jueves, 7 de abril de 2016

El retorno de Cristina y Cía.

El retorno de Cristina y Cía. - Editorial del 8 de abril de 2016
Tengo algunos amigos de mi infancia y adolescencia, años que transcurrieron en el mismo pueblo en que vivo, que desde que empezaron a surgir estas noticias referidas a las investigaciones por la "ruta del dinero K", o el tema de los subsidios y otras investigaciones de las que están siendo objeto algunos integrantes del anterior gobierno, o ciertos "compadres" del poder, se habían llamado a silencio o intentaban desviar la atención con otros temas no menos ciertos, como, por ejemplo, los que tienen que ver con los desmesurados aumentos en los servicios públicos.
Yo tenía para hoy la opción de escribir sobre dos temas, y me decanté finalmente por este, aunque voy a hacer una referencia tangencial al otro, porque viene a cuento.
Hace algunos días se produjo en Basavilbaso un incidente que culminó con el corte transversal de un cable de fibra óptica que dejó sin servicio de Internet a quienes tenemos uno de los proveedores locales, y sin teléfono a casi todos los habitantes de esa zona. Por supuesto que han surgido cuestionamientos severos al accionar de quién supuestamente lo cortó, y hasta el Presidente Municipal y su Directora de Asuntos Institucionales y Jurídicos han arriesgado una opinión respecto a la instrucción de un sumario, ignorando, a mi modesto entender, que existen normas de orden público e incluso Ordenanzas del digesto local que resuelven de quién es la responsabilidad, más allá de las acciones que se puedan luego llevar adelante. Pero lo que yo quiero decir, para trazar después el paralelo, es que (y les pido que lo lean detenidamente) si Telecom hubiese respondido en tiempo y forma al reclamo efectuado por el estado precario en que se encontraba el poste, y lo hubiese venido a arreglar en un plazo perentorio, probablemente el cable no se hubiese combado, y por lo tanto el camión que lo enganchó, también probablemente, no lo hubiese enganchado. Pero aun así, sabiendo ya que el camión lo enganchó y tiró el poste sobre un auto casi 0 km., si Telecom hubiese venido enseguida a levantarlo y volverlo a su lugar (sin prescindir de las acciones que le pudieran corresponder en este caso a ellos), no hubiese quedado el rollo frente al garaje de quién hizo el reclamo. Y si el rollo no hubiese quedado ahí, no tendría por qué haber concurrido la cuadrilla que finalmente concurrió, y no hubiesen cortado el cable, cosa que también supuestamente ocurrió. Acá, si me permiten el atrevimiento, y como la mayoría de Uds. sabe que soy abogado, voy a sugerir a los que están trabajando en este tema desde lo legal la lectura atenta del Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, especialmente en su Título V, desde el art. 1708, pero muy especialmente, y antes de "meter la pata", el art. 1753. Esto es un aporte periodístico, que quede en claro, y de ninguna manera una intromisión en atribuciones de determinados funcionarios que, supongo, sabrán lo que están haciendo.
Pero me fui del tema más de lo que pensaba. En efecto, la intención era comparar actitudes frente a hechos que, irremediablemente, se corresponden con otros que los precedieron.
A mí, particularmente, me preocupa que cuando se habla ligeramente de los aumentos de tarifas, que como ya dije más arriba, yo también considero desmesurados, no se mencione la causa fuente de todo este "reacomodamiento", y que es, ni más ni menos, que el sinceramiento después de una década de subsidios mal otorgados, de dinero mal direccionado, y de demagogia mal intencionada.
De ahí que, a la luz de los hechos que son de público conocimiento, y que han llevado rápidamente a la cárcel a dos de los personajes a que hacía yo referencia más arriba, íntimamente ligados con el poder, quise usar en el título el juego de palabras entre las dos acepciones conocidas del término "retorno". Una es, obviamente, la "Acción de retornar", aunque parezca una tautología (figura retórica que consiste en repetir un pensamiento expresándolo con las mismas o similares palabras), y la segunda, más vulgar y casi un modismo argentino, la "paga o recompensa del beneficio recibido".
Y usé este juego porque alguno de estos amigos de la infancia y de la adolescencia (también muchos de mi madurez, conste) han arriesgado la teoría de la renuncia de Macri, como consecuencia de su figuración en el "Panamá Papers", el llamado a nuevas elecciones, y el, para ellos, consecuente y lógico triunfo de Cristina, con lo cual, también según ellos, todo volvería a la "normalidad". Más allá de que, vuelto a mi rol de abogado, considero que no está habilitada para hacerlo, por no haber pasado un período, también lo creo fácticamente imposible, por el desgaste sufrido y por sufrir.
Sin caer en revanchismos, lo que no es mi estilo, y también sin miedo de que me puedan tildar de "gorila", porque creo que básicamente el kirchnerismo no fue peronismo, el kirchnerista no sabe cómo defender todo esto que está pasando. Digo, ver por TV cómo nos robaron el pasado, el presente y el futuro. Le robaron la plata a los chicos que mueren de hambre en el conurbano bonaerense y en muchos otros lugares del país (me niego a hablar de "el interior"); a los chicos que tienen" hambre de agua potable"; le robaron a los jubilados y les acortaron la vida; mataron a 52 trabajadores que iban sobre un tren al que le robaron las vías y los frenos… y tantas cosas más.
Por supuesto que también hay que investigar a Macri, luego de que la información de Panamá Papers saliera a la luz y se pudo constatar que se fundó una compañía offshore en Miami bajo la firma MB 2014 LLC (Limited Liability Company), hecho en el que mucho tuvo que ver Nicolás Caputo, quién ya en 1983 había creado junto con su íntimo amigo desde la escuela, Mauricio Macri, la empresa Mirgor SA, para producir equipos de aire acondicionado. Cabe tener en cuenta que, bajo las gestiones de Macri en la Ciudad, Caputo se hizo con más de 1.200 millones de pesos, y ahora a cuatro meses de la asunción de Mauricio en la presidencia, su amigo ya embolsó más de 1.000 millones. Esto también es un posible caso de corrupción y hay que investigarlo.
Esta empresa en cuestión fue radicada en Miami y creada por un estudio de abogados que tiene más de 700 sociedades registradas en su haber. Según los registros, la actividad de Caputo con esta firma está actualizada.
Pero hay que hacer una distinción importante, ya que aun cuando haya omitido mencionarlo, y más todavía si es cierto que no había contenido económico en esa cuenta, mientras lo de él es una omisión, lo que pasó durante el kirchnerismo es que los contratistas se asociaron con políticos corruptos, o le prestaron su nombre, para recibir dinero que es repartido entre ambos sin hacer ninguna prestación efectiva.
Ayer yo estaba muy contento, pero creo que me puse contento muy rápido, porque la Justicia Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sigue siendo la misma, con las mismas presiones y las mismas carencias.Lo irónico es que hay gente, tal como contó hace ciento cincuenta años Víctor Hugo (el célebre escritor francés), en su novela "Los Miserables", que por robar un pedazo de pan va presa o es maltratada, pese a que muchas veces roba por su situación de hambre y miseria generada por estos mismos delincuentes para los cuales no hay castigo, sino títulos de grandes señores y/o señoras. Ya le pasó a Jean Valjean, por eso es tan importante leer.
Una luz de esperanza se ha encendido con la detención de Ricardo Jaime y Lázaro Báez. Que los juzguen, y que si son inocentes, los liberen. Pero eso no nos debe hacer olvidar que la participación del Presidente de la Nación en una sociedad off shore es, como mínimo, una falta ética gravísima. Sobre todo porque se "olvidó" de decirlo y porque consintió una desinversión en el país; es responsable de una sociedad que no pagará impuestos para contribuir a construir escuelas, hospitales y subsidiar al transporte público; alienta o alentó la constitución de sociedades off shore de la misma manera que participó o participa de maniobras de evasión. Y hoy todo eso es incompatible con las obligaciones de un funcionario público.
Ya está. Todo lo que pensé está escrito y se manda a publicar, aunque quizás mañana, o esta misma noche, mi otro yo me sugiera que "dije lo que dije, pero no debería haber dicho lo que dije. Como no pensé lo que dije...pero dije lo que pensaba, ahora pensé lo que dije y pienso que no debería haber dicho lo que dije".
Pero lo dije.
                              Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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