jueves, 23 de julio de 2015

Un cuentito – Editorial del 24 de julio de 2015
Después de casi novecientos editoriales (uno menos, en verdad, 899) en los que la realidad se impone y uno analiza hechos concretos, se me ocurrió, así no más, escribir el de hoy en forma de cuento, fantasía en la que cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia, ya que los cuentos se basan en creaciones del autor y salen de su imaginación.
Había una vez (todos los cuentos empiezan así), un país llamado Platina, que había logrado a fuerza de mucho empeño consolidarse como una democracia en serio, no solo por la forma de elección sino también como forma de gobierno y de vida, en el que, de repente, sin que nos alcanzáramos a dar cuenta, apareció una especie de reina o emperatriz, que aquí llamaré Jesusa, para la que Platina y ella eran una sola cosa. Se propuso disponer de los bienes del Estado a su libre albedrío, contando para ello con una corte de aduladores que, ciertamente, recibiendo aunque más no sea las migajas que ella iba tirando por el camino, igual se enriquecían, y rompiendo con todas las reglas de una República destrozó los otros dos poderes, abusando de su mayoría en el Legislativo, lo que le permitió también tenerla en un organismo denominado Consejo de la Magistratura, que redundó, tal como la Historia nos cuenta que sucedió en Roma, en la época del principado y, más tarde, del dominado, en que los jueces fueran perdiendo poder efectivo.
Las irregularidades comenzaron cuando una ministra de Economía de apellido Suceli fue condenada a cuatro años de prisión y a ocho años de inhabilitación para ocupar cargos públicos por el hallazgo de una bolsa con dinero en su despacho en 2007, cuando se desempeñaba como funcionaria durante la gestión del Argonauta rey de Pilos.
Algunos años después, ya con la reina de las medias en el poder, se empezó a investigar el origen de los bienes de su familia y de algunos allegados, a la luz del cambio de nivel económico de algunos “perejiles” que solamente hacían mandados, y a los que sí se procesó por “lavado de activos”, tal el caso de un farandulero apellidado Harina, que “distrajo más de 30 millones de pesos” y que prendió el ventilador en el programa de Jorge “La crema de leche”, obviamente financiado por lo que en la corte de aduladores se denomina “la Corpo”. La realidad es que el hecho involucra a algunos amigos del poder como un tal “Levántate y Anda” (si, convengamos que es un nombre raro, pero es así, y el apellido es Bienez, escrito de esta manera, sin que ello sea un juego intencional de palabras).
El tal Bienez es un  caso muy especial de ascenso social y económico que solo resulta posible en un país con alta movilidad. Este “empresario” nació en 1956 en la provincia platina de “Curso de Agua”, capital del chamamé, en 1962 se instaló en otra provincia platina, en ese caso Holy Cross. En 1990 entabló una relación con el Argonauta, quien, en aquel entonces, cumplía su último año de intendencia en Arroyo de los Españoles y comenzaba el lanzamiento de su campaña para disputar la gobernación, elección que ganaría al año siguiente. Bienez terminó el colegio secundario y trabajó muchos años como empleado bancario, tanto en el Banco de la Nación Platina como en el Banco de la Provincia citada. Desde 2005 ascendió rápidamente por la enorme cantidad de obras públicas adjudicadas a sus empresas, que obtuvieron el 82 % de las licitaciones en contratos estatales otorgados por el gobierno de la provincia de Holy Cross. También conformó el directorio de Boreal Construcciones S.A., que obtuvo la mayor cantidad de obras públicas en la provincia en ese período, y que ganó el 12 % de los contratos licitados por el Ministerio de Planificación, siendo Julio “Obediencia Debida” el ministro, y en cinco años recibió 4000 millones de pesos en contratos estatales y 1200 millones en contratos provinciales. Además, la empresa Boreal Construcciones, es investigada por supuesto lavado de dinero en el Principado de Liechtenstein, porque parece que la bodega que le descubrieron en la casa, de tan ordenadita que estaba, no le permitía guardar más plata. Se comenta que muchos jóvenes de “Curso de Agua” migraron hacia el sur de la República Platina en la búsqueda del camino que les permita pasar de ser peritos mercantiles a tener una de las riquezas más grandes del mundo, aun cuando en realidad la gente supone, pero los jueces adictos todavía no probaron, sobre todo uno apellidado Sartenbide, que el tal Bienez es “cabeza de hierro”, lo que en lenguaje vulgar describe a aquellas personas que suplantan a otras en negocios fraudulentos, de tal modo que a pesar de la suplantación estas personas encubiertas no dejan de percibir beneficios del fraude, como por ejemplo: evadir impuestos. Es por eso justamente que ahora, una de “sus” empresas, llamada “RanchoNor” es investigada por el organismo encargado de la recaudación pública, que aquí conocemos como AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), que en Platina se llama igual pero allí, en ese país del “nunca jamás” la sigla significa Asociación Fraternal de Ingresos Perreados. El uso de este término que es del argot se debe a que la emperatriz solo habla inglés, y le dieron una “bad informeiyon”.
Esa causa todavía está en veremos, ya que al juez a cargo de la misma, el Dr. Buonanote, que mandó a allanar las instalaciones de RanchoNor, asombrado por los niveles de ocupación, casi siempre plena, que tenían los hoteles de la firma, eufemísticamente llamados “ranchos” en este cuento, le dieron el “raje violento”. Al citado juez, que pese a ser de los denominados “jueces de la servilleta”, que hizo famoso el exministro Carlos Corach al escribir su nombre junto al de otros en uno de esos papeles de mesa de bar, continuó en el cargo mientras le servía al poder, ahora lo suplantaron por otro más afín, llamado Rebecas. Obviamente que esto tiene como finalidad preservar la libertad de los implicados hasta saber el resultado de las elecciones (democráticas) que se realizan también en octubre como acá, y otorgarle a algunos de ellos (excepto a un tal Vudú, al que ya dejaron en el camino), la tan ansiada inmunidad. En ese país tan irreal como el Macondo de García Márquez, toda la gente sabe que RanchoNor fue creada por el Argonauta, al que ahora heredaron su viuda e hijos, pero no del rock and roll.
En la República Platina no solamente se ocultan estos hechos de enriquecimiento ilícito “máximamente” relacionados con el poder, sino que seis meses después de que suicidaran a un fiscal por acusar de encubrimiento del atentado a la “mutual judía”, cada vez la gente se entera de más irregularidades que permiten suponer que nunca se sabrá la verdad, y que algún día 18 de julio recordarán los cuarenta y un años de dicho atentado, pidiendo Memoria, Verdad y Justicia, junto a los veintiún años y medio de la ocultación de los hechos que rodearon misteriosamente a esa muerte ocurrida en la “Torre del Parque”, investigación en la que ni a propósito se podrían haber cometido más irregularidades que solo son creíbles en un cuento como este.
La novela “Cien Años de Soledad”, que “inventó” a Macondo, termina diciendo: “porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra”.
En la República Platina, cercanas ya las ansiadas elecciones, un poeta del pueblo escribió, esperanzado:
“No se equivoca el pájaro
Que ensayando el primer vuelo
Cae al suelo
Se equivoca aquel que
Por temor a caerse
Renuncia a volar
Permaneciendo en su nido”
                                     Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso





jueves, 16 de julio de 2015

21 años y 6 meses

21 años y 6 meses – Editorial del 17 de julio de 2015
Mañana, sábado 18 de julio, se cumplen veintiún años del atentado que destruyó la sede de la AMIA en la por entonces Capital Federal, hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y, paradójicamente, también seis meses de la muerte del Fiscal Alberto Nisman, que fue el que más fervientemente investigó el atentado e intentó llegar hasta el fondo de la cuestión, tanto respecto a la autoría como a los posteriores y variados intentos de encubrimiento.
Algunos de nosotros venimos diciendo claramente desde hace mucho tiempo que nuestro inconsciente nos indica que nunca habrá justicia, primero porque, claro está, la justicia lenta no es justicia, pero, primordialmente, porque intereses diversos han desinteresado (valga la redundancia) totalmente del caso a la sociedad argentina. En realidad solo preocupa a un grupo reducido de personas, básicamente judíos (y no a todos, doy fe), que desde el dolor directo, por haber perdido familiares allí, o por el dolor indirecto que provoca cualquier acto, violento o no, de discriminación, sienten que la desidia en la investigación, y los procederes mafiosos en la misma, aseguran la repetición de este tipo de hechos, más o menos graves, pero discriminatorios al fin.
La particularidad de este caso es que se perdió todo lo realizado durante los primeros años de la investigación, teñidos por la indiscutible relación entre el gobierno de Carlos Menem y gran parte de la telaraña que cubría los datos válidos e inválidos, y que generó que se procesara al juez Galeano y algunos de los supuestos partícipes, necesarios o no. El resto sabemos que fue todo un invento arquitectónico realizado con fines eminentemente políticos, tendiente a inculpar al Comisario Ribelli (y por ende a Duhalde), por entonces en dura puja con Menem por la reelección. Todo eso quedó invalidado por los siglos de los siglos y no puede haber, al respecto, nuevas acusaciones. Acá rige el principio del Derecho Romano que los abogados conocemos como “non bis in ídem”, o sea, no dos veces por la misma causa.
Básicamente la investigación “seria” manejó como hipótesis, por un lado, la de que el edificio de la AMIA fue volado por una Traffic manejada por un suicida, y la otra, por un volquete cargado de explosivos que fue dejado en la puerta instantes antes del atentado.
La Corte Suprema de Justicia, en el año 2009, le dio un nuevo puntapié (favorable) a la cuestión al modificar una parte del fallo original. Ya en 2004 el fiscal Nisman había sido designado al frente de la causa AMIA y del atentado contra la embajada de Israel por el presidente Néstor Kirchner, a través de la creación de una unidad especial para la investigación de dichos hechos, y el mismo presidente sumó al jefe de contraespionaje de la ex SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado), el agente especial Jaime Stiusso. Kirchner firmó el acta de compromiso para el esclarecimiento de los atentados poniendo a disposición (sic) de Nisman los expedientes de los servicios de inteligencia.
Néstor (o él, como dice nuestra Presidente) expresó textualmente: “Y llegamos a este tipo de situación que nos avergüenza, que es una vergüenza nacional; que lo explicó en forma meridiana el señor Canciller y que nosotros lo dijimos en el discurso de iniciación del año legislativo y hoy lo volvemos a reafirmar. El señor fiscal, doctor Nisman, tiene todas las carpetas del Servicio de Inteligencia (SIDE) para hacer la investigación y llevarla a fondo; todas y además todas las atribuciones para que el Estado esté a disposición de él para que Dios quiera pueda encontrar justicia definitivamente. Nuestro apoyo incondicional; apoyamos decididamente al éxito del doctor. Sufrimos lo que sufren los familiares más la vergüenza de tener un Estado que durante tanto tiempo no supo resolver o no quiso o encubrió. Porque no hay duda de que para llegar a tanto encubrimiento debió existir y esperemos que la justicia avance fuertemente en este tema”. Aclaro, por las dudas, que la transcripción es textual y no la saqué de Clarín.
Nisman descartó la pista siria y su conexión local, y avanzó hacia la pista iraní, que vinculaba la autoría del atentado con funcionarios de la República Islámica de Irán y la organización terrorista Hezbolá. Por eso, en 2008 pidió la detención del expresidente Carlos Saúl Menem y del exjuez Juan José Galeano por el presunto encubrimiento y falseamiento de pruebas, por haber construido una causa ficticia, con pruebas armadas y otras destruidas, para desviar la investigación y culpar exclusivamente a la policía local.
Y, de golpe, el martes 13 de enero de 2015, Nisman denunció que se había producido una serie de actos con el fin de levantar las alertas rojas de Interpol que permitían detener a varios ciudadanos iraníes imputados en la causa AMIA como partícipes en el atentado. En su denuncia, Nisman sostiene que los autores de esos actos fueron la presidente Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, Luis D’Elía y Fernando Esteche.
Según Nisman, el Memorándum de Entendimiento suscripto entre Argentina e Irán era una maniobra delictiva realizada con el fin de exculpar a los iraníes, solicitando a Interpol que dejara sin efecto el pedido de captura internacional, a cambio de destrabar las relaciones entre ambos países. La denuncia sostiene que el gobierno pretendía imputar el atentado a unos llamados “fachos locales”. La misma se fundamentaba en escuchas realizadas a un dirigente comunitario argentino con lazos con el gobierno iraní, que conversa, entre otros, con D’Elía y Esteche.
Inmediatamente después de realizada la denuncia, el secretario general de Interpol de entonces, Ronald Noble, desmintió categóricamente que el gobierno argentino haya solicitado alguna vez que se tomara esa acción y denunció a su vez que Nisman estaba mintiendo. Lo que yo nunca entendí es por qué nadie aclaró que Nisman no dijo que el gobierno hubiera solicitado eso. Lo que dijo era que la intención del Tratado era esa, que no es lo mismo.
El fiscal presentó la denuncia ante el juzgado federal que conduce Ariel Lijo, que tiene a cargo la investigación del atentado contra la AMIA. Allí Nisman afirmaba que Cristina Fernández había dado órdenes a un agente de la SIDE de su confianza o a Andrés Larroque, y que ambos ponían esas órdenes en conocimiento de D’Elía o de Esteche. Y D’Elía las comunicaba al supuesto agente iraní Alejandro Yussuf Khalil, que llamaba por teléfono a Irán a Moshen Rabbani (uno de los prófugos del atentado de 1994). Según Nisman, las órdenes tenían el objetivo de superar “la crisis energética argentina mediante un intercambio de petróleo (iraní) por granos (argentinos)”  e “incluso venderle armas (a Irán)”.
“La baja de las notificaciones rojas constituyó el interés central para las autoridades iraníes en este acuerdo y el canciller Timerman aceptó y contribuyó a ello. Hizo todo lo posible para que ese objetivo fuera cumplido por Interpol, más allá de sus declaraciones públicas en sentido contrario, porque sostener la verdad, además de confesar su participación en el plan delictivo, hubiese sido incompatible con los reclamos de justicia. La diligente y a la vez inesperada, para los encubridores, actitud de Interpol, específicamente de su secretario general, Ronald Noble, lo impidió”.  Textual de Alberto Nisman, pág. 107 de su denuncia.
Tengo yo un particular interés en saber qué se dirá en los actos que se realizarán en las distintas comunidades judías de nuestro país mañana sábado, y especialmente en el acto central de la misma AMIA, aunque también en el de acá, ya que el escenario es totalmente distinto al de los años anteriores. Más allá del “plus” de la muerte del fiscal, esta semana la Presidente trató en duros términos a las instituciones de la comunidad judía argentina que criticaron la gestión de Héctor Timerman en asuntos relacionados con el atentado a la AMIA:
"Hoy pensé mucho en Héctor Timerman, nuestro Canciller. Hoy, 14 de julio, fue intervenido quirúrgicamente de una compleja patología. Héctor sufrió mucho por cómo fue tratado por cierta dirigencia comunitaria que lo llegó a agraviar calificándolo de traidor", dijo la mandataria.
Conocedor como soy de la historia del pueblo judío, sabía que se lo acusó de deicidio, de arruinar cosechas, de socavar economías, de usar sangre de niños en sus rituales, de intentar quedarse con la Patagonia, pero mi capacidad de asombro se ve colmada por esta manifestación de que los judíos, de tan malos que somos, podemos causar cáncer. Cuidado, Cristina, que así empezó el nazismo en Alemania. Y ese no es el proyecto de país que yo quiero. Además, le aclaro por mi cuenta, que no es válida su comparación respecto a que Timerman es argentino de religión judía y Ud. es argentina de religión católica. Eso me demuestra a mí que Ud. no solo no sabe hablar inglés, (“bad informeishon”) sino que de los conceptos de Pueblo, Nación y Estado, que se estudian en la primera materia de la carrera de Derecho, no tiene ni noción.
“Toda violación de la verdad no es solamente una especie de suicidio del embustero, sino una puñalada en la salud de la sociedad humana” (Ralph W. Emerson, poeta y pensador estadounidense).

                                      Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 9 de julio de 2015

“Cómo no quererte…

“Cómo no quererte… Editorial del 10 de julio de 2015
…Basavilbaso, si sos la forma de saber quién soy".
Voy a recurrir a mi memoria y a mi afecto, y a las palabras que me surjan a mí como recuerdo y agradecimiento, así como a las de escritores o poetas que describieron su lugar.
Julio Migno, un autor argentino, santafesino para más datos, persona de un lenguaje sencillo y sensible cuya poesía abarcaba la naturaleza salvaje de su tierra y el mensaje humano, escribió estos versos que hago míos, para describir el amor por el pago en el que mis padres decidieron que yo naciera:
"Si tenés cachorro,
esperá que crezca
y esperá que cambie
su voz pa' que cante:
no hay en todo el mundo pago como el mío".
O aquél poema de Julio Federik, que alguna vez ya usé en estas páginas, por bello y certero:
"Yo me apego a la tierra en que he nacido,
aquí están mis recuerdos y mis sueños,
aquí creció la sed de mis empeños
y aquí seré feliz o habré perdido.
Para vivir prefiero lo querido,
mi gente y mi ciudad, que son mis dueños,
el fuego del hogar ardido en leños
como arde el corazón, cuando está herido.
Aquí aprendí a querer, aquí he cantado,
aquí también sufrí y aquí he llorado
como el niño que fui, de cara al río.
Por eso no me voy, porque no puedo,
porque este es mi lugar y aquí me quedo;
otro será mejor, pero este es mío".
Yo, que tuve la suerte de nacer en el pueblo en el que vivo, no dejo de valorar cada día ese cálido destino que me permite caminar las mismas calles que caminé en mi infancia, más allá de que algunas todavía estén como estaban en ese tiempo.
No puedo olvidarme de la placita arbolada que estaba frente a mi casa paterna, en lo que por entonces era la calle Paraná y hoy es la Av. Presidente Perón. Es cierto que el progreso le trajo el pavimento y la convirtió en un boulevard, pero nos sacó la canchita del fútbol del "uno contra uno", que jugábamos con Machengo, Pepona, Nardo, los Balbi y alguno más del barrio, en una especie de previa a los partidos "en serio" que se armaban en el "campito" donde está hoy la Escuela N° 10 "Ovidio Decroly", que se jugaban con todas las ganas, muchas veces barrio contra barrio, y en el que el "Ardilla" Solís, seguramente el mejor jugador que pisó ese campo de juego, hacía una doble función, ya que a la vez que repartía la pelota, iba transmitiendo el partido.
Tampoco puedo olvidarme de las series miradas en el primer televisor del barrio, por supuesto en blanco y negro, series que en su mayor parte teníamos que adivinar porque se "iba" la imagen, que tratábamos de rescatar girando la antena. Tardes que se prolongaban hasta que mi viejo resolvía que era la hora de cenar, "orden" que de todas maneras no era por todos acatada, quedándose más de uno hasta que se "apagaba la luz". Es claro. No había computadoras, ni celulares, ni Play Station. Entonces la diversión era con los amigos y duraba toda la tarde, completándola con la "arrimada" de las figuritas o el "hoyo y quema" de la bolilla, o la remontada del barrilete, juegos que le daban una característica propia a cada uno de los pueblos, pero yo estoy hablando del mío.
Luego la Escuela, en mi caso la N° 9 "Matías Zapiola", con los recreos de la galleta y el mate cocido de Benedita y Victoria, y con las inolvidables maestras que en los nombres de Zully Scabini, Neyi Bussón de Strilciuc y la Sra. Rossi de Chesini, más las que ya no están, quedaron para siempre en mi corazón. En esos recreos de rayuela y soga, con los cuentos de "Chito" debajo del ceibo (que ya no está) o la carrera para tratar de ganar el derecho a que Benedita nos dejara tocar la campana-riel, colgada del ombú que tampoco está. Y las clases de música con la inolvidable "María taquito", seudónimo con el que con todo el respeto del mundo habíamos apodado a la Sra. de Rodríguez.
Sé que estas historias van a ser recordadas por todos aquellos que compartieron mi tiempo, aun cuando para cada uno cambien los personajes y los lugares, porque son vivencias inolvidables que tenemos que agradecer a quién nos permitió nacer en un pueblo como el mío.
Y, más tarde, el querido Colegio Nacional, Anexo Comercial, en donde comenzamos a mezclarnos con chicos de otros barrios, de otras escuelas y de otros lugares. Así aparecieron el "enano" Peccin, "Coco" Gatti, "Nenucho" Quintana,  Mario Miguez, Miguel Aguet, y tantos más con los que pasaron cinco años pero quedaron ya más de cuarenta en nuestra retina y en nuestra memoria.
Y, luego, el exilio obligado por la falta de lugares cercanos en los que seguir estudiando, pero pensando siempre en el regreso, que me permitió criar a mis hijos acá, en las mismas calles que yo recorrí, y yendo a la misma escuela y al mismo colegio, y a mí poder compartir otra vez los días y las horas con mis compañeros que se quedaron o que, como yo, volvieron.
Eso hace que más allá del cambio en la fisonomía, y de que no está más la Imprenta "La Unión" de mi viejo (aunque sí "su" Crónica"); ni la tienda "Blanco y Negro"; ni "Casa Rodenas"; ni "El Andén", ni la Tienda "La Perla", de mi querido tío Jaime;  ni la "Don Pepín" con Luis y Heidi detrás del mostrador; ni "lo de Mista"; ni "Casa Fridman", con los carros atados en las argollas del cordón esperando el "pedido"; ni el Cine Esmeralda; ni "Confecciones Mafally", de la que por suerte todavía veo todos los días a Petaco; ni la Zapatería Melmont; ni la Panadería de Okon, "mi" pueblo sea el mismo. Creo que en ese centro que tomé como ejemplo de mis recuerdos de infancia solo queda el kiosco del pan, que, de todas maneras, ya no es el lugar al que todos nos referíamos como "lo Volco".
Para mi suerte yo me sigo cruzando con el "Ardilla", con "Morta",  con la "Liebre", con "Luia", con "Mulato" (aunque se fue para siempre), con todos mis compañeros del por entonces "Barrio Saldivia", hoy Barrio San José, con los que éramos (y somos) como hermanos.
Eso me permite recorrer a pie las calles de mi Basavilbaso, tocando las paredes y sintiendo que por ellas corren las venas de estos 128 años y la misma sangre que me hace querer a este pueblo como quise a mi madre.
Y es por eso que en el editorial anterior, al referirme al acto del 30 de junio, puse "pero esa es otra historia". A mí me hubiese gustado hablar en ese acto para decir más o menos lo que estoy escribiendo acá. Y digo "más o menos" porque yo improviso cuando escribo y cuando hablo, por lo que no sé si eran estas las mismas palabras que hubiese expresado ese día. Pero sí la misma idea,
Porque lo fundamental, y por eso dediqué esta página de hoy al recuerdo de mi vida en Basavilbaso, es que el día del cumpleaños de mi madre yo hablo de lo que ella hizo por mí y no de lo que yo hice (si es que hice) por ella.
En todo caso lo que yo pude y alcancé a hacer por ella es poco y nada al lado de lo que ella hizo por mí. Y, además, si lo hice, era mi obligación hacerlo y no puedo ni debo vanagloriarme de eso.
Y ya que estamos, Eduardo Galeano, que nos dejó hace pocos días, también nos dejó esta frase genial:
"Lo importante no es escribir lo que uno vive sino vivir lo que uno escribe".

                                                    Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso    

jueves, 2 de julio de 2015

Aniversarios

Aniversarios - Editorial del 3 de julio de 2015
Para decidir acerca de qué escribir esta semana tuve que usar una pirinola (si algún chico lee esta página habrá que explicarle lo que es), ya que la elección era difícil y tenían casi todas las opciones la misma categoría y nivel de importancia, es claro que cada cual en su tema.
Por ejemplo, y eso no escapa al conocimiento de ninguno de los lectores locales de “Crónica” y al de muchos que leen este editorial a través del blog, que el 30 de junio nuestra ciudad cumplió 128 años, contados desde el paso del primer tren, hecho que una comisión “investigadora” que integraban muchos amigos, algunos de ellos que ya no están entre nosotros, descubrió rebuscando entre archivos del ferrocarril. Se comenzó a festejar en la década del ’70, y se hizo oficial a partir del 100º aniversario, en 1987. Es importante volver a destacar, como lo hago habitualmente, que no fue fundada, en el concepto literal de la palabra, ya que ella se refiere a que una persona “hunda” su espada (de ahí fundar, que viene de fundir, que en el español antiguo equivalía a hundir). De hecho en Entre Ríos las únicas ciudades fundadas son San Antonio de Gualeguay, Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) y San José de Gualeguaychú. Por eso, precisamente, y con una justeza lingüística excepcional, las autoras de nuestra Zamba “A Basavilbaso” pusieron la genial frase “naciste a la vera del ferrocarril; criollos, judíos y gringos forjaron tu imagen, te hicieron así”.
Pero no. Finalmente decidí dejarle la exclusividad del recuerdo del aniversario de la ciudad al Sr. Presidente Municipal, que lo hizo en el acto del martes, aunque esa es otra historia.
También podría haber escrito un editorial en memoria de mi madre, que ese mismo día, 30 de junio, hubiese cumplido 86 años. Tendría, como todo hijo, mucho para decir de ella, pero también dejé el tema para otra oportunidad, porque se lo merece. Solo, mientras tanto, le dejo estos versos, que están escritos para un padre, pero valen también, obviamente, para una madre:
“No sé otra cosa de mi infancia
que esa mano en forma de puente,
bote, tronco extendido sobre el agua
que siempre me ayudó a cruzar
a la otra orilla.
Y sin embargo ahora, de este lado,
tranquilo con lo mío, ya sin aquellos
miedos que ahuyentaste, te reclamo”.
Así que finalmente me decanté por lo que considero más urgente, y por urgente, importante, y que, de alguna manera, también tiene que ver con mi madre, ya que por su vientre soy judío. El hecho es que el pasado sábado 27 se cumplió un año del cobarde atentado que consistió en pintar el frente de la Sinagoga Tfilá L’Moisés, y el de la Asociación Israelita de Basavilbaso, con leyendas discriminatorias y ofensivas hacia los judíos en general y hacia este editorialista en particular, en íntima relación a mi profesión de abogado. Obviamente, como corresponde a las mentes enfermas capaces de idear esto y de llevarlo a la práctica, todo “decorado” con cruces esvásticas, de las que ni siquiera saben el significado ni la implicancia dolorosa que para un judío tiene ese signo. O quizás sí lo saben, y yo no tengo la capacidad ni la posibilidad de entender que haya seres humanos capaces de odiar tanto a sus semejantes.
Pero la cuestión que me mueve a tratarlo en profundidad, aunque me cueste decirlo, porque me duele como argentino y como entrerriano, tiene que ver con lo poco que hicieron hasta ahora la justicia y el poder para esclarecerlo, pese a que el Ministro de Gobierno Adán Bahl, responsable de la seguridad en Entre Ríos, dijo ese mismo día, o pocas horas después: “Inmediatamente de anoticiados del hecho, efectivos de la localidad realizaron las pericias técnicas en ambos sitios. Desde la Jefatura de Policía se envió a los mejores profesionales en criminalística a los efectos de analizar la escritura y la técnica caligráfica para tratar de identificar a los autores del hecho” y agregó: “La policía está trabajando bien orientada y se estima que en las próximas horas se identificará a los autores”. De eso, digo yo, hace un año, o sea que las próximas horas, Sr. Ministro, son como 9.000 horas. ¿No le parece a Ud. mucho, para ser las “próximas horas”? Son nueve veces las “mil horas” de Calamaro, por ejemplo.
Pero eso no es todo lo que tiene que ver con el ínclito funcionario y actual precandidato a la vice gobernación por el FpV. En aquella oportunidad, conmovido por los sucesos ocurridos, dijo: “Condenamos siempre cualquier tipo de discriminación y cualquier hecho que apunte a romper la convivencia pacífica de nuestro pueblo y es una tarea de toda la sociedad seguir educando a las nuevas generaciones para que en nuestra tierra no se repitan más este tipo de situaciones”. O sea, una declaración contundente y jugada, que en aquél momento valoré en la parte que me tocaba, y me hizo pensar que efectivamente el Cr. Bahl tenía una posición tomada al respecto.
Pero hete aquí que la semana pasada, cuando como ya dije, por causa de esta justicia lenta que no es justicia y que nunca encuentra a los culpables, se cometió un hecho similar en Paraná, más precisamente en la zona del Puerto Nuevo, con pintadas más específicas ya que directamente decían “muerte a los judíos”, el mismo Ministro declaró: “Condenamos siempre cualquier tipo de discriminación y cualquier hecho que apunte a romper la convivencia pacífica de nuestro pueblo y bregamos porque en nuestra tierra no se repitan más este tipo de situaciones”. Por favor, amigo lector, no piense que me volví loco y no me di cuenta de que escribí dos veces lo mismo. No. En realidad el que dijo dos veces lo mismo es Bahl, o el que le hace prensa. Supongo, desde mi ignorancia de las cuestiones del poder, que en el escritorio de la computadora debe tener un ícono que dice “frase para atentados antisemitas”, y cada vez que sucede uno “copia y pega”. Tristísimo, porque además durante el año que transcurrió entre ambos hechos, él no hizo nada, o sea que ese “bregamos” es una falsía. Es tan absurdo e increíble esto, y de ahí el dolor que más arriba dije que me causaba, que ¿saben lo que dijo la semana pasada, después de las pintadas de Paraná? ¡Sí! ¡Acertaron! Dijo: “Inmediatamente de anoticiados sobre el hecho efectivos policiales realizaron pericias técnicas. Además se dispuso desde la Jefatura de Policía los mejores profesionales en criminalística a los efectos de analizar la escritura y la técnica caligráfica para tratar de identificar a los autores del hecho”. Alcoyana-Alcoyana, como decía Berugo Carámbula en un popular programa de TV de hace unos cuantos años.
La verdad es que nadie hizo nada. Las pericias que ordenó el Ministro o que ordenaron sus inmediatos inferiores, o no se hicieron, o se hicieron mal, o no dieron ningún resultado. Nadie desde el Poder político ni desde el institucional se preocupó nunca por la marcha de la investigación. Los actos de repudio que se hicieron en su momento pusieron como víctima a la comunidad judía de Basavilbaso y a la Asociación que la representa, excluyendo expresamente al “Dr. A” de toda referencia y de toda participación. Pero es este “Dr. A” el único que se ha movido buscando el esclarecimiento del hecho, y esto consta en la causa. Este mismo miércoles, antes de ayer para ustedes, acá en Basavilbaso, en una pared que yo tuve que proporcionar y con una pintura en aerosol que yo tuve que comprar, se hizo finalmente, después de “9.000 horas” una muestra de escritura para realizar la pericia. Ahora esperaremos los resultados, que no le voy a preguntar a Bahl cuando estarán, por supuesto. Solo confío, de aquí en más, en los dos fiscales que vinieron, el Dr. Schreiner y el Dr. Budasoff, y en el Jefe de Criminalística de la Departamental Uruguay, Of. Jaquet. Todos los otros (reitero, para que no queden dudas: todos los otros) derramaron lágrimas de cocodrilo y en vez de cortar el césped embarraron la cancha, y la única postura que tomaron fue para la foto. ¡Lamentable!
Elie Wiesel, sobreviviente de la Shoa y Premio Nobel de la Paz, dijo una vez: “Pensé que el antisemitismo había muerto en Auschwitz. Luego me di cuenta de que solo los judíos murieron allí”.

                                              Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso