jueves, 26 de diciembre de 2013

Centro vs. Periferia

Centro vs. Periferia - Editorial del 27 de diciembre de 2013 Con la llegada del fin de año uno empieza a pensar en los deseos, en lo que va a pedir, y en lo que quiere que se cumpla. Particularmente, suelo poner énfasis en las cosas que permanecen, como la salud, la integridad familiar, el desarrollo de los hijos, la generación de éxitos en cada una de las actividades que nos ocupan, y, por supuesto, la Paz para la humanidad y su progreso a través de la única posibilidad que existe para lograrlo: la educación y la cultura. Entonces me pone "loco", desde mi lugar en el mundo, que tenga que ser reiterativo en la contradicción fundamental que da título a la página de hoy, y que es un símbolo de lo que suele sucederle a las pequeñas ciudades respecto a las grandes. Como ya dije alguna vez, esto no tiene límites. Siempre habrá alguien por encima que nos haga sufrir con su "poder". Pero bueno, a mí lo que me interesa en este caso, y para eso me senté a escribir estas líneas, es el trato desigual que en el campo de la Cultura recibe la ciudad capital de nuestra provincia respecto a Basavilbaso, y supongo (por eso no lo aseguro) que también respecto a otras poblaciones entrerrianas. Los lectores que conocen mi pensamiento y que son consuetudinarios habitués de esta página, saben que vengo desde hace tiempo, pero particularmente desde que asumió su segundo período Urribarri y creó el Ministerio de Cultura e Información Pública, poniendo a cargo del mismo a Pedro Báez (que no es Lázaro), criticando con ejemplos claros y evidentes el desnivel con el que se trata el tema con los que cantan, pintan, escriben o generan proyectos culturales cualquiera sea su contenido, si lo hacen desde Paraná o su zona de influencia, que si lo producen en el "interior". Como no me gusta tocar los temas en abstracto, debo decir que a poco de asumir el citado funcionario, y luego de haber padecido la falta de presupuesto que tenía la por entonces Sub Secretaría de Cultura de Entre Ríos, a cargo del Prof. Roberto Romani, imaginé que el cambio de rango y la ubicación al frente del mismo de alguien tan íntimamente ligado a la "caja" del gobierno, nos pondría en una situación de privilegio a quiénes veníamos "remándola" con pocos recursos para poder presentar lo que hacíamos y representarlo fuera de los límites provinciales. Es así que, en mi carácter de Director Provisorio y ad honorem del Coro Municipal "Magnificat" de nuestra ciudad, (condiciones ambas que no destaco yo sino que lo hace el mismo municipio en cuánta resolución o comunicación que de él emana), le dirigí una nota al citado nuevo ministro, a poco de asumir, o sea hace dos años. En ella le resumía los logros del Magnificat, obviamente que conseguidos mientras Miguel Bernik era su director, y le sugería la posibilidad de que nos tuviera en cuenta para alguna representación de la provincia en festivales o actuaciones especiales, y, a la vez, se nos apoyara presupuestariamente más que nada para los viajes, a cuyo efecto también nos servía la posibilidad de que se nos dotara del uso de alguno de los colectivos con los que cuenta la provincia. Grande fue mi sorpresa, y la sigue siendo, por el hecho de que no solamente no tuve respuesta a lo solicitado, sino que ni siquiera recibí acuse de recepción, lo que es de por sí una absoluta falta de respeto, más viniendo de un Ministerio de Cultura. Al poco tiempo reiteré la misiva (de ambas tengo la copia sellada en mesa de entradas), pero parece que fue destinada a otros usos más escatológicos, seguramente por esa misma escasez presupuestaria que les impide no solamente solventar la actividad cultural del interior, sino adquirir artículos de limpieza sanitaria. Pero, paralelamente a esa falta de interés, progresivamente me voy enterando de que para otros hechos culturales que, seguramente, le reportarán al Sr. Báez y al gobierno provincial mucho más rédito político, sí hay plata. ¿Qué gana Urribarri con que el Coro Municipal "Magnificat" sea el único de fuera de Buenos Aires entre 17 coros participantes del 14º Encuentro Coral Bonaerense realizado a principios de este mes en San Clemente del Tuyú, y de entre ellos el más aplaudido? De hecho, ni creo que se haya enterado de ello. Así como tampoco sabía el Director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, Prof. Luis Gorelik, que Basavilbaso contaba con un coro de tanta trayectoria y nivel. ¡Es claro, cómo se iba a enterar, si nadie se lo dijo! Y ya que estoy en el tema de la Sinfónica, sin dejar de reconocer los méritos y la importancia de su presentación hace pocos días en nuestra ciudad, otra vez se repite la condición de caciques de los capitalinos y la de indios de los del "interior". Ellos se suben al escenario para que nos "maravillemos" con su arte, sin siquiera pensar en la posibilidad de interactuar con los locales. Se me ocurren por lo menos tres nombres de cantantes de acá que podrían haber interpretado varios de los temas muchísimo mejor que lo que lo hizo la soprano Virginia Correa Dupuy. Y conste que no cuestiono acá su calidad vocal, sino que su tesitura, a mi entender, no era la adecuada para muchas de esas canciones. Hubiese sido una excelente oportunidad de demostrar que Entre Ríos no se termina en la Av. de Circunvalación de Paraná, que ellos extienden, con mucha magnanimidad, hasta Crespo o Villa Libertador General San Martín (Puígari), porque con los coros de esas dos localidades sí aceptaron compartir escenario. Acá lo podría haber hecho con el Magnificat, interpretando por ejemplo el "Va Pensiero" de Verdi, en un final verdaderamente provincial y no meramente metropolitano. Pero parece que el cartel francés sólo permitía el lucimiento del Ministro de Gobierno, Adam Bahl, con su acordeón. Y como si esto fuera poco, en medio de nuestra bronca, nos enteramos que el pasado domingo, invitado por la Municipalidad de Paraná, el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Buenos Aires, bajo la Dirección de Alfredo Zubieta (que no creo trabaje ad honorem), actuó por primera vez en la capital provincial. Lo singular es que mientras ni siquiera se contestan las cartas de un coro que tiene 57 años de vida y se ha presentado en casi todos los escenarios existentes, este Coro es impulsado ¡por el Ministerio de Cultura y Comunicación! Uno no quiere ser muy suspicaz, pero no le cuesta imaginar mucho cuáles serán las condiciones mínimas afiliatorias exigidas para integrarlo ni la extensión ilimitada de fondos que habrá para su financiamiento. Para la prensa, el coro, que inició sus actividades en abril de 2012, tiene como fin el de "generar un espacio de encuentro y contención para jóvenes entrerrianos que residen en Ciudad de Buenos Aires por temas de estudio o trabajo y que se encuentran lejos de sus familias". ¡Tomá pa' vos! Es claro, faltaba más. Los integrantes del Magníficat somos una manga de viejos que apenas si nos podemos encontrar, nos contenemos solos, no estudiamos ni trabajamos, y no tenemos ni siquiera la suerte de estar lejos de nuestras familias. En el primer ensayo de 2014 les voy a proponer a mis dirigidos que nos vayamos todos a vivir a La Quiaca. En una de esas a Báez se le ocurre pagarme un sueldo e "impulsarnos". La nota resalta que el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Capital Federal, además de realizar una actividad artística con seriedad y compromiso (cosa que parece que el Magnificat no hace), interpreta música entrerriana y argentina y ¡ha realizado presentaciones en encuentros y conciertos en escenarios de Buenos Aires y Entre Ríos! ¡Fo! Supongo que a esta altura de los acontecimientos nuestro Presidente Municipal habrá elevado al Ministerio, para que se enteren, la invitación oficial del Municipio de Pilar para que el 21 de febrero próximo, en la Iglesia de la citada localidad, el Magnificat represente a Entre Ríos en la celebración de un nuevo aniversario del Tratado del Pilar, junto a un coro de Buenos Aires y a uno de Santa Fe. Es raro que teniendo cerca a ese ejemplar coro de jóvenes que impulsa Báez, la Dirección de Cultura de ese municipio bonaerense se haya decantado por un ignoto coro de un pequeño pueblito del departamento Uruguay, con "solamente" quince temas de folclore entrerriano (todos con arreglos de Miguel) dentro de un repertorio actual de casi treinta temas. ¿Será por acomodo? Bueno, la verdad que no sé por qué me extraña todo esto, si ni el Helado para Todos sale de Paraná. Debe ser porque se murió Paco Izaguirre y no los puede traer con su carro. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

Centro vs. Periferia

Centro vs. Periferia - Editorial del 10 de enero de 2014 Con la llegada del fin de año uno empieza a pensar en los deseos, en lo que va a pedir, y en lo que quiere que se cumpla. Particularmente, suelo poner énfasis en las cosas que permanecen, como la salud, la integridad familiar, el desarrollo de los hijos, la generación de éxitos en cada una de las actividades que nos ocupan, y, por supuesto, la Paz para la humanidad y su progreso a través de la única posibilidad que existe para lograrlo: la educación y la cultura. Entonces me pone "loco", desde mi lugar en el mundo, que tenga que ser reiterativo en la contradicción fundamental que da título a la página de hoy, y que es un símbolo de lo que suele sucederle a las pequeñas ciudades respecto a las grandes. Como ya dije alguna vez, esto no tiene límites. Siempre habrá alguien por encima que nos haga sufrir con su "poder". Pero bueno, a mí lo que me interesa en este caso, y para eso me senté a escribir estas líneas, es el trato desigual que en el campo de la Cultura recibe la ciudad capital de nuestra provincia respecto a Basavilbaso, y supongo (por eso no lo aseguro) que también respecto a otras poblaciones entrerrianas. Los lectores que conocen mi pensamiento y que son consuetudinarios habitués de esta página, saben que vengo desde hace tiempo, pero particularmente desde que asumió su segundo período Urribarri y creó el Ministerio de Cultura e Información Pública, poniendo a cargo del mismo a Pedro Báez (que no es Lázaro), criticando con ejemplos claros y evidentes el desnivel con el que se trata el tema con los que cantan, pintan, escriben o generan proyectos culturales cualquiera sea su contenido, si lo hacen desde Paraná o su zona de influencia, que si lo producen en el "interior". Como no me gusta tocar los temas en abstracto, debo decir que a poco de asumir el citado funcionario, y luego de haber padecido la falta de presupuesto que tenía la por entonces Sub Secretaría de Cultura de Entre Ríos, a cargo del Prof. Roberto Romani, imaginé que el cambio de rango y la ubicación al frente del mismo de alguien tan íntimamente ligado a la "caja" del gobierno, nos pondría en una situación de privilegio a quiénes veníamos "remándola" con pocos recursos para poder presentar lo que hacíamos y representarlo fuera de los límites provinciales. Es así que, en mi carácter de Director Provisorio y ad honorem del Coro Municipal "Magnificat" de nuestra ciudad, (condiciones ambas que no destaco yo sino que lo hace el mismo municipio en cuánta resolución o comunicación que de él emana), le dirigí una nota al citado nuevo ministro, a poco de asumir, o sea hace dos años. En ella le resumía los logros del Magnificat, obviamente que conseguidos mientras Miguel Bernik era su director, y le sugería la posibilidad de que nos tuviera en cuenta para alguna representación de la provincia en festivales o actuaciones especiales, y, a la vez, se nos apoyara presupuestariamente más que nada para los viajes, a cuyo efecto también nos servía la posibilidad de que se nos dotara del uso de alguno de los colectivos con los que cuenta la provincia. Grande fue mi sorpresa, y la sigue siendo, por el hecho de que no solamente no tuve respuesta a lo solicitado, sino que ni siquiera recibí acuse de recepción, lo que es de por sí una absoluta falta de respeto, más viniendo de un Ministerio de Cultura. Al poco tiempo reiteré la misiva (de ambas tengo la copia sellada en mesa de entradas), pero parece que fue destinada a otros usos más escatológicos, seguramente por esa misma escasez presupuestaria que les impide no solamente solventar la actividad cultural del interior, sino adquirir artículos de limpieza sanitaria. Pero, paralelamente a esa falta de interés, progresivamente me voy enterando de que para otros hechos culturales que, seguramente, le reportarán al Sr. Báez y al gobierno provincial mucho más rédito político, sí hay plata. ¿Qué gana Urribarri con que el Coro Municipal "Magnificat" sea el único de fuera de Buenos Aires entre 17 coros participantes del 14º Encuentro Coral Bonaerense realizado a principios de este mes en San Clemente del Tuyú, y de entre ellos el más aplaudido? De hecho, ni creo que se haya enterado de ello. Así como tampoco sabía el Director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, Prof. Luis Gorelik, que Basavilbaso contaba con un coro de tanta trayectoria y nivel. ¡Es claro, cómo se iba a enterar, si nadie se lo dijo! Y ya que estoy en el tema de la Sinfónica, sin dejar de reconocer los méritos y la importancia de su presentación hace pocos días en nuestra ciudad, otra vez se repite la condición de caciques de los capitalinos y la de indios de los del "interior". Ellos se suben al escenario para que nos "maravillemos" con su arte, sin siquiera pensar en la posibilidad de interactuar con los locales. Se me ocurren por lo menos tres nombres de cantantes de acá que podrían haber interpretado varios de los temas muchísimo mejor que lo que lo hizo la soprano Virginia Correa Dupuy. Y conste que no cuestiono acá su calidad vocal, sino que su tesitura, a mi entender, no era la adecuada para muchas de esas canciones. Hubiese sido una excelente oportunidad de demostrar que Entre Ríos no se termina en la Av. de Circunvalación de Paraná, que ellos extienden, con mucha magnanimidad, hasta Crespo o Villa Libertador General San Martín (Puígari), porque con los coros de esas dos localidades sí aceptaron compartir escenario. Acá lo podría haber hecho con el Magnificat, interpretando por ejemplo el "Va Pensiero" de Verdi, en un final verdaderamente provincial y no meramente metropolitano. Pero parece que el cartel francés sólo permitía el lucimiento del Ministro de Gobierno, Adam Bahl, con su acordeón. Y como si esto fuera poco, en medio de nuestra bronca, nos enteramos que el pasado domingo, invitado por la Municipalidad de Paraná, el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Buenos Aires, bajo la Dirección de Alfredo Zubieta (que no creo trabaje ad honorem), actuó por primera vez en la capital provincial. Lo singular es que mientras ni siquiera se contestan las cartas de un coro que tiene 57 años de vida y se ha presentado en casi todos los escenarios existentes, este Coro es impulsado ¡por el Ministerio de Cultura y Comunicación! Uno no quiere ser muy suspicaz, pero no le cuesta imaginar mucho cuáles serán las condiciones mínimas afiliatorias exigidas para integrarlo ni la extensión ilimitada de fondos que habrá para su financiamiento. Para la prensa, el coro, que inició sus actividades en abril de 2012, tiene como fin el de "generar un espacio de encuentro y contención para jóvenes entrerrianos que residen en Ciudad de Buenos Aires por temas de estudio o trabajo y que se encuentran lejos de sus familias". ¡Tomá pa' vos! Es claro, faltaba más. Los integrantes del Magníficat somos una manga de viejos que apenas si nos podemos encontrar, nos contenemos solos, no estudiamos ni trabajamos, y no tenemos ni siquiera la suerte de estar lejos de nuestras familias. En el primer ensayo de 2014 les voy a proponer a mis dirigidos que nos vayamos todos a vivir a La Quiaca. En una de esas a Báez se le ocurre pagarme un sueldo e "impulsarnos". La nota resalta que el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Capital Federal, además de realizar una actividad artística con seriedad y compromiso (cosa que parece que el Magnificat no hace), interpreta música entrerriana y argentina y ¡ha realizado presentaciones en encuentros y conciertos en escenarios de Buenos Aires y Entre Ríos! ¡Fo! Supongo que a esta altura de los acontecimientos nuestro Presidente Municipal habrá elevado al Ministerio, para que se enteren, la invitación oficial del Municipio de Pilar para que el 21 de febrero próximo, en la Iglesia de la citada localidad, el Magnificat represente a Entre Ríos en la celebración de un nuevo aniversario del Tratado del Pilar, junto a un coro de Buenos Aires y a uno de Santa Fe. Es raro que teniendo cerca a ese ejemplar coro de jóvenes que impulsa Báez, la Dirección de Cultura de ese municipio bonaerense se haya decantado por un ignoto coro de un pequeño pueblito del departamento Uruguay, con "solamente" quince temas de folclore entrerriano (todos con arreglos de Miguel) dentro de un repertorio actual de casi treinta temas. ¿Será por acomodo? Bueno, la verdad que no sé por qué me extraña todo esto, si ni el Helado para Todos sale de Paraná. Debe ser porque se murió Paco Izaguirre y no los puede traer con su carro. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

Centro vs. Periferia

Centro vs. Periferia - Editorial del 10 de enero de 2014 Con la llegada del fin de año uno empieza a pensar en los deseos, en lo que va a pedir, y en lo que quiere que se cumpla. Particularmente, suelo poner énfasis en las cosas que permanecen, como la salud, la integridad familiar, el desarrollo de los hijos, la generación de éxitos en cada una de las actividades que nos ocupan, y, por supuesto, la Paz para la humanidad y su progreso a través de la única posibilidad que existe para lograrlo: la educación y la cultura. Entonces me pone "loco", desde mi lugar en el mundo, que tenga que ser reiterativo en la contradicción fundamental que da título a la página de hoy, y que es un símbolo de lo que suele sucederle a las pequeñas ciudades respecto a las grandes. Como ya dije alguna vez, esto no tiene límites. Siempre habrá alguien por encima que nos haga sufrir con su "poder". Pero bueno, a mí lo que me interesa en este caso, y para eso me senté a escribir estas líneas, es el trato desigual que en el campo de la Cultura recibe la ciudad capital de nuestra provincia respecto a Basavilbaso, y supongo (por eso no lo aseguro) que también respecto a otras poblaciones entrerrianas. Los lectores que conocen mi pensamiento y que son consuetudinarios habitués de esta página, saben que vengo desde hace tiempo, pero particularmente desde que asumió su segundo período Urribarri y creó el Ministerio de Cultura e Información Pública, poniendo a cargo del mismo a Pedro Báez (que no es Lázaro), criticando con ejemplos claros y evidentes el desnivel con el que se trata el tema con los que cantan, pintan, escriben o generan proyectos culturales cualquiera sea su contenido, si lo hacen desde Paraná o su zona de influencia, que si lo producen en el "interior". Como no me gusta tocar los temas en abstracto, debo decir que a poco de asumir el citado funcionario, y luego de haber padecido la falta de presupuesto que tenía la por entonces Sub Secretaría de Cultura de Entre Ríos, a cargo del Prof. Roberto Romani, imaginé que el cambio de rango y la ubicación al frente del mismo de alguien tan íntimamente ligado a la "caja" del gobierno, nos pondría en una situación de privilegio a quiénes veníamos "remándola" con pocos recursos para poder presentar lo que hacíamos y representarlo fuera de los límites provinciales. Es así que, en mi carácter de Director Provisorio y ad honorem del Coro Municipal "Magnificat" de nuestra ciudad, (condiciones ambas que no destaco yo sino que lo hace el mismo municipio en cuánta resolución o comunicación que de él emana), le dirigí una nota al citado nuevo ministro, a poco de asumir, o sea hace dos años. En ella le resumía los logros del Magnificat, obviamente que conseguidos mientras Miguel Bernik era su director, y le sugería la posibilidad de que nos tuviera en cuenta para alguna representación de la provincia en festivales o actuaciones especiales, y, a la vez, se nos apoyara presupuestariamente más que nada para los viajes, a cuyo efecto también nos servía la posibilidad de que se nos dotara del uso de alguno de los colectivos con los que cuenta la provincia. Grande fue mi sorpresa, y la sigue siendo, por el hecho de que no solamente no tuve respuesta a lo solicitado, sino que ni siquiera recibí acuse de recepción, lo que es de por sí una absoluta falta de respeto, más viniendo de un Ministerio de Cultura. Al poco tiempo reiteré la misiva (de ambas tengo la copia sellada en mesa de entradas), pero parece que fue destinada a otros usos más escatológicos, seguramente por esa misma escasez presupuestaria que les impide no solamente solventar la actividad cultural del interior, sino adquirir artículos de limpieza sanitaria. Pero, paralelamente a esa falta de interés, progresivamente me voy enterando de que para otros hechos culturales que, seguramente, le reportarán al Sr. Báez y al gobierno provincial mucho más rédito político, sí hay plata. ¿Qué gana Urribarri con que el Coro Municipal "Magnificat" sea el único de fuera de Buenos Aires entre 17 coros participantes del 14º Encuentro Coral Bonaerense realizado a principios de este mes en San Clemente del Tuyú, y de entre ellos el más aplaudido? De hecho, ni creo que se haya enterado de ello. Así como tampoco sabía el Director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, Prof. Luis Gorelik, que Basavilbaso contaba con un coro de tanta trayectoria y nivel. ¡Es claro, cómo se iba a enterar, si nadie se lo dijo! Y ya que estoy en el tema de la Sinfónica, sin dejar de reconocer los méritos y la importancia de su presentación hace pocos días en nuestra ciudad, otra vez se repite la condición de caciques de los capitalinos y la de indios de los del "interior". Ellos se suben al escenario para que nos "maravillemos" con su arte, sin siquiera pensar en la posibilidad de interactuar con los locales. Se me ocurren por lo menos tres nombres de cantantes de acá que podrían haber interpretado varios de los temas muchísimo mejor que lo que lo hizo la soprano Virginia Correa Dupuy. Y conste que no cuestiono acá su calidad vocal, sino que su tesitura, a mi entender, no era la adecuada para muchas de esas canciones. Hubiese sido una excelente oportunidad de demostrar que Entre Ríos no se termina en la Av. de Circunvalación de Paraná, que ellos extienden, con mucha magnanimidad, hasta Crespo o Villa Libertador General San Martín (Puígari), porque con los coros de esas dos localidades sí aceptaron compartir escenario. Acá lo podría haber hecho con el Magnificat, interpretando por ejemplo el "Va Pensiero" de Verdi, en un final verdaderamente provincial y no meramente metropolitano. Pero parece que el cartel francés sólo permitía el lucimiento del Ministro de Gobierno, Adam Bahl, con su acordeón. Y como si esto fuera poco, en medio de nuestra bronca, nos enteramos que el pasado domingo, invitado por la Municipalidad de Paraná, el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Buenos Aires, bajo la Dirección de Alfredo Zubieta (que no creo trabaje ad honorem), actuó por primera vez en la capital provincial. Lo singular es que mientras ni siquiera se contestan las cartas de un coro que tiene 57 años de vida y se ha presentado en casi todos los escenarios existentes, este Coro es impulsado ¡por el Ministerio de Cultura y Comunicación! Uno no quiere ser muy suspicaz, pero no le cuesta imaginar mucho cuáles serán las condiciones mínimas afiliatorias exigidas para integrarlo ni la extensión ilimitada de fondos que habrá para su financiamiento. Para la prensa, el coro, que inició sus actividades en abril de 2012, tiene como fin el de "generar un espacio de encuentro y contención para jóvenes entrerrianos que residen en Ciudad de Buenos Aires por temas de estudio o trabajo y que se encuentran lejos de sus familias". ¡Tomá pa' vos! Es claro, faltaba más. Los integrantes del Magníficat somos una manga de viejos que apenas si nos podemos encontrar, nos contenemos solos, no estudiamos ni trabajamos, y no tenemos ni siquiera la suerte de estar lejos de nuestras familias. En el primer ensayo de 2014 les voy a proponer a mis dirigidos que nos vayamos todos a vivir a La Quiaca. En una de esas a Báez se le ocurre pagarme un sueldo e "impulsarnos". La nota resalta que el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Capital Federal, además de realizar una actividad artística con seriedad y compromiso (cosa que parece que el Magnificat no hace), interpreta música entrerriana y argentina y ¡ha realizado presentaciones en encuentros y conciertos en escenarios de Buenos Aires y Entre Ríos! ¡Fo! Supongo que a esta altura de los acontecimientos nuestro Presidente Municipal habrá elevado al Ministerio, para que se enteren, la invitación oficial del Municipio de Pilar para que el 21 de febrero próximo, en la Iglesia de la citada localidad, el Magnificat represente a Entre Ríos en la celebración de un nuevo aniversario del Tratado del Pilar, junto a un coro de Buenos Aires y a uno de Santa Fe. Es raro que teniendo cerca a ese ejemplar coro de jóvenes que impulsa Báez, la Dirección de Cultura de ese municipio bonaerense se haya decantado por un ignoto coro de un pequeño pueblito del departamento Uruguay, con "solamente" quince temas de folclore entrerriano (todos con arreglos de Miguel) dentro de un repertorio actual de casi treinta temas. ¿Será por acomodo? Bueno, la verdad que no sé por qué me extraña todo esto, si ni el Helado para Todos sale de Paraná. Debe ser porque se murió Paco Izaguirre y no los puede traer con su carro. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 19 de diciembre de 2013

La lavandería

La lavandería - Editorial del 20 de diciembre de 2013 El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, calificó de "acuerdo entre privados" los polémicos convenios confidenciales y retroactivos que el hotel Alto Calafate, del matrimonio presidencial Kirchner, firmó durante los últimos años con el principal beneficiario de la obra pública, Lázaro Báez, y por los que se pagaron millones de pesos. "Es un acuerdo privado entre personas, que fue declarado tanto por el ex presidente como por la Presidenta", argumentó Parrilli. Ante la repregunta de los periodistas insistió: "Es una cuestión de negocios privados", y afirmó que no le "importa" lo que Báez haya hecho luego con las 935 habitaciones por mes que reservó y pagó durante por lo menos dos años. El propio funcionario indicó, sin embargo, que Báez alquilaba todas esas habitaciones "para subalquilarlas, obviamente, no para tenerlas cerradas", al tiempo que defendió ese vínculo contractual entre el matrimonio Kirchner y el empresario, ya que con esos alquileres "garantizaba un negocio". Para mí esto no es más "presunto lavado de dinero". Esto ya es lavado, secado, y guardado. Servicio completo. Si cae Báez, el resto cae como castillo de naipes en el viento. Ya veníamos diciendo desde hace tiempo que resultaba raro ver a un presidente multiplicar su fortuna escandalosamente en el ejercicio de la presidencia. Porque de "abogada exitosa", no tuvo nada, y eso está probado. Ni registros hay de que haya ejercido la profesión La pasada semana decíamos que la democracia se terminó cuando cayó el gobierno de Alfonsín, por un golpe institucional pergeñado por aquellos a los que no les convenía que gobernara un hombre honesto. Si alguien me quiere demostrar lo contrario, lo que debería hacer es trabajar para que así como hubo huevos para juzgar a la Junta Militar los haya también para juzgar a estos beneficiados del Poder, incluida a la Presidente si cabe. ¿Dónde está el Poder Judicial, la Oficina Anticorrupción, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y toda la panoplia creada a expensas del Pueblo para impedir y juzgar estos delitos? ¡Es la República la que está en juego! Creo que la única posibilidad para este país de ser un poquito normal, es ir preparando el equivalente a la CONADEP del Dr. Alfonsín en 1984 para los delitos de lesa humanidad. Una comisión similar con plenos poderes investigativos, para los delitos económicos cometidos por el estado actual. Y, por supuesto, los delitos cometidos dentro del estado no deben prescribir por espacio de 100 años, para que involucre a todos sus descendientes, y ascendentes y laterales, sanguíneos y por ley. Para que ninguno pueda usar el dinero mal habido. Hay normas que claramente establecen que ningún funcionario público puede tener negocios, de cualquier naturaleza, con personas físicas o jurídicas que tienen relación contractual con el Estado al cual pertenece, mucho menos un Presidente de la Nación. Lo que dice el Sr. Parrilli ("que es una transacción entre privados") es una barbaridad muy sorprendente, ya que se trata, nada menos, que del Secretario General de la Presidencia de la Nación, que tiene la obligación moral y funcional de conocer esta norma. El asunto está clarísimo: Báez roba dinero del pueblo mediante sobreprecios de obra pública amañada, y "alguien" lo lava (y de paso evade impuestos y realiza negociaciones incompatibles con su condición de funcionaria pública) para hacer pasar por blanca su fortuna, que es más negra que el agujero negro. Jamás nunca hubo tantas pruebas de actos incompatibles con la función pública, de enriquecimiento ilícito y presunto lavado como las que surgen de este gobierno. Jamás nunca antes hubo tanta corrupción y jamás nunca antes una gran parte del Poder Judicial estuvo absolutamente tomada por el oficialismo, al punto de servir de barrera de contención a cualquier intento de justicia ante hechos de evidente signo mafioso. Los entes recaudadores y controladores de la Nación también se encuentran sumisos y atentos a provocar acciones contra agentes y organizaciones consideradas opositoras, de la misma manera que actúan distraídos y silencian toda acusación o investigación de oficio. Es demasiado grave la situación como para soslayarla o considerar esperar cambiar el gobierno, como piensan algunos. Hay que iniciar ya acciones sumarísimas sobre estas y otras cuestiones que se encuentran perdidas en los cajones de los juzgados fieles. Estamos hablando de enriquecerse vilmente con el dinero de todos, el que falta en el bolsillo de los pobres y los trabajadores, el mismo que les ha permitido ser reyes en un País pobre. Dejarlos esquilmar la Nación con tanta impunidad es de cobardes y merecedores de todo lo que nos ocurra. Poco a poco vamos viendo la luz, no la que ahora se corta por la crisis de la energía, sino la que ilumina la mentira y el relato K. Primero fue la salida de Moreno y por consiguiente la salida del Indec mentiroso de los precios congelados. Ahora el reconocimiento de Báez y Parrilli de los negocios presidenciales como cosa de privados. El error consiste en que la Presidente no es un privado más, sino el personaje público en lo más alto de la escala del poder nacional, al que le caben ciertas incompatibilidades en el ejercicio de la función pública. Báez, por su parte, un mal administrador que desnuda y pone en duda la honestidad presidencial. Entonces es hora de la justicia, y la verdad deberá hablar aunque los gritos la pretendan acallar. Causa asombro ver cómo se critica al periodismo por sus investigaciones refiriéndose a que son incompletas. En los Estados Unidos un presidente tuvo que renunciar por una denuncia periodística que era de muchísimo menor importancia que estas. La diferencia es que con esos pocos datos la justicia empezó a investigar. Y acá, con los datos, la justicia se dedica a embarrar la cancha y si no puede echan fiscales y jueces. Por supuesto, para Parrilli, Báez es un simple y honesto ciudadano que "maravillosamente" se enriqueció de la noche a la mañana, y que, entre "otras" cosas, puede pagar millones de dólares en alquileres al matrimonio presidencial. ¿Qué te parece, cholito?, se decía cuando yo era chico. Es famosa la frase que indica que la mujer del César no solo debe ser honrada sino que también debe parecerlo. Mafalda decía "no se puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás", y eso es lo que "alguien" ha hecho: amasó su fortuna haciendo harina al pueblo argentino. Por lo menos a los contribuyentes que pagamos por las obras públicas. Y el que lo hizo estuvo rodeado de exitosos como Báez, cajero de banco, o un chofer o algunos secretarios privados. ¿Sigo? La convención de las Naciones Unidas contra la corrupción es el primer instrumento de carácter global para enfrentar la corrupción y el concepto de evasión y elusión de impuestos, sobrecostos en compras directas, desviación de recursos y evasión al régimen impositivo. De manera que la Justicia argentina tiene doctrina y jurisprudencia suficiente como para juzgar estos hechos. Si se pudo hacer con Fujimori en Perú, ¿por qué no se puede hacer acá? Néstor Kirchner y Cristina Fernández, fueron o son funcionarios públicos, que en este caso celebraron contratos con proveedores del Estado. Sugiero leer la Constitución Nacional y la Ley de Ética Pública para refrescarse las ideas. La frase de Parrilli contiene una gran falacia. Si yo le vendo 100 kilos de "merca" a otra persona, es una transacción privada, pero no por eso deja de ser un delito. Y lo mismo pasa con la corrupción, que no puede distinguir entre público y privado. "No andarás tras la muchedumbre para hacer el mal, y no obrarás en un proceso inclinándote por la mayoría para desvirtuar la justicia" - Éxodo 23:2. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

jueves, 12 de diciembre de 2013

Paperas o varicela

Paperas o varicela - Editorial del 13 de diciembre de 2013 La Presidente Cristina Kirchner brindó un discurso en el marco de los festejos por los 30 años de democracia y se refirió a los saqueos, que dejaron un saldo de ocho muertos en las últimas horas. "Hoy, más que nunca, reivindicamos la democracia frente a los violentos", pronunció la mandataria en referencia a las protestas policiales que tienen (o tenían en ese momento, por lo menos) en vilo a varios puntos del país. "Yo no soy ingenua. No creo en las casualidades. Tampoco creo en los hechos que se generan por contagio, porque por contagio son las paperas o las varicelas", dijo la jefa de Estado. Cristina Kirchner consideró que los hechos de violencia que se viven en distintas provincias "son por ejecución y planificación con precisión quirúrgica". En alusión a los históricos saqueos, ironizó: "Siempre son en diciembre, parece que el contagio tiene fecha muy precisa". Consideró que muchos de los protagonistas "son instrumentados sin saberlo", por otros intereses. ¡Mirá vos! El Gobierno decidió sostener la agenda de celebraciones pautada para el Día de la Democracia, que incluyó una serie de recitales en la Plaza de Mayo, a donde se congregó la militancia, además del acto oficial de la jefa de Estado, que se realizó en el Museo del Bicentenario. La Presidente hizo referencia a la posibilidad de hablar en cadena nacional en el marco del acto. "He decidido expresamente, pese a la importancia de esta fecha, no hacer una cadena nacional, para permitir que algún canal corte la pantalla, para que yo esté hablando de la democracia y que del otro lado esté una escena de los violentos y antidemocráticos". Para el encuentro, Cristina Kirchner invitó a los ex presidentes desde el retorno democrático en 1983. Asistieron Fernando De la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá y el hijo de Raúl Alfonsín, quien había considerado que el festejo debió haberse postergado por el conflicto. Rechazó el convite el ex presidente Eduardo Duhalde, que dijo que se ausentaría "por motivos personales". ¿Kosteki y Santillán? Mientras, fuera de la Casa Rosada, tocaban bandas y artistas afines al Gobierno. León Gieco, Víctor Heredia, Cacho Castaña, Adriana Varela, Moria Casan, entre otros, terminaron siendo cómplices oportunistas. Los dos primeros, sobre todo, que fueron fanáticos alfonsinistas, luego fanáticos menemistas y ahora fanáticos kirchneristas. Deberían tomar el ejemplo de Jairo, que no puede trabajar porque no se "vendió", y su adhesión a Alfonsín perdura en el tiempo. ¿Cómo es que dice la más famosa canción de León? ¡Sólo le pido a Dios, que el engaño no me sea indiferente, si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente! Esperaba de los artistas un poco más de sensibilidad ante los acontecimientos de violencia y muertes que estaban sucediendo en ese momento en el país. Pero veo que sólo los conmueve el dinero. Una pena que ellos no muestren un poco de coherencia y solidaridad. Luego se molestan cuando les dicen la verdad y la verdad es que están aprovechando la plata del Estado a más no poder. Mientras el kirchnerismo se divertía, festejando una democracia que heredaron pero no cuidaron, 17 provincias se prendían fuego, convulsionadas por culpa de gobernadores alcahuetes, cuyas desidias trajeron como consecuencia no se sabe cuántos muertos y heridos (esconden las cifras), y millonarios saqueos y destrozos. Mayor demostración de desprecio al pueblo argentino no pudieron haber manifestado. Y tal vez nos lo merezcamos por indolentes, apáticos y anómicos. Si fuéramos distintos, otros hubieran llegado al poder. Para colmo la oposición apostó a la desmovilización, cuando era imperioso juntarnos todos. No había que darles el gusto a los instigadores de los saqueos, a la Policía (no a los policías) irresponsable que dejó indefensos a los ciudadanos (o es que solamente somos irresponsables los docentes que cuando reclamamos "dejamos a los chicos sin educación"), y a los funcionarios inútiles que no pudieron anticiparse a los hechos. Conmemorar 30 años de democracia no es festejar los saqueos, sino por el contrario, confrontarlos masivamente. Juntarnos todos para exigir investigación y castigo a los culpables de las muertes y de los daños a los comerciantes. Pero investigar a los instigadores de ahora, y también a los de diciembre de 2001 y a los que aceleraron la entrega del poder por Alfonsín. No sea que nos encontremos con una sorpresa. ¡Bah, para mí no sería sorpresa! Por menos del 10% de estos desatinos a Fernando de la Rúa se le hizo un golpe institucional y se lo condenó al ostracismo a él y al conjunto de la oposición. Y si la Masacre de Once hubiese ocurrido con cualquier otro gobierno, la Guerra Civil hubiese sido inminente. No medimos con la misma vara. No tenemos memoria, ni verdad y tampoco justicia. ¿Eso es Democracia? Un amigo rápido para las respuestas me decía que festejar 30 años de democracia ese día, con lo que estaba pasando, era como festejar un aniversario de casados justo el día en que te divorcias. Es un círculo vicioso, ya que las causas del golpe de 1976 (no tengo que explicar más porque ya lo hice bastantes veces para mi gusto que esto no significa que esté de acuerdo con el Proceso, sino que creo, como dijo Balbín, que había que llegar al final "aunque fuera con muletas") fueron tan evidentes como lo están siendo ahora. Se festejan 30 años de democracia, cuando en realidad, y de acuerdo al concepto preciso de la palabra, la misma duró lo que duró el gobierno de Alfonsín, y hasta que al peronismo no le convino más que gobernara otro partido. Ese es el concepto de democracia que une hoy a los que en aquél momento (antes del '76) militaban por izquierda y por derecha (Montoneros/Triple A) y hoy son millonarios que festejan en el palco VIP, mientras la gente que verdaderamente sufrió esos dos terrorismos, se atrinchera en su casa esperando los saqueos. Y no estoy hablando de la teoría de los dos demonios. Estoy diciendo que luego de la muerte de Perón, y porque él mismo, pese a su genialidad política, no previó el día después, se generó el caldo de cultivo necesario para que se interrumpiera aquella democracia en muy poco tiempo. Los responsables de los hechos están claramente identificados, nada más que desde hace 20 años es inconveniente decirlo en las tribunas y en los medios. La inoperancia y el enriquecimiento ilícito de muchos de los funcionarios, empezando por la Presidente María Estela Martínez de Perón; la firma del decreto de aniquilación de la subversión por parte de Ítalo Argentino Lúder, durante su período de presidencia provisional, y la degradación de la clase dirigente del sindicalismo, fueron el aliciente para que los argentinos creyeran en la solución que podían darle los militares. Al poco tiempo supimos, algunos, porque otros prefirieron ignorarlo y hasta hoy insisten con que fueron "derechos y humanos", que había sido peor el remedio que la enfermedad. Sin embargo el mismo Ítalo Argentino Lúder que autorizó el comienzo del desastre, luego en su campaña política anunciaba con bombos (sobre todo) y platillos que iba a avalar, como primera medida de gobierno, el decreto de autoamnistía que habían dictado los militares en su afán de protegerse. Si el peronismo ganaba las elecciones del 30 de octubre de 1983 y asumía la fórmula Lúder-Bittel el 10 de diciembre, día que ahora festejamos, no hubiésemos tenido ni Juicio a las Juntas, ni recuperación de nietos, ni genocidas presos, ni, mucho menos, Día de la Memoria. Es más, ni siquiera hubiésemos tenido memoria. Ahora hay quienes dicen que aquella democracia, la del 83', fue con Libertad Condicional. Pero no aclaran que el que la tenía entre la espada y la pared era el PJ. Alfonsín había denunciado muy bien el pacto sindical militar, porque como ya dije más arriba, si ganaba el "ilustre" Ítalo Luder ¡otra que punto final ni obediencia debida!, hubiésemos seguido con otros 20 años más de tutela militar, parecida a la de Chile del post Pinochet. "La historia es el depósito de las acciones y siempre alguien tiene el deber de abrirlo y mirar adentro". Miguel de Cervantes Saavedra. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso