos. Personas vestidas de policía y de civil que nunca se identificaron, ni los que lo trataron con buenos modales ni los que lo increparon. Uno no puede dejar de pensar, junto a Pancho, que ese sea quizás el modelo de policía que el "modelo" le exige a Urribarri. Una lástima que nuestros Derechos Humanos como ciudadanos se esfumen cuando uno piensa distinto al Frente para la Victoria. Estamos en democracia. Tenemos deberes y derechos, pero parece que hay muchos funcionarios que todavía deben aprender mucho de eso. Ni bien me enteré de los hechos, por boca (digital) de la víctima, le contesté con una frase sumamente descriptiva: "Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado" De todas maneras todavía no puedo entender el porqué del retorno a esas prácticas que yo creía que ya formaban parte de una historia que no queríamos volver a vivir. O, en todo caso, que le adjudicábamos, inocentemente, a la "mano de obra desocupada". Pero no. Creer o reventar. En el Chaco del nuevo Jefe de Gabinete y en la Formosa de Gildo Insfrán se persigue a los Quom. Y en la Entre Ríos de Urribarri, el mismo del "sueño entrerriano", se comenzó a perseguir ahora a quienes, como mi amigo Pancho, "piensan feo". Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 21 de noviembre de 2013

Populismo o revolución

Populismo o revolución - Editorial del 22 de noviembre de 2013 Julius Henry Marx, cuyo nombre artístico era Groucho Marx, fue un actor, humorista y escritor estadounidense, conocido principalmente por ser uno de los miembros de los “Hermanos Marx”, (y nada que ver con Karl, que es el que le dio su nombre al marxismo), hizo popular una frase que dice: "Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros." Estoy escribiendo esta página mientras la señora Presidente de la Nación dedica largos discursos a los militantes desde los balcones de la Casa Rosada. En ellos, escucho que destaca a YPF y a Aerolíneas Argentinas y que declara, a la vez que insta a profundizar el modelo: "Estamos dispuestos a escuchar todas las ideas, pero sobre todo cómo se implementan". Esto último, por supuesto, dirigido a la oposición. Es evidente que este gobierno sigue cada vez más encerrándose en un círculo totalmente desconectado de la realidad. La aparición de la Presidente cual Ave Fénix, rodeada de jóvenes "revolucionarios”, listos para la lucha, dispuestos a mantener un discurso de "Feliz Domingo" me induce a pensar que para esta gente acá nunca pasó nada. Nunca se perdió gran cantidad de votos en las elecciones. Todo está bien y vivimos en el paraíso que todo ciudadano del mundo quisiera vivir. La soberbia no se cura con nada, ni con cuarenta y pico de días de "guardarse en el freezer". Y la prueba está a la vista. El modelo de la exclusión al trabajo genuino, del clientelismo esclavo, del miedo y la inseguridad, del patoterismo grosero, de la pérdida de oportunidades personales y sociales, de más Estado y menos persona, de los malos ejemplos, de la falta de cumplimiento de la Ley, de la destrucción de Instituciones, de la proliferación de las “villa miseria” y su crecimiento "exitoso" hacia arriba, de la instalación del narcotráfico latinoamericano, del capitalismo de amigos, de la falta de libertad de prensa (si bien se puede decir lo que uno piensa, la libertad se coarta a través del quite de publicidad oficial) y libertades individuales, del enriquecimiento exponencial de los funcionarios y sus amigos con impunidad asegurada, de la inseguridad jurídica y la falta de inversiones, de la Justicia que falta, de los aplaudidores y aduladores ventajeros, del alejamiento del mundo libre y la asociación a dictaduras regionales, de la mala educación, irrespetuosidad, grosería, incumplimientos múltiples como ejemplos gubernamentales, de la falta de República e Institucionalidad. La Presidente acaba de decir: "La meta es recuperar la soberanía energética. YPF se va a asociar con quien tenga que asociarse, porque no tenemos prejuicios. Yo no tengo anteojeras y sabemos que esto demanda capitales intensivos que, o no están en Argentina, o los que los tienen los guardan en otro lugar". Está reconociendo, entonces, en esta que ella misma llamó “la década ganada”, la dependencia energética por la pérdida absoluta de reservas, insumos de todo tipo y medicamentos que faltan, aislamiento del mundo, conflictos con todos los países vecinos, asesinatos y robos a mansalva, narcotráfico galopante, etc. En cuanto a YPF, lo único logrado es que debemos importar más nafta, se hizo un contrato con una empresa de EEUU que no se sabe en qué consiste, y que por algo no quieren dar a conocer, y además hay un juicio por veinte mil millones de dólares porque en lugar de denunciar a Repsol por incumplimiento de contrato lo confiscaron, y eso se paga. Y nadie invierte en este país, además de que los préstamos nos saldrían carísimos si los logramos concretar. No conforme con eso, siguió: "Cuando lo vi a Mariano Recalde me acordé de Aerolíneas Argentinas. La recibimos despedazada, sin aviones, endeudada, y hoy nuestra propia competencia nos felicita por el funcionamiento. Te quiero felicitar Mariano porque es un logro muy importante. Y porque lo han hecho contra viento y marea". Mentira. Los aviones se están pudriendo en diferentes aeropuertos del país. De la deuda ni hablar, ya que el gobierno aporta tres millones de dólares por día para mantenerla funcionando, o sea que se utilizan recursos de las jubilaciones, del PAMI, del Banco Nación y de las obras sociales. Y yo hasta ahora no vi ningún comunicado de ninguna otra aerolínea felicitando a Aerolíneas por el funcionamiento. Es más, Aerolíneas cada mes debe retrasar o suspender vuelos diciendo que son problemas técnicos, pero en realidad es que no pagan las tasas (que sí cobran a los pasajeros) a los aeropuertos, y por eso no pueden operar. "Vamos a hacer la inversión más grande de los últimos 50 años en ferrocarriles en la Argentina. Propuse destinar cientos de millones de dólares en renovar nuestros trenes urbanos”. ¿Y lo que gastó Jaime dónde está? La tecnología de que habla la presidenta debe ser la del tren bala, las autopistas inteligentes, los aviones supersónicos para combatir el narcotráfico, las naves (aviones y buques) con tecnología de punta capaz de detectar los intrusos que se roban nuestros recursos ictícolas, que el ministro De Vido otorga a extranjeros, nuestras vías navegables, nuestra inteligencia (SIDE y Cía.) dedicadas a a espiar al rival político, y no a erradicar el narcotráfico y la delincuencia. Todavía no entiendo en verdad el cambio de figuritas del gabinete. Si nuestro país va viento en popa en todos los órdenes y somos la envidia mundial, ¿para qué vamos a reemplazar a los funcionarios honestos, capaces e idóneos que nos llevaron a ese lugar de privilegio? Si el kirchnerismo ganó las últimas elecciones, como nos anunciaron con bombos y platillos. Si el "modelo" no se toca y seguimos yendo "por todo". ¿Para qué cambiar? Hay algo que no me cierra. Este gobierno, que siempre mostró una rara fascinación por el pasado (aunque inmediato y selectivo), tendría que reinstalar una vieja institución de la España colonial: el Juicio de Residencia. Casi todos estos kirchneristas “populistas” (para revolucionarios les falta muchos) millonarios que viven en Puerto Madero, utilizan los aviones y helicópteros públicos para cuestiones personales, se visten de lo mejor sin escatimar gastos, compran carteras de Louis Vuitton, calzan zapatos de cinco mil dólares, viven en palacios y rodeados de lujo pero no pueden justificar de donde proviene el dinero de sus activos en sus declaraciones juradas ni la de sus familiares y amigos, son protegidos por jueces amigos, y pretenden hacerle creer a la gente que sus políticas son Nacionales y Populares, y que aman a los pobres. Debe ser por eso que cada vez hay más (pobres). Para los que tenemos memoria, y documentación que la avala, Axel Kicillof, nuevo Ministro de Economía de esta etapa de “profundización del modelo”, es autor (no hace mucho) de frases ya célebres como "A Techint habría que fundirla", "me molesta la seguridad jurídica", "el sector privado debe estar al servicio del estado". ¿Habrá cambiado su manera de pensar al aceptar el Ministerio? "No hay nada más fácil que el autoengaño, ya que lo que desea cada hombre es lo primero que cree". Autor: Demóstenes de Atenas (Atenas, 384 a.C. - Calauria, 322 a.C.) Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 14 de noviembre de 2013

Nunca Más

Nunca Más - Editorial del 15 de noviembre de 2013 Un ex suscriptor de Crónica, pero que aparentemente sigue igualmente siendo lector, me reclama continuamente la falta de análisis respecto a las declaraciones que hiciera el año pasado Marcos Aguinis, poco felices por cierto, con relación a las Juventudes Hitlerianas. Cada vez que nos encontramos en la calle o en algún negocio, lo que sucede a menudo dado que los dos andamos caminando mucho por nuestro pueblo, sobre todo por el centro, me insiste con lo mismo, incluso sugiriendo las supuestas razones que, a su entender, me inducían a la autocensura. Seguramente entiende que mi condición de judío, como Aguinis, condiciona mi opinión. El hecho es que en los 817 editoriales que llevo escritos nunca acepté sugerencias y menos imposiciones. Pero en este caso debo reconocer que siempre consideré que el amigo estaba en lo cierto, solo que debía yo esperar el momento oportuno, y finalmente ese momento llegó. En aquella ocasión, más exactamente el 21 de marzo de 2012, Marcos Aguinis escribió lo siguiente: “La corrupción se ha vuelto septicémica. El modelo consiste en profundizarla. Nada importante se hace para disminuirla. Desde lo alto se dibuja el camino. Si la yunta presidencial ha conseguido amasar una fortuna que no se podría fundir en varias generaciones, quienes se acercan a ella esperan lograr lo mismo. O un poco, aunque sea. Las fuerzas (¿paramilitares?) de Milagro Sala provocaron analogías con las Juventudes Hitlerianas. Estas últimas, sin embargo, por asesinas y despreciables que hayan sido, luchaban por un ideal absurdo pero ideal al fin, como la raza superior y otras locuras (sic). Los actuales paramilitares kirchneristas, y La Cámpora, y El Evita, y Tupac Amaru, y otras fórmulas igualmente confusas, en cambio, han estructurado una corporación que milita para ganar un sueldo o sentirse poderosos o meter la mano en los bienes de la nación. Muchos de los blogueros que se ocuparán de insultar este artículo lo harán por la rabia que les produce un desenmascaramiento y el temor de perder sus mal habidos ingresos”. Luego, seguramente cuando se dio cuenta de lo que había escrito (me refiero a lo que más arriba puse en cursiva y marqué con el sic que significa textual, y ante las críticas (no todas sinceras, debo decirlo, porque muchas fueron aviesas) Aguinis dijo: “No respondo a un absurdo tan patético como endilgarme que apoyo a los nazis y niego la Shoá. No hay en mi artículo una sola palabra que lo afirme. Se ha distorsionado mi mensaje poniendo la lupa en un par de párrafos poco claros para ocultar la esencia de mi mensaje” (sic). Eso, a mi entender, es como la otra cara de aquellos que militan su antisemitismo, pero se resguardan en el infame “tengo un amigo judío”. El senador kirchnerista Aníbal Fernández fue uno de los primeros en salir al cruce de la controvertida columna, ya que en su espíritu general, el artículo apuntaba a cuestionar la política del Gobierno nacional y la relación con las organizaciones sociales. Pero en vez de contestar respecto al fondo de la cuestión, aprovechó la ocasión para decir que “Aguinis se olvidó de los 5 (en verdad fueron 6) millones de judíos asesinados para exculpar a Hitler y culpar a Milagros Sala. Es tal la burrada de Aguinis que nos encontramos ante una situación inentendible. El nivel de antisemitismo es fuerte”, dijo el ex jefe de Gabinete. En ese momento el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, repudió el contenido de la columna de Aguinis al tiempo que instó a que "nadie vuelva a hacer comparaciones de esta naturaleza, porque en definitiva lo que se está haciendo es banalizar la Shoá". Y ahora, entonces, la ocasión se dio, no por uno, sino por tres “disparadores”. El pasado 9 de noviembre el principal asesor comunicacional del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, aseguró que “Hitler era un tipo espectacular y que era muy importante en el mundo” y minimizó la matanza de seis millones de judíos al comparar el Holocausto con la situación actual en Venezuela. El estratega del PRO realizó estas declaraciones en una entrevista que concedió a la revista Noticias, en la cual afirma que “el principal problema de Mauricio Macri es el sincericidio”, lo que evidencia que aconseja al jefe de Gobierno porteño a no decir siempre lo que piensa. Pese a eso, a las pocas horas Macri dijo: "Fue sin lugar a duda inaceptable la expresión `espectacular` para referirse a un personaje nefasto de la historia como es Hitler. No existen calificativos positivos posibles para una persona responsable del mayor genocidio de la historia de la humanidad". Sin embargo el Rabino Bergman (¡El rabino Bergman!) si bien criticó los dichos de Durán Barba, hizo hincapié en que esa frase “no es una posición, sino una expresión”, y manifestó que no lo va a “condenar como un reivindicador de Hitler, porque no lo es”. ¡Por algo decía yo más arriba que Durán Barna aconseja a no decir siempre lo que se piensa! Y este martes un inusual clima de tensión se vivió en la Catedral Metropolitana cuando un grupo ultraconservador católico intentó impedir, rezando el Rosario en voz alta, la realización de un acto judeo-cristiano por la conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos, considerada el inicio del Holocausto judío perpetrado por el nazismo. Integrado en su mayoría por jóvenes identificados con boinas rojas, el grupo cismático lefebvrista se instaló minutos después de las 19 en la nave central de la iglesia para impedir que se lleve adelante la ceremonia. Profirieron insultos y cantos hostiles, mientras repartían textos que consignaban "fuera adoradores de dioses falsos del templo santo, que precipitarán las almas al castigo eterno". Luego de unos minutos de tensión y de la presencia de efectivos de la Policía Federal, que (¡qué raro!) no intervinieron, y mientras Giannetti rezaba la Oración de la Paz de San Francisco de Asís, volvió la calma al interior del templo y pudo iniciarse el acto litúrgico, del que participaron también el sacerdote Alejandro Llorente, el rabino Jonás Shalom (Bet Am Marc Chagall) y los pastores David Calvo (Iglesia Luterana Unida), Ester Iglesias (Iglesia de los Discípulos de Cristo), Sergio López (Iglesia Dinamarquesa) y Mariel Pons (Iglesia Evangélica Metodista). Tras leerse textos que condenan el genocidio y se solidarizan con el pueblo judío, de los Papas Benedicto XVI y Francisco, se hizo un minuto de silencio para que "se reconozcan otros silencios anteriores, el de las conciencias enmudecidas que aceptaron persecuciones y fueron indiferentes a la degradación y al crimen". Alguna vez recomendé leer “Los que supieron morir”, de Howard Fast y Mila 18, de León Uris, libros ya tradicionales acerca de la Shoá. Pero ahora, con placer, debo sugerir la lectura de “Herejes”, del autor cubano Leonardo Padura, de reciente aparición. De ese libro extraigo el final de mi editorial de hoy: “El miedo invade a un individuo cuando las fuerzas desatadas y manipuladas de una sociedad lo eligen como enemigo y le sustraen el recurso de apelación, en este caso solo por profesar ideas que los otros, la mayoría manipulada por un poder totalitario, han asumido como perniciosas para el bien común”. El libro, debo decirlo, cuenta la historia del S.S. Saint Luis, barco en el que en 1939 viajaban novecientos judíos polacos que habían podido huir de la Alemania nazi, y que por no ser recibidos ni por Cuba, ni por los EEUU ni por Canadá, terminaron sus días en las cámaras de gas de Auschwitz. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 7 de noviembre de 2013

Dulces 16

Dulces 16 - Editorial del 8 de noviembre de 2013 El pasado 30 de octubre, día fundamental para la democracia argentina, nuestro "Crónica" cumplió dieciséis años de esta tercera etapa que iniciáramos con mi padre en 1997, en búsqueda de un paliativo para la pérdida que significó para nosotros la muerte de mi madre, ocurrida pocos meses antes. La coincidencia de fechas con la vigencia de la Democracia me impone la necesidad de compartir el análisis entre los dos hechos, principalmente porque así como ese día se cumplió el lapso más largo de vigencia del sistema republicano en la Argentina, también Crónica, fundado por don Pedro Benítez en el año 1929, llegó ese mismo día al período más continuo de su historia, ya que las anteriores etapas no lograron nunca superar los diez años. Aquella primera edición de Crónica del 30 de octubre de 1997 llegó a muy pocos hogares, ya que lo mandamos casi "de prepo", junto a una nota que le proponía a cada uno de esos cincuenta elegidos, hacerse suscriptores. Hoy, que superamos los ochocientos, y que llegamos, además, con nuestras editoriales a través de Internet a una cantidad de gente que no podemos mensurar, se me ocurrió, a modo de homenaje a este semanario que es, como dije alguna vez, mi hermano y mi hijo al mismo tiempo, reiterar aquél primer editorial, que muy poca gente leyó, y que fue mi primera experiencia "en serio" como redactor periodístico. Se unen, entonces, por la magia de esta perdurabilidad, el primero y el Nº 816, lo que, en verdad, me asusta y me compromete aún más con esta profesión de fe. Les ruego a los lectores que tengan en cuenta la realidad política de aquella época (estamos hablando del menemismo gobernando la Argentina y del radicalismo al frente del municipio local), e intente interpretar mis dichos mirando hacia dieciséis años atrás. Y a eso lo digo tanto para bien como para mal. Hay muchas cosas que, lamentablemente, no cambiaron. Y otras que sí. Lo que es evidente, y a esto resiste también la lectura de los otros 814 editoriales que hay entre medio, es la coherencia en la forma de pensar y la decisión de escribir lo que pienso, firmándolo con mi nombre y apellido. Agradezco a todos los que me ayudan a que cada semana estemos en la calle (y gracias a ello no estemos en la calle). Cada uno de ellos sabe en qué lugar de mi corazón están por eso. Crónica es una elaboración absolutamente personal, pero no podría existir sin aquellos que me rodean, me ayudan, me animan y me sostienen. "UNA ELECCIÓN, UNA LECCIÓN" - Editorial del 30 de octubre de 1997 El juego libre de la democracia representativa nos demostró, una vez más, que este sistema elaborado en Grecia como alternativa a las cada vez más multitudinarias asambleas populares, funciona a la perfección, por encima de los manejos que a través de los tiempos se han intentado para frenar su eficacia. En una época fue el fraude, en otras la fuerza del golpe de estado, y hoy, al influjo del poder de la informática y los medios de comunicación, el intento de manipular la opinión del votante, cual si se le mostraran espejos de colores. Pero justamente hablando de esto, ya nadie "come vidrio". No alcanzan ahora las "improductivas" promesas de revolucionar el mercado laboral, ni los "aumentazos" con ocho años de historia, que seguramente quedaron encerrados en alguna oscura sala de espera de una fantasmal estación de trenes. Esta es la hora de decir la verdad. Pero no sólo los políticos deben dejar de mentirle al pueblo. El pueblo debe dar el ejemplo, dirigiéndose con la verdad a su gobierno. Mucho se ha hablado, tiempo antes de las elecciones, acerca de cuáles serían, o deberían ser, las motivaciones para inclinarse por uno de los dos sectores que polarizarían la elección. Hemos repetido, en los medios que nos han brindado la oportunidad, que la conducta partidaria impone al afiliado a un partido político la obligación de votar por sus candidatos, bajo pena de expulsión. Y entendemos que esta no es una decisión caprichosa ni autoritaria, ya que permite, como camino alternativo, y previo a la inconducta, la desafiliación voluntaria que deja el individuo en libertad de acción. Descontado pues que la masa comprometida con el partido no distrae su voto, quedan, en cualquier elección, los que deciden según los vientos políticos, sociales y económicos. La experiencia del pasado domingo, además de una gran elección, fue una enorme lección. Nos enseñó que no en vano las grandes democracias desalientan las reelecciones y los períodos demasiados largos, a favor de plebiscitar más continuamente la gestión del gobierno. También nos indicó que hay grandes sectores que sufrieron profundas decepciones, de las que no han logrado salir por sí mismos, y menos aún con la inexistente ayuda del poder. Y estoy hablando de los desocupados, de los docentes, los jubilados, los perjudicados por actos delictivos no resueltos, tal como la Embajada de Israel y la AMIA, el caso Cabezas o María Soledad, etc.- Si los gobernantes no entienden los mensajes de su pueblo es que no sirven para la función para la que fueron elegidos. No hay ni debe haber esclarecidos que jueguen con la voluntad popular, ni aun amparándose en su mayor educación. Precisamente son las grandes contradicciones, las fundamentales, las que ahondan los conflictos. Todo sistema que termine profundizando los abismos entre sectores determinados estará condenado al fracaso. La estructura del sistema político de nuestra nación se basa en tres niveles: el municipal, el provincial y el nacional, por lo que, se impone, si tratamos de analizar lo sucedido en los números, comenzar desde abajo -conoce tu aldea y conocerás el mundo-; no nos olvidemos que la democracia representativa comenzó en las ciudades, y de ahí incluso el nombre que recibe el ejercicio de la representación: se llama política por la polis, que en griego quiere decir ciudad. Basavilbaso, históricamente un bastión peronista, por la extracción socio-laboral de la mayoría de sus habitantes, dio un golpe de timón a esa tendencia en las elecciones de 1995, en las que se eligió al Presidente Municipal. Allí se privilegiaron las propuestas, las ideas, la serenidad, y la opción de que fuera otra fuerza la que gobernara por una vez la ciudad. El pueblo comenzaba a desentenderse de sus compromisos, para empezar a pensar en su destino. Ya no importaba tanto desde dónde veníamos sino hacia dónde queríamos ir. Y esa tendencia se volvió a repetir el 26. Superada la bronca por el cierre del ferrocarril, la responsabilidad actual por la realidad de Basavilbaso le corresponde a este gobierno municipal. Ellos son los que deben buscar las soluciones que la ciudad y su gente no encuentran. Para eso fueron elegidos. A eso deben volcar sus esfuerzos, los físicos, los intelectuales y los económicos. No se llega al poder solo para estar, se llega para trascender y para servir a la gente. La política sirve en tanto busque y logre el bienestar general. El menemismo fracasó por pensar que, con solo la estabilidad y el balance positivo de los grandes números de la macroeconomía, alcanzaba. El radicalismo está fracasando en Basavilbaso porque no existe como estructura partidaria, porque carece de ideas o no las sabe llevar a la práctica y porque privilegia, por sobre todas las cosas, el equilibrio de las cuentas. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso