Cuesta Abajo y Ojalá – Editorial del 27 de noviembre
de 2015
"Sí arrastré por este mundo la
vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser".
Carlos
Gardel
“Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan
en mi espalda
ojalá que tu nombre se le olvide esa voz
ojalá las paredes no retengan tu ruido de
camino cansado
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores”
Silvio
Rodríguez
La presidente Cristina Kirchner lideró el
miércoles un acto en el Hospital Posadas, en Morón. Fue la primera aparición de
la mandataria en público luego de la victoria de Mauricio Macri en el balotaje
del domingo pasado contra Daniel Scioli.
Entre las
frases que pronunció en ese acto, que hoy no tengo el lugar ni el tiempo para
analizar, porque que cada una de ellas da para un editorial, he elegido esta: "Perdimos
por una diferencia muy chiquita. Si hubiera sido al revés, ¿hubieran reaccionado
como lo hicimos nosotros?"
Todas sus
palabras encierran un gran simbolismo acerca de la herida narcisista tan
profunda y sangrante que le produce dejar el Poder. "Qué sería si hubiera
sido al revés", o sea, ¿si ella y sus seguidores con Scioli a la
cabeza hubieran ganado por 2,8 puntos
"chiquititos"? Lo destaco por lo risible.
Y por si
esto fuera poco, pronosticó que Macri no sería como ellos, tan respetuosos de
la democracia y las leyes del juego. Señora. Si hubiera sido al revés sería
como fue cuando usted ganó por el 54% y el 46 % de los argentinos le dijo NO,
con respeto, orden, y profundo y sincero sentido republicano. El nivel de
delirio que tiene es para el psicoanálisis por mucho tiempo, para volverla a la
realidad.
En “El
Retrato de Dorian Grey”, del autor irlandés Oscar Wilde, el protagonista,
exponiendo un nuevo tipo de hedonismo, indica que “lo único que vale la pena en
la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos”. Al darse cuenta de
que un día su belleza se desvanecerá, Dorian desea tener siempre la edad de
cuando lo pintaron en el retrato. El deseo de Dorian se cumple; mientras él
mantiene para siempre la misma apariencia del cuadro, la figura retratada
envejece por él. Su búsqueda del placer lo lleva a una serie de actos de
libertinaje y perversión, pero el retrato sirve como un recordatorio de los
efectos de cada uno de los actos cometidos sobre su alma. Con cada pecado la
figura se va desfigurando y envejeciendo.
Hoy en día,
el mito de Dorian Gray está extendido en la cultura occidental como un sinónimo
de vanidad y de deseo de imperturbabilidad.
"Entramos
con una Argentina con impunidad y salimos habiendo iniciado la tarea de
reparación de la memoria más importante de la historia del mundo", fue
otra de sus frases que no puedo resistir recordar, pese a mi promesa. Señora: ¡el
que inició la “tarea de reparación” fue Alfonsín! Usted es una oportunista que nunca se preocupó
por los derechos de nadie. ¿O estaba presentando habeas corpus en Santa Cruz en
los años de la dictadura? Su cuñada, ahora gobernadora electa, aparece siendo funcionaria
en Santa Cruz en la “época pesada”. No se haga la inocente. Yo me animo a reconocer que hay cosas que su
marido hizo bien. Pero usted, para mí, no hizo nada bien.
Para colmo
no entiende que la característica distintiva del balotaje es que el que gana lo
hace por un voto, aunque sea.
¿Cómo se
pierde? Fácil. No llegando primero. La distancia es intrascendente. Pero lo
suyo es al revés. Le faltó el respeto al presidente electo. Lo hizo circular por
los pasillos interiores de Olivos acompañado por la seguridad para recibirlo
media hora y nada más.
Y si Ud.
habla de “diferencia muy chiquita” debería recordar que su marido inició los
tiempos del kirchnerismo con el 22 por ciento de los votos, y todo porque Menem
no se animó al balotaje. Pero, encima, en una semana aproximadamente se sabrá
el recuento definitivo, y allí veremos se realmente la diferencia es "chiquita".
Y hay más.
Este mismo miércoles, unas horas antes de que yo me siente a escribir este
editorial, usted, señora presidente, al hacer mención al estado del Hospital
Posadas, como si no hubiera estado a cargo de su gobierno los últimos doce
años, hizo mención a los roedores que lo habitaban, y con su clásica y habitual "fina" ironía
aclaró: "por supuesto me refiero a las ratas de cuatro patas". La pregunta es: ¿a quién pretendió
descalificar en esta oportunidad?
Lo que
muchos militantes aún no logran entender, aunque es bastante fácil, es que los
votantes de Macri, o por lo menos la gran mayoría, no cree ciegamente en él ni
piensa que sea perfecto. Pero sí que era la mejor opción entre los candidatos
que se presentaron. Creo que el motivo más fuerte para votar por Macri fue el
rechazo a los doce años de gobierno K, o sea a la mentira institucionalizada, a
la confrontación permanente, a la soberbia, y a la prepotencia como modus
operandi.
Supongo que
debe ser difícil para algunos de los fanatizados seguidores K entender que hay
ámbitos de la política que no tienen un pensamiento único, monolítico, impuesto
desde los altos puestos jerárquicos hacia abajo y por la fuerza a sus
seguidores, y que estar en desacuerdo con algo que dice o hace un presidente no
implica automáticamente una traición.
Dos cosas me
parecen intolerables de Cristina: que envileció el concepto “derechos humanos”,
y el cinismo brutal cuya sublimación es la declaración de que ella defiende a
los pobres, mientras vive como si fuera la Reina de Saba.
Y todo ese
pensamiento intrínseco en ella lo plasmó en su postura frente a la transición.
“Además de
autoritario es perverso que no se les permita al presidente electo y a sus
ministros acceder a tiempo a la información básica sobre el estado del país. No
creo que exista antecedente en democracia en el que no se realizaron las
actividades y reuniones que son propias de la transición. Debe saber la
presidente que no es su derecho, sino su obligación, aceptar la voluntad
popular y actuar en consecuencia”. (Ricardo Alfonsín)
Como le
hicieron decir al actor Vin Diesel (Toretto) en "Rápido y furioso": "It
don't matter if you win by an inch or a mile. Winning's winning ". En
castellano: “No importa si ganas por una pulgada o por una milla; ganar es
ganar”.
Y para
abstraerme de la realidad actual y no caer en las afirmaciones de personajes de
estos tiempos, voy a terminar mi editorial de hoy citando a Juan Bautista
Alberdi, con el dolor de ver que muchos de nuestros problemas subsisten después
de casi dos siglos:
“Los
argentinos hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente. Desde el
Estado se nos alentó a consumir sin producir. Nuestras ciudades capitales son
escuelas de vagancia, de quienes se desparraman por el resto del territorio
después de haberse educado entre las fiestas, la jarana y la disipación.
Nuestro pueblo no carece de alimentos sino de educación, y por eso tenemos
pauperismo mental".
"En
realidad nuestro pueblo argentino se muere de hambre de instrucción, de sed de
saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de
hacer bien las cosas. Sobre todo se muere de pereza, es decir de abundancia.
Quieren pan sin trabajo, viven del maná del Estado, y eso les mantiene
desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición. El origen de la riqueza
son el trabajo y el capital".
"¿Qué
duda cabe, de que la ociosidad es el manantial de la miseria? La ociosidad es
el gran enemigo del pueblo en las provincias argentinas. Es preciso marcarla de
infamia: Ella engendra la miseria y el atraso mental de las cuales surgen los
tiranos y la guerra civil, que serían imposibles en medio del progreso y la
mejora del pueblo".
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso
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