jueves, 26 de diciembre de 2013

Centro vs. Periferia

Centro vs. Periferia - Editorial del 10 de enero de 2014 Con la llegada del fin de año uno empieza a pensar en los deseos, en lo que va a pedir, y en lo que quiere que se cumpla. Particularmente, suelo poner énfasis en las cosas que permanecen, como la salud, la integridad familiar, el desarrollo de los hijos, la generación de éxitos en cada una de las actividades que nos ocupan, y, por supuesto, la Paz para la humanidad y su progreso a través de la única posibilidad que existe para lograrlo: la educación y la cultura. Entonces me pone "loco", desde mi lugar en el mundo, que tenga que ser reiterativo en la contradicción fundamental que da título a la página de hoy, y que es un símbolo de lo que suele sucederle a las pequeñas ciudades respecto a las grandes. Como ya dije alguna vez, esto no tiene límites. Siempre habrá alguien por encima que nos haga sufrir con su "poder". Pero bueno, a mí lo que me interesa en este caso, y para eso me senté a escribir estas líneas, es el trato desigual que en el campo de la Cultura recibe la ciudad capital de nuestra provincia respecto a Basavilbaso, y supongo (por eso no lo aseguro) que también respecto a otras poblaciones entrerrianas. Los lectores que conocen mi pensamiento y que son consuetudinarios habitués de esta página, saben que vengo desde hace tiempo, pero particularmente desde que asumió su segundo período Urribarri y creó el Ministerio de Cultura e Información Pública, poniendo a cargo del mismo a Pedro Báez (que no es Lázaro), criticando con ejemplos claros y evidentes el desnivel con el que se trata el tema con los que cantan, pintan, escriben o generan proyectos culturales cualquiera sea su contenido, si lo hacen desde Paraná o su zona de influencia, que si lo producen en el "interior". Como no me gusta tocar los temas en abstracto, debo decir que a poco de asumir el citado funcionario, y luego de haber padecido la falta de presupuesto que tenía la por entonces Sub Secretaría de Cultura de Entre Ríos, a cargo del Prof. Roberto Romani, imaginé que el cambio de rango y la ubicación al frente del mismo de alguien tan íntimamente ligado a la "caja" del gobierno, nos pondría en una situación de privilegio a quiénes veníamos "remándola" con pocos recursos para poder presentar lo que hacíamos y representarlo fuera de los límites provinciales. Es así que, en mi carácter de Director Provisorio y ad honorem del Coro Municipal "Magnificat" de nuestra ciudad, (condiciones ambas que no destaco yo sino que lo hace el mismo municipio en cuánta resolución o comunicación que de él emana), le dirigí una nota al citado nuevo ministro, a poco de asumir, o sea hace dos años. En ella le resumía los logros del Magnificat, obviamente que conseguidos mientras Miguel Bernik era su director, y le sugería la posibilidad de que nos tuviera en cuenta para alguna representación de la provincia en festivales o actuaciones especiales, y, a la vez, se nos apoyara presupuestariamente más que nada para los viajes, a cuyo efecto también nos servía la posibilidad de que se nos dotara del uso de alguno de los colectivos con los que cuenta la provincia. Grande fue mi sorpresa, y la sigue siendo, por el hecho de que no solamente no tuve respuesta a lo solicitado, sino que ni siquiera recibí acuse de recepción, lo que es de por sí una absoluta falta de respeto, más viniendo de un Ministerio de Cultura. Al poco tiempo reiteré la misiva (de ambas tengo la copia sellada en mesa de entradas), pero parece que fue destinada a otros usos más escatológicos, seguramente por esa misma escasez presupuestaria que les impide no solamente solventar la actividad cultural del interior, sino adquirir artículos de limpieza sanitaria. Pero, paralelamente a esa falta de interés, progresivamente me voy enterando de que para otros hechos culturales que, seguramente, le reportarán al Sr. Báez y al gobierno provincial mucho más rédito político, sí hay plata. ¿Qué gana Urribarri con que el Coro Municipal "Magnificat" sea el único de fuera de Buenos Aires entre 17 coros participantes del 14º Encuentro Coral Bonaerense realizado a principios de este mes en San Clemente del Tuyú, y de entre ellos el más aplaudido? De hecho, ni creo que se haya enterado de ello. Así como tampoco sabía el Director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, Prof. Luis Gorelik, que Basavilbaso contaba con un coro de tanta trayectoria y nivel. ¡Es claro, cómo se iba a enterar, si nadie se lo dijo! Y ya que estoy en el tema de la Sinfónica, sin dejar de reconocer los méritos y la importancia de su presentación hace pocos días en nuestra ciudad, otra vez se repite la condición de caciques de los capitalinos y la de indios de los del "interior". Ellos se suben al escenario para que nos "maravillemos" con su arte, sin siquiera pensar en la posibilidad de interactuar con los locales. Se me ocurren por lo menos tres nombres de cantantes de acá que podrían haber interpretado varios de los temas muchísimo mejor que lo que lo hizo la soprano Virginia Correa Dupuy. Y conste que no cuestiono acá su calidad vocal, sino que su tesitura, a mi entender, no era la adecuada para muchas de esas canciones. Hubiese sido una excelente oportunidad de demostrar que Entre Ríos no se termina en la Av. de Circunvalación de Paraná, que ellos extienden, con mucha magnanimidad, hasta Crespo o Villa Libertador General San Martín (Puígari), porque con los coros de esas dos localidades sí aceptaron compartir escenario. Acá lo podría haber hecho con el Magnificat, interpretando por ejemplo el "Va Pensiero" de Verdi, en un final verdaderamente provincial y no meramente metropolitano. Pero parece que el cartel francés sólo permitía el lucimiento del Ministro de Gobierno, Adam Bahl, con su acordeón. Y como si esto fuera poco, en medio de nuestra bronca, nos enteramos que el pasado domingo, invitado por la Municipalidad de Paraná, el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Buenos Aires, bajo la Dirección de Alfredo Zubieta (que no creo trabaje ad honorem), actuó por primera vez en la capital provincial. Lo singular es que mientras ni siquiera se contestan las cartas de un coro que tiene 57 años de vida y se ha presentado en casi todos los escenarios existentes, este Coro es impulsado ¡por el Ministerio de Cultura y Comunicación! Uno no quiere ser muy suspicaz, pero no le cuesta imaginar mucho cuáles serán las condiciones mínimas afiliatorias exigidas para integrarlo ni la extensión ilimitada de fondos que habrá para su financiamiento. Para la prensa, el coro, que inició sus actividades en abril de 2012, tiene como fin el de "generar un espacio de encuentro y contención para jóvenes entrerrianos que residen en Ciudad de Buenos Aires por temas de estudio o trabajo y que se encuentran lejos de sus familias". ¡Tomá pa' vos! Es claro, faltaba más. Los integrantes del Magníficat somos una manga de viejos que apenas si nos podemos encontrar, nos contenemos solos, no estudiamos ni trabajamos, y no tenemos ni siquiera la suerte de estar lejos de nuestras familias. En el primer ensayo de 2014 les voy a proponer a mis dirigidos que nos vayamos todos a vivir a La Quiaca. En una de esas a Báez se le ocurre pagarme un sueldo e "impulsarnos". La nota resalta que el Coro de Jóvenes Entrerrianos Residentes en Capital Federal, además de realizar una actividad artística con seriedad y compromiso (cosa que parece que el Magnificat no hace), interpreta música entrerriana y argentina y ¡ha realizado presentaciones en encuentros y conciertos en escenarios de Buenos Aires y Entre Ríos! ¡Fo! Supongo que a esta altura de los acontecimientos nuestro Presidente Municipal habrá elevado al Ministerio, para que se enteren, la invitación oficial del Municipio de Pilar para que el 21 de febrero próximo, en la Iglesia de la citada localidad, el Magnificat represente a Entre Ríos en la celebración de un nuevo aniversario del Tratado del Pilar, junto a un coro de Buenos Aires y a uno de Santa Fe. Es raro que teniendo cerca a ese ejemplar coro de jóvenes que impulsa Báez, la Dirección de Cultura de ese municipio bonaerense se haya decantado por un ignoto coro de un pequeño pueblito del departamento Uruguay, con "solamente" quince temas de folclore entrerriano (todos con arreglos de Miguel) dentro de un repertorio actual de casi treinta temas. ¿Será por acomodo? Bueno, la verdad que no sé por qué me extraña todo esto, si ni el Helado para Todos sale de Paraná. Debe ser porque se murió Paco Izaguirre y no los puede traer con su carro. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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