Un cuentito – Editorial del 24
de julio de 2015
Después de
casi novecientos editoriales (uno menos, en verdad, 899) en los que la realidad
se impone y uno analiza hechos concretos, se me ocurrió, así no más, escribir
el de hoy en forma de cuento, fantasía en la que cualquier semejanza con la
realidad es mera coincidencia, ya que los cuentos se basan en creaciones del
autor y salen de su imaginación.
Había una
vez (todos los cuentos empiezan así), un país llamado Platina, que había
logrado a fuerza de mucho empeño consolidarse como una democracia en serio, no
solo por la forma de elección sino también como forma de gobierno y de vida, en
el que, de repente, sin que nos alcanzáramos a dar cuenta, apareció una especie
de reina o emperatriz, que aquí llamaré Jesusa, para la que Platina y ella eran
una sola cosa. Se propuso disponer de los bienes del Estado a su libre
albedrío, contando para ello con una corte de aduladores que, ciertamente,
recibiendo aunque más no sea las migajas que ella iba tirando por el camino,
igual se enriquecían, y rompiendo con todas las reglas de una República
destrozó los otros dos poderes, abusando de su mayoría en el Legislativo, lo
que le permitió también tenerla en un organismo denominado Consejo de la
Magistratura, que redundó, tal como la Historia nos cuenta que sucedió en Roma,
en la época del principado y, más tarde, del dominado, en que los jueces fueran
perdiendo poder efectivo.
Las
irregularidades comenzaron cuando una ministra de Economía de apellido Suceli
fue condenada a cuatro años de prisión y a ocho años de inhabilitación para
ocupar cargos públicos por el hallazgo de una bolsa con dinero en su despacho
en 2007, cuando se desempeñaba como funcionaria durante la gestión del Argonauta
rey de Pilos.
Algunos años
después, ya con la reina de las medias en el poder, se empezó a investigar el
origen de los bienes de su familia y de algunos allegados, a la luz del cambio
de nivel económico de algunos “perejiles” que solamente hacían mandados, y a
los que sí se procesó por “lavado de activos”, tal el caso de un farandulero
apellidado Harina, que “distrajo más de 30 millones de pesos” y que prendió el
ventilador en el programa de Jorge “La crema de leche”, obviamente financiado
por lo que en la corte de aduladores se denomina “la Corpo”. La realidad es que
el hecho involucra a algunos amigos del poder como un tal “Levántate y Anda”
(si, convengamos que es un nombre raro, pero es así, y el apellido es Bienez,
escrito de esta manera, sin que ello sea un juego intencional de palabras).
El tal
Bienez es un caso muy especial de
ascenso social y económico que solo resulta posible en un país con alta
movilidad. Este “empresario” nació en 1956 en la provincia platina de “Curso de
Agua”, capital del chamamé, en 1962 se instaló en otra provincia platina, en
ese caso Holy Cross. En 1990 entabló una relación con el Argonauta, quien, en
aquel entonces, cumplía su último año de intendencia en Arroyo de los Españoles
y comenzaba el lanzamiento de su campaña para disputar la gobernación, elección
que ganaría al año siguiente. Bienez terminó el colegio secundario y trabajó
muchos años como empleado bancario, tanto en el Banco de la Nación Platina como
en el Banco de la Provincia citada. Desde 2005 ascendió rápidamente por la
enorme cantidad de obras públicas adjudicadas a sus empresas, que obtuvieron el
82 % de las licitaciones en contratos estatales otorgados por el gobierno de la
provincia de Holy Cross. También conformó el directorio de Boreal
Construcciones S.A., que obtuvo la mayor cantidad de obras públicas en la provincia
en ese período, y que ganó el 12 % de los contratos licitados por el Ministerio
de Planificación, siendo Julio “Obediencia Debida” el ministro, y en cinco años
recibió 4000 millones de pesos en contratos estatales y 1200 millones en
contratos provinciales. Además, la empresa Boreal Construcciones, es
investigada por supuesto lavado de dinero en el Principado de Liechtenstein,
porque parece que la bodega que le descubrieron en la casa, de tan ordenadita
que estaba, no le permitía guardar más plata. Se comenta que muchos jóvenes de “Curso
de Agua” migraron hacia el sur de la República Platina en la búsqueda del
camino que les permita pasar de ser peritos mercantiles a tener una de las
riquezas más grandes del mundo, aun cuando en realidad la gente supone, pero
los jueces adictos todavía no probaron, sobre todo uno apellidado Sartenbide,
que el tal Bienez es “cabeza de hierro”, lo que en lenguaje vulgar describe a
aquellas personas que suplantan a otras en negocios fraudulentos, de tal modo
que a pesar de la suplantación estas personas encubiertas no dejan de percibir
beneficios del fraude, como por ejemplo: evadir impuestos. Es por eso justamente
que ahora, una de “sus” empresas, llamada “RanchoNor” es investigada por el
organismo encargado de la recaudación pública, que aquí conocemos como AFIP (Administración
Federal de Ingresos Públicos), que en Platina se llama igual pero allí, en ese país
del “nunca jamás” la sigla significa Asociación Fraternal de Ingresos
Perreados. El uso de este término que es del argot se debe a que la emperatriz
solo habla inglés, y le dieron una “bad informeiyon”.
Esa causa
todavía está en veremos, ya que al juez a cargo de la misma, el Dr. Buonanote,
que mandó a allanar las instalaciones de RanchoNor, asombrado por los niveles
de ocupación, casi siempre plena, que tenían los hoteles de la firma,
eufemísticamente llamados “ranchos” en este cuento, le dieron el “raje
violento”. Al citado juez, que pese a ser de los denominados “jueces de la
servilleta”, que hizo famoso el exministro Carlos Corach al escribir su nombre
junto al de otros en uno de esos papeles de mesa de bar, continuó en el cargo
mientras le servía al poder, ahora lo suplantaron por otro más afín, llamado
Rebecas. Obviamente que esto tiene como finalidad preservar la libertad de los
implicados hasta saber el resultado de las elecciones (democráticas) que se
realizan también en octubre como acá, y otorgarle a algunos de ellos (excepto a
un tal Vudú, al que ya dejaron en el camino), la tan ansiada inmunidad. En ese
país tan irreal como el Macondo de García Márquez, toda la gente sabe que
RanchoNor fue creada por el Argonauta, al que ahora heredaron su viuda e hijos,
pero no del rock and roll.
En la
República Platina no solamente se ocultan estos hechos de enriquecimiento
ilícito “máximamente” relacionados con el poder, sino que seis meses después de
que suicidaran a un fiscal por acusar de encubrimiento del atentado a la
“mutual judía”, cada vez la gente se entera de más irregularidades que permiten
suponer que nunca se sabrá la verdad, y que algún día 18 de julio recordarán
los cuarenta y un años de dicho atentado, pidiendo Memoria, Verdad y Justicia,
junto a los veintiún años y medio de la ocultación de los hechos que rodearon
misteriosamente a esa muerte ocurrida en la “Torre del Parque”, investigación
en la que ni a propósito se podrían haber cometido más irregularidades que solo
son creíbles en un cuento como este.
La novela
“Cien Años de Soledad”, que “inventó” a Macondo, termina diciendo: “porque las
estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad
sobre la tierra”.
En la
República Platina, cercanas ya las ansiadas elecciones, un poeta del pueblo
escribió, esperanzado:
“No se
equivoca el pájaro
Que
ensayando el primer vuelo
Cae al suelo
Se equivoca
aquel que
Por temor a
caerse
Renuncia a
volar
Permaneciendo
en su nido”
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para
Semanario Crónica de Basavilbaso
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