jueves, 29 de septiembre de 2011

Simbolismos

Simbolismos - Editorial del 30 de septiembre de 2011
Algunas de las cosas que sucedieron y me sucedieron en este año 5771 del calendario judío me llevaron a elegir este tema para la página de hoy, que es a la vez última y primera.
Lo que me pasó a mi tiene que ver con haber estado en la tierra de Israel, y haber podido completar, luego de seguramente más de la mitad de la vida que tendré, la formación judía que recibí de mis padres y de la tradición.
Y entre las cosas que sucedieron, quiero rescatar una de la que fueron testigos mis hijos en Santa Fe, en la noche del comienzo de las celebraciones, o sea este miércoles, cuando en la sinagoga de esa ciudad concelebraron la ceremonia el oficiante de la comunidad junto a dos pastores evangélicos y el emblemático Padre Axel, cura de la Parroquia de Ntra. Señora de La Merced y muy conocido, además, por su fanatismo por Colón. De ese gesto que quisiéramos alguna vez poder ver acá, y que sin embargo solamente tuvo un prólogo con la participación del Coro Magníficat en el Día del Perdón de 1997 (nunca se volvió a repetir la experiencia), debo resaltar lo que a quienes me lo contaron les quedó íntimamente grabado. Dijo el sacerdote: "que este año que hoy comenzamos nos encuentre a todos juntos", en una síntesis del pensamiento que viene primando desde Juan Pablo II hasta esta parte, mal que les pese a muchos agoreros.
Es significativa la presencia de estos representantes religiosos de otros credos, sobre todo al reconocer una herencia común, basada en la característica distintiva del pueblo judío de esa fuerza espiritual que determina su semblanza, devenida de sus hechos históricos, de sus leyendas poéticas, de sus sucesos heroicos.
Esa tradición, que en estos días nos está llevando a recordar que estamos en un Año Nuevo (Rosh Hashaná 5772) es la que nos otorga a cada uno de nosotros, y a la grey, un poder de cohesión fundado en un pasado de defensa de los ideales y de convicciones espirituales que se plasman en sueños y en esperanzas comunes.
Esas tradiciones están vertidas, en su mayoría, en las Sagradas Escrituras, o son consecuencia de su estudio e interpretación. Y no es un dato menor que las celebraciones judías sean las que le otorgan una fisonomía especial a esas tradiciones.
Entre esas celebraciones, la que nos toca de cerca hoy es la que se refiere a la Iniciación del Año (Rosh Hashaná significa eso en hebreo) y del período de diez días de expiación, los más austeros y penitenciales del culto, así como los más sagrados.
La fecha y la cantidad de años que se reconocen, tienen que ver con la creación del mundo. Pero la cosa no termina ahí. De conformidad con la concepción religiosa del judaísmo, en estos días todas las criaturas humanas (no solo los judíos) son sometidos al juicio divino como también, simultáneamente, al juicio de su propia conciencia. La suerte de todo ser humano está echada mediante ese análisis introspectivo, del cual cada uno es su propio Tribunal.
Son, entonces, estas dos jornadas de iniciación del nuevo año, plenas de dramática ceremoniosidad de la liturgia, impresas en las páginas del Majzor o libro de plegarias, que ha retenido su validez en el curso de los años, y, pese a la modernización, el mismo que uso yo usan mis hijos, usó mi padre, y su padre y el padre de su padre. Es que en sus páginas figuran en elocuente síntesis los lineamientos esenciales de las ideas filosóficas y éticas de esa tradición de la que hablábamos más arriba.
Para los judíos Dios no es tan solo el que llamamos "Adón Olam" (Señor del Universo), sino también aquél al que le dirijo mis plegarias con la misma familiaridad con la que lo haría con alguien que está muy cerca. En suma, es la fe en un Dios que no está en lo remoto, un Dios que me escucha de una manera directa, sin intermediarios, y me responde del mismo modo, pero a través de mi conciencia.
Y lo que es más trascendente, y eso seguramente ha sido advertido por quienes tuvieron la idea que destacamos al comienzo, es que por ser el Dios de Israel no es exclusivamente el Dios de los judíos, sino que es el Dios universal. Es por eso que es un deber del judaísmo bregar porque se restaure la fraternidad humana que se ha malogrado por los desvaríos de los hombres.
Una amiga me saludaba para estas fiestas augurándome que "durante tu plegaria matutina hayas escuchado el Shofar". Y es que su tañido es el que da lugar a uno de los momentos más sugestivos y conmovedores de la celebración, contemplada con un no disimulado recogimiento. El ronco sonido del cuerno de carnero nos hace vibrar las fibras más intimas del corazón, llevándonos otra vez a nuestra niñez, cuando era casi solamente eso lo que nos hacía permanecer en la sinagoga, todavía sin comprender el significado de esta pertenencia.
Es, o por lo menos debe ser, ese el momento en que los corazones de los fieles compendian el anhelo de paz y buenaventura para todos los hombres y todos los pueblos, presagiando días venturosos aún cuando, y esa es otra de las cosas que pasan por estos días, nuestro tiempo se presente enturbiado por nubes que engendran la idea de estériles enfrentamientos en la Tierra Prometida.
Y acá debo recordar (justamente la palabra recordar quiere decir "volver al corazón") que fue el profeta Ezequiel el primero en nombrar a estos días como Rosh Hashaná. Ezequiel vivió en el destierro babilónico y fue un soñador del retorno al terruño perdido. Ese terruño que desde los aviesos propósitos de la política internacional se pretende ahora incorporar al "patrimonio universal" y dividir según criterios de conveniencia económica y fundamentalista. Si hasta el canciller argentino, Héctor Timerman, se sumó a la desaprensión con la que se manejó el tema de los derechos de los palestinos, ignorando la Historia y los designios bíblicos.
Como síntesis de esta página, y como resumen de los tres sentimientos (el de mi presencia en Tierra Santa, el del deseo de unión entre los hombres y el que protege la existencia del Estado de Israel) que me llevaron a escribirla, quiero coincidir con el Padre Axel en el ultílogo:
"Si te olvidare, oh Jerusalén, olvídeseme mi diestra. Péguese mi lengua al paladar si no te recordare, si no alzare a Jerusalén a la cabeza de mis alegrías" (Salmo 137, 5-7).
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 22 de septiembre de 2011

La certeza de la incertidumbre

La certeza de la incertidumbre - Editorial del 23 de septiembre de 2011
Alguna vez expliqué acá lo que es un oxímoron, pero por las dudas volveré a decir que es un término de origen griego que consiste en unir en una expresión dos conceptos opuestos. Un ejemplo sería "un instante eterno" o, también, "hacer la vista ciega". Por supuesto que es un oxímoron el título de hoy, dado que el sentido literal es absurdo (esto de tener "certeza de la incertidumbre") pero lo que intento es forzar al lector a buscar un sentido metafórico, o sea trasladar el sentido recto de las palabras a otro figurado.
Y todo porque tengo la absoluta seguridad de que no me gusta el pensamiento único. Y también la certeza de que Cristina ganará las elecciones del 23 de octubre. ¿O debería haber invertido el orden de las frases?
Es por eso que tengo la intención de dedicar los editoriales políticos de estos días a expresar mi opinión respecto a la existencia de algunas cuestiones que ponen en peligro la calidad institucional y democrática de los próximos cuatro años de gestión del gobierno nacional.
Hace un tiempo un amigo furiosamente anti peronista me mandó un archivo digital que tiene escaneadas las páginas de un libro de lectura de la escuela primaria de los años '50, de uso común, aunque no sé si obligatorio. En el mismo cada tema contiene un panegírico de Eva Perón, indudablemente un personaje de los más importantes de la historia de nuestro país, indiscutido para los peronistas, pero no tanto para los que no lo son.
Esto no debería llamar la atención, digo, lo de que un personaje histórico no deba ser indiscutido, ya que acá, por ejemplo, en nuestro propio pueblo, en nuestra propia provincia, hay notorios dirigentes políticos que no cantan la "Marcha a Entre Ríos" para no decir "la Entre Ríos que Urquiza soñó", pero a la vez pretenden que Evita sea venerada aún por aquellos que no aceptan la razón de su liderazgo. Hay que reconocer que aún en los momentos más altos de popularidad del peronismo, en las elecciones en las que ganó por una abrumadora mayoría, hubo un 40% de la gente que votó en contra. Y no puede existir un pensamiento único avalado "solo" por algo más de la mitad de la ciudadanía.
Y digo todo esto porque, hace unos días, la Presidente, luego de recomendar la película argentina "Juan y Eva", se preguntó, retóricamente: "No sé si filmarán la película de Néstor y Cristina; fue una gran historia de amor". Mal augurio para los próximos cuatro años, ya que la obsecuencia, que no es un punto de equilibrio para ellos, seguramente ya está llevando al Instituto Nacional de Cine a plasmar el proyecto.
Y es precisamente ese oxímoron del título el que me lleva a profundizar en las contradicciones que tiene este modelo de país que nos está proponiendo el kirchnerismo, en el cual tenemos la Asignación Universal por Hijo, todavía imperfecta pero liderando seguramente en el mundo la opción de solucionar los problemas de los más necesitados, pero también tenemos a los funcionarios enriqueciéndose escandalosamente, y aumentando en proporciones geométricas sus declaraciones juradas, sin importarles ni un ápice las explicaciones que algunos les pedimos.
Y acá calza justo otro aspecto de la incertidumbre, ya que la tarea de denunciar estos hechos correspondería a la oposición, que ciertamente está actualmente tan devaluada que sus representantes ni siquiera se ocupan de traducir en hechos políticos la expresión del desacuerdo que le manifestaron aquellos que los votaron.
No es casualidad tampoco que este gobierno haya tomado la decisión de luchar contra los medios, ya que es evidente que es a través de ellos que se logra saber por lo menos algunas de las cosas que pasan. Y eso por encima de la cuestión del monopolio de Clarín o de la postura reaccionaria de La Nación. Eso es indiscutible, pero no creo que haya sido la razón por la cual primero Néstor y luego Cristina arremetieron contra ellos. Simplemente los Kirchner entrevieron la decadencia de la política y se adelantaron a los hechos. No hacía falta deslegitimizar a la oposición. Ella se deslegitimizaba sola.
Lo que pasó es que, de repente, y cuándo más hacía falta ganar espacios, los políticos se convirtieron en meros oradores. Enhebradores de palabras y de vacío metafísico. Empezaron a hablar tan, pero tan bien, que se olvidaron de hacer algo por la polis, la ciudad, la sociedad.
Y esa convicción de que es fácil ser político en estas tierras, ya que con saber hablar, basta, y con repetir lo mismo durante largos años se afianza la versión de que ese sujeto es fiel a sus ideas, que nadie se da cuenta de que, en realidad, hace rato que dejó de pensar. Además, nadie oye a nadie, y mucho menos escucha. Eso ayuda.
Entonces la política pasa a ser una emulación de las ONGs y de las cooperadoras escolares, y de ahí empieza a nutrir sus filas. De gente con las mejores intenciones, pero sin la formación necesaria para entender las causas y los efectos. Y no por falta de cerebro. No. Por supuesto. ¡Por falta de militancia!
Cuando leí "Las Fuerzas Morales", de José Ingenieros, me quedó marcado un párrafo que subrayé, y que cada tanto le leo a mis alumnos. Me parece que viene bien también para aclarar un poco esta confusión acerca de qué es la política. "En la historia viva los servidores de un despotismo no son iguales a los rebeldes que lo combatieron, ni se confunden los que medraron del error con los que inquirieron la verdad, ni se asemejan los que lucraron de ocultar sus principios con los que sufrieron por serles fieles".
Seguramente cada uno de ustedes encontrará el sayo y a quién ponérselo. Yo solamente sugiero leer entre líneas la absolución de Carlos Menem y todos sus cómplices y encubridores por la causa de las armas, que terminó siendo un absurdo contrabando sin contrabandistas, o preguntarse quién lo puso a Sergio Schoklender de apoderado de las Madres. Ahora nadie quiere recordar que hasta marzo aparecía en los actos junto a funcionarios K que lo vitoreaban y hoy miran al costado. Tenemos una política de avanzada en el tema de los DDHH, pero el manejo de los fondos de la Fundación es turbio y roza más que tangencialmente el manejo de la campaña política de Cristina. ¡Y esa es otra de las incertidumbres de las que no quiero tener certeza! Porque si lo dicen los medios denostados por el gobierno, entonces es mentira. Y, mientras, la prensa oficialista calla.
La mención a las ONGs y a las cooperadoras no es en absoluto peyorativa. Es más; quien esto firma ha dado años a unas y a otras. Es solo que la militancia en un partido es la única que enseña que los más altos problemas de filosofía política giran en torno de la voluntad atribuida a mayorías que no tienen ninguna, porque se limitan a servir a quien detenta la máquina del poder.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 8 de septiembre de 2011

La razón y la ignorancia

La razón y la ignorancia -Editorial del 9 de septiembre de 2011
Esta semana es la previa al festejo del Día del Maestro, que por esas cosas de nuestra muy argentina actitud necrófila, "celebramos" justo el día en el que murió Domingo Faustino Sarmiento, del cual nos inculcaron como referencia que es el "padre del aula".
Pero también en esta misma semana los docentes entrerrianos (quienes ejercemos la docencia), estamos renovando nuestro enfrentamiento con el gobierno (enfrentamiento que más allá de algunas cuestiones ideológicas referidas a la contradicción permanente, nosotros no buscamos) en este camino de "pretender" que se nos reconozcan salarios dignos.
En más de veinte años ininterrumpidos en el aula, intentando formar seres humanos preparados para vivir en sociedad y tomar parte en las instituciones, venimos enseñando y machacando, si se nos permite la expresión, acerca de la necesidad de que los Derechos Humanos se apliquen en todas las etapas de la vida como un aprendizaje teórico y una práctica cotidiana.
Asistimos permanentemente, por la manifiesta predisposición que demuestra nuestra Presidente de la Nación a hablar por cadena nacional, obligada o sugerida, a referencias ideológicas a la defensa que esta gestión hace de los DDHH, aprovechándose de la circunstancia tan grabada a fuego en una sociedad que estuvo muchos años signada por el autoritarismo y por una educación dogmática que nunca se permitió la crítica, y mucho menos la autocrítica.
Lo que nosotros decimos es que estamos ya bastante cansados de que nos indiquen cuáles son nuestros derechos, pero que luego ellos mismos resulten remisos a practicarlos.
Y eso que desde la docencia se ha hecho de este tema casi un apostolado, ya que en el mismo tiempo en que la dirigencia política se rasga las vestiduras teatralmente, para luego hacer lo contrario de lo que pregona, nosotros hemos asumido casi como un complejo de culpa algunas desviaciones en el trato con los chicos, volcando hacia el diálogo entre educadores y educandos esfuerzos que antes se traducían en gritos.
Obviamente que los que llevamos tantos años enseñando, aún cuando no nos hayamos formado específicamente para ello, sí hemos recibido nuestra propia educación a partir de la aceptación, sin cuestionar ni discutir, de las órdenes que llegan y deben cumplirse mecánicamente.
En esa escuela tradicional, que todavía se intenta mantener, aún detrás de discursos "progres", el conocimiento aparece como algo acabado, cerrado, muerto. Más que aprehenderlo (está bien escrito, porque no quiere decir lo mismo que aprender), se lo registra como algo paralizado, como un mecanismo en el que el maestro explica y el alumno memoriza y repite para ser evaluado. Y mientras tanto la realidad demuestra que la vida es pura dinámica.
Nosotros estamos convencidos de que al sistema que nos gobierna esto le conviene. Le resulta más apto que la escuela esté impregnada de individualismo y de aislamiento. Que cada docente se ocupe de su curso y de sus alumnos. Que el director no abandone nunca su actitud jerárquica ni baje a compartir con sus colaboradores todos los aspectos de la vida de la escuela. Por eso avala y propicia actitudes de "buchoneo" y de denuncia, bajadas como ejemplo a seguir desde ciertos organismos de conducción, en contra de expresiones relacionadas con la solidaridad y la comunicación entre pares, que constituyen una clarísima manifestación del ejercicio vivo de los Derechos Humanos.
Seguramente esta realidad, unida al hecho de que hemos sido escasamente reflexivos respecto de los abusos que se cometieron en nuestra historia, que como el análisis mismo de la vida de Sarmiento lo demuestra, ha sido signada por los héroes de bronce y de mármol, resulta poco menos que urgente incentivar la participación de todos, siendo imposible pensar hoy una escuela como un medio aséptico y neutral donde la polémica esté prohibida. Y no es que estemos a favor de una excesiva horizontalidad, pero sí a proponernos como objetivo claro el de formar a mujeres y a hombres que conozcan sus derechos y sean capaces de defenderlos para ellos mismos y para los demás.
El paro no siempre es la mejor herramienta para enfrentar los desatinos del gobierno. Pero así como los que ahora tienen el poder económico y político nos han hecho creer que estamos viviendo una época de adelantos y progreso humano, cuando realmente todos se dan casi exclusivamente en el campo del desarrollo de la materia, haciendo nuestras existencias más cómodas o más peligrosas, según se mire, pero sin ayudarnos a trascender espiritualmente en la vida, también es evidente que en este modelo el discurso cede ante los hechos, ya que el gobierno provincial ni siquiera se detiene a tratar de entender las razones, metiéndose de lleno en la noche para militar la ya célebre frase "día no trabajado, día no cobrado", que sirve para todos menos para ellos mismos.
No resiste ningún análisis la vulneración del derecho constitucional de huelga, porque si pretenden reglamentarlo a su manera, nosotros podríamos estimar que se puede hacer lo mismo con otros derechos, tornando ilusoria la idea de que vivimos en una República. No hay razón válida para justificar ese exceso por parte de quienes se dicen "nacionales y populares", sobre todo porque se nota clarito cuando escupen para arriba, aunque a ellos ni siquiera les importe su propio enchastres. Este año sembrado de elecciones ha demostrado que la regla tan preciosa que muchos de sus adláteres se ocupan de hacer cumplir, avasallando a sus iguales y olvidando de dónde salieron, no vale para ellos, que constituidos en candidatos o en soportes de candidatos, para poder prolongarse en el tiempo del poder, no hesitan en visitar sus lugares de "trabajo" muy esporádicamente, dejando a la ciudadanía atónita frente a tamaño desparpajo y a la elevación a dogma del "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago".
Y, para peor, además de no cumplir para nada con los derechos humanos que tanto preconizan, están utilizando como moderno método de tortura el descuento en los salarios, jactándose luego del bajo acatamiento, conseguido, si es que es tal, "gracias" al temor y a la desesperación por llegar a fin de mes.
Perdón, entonces. Si este gobierno es el que más ha respetado los DDHH, nosotros estamos viendo otro canal.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 1 de septiembre de 2011

“La democracia soy yo”

“La democracia soy yo” - Editorial del 2 de septiembre de 2011
Esta semana la noticia que ocupó la primera plana de la actualidad política tuvo que ver con la información dada por el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, en una conferencia de prensa a medida, respecto a la confirmación casi exacta de los datos oficiales brindados la misma noche del 14 de agosto o en las primeras horas del lunes, con los porcentajes obtenidos por Cristina Fernández y sus oponentes en la primera prueba en vivo y en directo de este invento que ya dijimos que a nosotros no nos gusta, y que se ha dado en llamar PASO.
El mecanismo perverso utilizado tenía como primer objetivo alcanzar el 50% en las primarias para imponer en la gente la idea de que no habría segunda vuelta. Esto ya se logró con el gobierno usando sin pudor todas las artimañas legales o ilegales para alcanzar el objetivo.
El próximo paso será tener quórum propio en el Congreso, y de ahí justamente, por esa ambición de poder que denotan el comportamiento y los delirios, el titulo de hoy, comparativo de aquél dicho que se le adjudica a Luis XIV. Claro que este era un rey, en una monarquía. Y acá hablamos de una presidente, en una democracia. ¿Se advierte la diferencia?
Leíamos por estos días un comentario que expresaba que los medios “monopólicos” vociferan y amenazan porque les han tocado sus intereses, algunos de esos, apropiados con sangre y desapariciones de nuestros compatriotas. Que han sido cómplices de genocidas y han aplaudido al canalla de Menem. Y la verdad es que toda esta frase completa, cuyos conceptos compartimos totalmente, parece también hecha a medida para los Kirchner, que como está documentado, fueron cómplices de genocidas y, obviamente, aunque ahora quieran negarlo, aplaudieron al innombrable de los ‘90.
No queremos dejar pasar el hecho, porque aunque tengan el 95% de los votos, que no lo tienen, los que están (estamos) en el 5% restante tienen (tenemos) derecho a expresar las ideas dentro del respeto, la razón y la lógica. Porque así es la democracia. Y aunque la oposición está tan mal, tan desprestigiada y deslegitimada, no podemos desconocer que el oficialismo no es ajeno a este deterioro. La vocación totalitaria del partido gobernante debilita el sistema republicano con las consecuencias que vemos actualmente en Argentina.
Que algunos medios de prensa mientan o no digan toda la verdad, o pongan el acento en tal o cual noticia para marcar la agenda en la cabeza de la gente, es cierto. Pero de ahí a creer que los que nos gobiernan son una reencarnación perfecta de la Madre Teresa de Calcuta hay un largo camino que, muchos, ¿ingenuamente? transitan. Alguna vez dijimos, junto con Voltaire, que “es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado”. Y alguna vez también titulamos uno de nuestros editoriales, quizás premonitoriamente, “Democracia no es solo votar”.
Porque mientras se pone como bandera el 50% obtenido en las primarias, como si fuera eso un fin en sí mismo, se ocultan verdades de Perogrullo, tan evidentes que ni siquiera habría que publicarlas.
Este gobierno, que ataca a los medios, está apoderándose despacito, despacito, de todos los demás, asegurándonos un “futuro promisorio” de pensamiento único para los próximos cuatro años, si no se revierte la tendencia. Los amigos del poder, prestanombres y chupamedias, serán seguramente más indulgentes con la señora y su séquito, pero nosotros nos quedaremos en Babia. Solamente como muestra de lo que puede ser un auténtico monopolio de la información, aconsejamos mirar el mal llamado “Fútbol para Todos”, al que quienes tenemos todavía un poco de autoestima debemos sacarle el sonido, porque de lo contrario ni un gol de Riquelme nos quita el sufrimiento de escuchar las gansadas obsecuentes de Marcelo Araujo. Si ese es el modelo de periodismo que piensan ofrecernos como alternativa al monopolio de Clarín, les decimos ¡Gracias! y nos quedamos con el viejo aforismo que reza: “más vale malo y conocido, que bueno y por conocer”.
Es cierto; de laguna manera se plebiscitó un gobierno que implementó la Asignación Universal por Hijo (aunque no la ideó); que se animó a promover y a sancionar la Ley de Medios, para luchar por fin contra una acumulación de poder que venía en algunos casos desde hace siglos y en otro desde hace décadas; que promovió la inversión en ciencia y tecnología, etc.
Pero también es cierto que estamos a punto de darle cuatro años más a un gobierno que piensa que mejorar la educación es comprarle un millón de netbook a un amigo y regalárselas a los chicos de quinto año. O que decide nacionalizar Aerolíneas Argentinas (que se privatizó en su momento con votos favorables de muchos de los que ahora son kirchneristas de “paladar negro”) cuando no tenemos un sistema ferroviario correspondiente a un país tan extenso. O que, como dijimos más arriba, se encarniza en una justa lucha por democratizar por ley el acceso a la información para todos, pero crea su propio pool en cabeza de Sergio Spolsky, a través de Tiempo Argentino, la revista Veintitrés y el canal CN23, todos capaces de generarnos una sensación de náuseas de solo advertir su enfoque revirado.
Y ni hablar del tema del enriquecimiento de los principales líderes de este FPV que se autodenomina progresista, mientras mantiene sojuzgados a los que menos tienen con dádivas miserables.
La misma Presidente de la Nación, que, es claro, no necesita de la garrafa social ni de la AUH para sobrevivir, apostó a la inversión financiera y así incrementó su capital hasta los $ 70,5 millones, según la última declaración jurada de bienes presentada ante la Oficina Anticorrupción. No sabemos si en esa declaración se pone el punto de inicio de su fortuna, pero eso también está suficientemente documentado, por si a alguno le interesa algo más que la frivolidad del momento.
Y entre los ministros, es justamente Amado Boudou , el langa candidato a vicepresidente, uno de los que más hicieron crecer sus bienes, en un sesenta y cuatro por ciento. Boudou reunió $ 1.461.678, que atesora en dólares (a pesar de que aclaró “erróneamente” que se trataba de pesos), motos y autos importados, un departamento en Puerto Madero y dos sociedades relacionadas con la construcción de inmuebles.
Por supuesto que no tenemos nada en contra de la acumulación de riqueza, más allá de nuestra convicción de que ella sola, sin ánimo de generar trabajo y sin otro propósito que el de atesorar, no sirve. Y menos viniendo desde quienes se ofrecen como una alternativa nacional y popular (Nac&Pop, dicen) a una oposición que no entiende que la cosa no se agota en criticar, y que la política no existe sin un sustento ideológico.
En síntesis, quedan algunos días de reflexión todavía, para que desde las tribunas se deje de perder el tiempo en chicanas y se empiece a pensar en la gente y no en los negocios del poder. Si alguien se da cuenta de eso, y lo propone seriamente, no todo está perdido.
Porque, como dice un amigo, la única lucha que se pierde, es aquella que se abandona.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso