jueves, 29 de agosto de 2013

Mens sana in corpore sano

Mens sana in corpore sano - Editorial del 30 de agosto de 2013 El título de hoy es una cita latina que proviene de las Sátiras de Juvenal. La frase completa es "Orandum est ut sit mens sana in corpore sano" (Sátira X, 356). Nació en la civilización de la Grecia Clásica, pues eran los únicos que realizaban los ideales que esta implica. Ninguna otra civilización de la época se aplicó con tanta devoción a la práctica del deporte y lo interiorizó de un modo tan profundo, impregnando su cultura, su arte, su vida diaria, e incluso su religiosidad y su política. Su sentido original es el de la necesidad de orar para disponer de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado; no es, por tanto, el mismo sentido con el que hoy en día se utiliza: "mente sana en un cuerpo sano", que por otra parte es el lema muy conocido de Gimnasia y Esgrima de La Plata, a cuyos hinchas, precisamente, se conoce como los "mensanas". Esta frase nos enseña a pedir lo que realmente nos conviene: en vez de rogar por cosas vanas y pasajeras (que podrían perjudicarnos), nos instruye para implorar la salud integral de la mente, el cuerpo y el alma. Una mente sana, un cuerpo sano y un alma fuerte, para observar una vida llena de virtud y de paz interior, sin importar los acontecimientos externos. Precisamente en nombre de este principio, pero poniendo como prioridad lo físico, fue en Esparta donde un legislador llamado Licurgo implantó una ley en la que un consejo de ancianos examinaba la salud de los bebes, y si no eran "aptos" los abandonaban o los arrojaban por el Monte Taigeto de 2.400 metros de altura. Pero eso se le hacía no solo a aquellos niños que tuvieran algún tipo de discapacidad o malformación, sino también a todos los que presentasen síntomas de debilidad, contribuyendo así a la más cruel y desgarradora forma de discriminación, impidiéndoles formar parte de la vida desde el momento de su nacimiento. Como suele suceder, estos editoriales, cuando hacen referencias históricas, dedican una parte de su espacio a una, aunque sea breve, explicación, como para que el lector entienda la razón que nos llevó a elegir el tema y el título. Por estos días en Basavilbaso se ha venido dando un fenómeno bastante inusual, y por otra parte sumamente auspicioso, que tiene que ver con la destacada participación de jóvenes nacidos en nuestro pueblo en instancias importantes del deporte zonal, provincial, nacional e, incluso, internacional. Así, por ejemplo, Joaquín Castillo y Santiago Cáceres, del equipo de vóley Sub 16 del "Cristo Rey" que dirige Yoly Barra, son parte del plantel provincial Sub 16 que juega el Campeonato Nacional en Mendoza; Sebastián Almada viene descollando desde hace ya un tiempo en el karting, espacio al que este pasado fin de semana también han ingresado Lucas García, Alexis Colombo y Maximiliano Zitterkopf; Gabriel Alfaro es uno de los más importantes animadores del TC Pista Entrerriano; Rodrigo Villalba encontró hace tiempo su propio camino en el vóley, jugando en la primera división de equipos de la Argentina y del extranjero; Tania Acosta es jugadora de la selección nacional de vóley femenino, y del "Malevo" Ferreyra ("Comitas") y de su carrera en el fútbol no hace falta hablar demasiado. Y así también se destacaron jugadoras de hockey, preparadas por la Prof. Natalia Bernard, y es muy importante lo que se hace desde los gimnasios locales, también participando en eventos provinciales y nacionales, como es el caso, por ejemplo, de Claudia Castillo y sus "gurisas". Ese rol ha trascendido incluso a la preparación de equipos (mencionamos más arriba a distintos profesores que han llevado por ese buen camino a sus dirigidos), pero ha resultado paradigmático lo hecho por Julián Álvarez, entrenador de la Selección Argentina que disputó en México el Campeonato Mundial Masculino de Vóley Sub 19, que fuera recibido en nuestra ciudad, con toda justicia, por una caravana encabezada por la autobomba de los Bomberos Voluntarios, para, luego, ser declarado "Embajador Honorífico Deportivo de la ciudad de Basavilbaso" por el Concejo Deliberante de nuestra ciudad. Eso es "in corpore sano", y está muy bien. Pero… En la tapa de hoy, justamente, se mencionan algunos ejemplos de la otra parte del lema, o sea de la "mente sana", por la que, en verdad, no son muchos los que se preocupan. Y antes de seguir, aunque ya todos conocen el "resto" que tengo para escribir lo que pienso, fundamentarlo y firmarlo, voy a aclararles, a los que no lo saben, y sobre todo a los lectores de afuera, que, pese a tener un título universitario y bregar para que todos aspiren a ello, como una forma de crecimiento individual y para la sociedad, luchando desde la cátedra que tengo en el secundario desde hace veintidós años y en la Universidad desde hace ya más de diez; pese a editar un periódico como Crónica, escribiendo también su página editorial; pese a dirigir desde hace dos años y medio el Coro Municipal "Magnificat", en el que canté durante más de veinte años, no soy lo que técnicamente se denominaría un "ratón de biblioteca" (aunque me apasiona leer), ya que en mi pueblo también es conocida mi relación con los deportes, siendo en la actualidad el dirigente con más años (25) de presencia continua en los distintos estamentos de la Liga Regional de Fútbol (ahora presidiendo su Tribunal de Penas). Por eso es que no me gustaría que por "mala leche" se malinterpretara esta opinión que voy a completar en la página de hoy. Al contrario, creo que este ángulo de visión y compromiso valorizan aún más lo que voy a decir. La cuestión, es, entonces, que contando solamente el último año (expresamente de él los últimos 365 días y no el calendario), además de las tres menciones que hacemos hoy (entre ellas dos nuevas médicas recibidas a los 23 años), resultan importantísimos y sumamente destacables otros logros similares, obtenidos a la misma edad: una abogada (ya ejerciendo), otra médica (haciendo ahora su residencia) y una Contadora y Licenciada en Administración (¡dos títulos!). Voy a tomarme el derecho de no mencionar acá los nombres de estas chicas, porque más allá de ser conocidos, en uno de los casos me toca muy de cerca, y no quiero que parezca un desatino. Algo similar podría pasarme si mencionara quién, en el momento en que esta edición sale a la calle, está viajando a la ciudad de Natal, al norte de Brasil, para exponer en un Congreso de Economía representando, como docente, a la Universidad Nacional del Litoral. Y por supuesto que hay muchos más casos, y no debería detenerme solo en los que lo lograron tan jóvenes, pero me pareció que la comparación con los exitosos deportistas exigía ese detalle. Necesitaría mucho espacio para nombrar a todos los que con mucho esfuerzo personal y de sus padres, y sin desperdiciar el talento con el que nacieron y la formación que recibieron (estudiando en las escuelas primarias y secundarias de su pueblo), consiguieron llegar a este punto. Y conste que mis alumnos saben que no creo que la única alternativa sea el título universitario, pero sí el estudio y la formación, que duran toda la vida, no se pueden comprar ni vender, ni se pierden por lesión o por veteranía. Solamente por Alzheimer, pero en ese caso ya ni siquiera se darán cuenta de que lo perdieron. Lo importante es, entonces, una mente sana en un cuerpo sano, y que desde los organismos correspondientes se auspicie, se incentive, se premie y se destaque a todos. A los del deporte y a los del estudio. Sin diferencias. O sea, al estilo kirchnerista, "¡autobombas para todos!". Porque si la cuestión trata de la declaración de "Embajador Honorífico de la Ciudad", Miguel Bernik se murió después de crear y dirigir su coro por más de cincuenta años y llevar la cultura de su pueblo por todo el país y por el Uruguay (a otros lados no porque nadie le dio un peso para ello, y no porque no pudiera haber ido), y sin embargo ni él ni el Magnificat recibieron esa distinción. Y tampoco se menciona, tal como se hace con los corredores de karting, que en este momento integran el coro dos jóvenes de quince años, normales como cualquiera, pero que hicieron otra opción. Ojalá esto genere polémica, porque como dijo Cervantes: "la historia es el depósito de las acciones y siempre alguien Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 15 de agosto de 2013

Dos tipos audaces

Dos tipos audaces - Editorial del 16 de agosto de 2013 "Dos tipos audaces" era una serie de televisión británica de los años 70 protagonizada por Tony Curtis y Roger Moore. No por casualidad en inglés se llamó The Persuaders (Los Persuasores) lo que tiene que ver también, y mucho, con que la hayamos elegido para titular la página de hoy. Aunque el tema va a ser más variado, es necesario analizar la razón por la cual en Entre Ríos Jorge Pedro Busti, que se quedó sin aparato cuando sus "fieles" aliados se pasaron al urribarrismo porque "billetera mata galán", y Alfredo De Angeli, cuya máxima expresión es y ha sido que "el kirchnerismo está destruyendo al campo", hayan logrado pasar a ser la segunda fuerza en la provincia, superando a un partido con más de cien años de historia y presencia, pero que se olvidó de que nació como expresión de las necesidades del pueblo, y no solamente de ciertos y determinados sectores. Hay que entender que salieron terceros detrás de un amplio y quizá desideologizado frente que conformaron desde los seguidores de Seineldín hasta los ex progres centro izquierdistas de Leissa y Martínez Garbino, pasando, obviamente, por los "Dos tipos audaces". Pero también desde el gobierno de Urribarri se debe comprender que la más de media docena de puntos perdidos entre la última elección y esta, pueden ser analizados como una pérdida "normal" para procesos de medio término (como lo es una elección interna, aunque sea como esta, abierta y simultánea) o, como una preocupación que anticipa o preanuncia nuevos comportamientos. El tema es ver cómo se termina incorporando esto a la realidad política de la provincia. A nivel nacional, los "intelectuales" del gobierno dicen que hay que cambiar la actitud y buscar el diálogo (¿después de una "década ganada" se dieron cuenta de ello?), mientras que los dirigentes del principal partido de la oposición vuelven otra vez al versito de la autocrítica, que nunca harán, porque en realidad debería empezar por su propio ostracismo, dejando lugar a quienes, con años de militancia, pero también con acciones comunitarias y desinteresadas, han demostrado su responsabilidad y su capacidad. Porque resulta que muchos se arrogan el derecho al veto de ciertas candidaturas, pero a la hora de los negocios no hesitan en juntarse con la lacra. Hay que tener mucho cuidado porque el mal resultado global que sacó el kirchnerismo, y el pésimo que logró en algunos distritos como la propia Santa Cruz o en La Rioja, lo están llevando a decir que aunque apenas se trató de una interna abierta, los que les ganaron "ya están exultantes y se animan a amenazar". Ellos entienden tan mal la democracia que desde ahora en adelante van a intentar convencer a la gente de que TODOS los que no votan al Frente para la Victoria forman parte de un plan urdido por los poderosos y cuyo supuesto propósito no es ganarle a los K, sino "hacer tronar el escarmiento". Por eso insisten en hacernos creer que cuando se dice que las políticas públicas de este gobierno han sido pésimas, se hace para crear una crisis profunda que permita cargar todas las culpas sobre estas políticas. Nosotros, desde Crónica, hemos sido críticos de este gobierno, y no es nuestra intención, de ninguna manera, que se haga pedazos o que "truene el escarmiento". Solamente pedimos que la lectura de estas elecciones le haga ver al gobierno nacional (y también al provincial, ¿por qué no?) que se debe escuchar al otro, y que las verdades no se dicen solamente en "6,7,8" o en CN23 o en el medio oficialista de que se trate. Esta nueva lectura de la realidad política que nos dan las PASO tiene que servir para que de una vez por todas se sinceren y reconozcan que el índice de inflación es una mentira; que los enriquecimientos ilícitos de los funcionarios son una inmoralidad; que la pobreza y las villas miserias siguen existiendo; que la educación y la salud públicas son de una calidad desastrosa (solamente mantenida por los que en ellas trabajan o los que apoyan desde las cooperadoras, porque todo lo demás es mero interés propagandístico y solo les preocupan las inauguraciones); que la delincuencia ha crecido, muchas veces al amparo de quienes la tienen que combatir; que se está alentando otra vez, como hace sesenta años, la división entre argentinos; que la mentira y la corrupción son realidades palpables, evidentes, burdas y generalizadas en toda nuestra Argentina como nunca jamás antes en toda nuestra historia. ¿O sí? Alguna vez transcribimos aquí un párrafo del discurso que pronunciara Ricardo Balbín en la sesión del 29 de Septiembre de 1949, de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación en la que se trataba su desafuero para juzgarlo por orden de Héctor J. Cámpora, que presidía el cuerpo, y hoy vamos a usar otro, sumamente elocuente: "Demasiadas ventajas tiene el peronismo. Son excesivas las ventajas. El Presidente o el jefe del partido -no sé cuándo habla de una o de otra manera, porque se confunde en los discursos-, ¿cómo quiere que respondamos nosotros cuando dice que somos antipatrias? No sé cómo tenemos que utilizar nuestro lenguaje para contestarle cuando dice que somos traidores al país. ¿Qué lenguaje hemos de usar para decirle al pueblo que no somos antiargentinos dentro de la República? ¿Cómo tengo que conducirme en mi oposición frente a un Presidente que confunde bandera y divisas, se comporta como él quiere y agravia en las condiciones que se le antojan? Es difícil la conducción y la réplica". "No he aprendido todo lo que puede hacer un oficialismo desbordado, pero estoy resuelto a sufrirlo todo para que no lo tengan que sufrir las generaciones futuras...Nosotros tenemos sentido de futuro, no barriga de presente..." "Todos los triunfadores tienen la creencia de su perpetuidad; todos los triunfadores creen que vivirán sus vidas enteras en el triunfo. Cuando una minoría les dice que están equivocados y que algún día los vencerán, se ríen, como se ríen ustedes ahora...Pero nosotros que tenemos la vieja experiencia de nuestros sacrificios, sabemos que esto termina, y como no trabajamos para nosotros, sabemos que nuestros hijos llegarán a tiempo." La señora Presidente tendría que haber dicho el domingo, por cadena nacional, algo así como: "El pueblo ha hablado, claro y fuerte. Tomo nota, y acepto el veredicto de las urnas. Evidentemente hemos fallado en varias cosas. Convocaré a gente idónea tratando de dar solución lo más urgente posible a las demandas principales de la sociedad argentina. Y, como dice el Papa Francisco, 'recen por mí'". Lamentablemente intenta convencer a toda la audiencia de los graves problemas que van a suceder si cambia el gobierno. Es triste, porque busca recursos que no existen, como por ejemplo decir que en ningún medio se mencionó que ganaron en la Antártida o en los pueblos Qom. Eso ya pasó en la época de Menem, cuando previendo un resultado desastroso rescató el triunfo en el por entonces ignoto pueblo llamado Perico, en la provincia de Jujuy. Los problemas, a pesar del inédito crecimiento, son muchos y los más graves son los relacionados al trabajo en negro y a los núcleos duros de pobreza que, sin llegar a parecerse a los tiempos de crisis, son lacerantes. No es justo que algunos crezcan tanto y otros aún vivan en situación de pobreza. Este estado de cosas habla (además de todo lo que dijimos más arriba) de una mala distribución, y la razón de esa mala distribución está principalmente en el trabajo en negro, en no haber podido resolver este flagelo que es inmenso. En Entre Ríos, tan ligada al agro y a la agro-industria, hay muchos trabajadores a los que, a pesar de poner el lomo como corresponde, no les alcanza para vivir y entonces es el Estado el que tiene que acudir en su ayuda. Esto no puede seguir siendo así, y para ello el gobierno debe garantizar que quien trabaja cobre bien y no sea explotado. Como decía (y escribía) por estos días un valiente amigo radical, desencantado: "Estoy convencido que la política es una estrategia sin tiempo como lo postulara Hipólito Yrigoyen, y que la lucha debe ser diaria, ardua y hasta el final, haciendo lo que se debe y no lo que se quiere, sin dobleces ni especulaciones menudas". Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 8 de agosto de 2013

Los caminos de la vida

Los caminos de la vida - Editorial del 9 de agosto de 2013 Por estos días los candidatos anduvieron en campaña, haciendo lo que tantas veces transcribimos aquí de la letra de "El Orejano": "Porque no me llenan con cuatro mentiras, los maracanases que vienen del pueblo, a elogiar divisas ya desmerecidas, y a hacernos promesas que nunca cumplieron". Ya estamos sobre las PASO, nombre elegido con la doble intención de hacer una ingeniosa sigla, pero además darle un sentido de traslación hacia las más importantes elecciones de octubre de este año, en la que se resolverá la nueva constitución (con minúsculas) del Poder Legislativo. Pero como esta Argentina que queremos tanto tiene algunos rasgos muy propios de idiosincrasia, las propuestas electorales que se hicieron (y se seguirán haciendo solapadamente hasta el mismo cierre del acto eleccionario) tienen más que ver con la función ejecutiva que con la de hacer las leyes, en una elocuente y manifiesta demostración de que acá lo único que interesa es lo que se puede tocar. Las leyes, para muchos, son cosas de existencia ideal y tan abstractas que no se le puede hablar a la "gente común" de eso, ya que "solamente les interesan las garrafas sociales, los barrios de viviendas, las netbooks, los aumentos en las asignaciones y las jubilaciones", aun cuando ni siquiera se imaginen de dónde está saliendo la plata ni cual es el costo que se está pagando por ella. Pero bueno, como los dirigentes y las agrupaciones que se presentan a estas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias han aceptado este juego, y sus discursos prometen obras a diestra y siniestra, queremos aprovechar el editorial de hoy, escrito con un poco más de anticipación de lo que solemos hacerlo, para reclamarles algunas tangibles, para que se acuerden, el día después, de que hay muchas cosas sin hacer y desde hace mucho tiempo, tanto en lo que se ve como en lo que no se ve. Como para comenzar por algo, cuento lo que me sucedió el pasado domingo a la madrugada, cuando regresaba en mi auto desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Aclaro acá, para mejor comprensión de la problemática, y más que nada para aquellos que no me conocen, que tengo un Clío modelo 1996, o sea que en él se sienten todas las imperfecciones y dificultades que, seguramente, en una "nave" con patente M no se pueden apreciar. ¡Y mucho menos en un helicóptero! Bueno, reanudando el relato, y como decía, salí desde Buenos Aires a la una de la mañana, "manso y tranquilo", disfrutando de las ventajas que da esa hora en cuanto a la falta de tránsito y la existencia de un clima fresco, ideal para no dormirse. Todo iba bien hasta que, pasando el puente sobre el Gualeyán, en la Ruta 14, tomé conciencia de que debía realizar esa maniobra inédita y peligrosísima que consiste en doblar por sobre la ruta 20, para poder tomar el puente que nos permite acceder al tramo que nos lleva (o nos trae, para ser más precisos) hasta Basavilbaso. Ahí, señores, empieza un verdadero calvario, que, como dijimos, tiene su punto de inicio en ese giro totalmente inesperado para cualquier desprevenido que ande circulando por allí, y que a nosotros casi nos hizo colisionar con un Fiat Palio que, evidentemente, no era de la zona y cuyo conductor no entendía nada, parado en el medio de la ruta sin atinar a resolver la situación y, por lo que supimos después, mirando desesperadamente el GPS para que le explicara con qué engendro se había encontrado. Superada esa instancia, ya un poco más tranquilos, cruzamos el puente casi con la convicción de ir sobre una cuerda pendiente en el aire, cuál acróbata de circo. Es que las rajaduras que tiene en ese lugar el pavimento, o más precisamente el hormigón, son tan pronunciadas que aunque las hayan tapado con un poco de revoque, el auto las "copia" y hace sentir a uno que en cualquier momento se desmorona arrastrándolo con él al abismo. Por supuesto que la cosa no termina allí, aunque ya con eso sería suficiente para ameritar la intervención de los gobernantes de turno y la propuesta de soluciones de parte de todos los genios que se postulan para ocupar una banca en el Senado o en la Cámara de Diputados para desde allí generar los cambios que la Argentina necesita, pero que ellos mismos tampoco han podido lograr en los años que llevan en la política y en el acaparamiento de cuanto cargo con posibilidades de acceso salga a la disputa. Decíamos, entonces, que nada más llegar a la llamada "capilla de Veronessi", a pocos metros de la bajada del dichoso puente, y dónde está todavía como mudo testigo de la última tragedia el colectivo de Flecha Bus contra el que colisionó el automóvil de la familia Brotzman el pasado 17 de julio a eso de las 19 hs., nos sentimos trasportados a la situación a la que debió enfrentarse unos días antes esa gente que murió inútilmente. El asfalto está destruido, las marcaciones horizontales brillan (¡ja!) por su ausencia, y aunque hay edificaciones como la citada capilla y una comisaría, las luces no existen. Seguimos, aún en esas condiciones, sin saber dónde comenzaba y dónde terminaba el ancho de la ruta, ni si íbamos por el medio o por el borde del camino. Seguramente nos salvó el hecho de que no andaba nadie, porque otro Flecha nos hubiera conducido al mismo e inexorable destino. La cosa continuó así, con breves intervalos de una doble línea amarilla pintada a pincel y corrida en varios lugares, hasta llegar a Urdinarrain. Allí el padecimiento se agudiza porque si era posible que el pavimento estuviera en peores condiciones, el milagro se ha producido. En ese tramo la ruta se reduce a una sucesión de pozos, de distintos tamaños y profundidades, pero todos considerables, interrumpidos brevemente (muy brevemente) por pequeños trozos de asfalto sano. Por supuesto que tampoco hay señalización, ni siquiera en las curvas, con lo que uno debe confiar en que desde hace más de cuarenta años circula por ese trazado, y casi que ya lo adivina. Pero lo que no puede prever es el comportamiento de un supuesto y posible conductor que venga de frente. Ya en las proximidades de Gilbert, se agrega el oscuro panorama que rodea al paso a nivel, sin carteles reflectantes ni, por supuesto, balizas. ¡Eso sería mucho pedir! Uno se da cuenta de que está pasando sobre el mismo en el momento en que se le rompe un amortiguador por las irregularidades existentes entre los rieles y el piso. Nuestro viaje continúa, ya intentando atisbar las luces de Basavilbaso, mi pueblo, principalmente porque ante tanto riesgo se acentúa el sentimiento que nos hace decir "¡qué lindo es volver!". Pero todavía no llegamos, no se crea. Nos falta sortear los obstáculos que algún ingenioso puso en un último intento de impedirnos la llegada. Parece esos juegos de mesa a los que jugábamos en nuestra infancia, cuando no existían la Play, las redes sociales ni los juegos para la compu. En ellos, al tirar los dados, era frecuente encontrarse con una indicación que nos volvía al punto de comienzo, nos hacía retroceder lugares, o sufrir alguna especie de prenda. Seguramente el que ideó esos dos obstáculos a que vamos a hacer referencia, o sea a los del cruce de las rutas 39 y 20 y el acceso a Termas, lo hizo con ese propósito y con esa inspiración. Las dársenas o punteras colocadas fuera de toda lógica lineal son una invitación al choque o al vuelco, todo ello propiciado por la oscuridad a que nos han sumido, casi en tono de burla, al haber colocado las "jirafas" pero sin dotarlas de focos, de cables conductores, o, quizás, de un simple interruptor. Como nadie se ha dignado nunca a explicar lo que pasa, subsiste nuestra duda, y de ahí estas elucubraciones que podrán parecer irónicas pero que de ninguna manera lo son. Finalizaba nuestro viaje, pero no los sobresaltos. Ingresar por la rotonda de Basso a nuestro pomposo Acceso Oeste da vergüenza ajena. Ahí sí que los pozos son de colección y compiten por el Guinness. "Los caminos de la vida, no son lo que yo pensaba, no son lo que yo creía, no son lo que imaginaba. Los caminos de la vida, son muy difícil de andarlos, difícil de caminarlos, y no encuentro la salida". Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 1 de agosto de 2013

Catilinarias

Catilinarias - Editorial del 2 de agosto de 2013 ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Cuánto tiempo hemos de ser todavía juguete de tu furor? ¿Dónde se detendrán los arrebatos de tu desenfrenado atrevimiento? Con estas tres impresionantes frases empieza el primero de los cuatro discursos pronunciados por Marco Tulio Cicerón entre el 8 de noviembre y el 5 de diciembre del año 63, cuando en su condición de cónsul descubrió y desbarató un intento revolucionario encabezado por Lucio Sergio Catilina (de ahí el nombre de las citadas alocuciones y el título de hoy) que tenía como objetivo final la subversión total de las estructuras del Estado romano e incluso la destrucción de la misma Roma. Debo recordar acá que el cónsul era el magistrado de más alto rango de la República de Roma, hasta la aparición del Imperio y la irrupción de la figura del emperador. Por extensión y analogía, después se comenzó a usar la palabra catilinarias para definir un discurso vehemente y crítico contra una persona o un grupo de personas, y seguramente en eso se convertirá la página de hoy, luego de esta breve y necesaria introducción. Tengo ya 22 años de desempeño ininterrumpido al frente de la cátedra de Formación Ética y Ciudadana (antes Educación Cívica o Formación Cívica o Instrucción Cívica), y creo que nunca advertí tanto desinterés ni tanto desconocimiento de la realidad como ahora, en los jóvenes y en los adultos, ante esta próxima instancia de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se realizarán el domingo 11 de agosto, y acerca de las cuales, en un intento de esclarecer (o sea hacer más claro), Crónica publica hoy una nota explicativa. Pero quiero salir de lo meramente coyuntural para intentar una aproximación a las razones de ese desconocimiento y de ese desinterés, que además de ser generalizado, incluye a los jóvenes que van a votar por primera vez, y con ello, a decidir nuestro destino. Esta situación me hace pensar, en combinación con otras tantas cosas que suceden paralelamente, que la política argentina está en crisis. En realidad, frente al daño que constantemente sufre el tejido social, no le cabe al sistema político otro lenguaje que el de la verdad ni otro resorte para respaldarlo que el de la austeridad. Hace falta un desprendimiento que disipe la atmósfera aún cargada de frivolidad, desaprensión en el gasto y de un poco más que meras sospechas de corrupción. Estas próximas elecciones, y por ende también las de octubre, nos entregarán la opción entre un partido del gobierno que no hesita en utilizar el aparato del estado en su propio provecho, a través de la propaganda que le significa la entrega de la Asignación Universal por Hijo y de las netbooks con fondos de la Anses, la difusión del Fútbol para Todos, con propaganda partidaria desembozada, la utilización del canal estatal como canal sectorial, y el uso de fondos públicos para fines electoralistas, porque no me van a hacer creer que el viaje de la Sra. Presidente y su ignoto candidato a diputado nacional, que solo tenía por finalidad sacarse una foto con el Papa para mostrarla en la campaña, fue pagado del propio bolsillo de los viajeros. Pero, del otro lado, se presenta un juego entre partidos carentes de poder real que les otorgue ejemplaridad y capacidad para legislar y gobernar. Tampoco a ellos se les cree, más que nada porque sus propias peleas internas los asemejan más a enemigos políticos que a meros y circunstanciales adversarios internos. ¿Cómo crear, entonces, los incentivos para que los actores políticos se comporten en forma constructiva? Esa es la pregunta que muchos nos formulamos cuando nos vemos a nosotros y a las instituciones transformados en rehenes de políticos que colocan otros valores y principios por encima de la preservación de los mecanismos de la democracia. En cada una de las listas, y esta es una invitación que hago a la investigación, hay mayoría de nombres que hace dos años estuvieron poco menos que en las antípodas. Y aunque ahora solo se vota para legisladores, y eso acota la magnitud de los candidatos, alcanza con ver quiénes son los que reparten las boletas (o los que van a los programas de radio o de televisión a hacer proselitismo), y realizar un breve ejercicio de memoria retrocediendo a un tiempo no tan lejano. En realidad el espejo roto de la representación política es resultado de dos andanadas: los partidos se derrumban (eso es más que evidente, porque ya no tienen ningún peso propio y sus congresos son meras formalidades a los que se llega con todo "cocinado"), y la sociedad no atina a encontrar el camino de su propia representación. El panorama que nos circunda se asemeja cada vez más a un archipiélago donde apenas sobresalen líderes escuálidos y un sinnúmero de organizaciones civiles que pretender actuar en la vida política sin asumir los costos de la militancia y de la consistencia ideológica. Sin ir más lejos, Entre Ríos le está aportando al país un candidato a diputado que representa a un sector corporativo y que, más lejos que eso, no pretende ni podrá, seguramente, brindar soluciones a otros problemas del país que no sean específicamente los de su propio campo de acción, si es que se me permite el juego de palabras. Los riesgos son muchos, porque a medida que la gente se va desinteresando de las reales causas y consecuencias de su voto, le vamos entregando al gobierno el manejo de la cosa pública sin ningún tipo de control, lo que ya está demostrado a lo largo de la Historia que resulta inconveniente. Así como hablamos de Marco Tulio Cicerón y de Catilina, tenemos que recurrir también, ya un poco más cerca en el tiempo, a la referencia del sistema estalinista, que se caracteriza por un antirrevisionismo absoluto; procedimientos de represión hacia la divergencia de pensamiento dentro del mismo partido, deportaciones en masa de elementos considerados reaccionarios, eje central de toda política del estado. Uno no quiere ser pájaro de mal agüero, pero lo que hemos visto ayer por televisión, cuando el ministro Randazzo escrachaba a los conductores de trenes porque se dormían, leían o mandaban mensajes por celular, se asemeja muchísimo a esas prácticas. Primero, porque más allá de lo repudiable de cada uno de esos comportamientos individuales, no se puede estigmatizar a toda una clase trabajadora haciéndola responsable de la desidia del Estado. Pero, además, ¿por qué no usan también ese aparato de inteligencia y esos elementos tecnológicos para filmar a los funcionarios corruptos en medio de sus negociados? ¿O es que ahí ya no habrá solamente dos o tres, sino que serán todos ellos los que aparecerán frente a las cámaras dando y/o recibiendo? El gobierno de Stalin en la URSS de mediados del siglo XX se caracterizó también por la instauración de aparatos burocráticos vinculados a la jerarquía de un único partido, y por mandar al Archipiélago Gulag a los que pensaban distinto. Y en materia de disciplina, fuerte centralismo democrático y persecución de los divergentes. También la modificación de la historia, por medio de fotografías trucadas y reedición documental, algo así como lo que acá se está haciendo cuando la Sra. Presidente compara los actos de Néstor (lo llama Él), absolutamente incomprobables por otra parte, con los dichos y hechos del Papa Francisco, por ejemplo. Estatización, nacionalización y colectivización forzada y controlada de la economía, sobre todo dirigida hacia los grandes latifundistas y pequeños terratenientes relacionados con la "causa", con un fuerte predominio de la administración del Estado, también señalan peligrosas coincidencias entre estos y aquellos. Seguro que ya es tarde para reconstruir, en una semana, lo que se destruyó en una década. Pero alguien debe convencer a Marco Tulio Cicerón a que reescriba sus advertencias, las aggiorne, y las convierta en texto de lectura obligatoria. Algunos se han enojado mucho con el contenido de mis páginas. Solo algunos, pero con mucho poder. No importa. Alguna vez leí que es mejor morir por una idea por la que vale la pena vivir, que vivir por una idea por la que no vale la pena morir. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso