Fariseos - Editorial del 26 de
diciembre de 2014
Aunque
todavía en algunos diccionarios como el Larousse siga figurando para judío la
definición de "avaro, usurero", y uno no termina de entender bien el
por qué, algo nos hace presentir, sin embargo, que eso da lugar a situaciones
como las que nos han tocado vivir en este 2014, de persecución étnica y
religiosa, y que por otra parte la Justicia todavía ni siquiera comenzó a
intentar dilucidar, o a la que exponemos hoy en nuestra página 20, y que habla
de una campaña en el sur argentino destinada a evitar la radicación de judíos.
Y lo que es peor, en los dos casos, la reacción de la conducción comunitaria y
política parece tomar estos hechos como nimios o de terror pasajero,
seguramente como parte de ese sentimiento atávico del que a algunos todavía les
cuesta desprenderse, y de la necesidad que tiene la dirigencia de asegurarse su
continuidad con los votos, evitando las situaciones críticas que los puedan
afectar en su "imagen". Con esto quiero decir que, lamentablemente,
estoy seguro de que a muchos de los que nos gobiernan les viene mejor ocultarse
que salir en defensa de alguien que es igual que ellos, pero que ellos piensan
que no. Por eso no se insta desde ningún lugar a que estos hechos se
esclarezcan y que los culpables paguen por lo que hicieron. Aunque sean
"del palo".
En este
final de año, en el que incluso tenemos la casi coincidencia de dos de las más
importantes celebraciones religiosas, Navidad y Januca, de cristianos y judíos,
respectivamente, parece una incongruencia que siendo que ambas están unidas por
la luz, sin embargo nos encontremos en la oscuridad.
Al igual que
en una de las definiciones de judío, en la que todavía persiste el odio, lo
mismo pasa con la que utilizamos hoy por título, y que corresponde al nombre de
una secta judía, surgida en el siglo II A. C., que se caracterizaba por
observar con austeridad y rigor la Ley de Moisés, y que en tiempos de
Jesucristo era la forma dominante de la religión hebrea. Jesús los criticó a
los fariseos por su "hipocresía" en virtud de que no creyeron en él
como el Mesías, y veinte siglos después seguimos cargando con la misma mochila.
Pero ya que
el diccionario me lo permite, voy a ampliar hoy este concepto. Yo creo que es
un fariseo todo aquél que va proclamando a Dios y "dándosela" de
espiritual y religioso (cristiano o judío, no importa y no viene al caso), pero
se lo ve continuamente detrás de chismes y calumnias, odios y rencores.
¿Cómo se
puede creer en Dios y a la vez odiar a los demás?
¿Cómo se puede
creer en Dios y tener rencor contra tus semejantes?
El pasaje
del evangelio en que los fariseos se "rasgaban las vestiduras"
delante de las palabras de Jesús (costumbre antigua en señal de duelo o de
ultraje público), ha hecho que la frase "rasgarse las vestiduras" sea
muy popular en algunos países para expresar la indignación, fingida, de alguien
delante de un hecho determinado, desaprobándolo.
En esta
Navidad, te prometo mi Dios, pedir y dar perdón, ser cada día mejor, dice uno
de los villancicos que cantamos desde hace muchísimos años en el Magníficat.
"El
objetivo de la Luces de Januca es iluminar a Aquellos que aún Caminan en la
Oscuridad", es uno de los preceptos de la festividad judía.
En los
últimos días de diciembre, familias judías y cristianas se reúnen a celebrar
Januca y Navidad, respectivamente, dos de las principales festividades
religiosas milenarias. Imponentes candelabros de 8 velas (janukiá) y frondosos
árboles de navidad colmados de decoración, luces y regalos, son las fieles postales
del espíritu que encierran ambas fiestas, que -dependiendo el año- acontecen el
mismo día o en fechas cercanas.
Existen
múltiples interpretaciones respecto de la coincidencia en el calendario de
Navidad y Januca. Algunos indican que "sólo se trata de una mera
casualidad" y para otros es una "causalidad" que encierra un
mensaje místico.
El pasado
lunes 22 de diciembre, frente a la catedral Inmaculada Concepción de la ciudad
cordobesa de Río Cuarto, judíos y católicos participaron de una ceremonia
interreligiosa con el lema "Fiesta de la luz: Navidad y Januca".
La
celebración conjunta se realizó por primera vez en Río Cuarto y consistió en el
encendido público de las velas de un gran candelabro, contando con la presencia
del rabino de la ciudad de Córdoba y del flamante obispo de Villa de la
Concepción del Río Cuarto.
"Pongamos
luz en nuestras vidas e iluminemos el mundo. Paz, libertad, pluralismo,
tolerancia, fraternidad, esperanza", fue la consigna de la convocatoria.
Siguiendo la
costumbre de hacer obsequios en los días de Navidad y Janucá, se recolectaron
regalos para los niños del comedor Hogar Madre María de Dios.
Organizaron
la Sociedad Israelita de Río Cuarto y la Comisión de Ecumenismo y Diálogo
Interreligioso de la diócesis de dicha ciudad.
¿Por qué en
un pueblo tan interreligioso como Basavilbaso eso no se puede hacer? ¿Por qué
se hizo durante un tiempo y ya no se hace más? ¿Es que la actual dirigencia de
las distintas comunidades religiosas no cree en la validez del diálogo y de la
comprensión (el lector sabe que no me gusta la palabra tolerancia)? ¿O es que
falta valentía para mostrar que eso es posible y tomar la iniciativa?
Amad a
vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de
vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover
sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman ¿qué recompensa vais
a tener? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de
particular? (Mateo 5,43-48).
Januca es
una época especial para que le agradezcamos a Dios por todos los pequeños y
grandes milagros que hay en nuestras vidas. Cuando miramos las hermosas y puras
llamas de las velas recordamos que ningún día es simplemente otro día. Hay
bendiciones a nuestro alrededor en cada momento esperando que las percibamos.
Se debe
hacer un pequeño acto de bondad cada día de Januca. Abrirle la puerta a alguien
(hay muchos que, en cambio, optan por cerrarla). Dejar una nota en algún lugar
que hará a alguien sonreír. Pagar por el café de la persona que está detrás de
ti en la fila. Tomar un abrigo que nunca usas y regalárselo a alguien en la
calle. Dar una donación anónima. Sonreír. Estas pequeñas acciones aumentan
nuestros propios sentimientos de gratitud y crean una cadena de bondad.
¿Por qué la
gente tiende a buscar en todos lados menos en su propia casa?
Los macabeos
fueron los primeros judíos que tuvieron que enfrentarse al fenómeno de la
asimilación comunitaria. Los helenistas (judíos que aceptaban la cultura
griega) ayudaban e incitaban a los sirio-griegos en su batalla para destruir el
judaísmo y convertir al Templo Sagrado de Jerusalem en un lugar para la
idolatría griega.
Los macabeos
se mantuvieron firmes en contra de todos los pronósticos, derrotando a los
sirio-griegos y reinaugurando el Templo.
Imagine lo
que hubiera pasado si los helenistas y los sirio-griegos hubiesen ganado,
derrotando a los macabeos e imponiendo su perspectiva pagana sobre los judíos.
El resultado habría sido la desaparición del judaísmo, y tampoco hubiese habido
cristianismo ni islamismo, ya que ambas son ramificaciones posteriores del
judaísmo.
Lo más
relevante es que Januca y Navidad son festividades que trasmiten un mensaje de
fe, religioso, de fraternidad, de paz y
de esperanza de un mundo pluralista en donde, más allá del credo que se
profese, nos una nuestra luz interior.
"Perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden",
dice el Padre Nuestro de los cristianos.
"No
invocamos nuestra rectitud. Solo a Tu clemencia apelamos", dice una de las
más importantes oraciones (brajot) de los judíos.
Está en
nosotros, entonces, decidir si somos fariseos.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso
No hay comentarios:
Publicar un comentario