jueves, 24 de abril de 2014

A cuatro manos

A cuatro manos - Editorial del 25 de abril de 2014 Daniel Barenboim y Martha Argerich, dos leyendas vivas de la música clásica, se sentaron el sábado 19 de abril juntos al piano para ofrecer un inusual concierto a cuatro manos ovacionado de pie por el público de Berlín. La mítica sala de la Filarmónica de la capital alemana vibró con los dos pianistas interpretando obras de Mozart, Schubert y Stravinsky, el mismo programa que ofrecerán el 5 de agosto en el Teatro Colón de Buenos Aires. Parece que a los argentinos nos cae bien esto de "a cuatro manos". Estos talentosos para tocar el piano; los funcionarios que nos roban a cuatro manos; y el resto de los argentinos que nos tenemos que agarrar cierta parte del cuerpo a cuatro manos para intentar que no nos embromen. Los fondos de Santa Cruz, la tragedia de Once, la falsa promesa de las inversiones chinas, la mentira del tren bala, los datos falsos del INDEC, el accionar patotero de Guillermo Moreno, la bolsa de Felisa Miceli, el robo a los jubilados, el comportamiento mafioso y violento de Luis D'Elía, la creación de la empresa fantasma LAFSA, el escándalo Southern Winds, el caso Skanska, las 120.000 viviendas que nunca se construyeron, la valija de Antonini Wilson, las contrataciones irregulares de la Secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti, la "sensación de inseguridad", la imparable inflación, el hotel de lujo de los Kirchner, el traslado de Máximo en el avión presidencial por un dolor de rodilla, el embargo de la Fragata Libertad, las candidaturas testimoniales. ¡Otra que un concierto a cuatro manos! El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, hombre de máxima confianza del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, se convirtió por estos días en el primer funcionario del kirchnerismo en ser procesado por enriquecimiento ilícito. Después de investigarlo durante seis años, la Justicia determinó que no pudo justificar bienes por 12,5 millones de pesos, entre los que se cuentan un lujoso jet privado, una veintena de autos, un hotel, departamentos en Brasil y en el barrio porteño de Retiro, casas en countries y hasta medios de comunicación de Córdoba. El fiscal Carlos Rívolo, quien investigó por esos delitos a Ricardo Jaime, denunció las presiones de "grupos políticos" que enfrenta "a diario" el fuero federal y advirtió sobre los "muros" y los "intentos de neutralizar pruebas" que sufrió la causa antes de llegar al procesamiento del ex secretario de Transporte. Lamentablemente la historia muestra que del procesamiento a la condena efectiva hay un largo trecho y es donde todas estas lacras de la sociedad siempre zafan. Solo alcanza con ver el caso de Menem que fue procesado y condenado y anda suelto y feliz, y encima es Senador Nacional. Hay una pregunta que los seguidores de este gobierno se niegan a contestar, y casi todos los periodistas se niegan a preguntar: Los Kirchner, ¿desconocían cómo hizo Jaime para levantar guita a paladas (jets, autos, casas, medios de comunicación, etc.)? Y en caso que lo desconocieran, lo cual es posible, ¿fueron tan incompetentes que ignoraban quién era su mano derecha? Cuánto menos fueron imprudentes al poner funcionarios ladrones en responsabilidades tan graves, y así como a Macri le reprochan las escuchas telefónicas de los funcionarios a su cargo, y a Montiel lo hicieron responsable de las muertes de 2001, también aquí habría que reprocharles a los Kirchner las inmoralidades de sus funcionarios. ¿O no? Alguna que otra vez dijimos acá que la justicia lenta no es justicia. Seis años para juzgar a alguien al que soltaron la mano de entrada parece mentira. Si las pruebas eran tan contundentes como parece, ¿por qué se demoró tanto el juicio? Zanola y Pedraza, dos ex pesos pesados están presos, y se juzgó a una ex ministra de economía por "coimera", sin defensa del gobierno, y se sigue juzgando a Macri que aún está muy complicado. Y no entremos en el juego de que esto es "politizar". No. Esto es enjuiciar a "chorros" comunes, que se aprovecharon de sus puestos para enriquecerse a costillas de los ciudadanos Argentinos, a los cuales hoy deben dar explicaciones. El "caradurismo" de ciertos funcionarios K es increíble. Cómo se desentienden de sus obligaciones, de manera que siempre la culpa está afuera, aunque quien firme los papeles sean ellos. Parece que la responsabilidad es de quien denuncia, no de quien firma y mira para otro lado. Que Jaime diga que estaba trabajando todos los días con Kirchner es una falacia. Aun cuando uno pueda creer que Kirchner lo hacía para eso, es obvio que los otros se juntaban con el solo objeto de urdir, tramar, robar y trampear, no para trabajar. Que Juan Pablo Schiavi resalte los "logros" de su gestión es una burla dantesca. Que pidan perdón, una parodia urdida por sus abogados. Ambos merecen la cárcel, una exhaustiva investigación de sus bienes, y deberían devolver todo lo que robaron. A cuatro manos. "No puedo hacer una defensa jurídica porque esto no es una acusación jurídica", dice Jaime. "Se ha querido hacer un juicio político a las políticas de Estado del gobierno nacional". No, estimado exfuncionario. Decir que esto es un juicio político es tan eufemístico como la famosa frase acuñada por su colega en la corrupción Leo Fariña, para quién los millones de dólares se llaman "físicos". Y además, lo que alega Ricardo Jaime cuando habla de que respondía a órdenes de Néstor y de Cristina, se parece demasiado a una defensa tipo "obediencia debida", que debería ser tomada por los fiscales como eje de una nueva acción legal que investigue entonces la responsabilidad de quienes le dieron esas órdenes que él tuvo que obedecer. Si se reconoce solo como autor material, la justicia debería investigar quiénes son los autores intelectuales. Bueno…no demasiado intelectuales, a decir verdad. Acá la cosa es muy simple. Si Jaime robó y se enriqueció ilícitamente (una cosa consecuencia de la otra), merece ser acusado penalmente. Robar significa eso: apropiarse de lo que no le corresponde. Y justicia significa que tendría que estar preso hace rato. No se le debe cambiar a las palabras el significado básico. Ahora, si lo que el "amigo" quiere es mandar un mensaje subliminal del tipo "Salvame porque mirá que caigo yo y arrastro a todos", esa es otra historia. Los argentinos tenemos una gran oportunidad, por delante. La oportunidad histórica de hacer una Conadep de la corrupción y erradicar para siempre el endémico flagelo que nos ha causado tanto atraso y tanto dolor. Porque por muchísimo menos de lo que hicieron los que están procesados y los que deberían estarlo (casi todos), nosotros ya estaríamos condenados por la AFIP, la Justicia Federal… y hasta por la Cámpora. Y si sigue insistiendo con que se trata de un "juicio político" hasta me animo a seguir su razonamiento y contestarle. Si fue un funcionario político, puesto por un ¿partido? político, que estuvo ejerciendo la peor versión de la política, aplicando sistemáticamente políticas de vaciamiento del sistema de transporte y corrupción con la política de subsidios, ¿Puede quejarse de que se trate de un juicio político? Personaje siniestro, miserable y corrupto. Sabe perfectamente que la tragedia de Once ocurrió porque los coches Toshiba están podridos y los frenos no funcionaban. Porque los funcionarios y los Cirigliano, sus cómplices, robaron los millonarios subsidios que no invirtieron en TBA. Existen informes y denuncias. No nos tienen que subestimar a los argentinos. No somos tontos y principalmente, ¡tenemos memoria! Lástima que Verbitzky está en la misma vereda que ellos. Porque si no debería escribir una segunda versión, corregida y aumentada, de "Robo para la Corona". Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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