jueves, 27 de febrero de 2014

Con la pluma y la palabra

Con la pluma y la palabra - Editorial del 28 de febrero de 2014 Voy a escribir el editorial de hoy en mi carácter de orgulloso egresado de una primaria pública (la gloriosa "9"); de un secundario público (el no menos glorioso "Colegio Nacional Basavilbaso, Anexo Comercial") y de una universidad pública (la UBA). Hoy soy, además de profesional independiente, profesor de secundaria pública (la Escuela Agrotécnica Nº 145) y de otra universidad pública (la Uader). Fui durante muchos años dirigente sindical, de los primeros que militaron la lucha por la reivindicación de los derechos de los docentes en nuestro pueblo, y cogestor de la movilización denominada de los "autoconvocados" que en la década de los '90 diera el ejemplo en la provincia, desde Basavilbaso, de cómo se debía enfrentar a un gobierno provincial que no escuchaba, no miraba y no hablaba. Les llenamos las calles de nuestro pueblo de marchas y generamos una nueva dirigencia, mucho más representativa que la que había hasta ese momento. Izamos banderas que nunca se debieron arriar, y fuimos pioneros de un discurso que ahora se intenta revalorizar, después de haberse entregado de pies y manos al poder político, equivocando el camino, ya que las luchas por un salario digno y por una educación pública y gratuita no son patrimonio exclusivo de ningún partido político, y el peor error que se puede cometer, aquí y en la China, es atarse al carro triunfal de un solo proyecto, dejando de lado y discriminando a quienes no piensan como uno. Un gremio debe ser plural en el pensamiento político, por lo menos dentro de los límites del progresismo, porque, eso sí, no podemos educar desde el fascismo o la reacción. Esta tercera etapa de Crónica se inició en 1997, por lo que el archivo está a disposición de quien quiera leerlo, para recordar cómo fueron aquellas luchas del '99 y del 2001, básicamente, y alguien tendrá las fotos de esas marchas, en las que se podrá advertir quiénes portaban las banderas y las pancartas, y quienes se jugaban por sus derechos frente a una sociedad demasiado pasiva, que todavía nos echaba en cara que no pensábamos "en los gurises". Cuarenta y cinco días de paro le hicimos a Montiel, sólo porque no nos pagaba en término y porque tuvo que apelar a los Federales como solución a los problemas económicos que sufría la provincia como consecuencia de las políticas neoliberales del menemismo que TODOS los dirigentes políticos que hoy nos gobiernan apoyaron, por acción o por omisión, aunque hoy se rasguen las vestiduras denostándolas. Montiel, al que enfrentamos todos juntos, peronistas y muchos radicales, le hizo daño a los empleados públicos entrerrianos con su cuasi moneda y su falta de pago en término, PERO NO DESCONTÓ NI UN SOLO DÍA DE PARO. ¡Y nosotros en los discursos que dábamos en la plaza o frente a la casa de los funcionarios y legisladores, lo tratábamos de "nazi fascista"! ¿Qué deberíamos decir ahora de estos que sin vergüenza se enredan en discursos que de tan vacíos ya ni siquiera son mentirosos, intentando hacernos creer que no pueden solventar con el presupuesto provincial un salario digno para los trabajadores de la educación entrerriana? La misma línea interna de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos de la que formé parte durante tantos años, y que después me hizo a un lado por mis manifestaciones contrarias al gobierno (que no les molestaban en absoluto, sino al contrario, cuando el gobierno era radical), hoy al frente del sindicato y que ganó la última elección incluyendo en su discurso que la cercanía de ciertos dirigentes sindicales con los gobiernos nacional y provincial ayudaría en la lucha, hoy, miércoles, mientras escribo este editorial, redacta y firma un documento en el que expresa (y lo voy a transcribir textualmente, aunque me ocupe mucho espacio): "Que preocupada por las "reiteradas dilaciones" (el encomillado es mío) del gobierno provincial en un escenario de inflación y devaluación que licua (sic) el poder adquisitivo de nuestros salarios, y ante la falta de propuesta de una recomposición salarial, por acuerdo unánime de todos sus integrantes, tanto por mayoría como por minoría, expresamos a nuestros compañeros docentes que: 1 - Es imperiosa la necesidad de avanzar en una estrategia de lucha común que nos muestre unidos ante la patronal, que contenga al conjunto de la docencia entrerriana (¡Aleluya!); 2 - Que esa estrategia de lucha debe contar, entre su campo de acción y disputa, con ocupar las calles expresando nuestras demandas (¡ya lo hicimos alguna vez!); 3 - Que, tal como hemos planteado en cada audiencia paritaria, es necesaria una recomposición salarial que lleve justicia al conjunto de la docencia, pero que además incorpore como criterio de solidaridad de clase la prioridad y urgencia hacia aquellos compañeros que más necesitan del salario para cubrir sus necesidades básicas; 4 - Que es central encuadrar nuestra lucha, además de en la demanda salarial, en la defensa de la escuela pública y popular; 5 - Que es inaceptable cualquier tipo de ofrecimiento "extorsivo" (otra vez me hago cargo del encomillado) como el presentismo; 6 - "Que hacemos absolutamente responsables a los gobiernos nacional y provincial por el no inicio del ciclo lectivo 2014" (vuelvo a ser yo el que se pregunta ¿Cómo? ¿Recién ahora?). Este gobierno provincial, al que la dirigencia sindical docente "ahora" hace absolutamente responsable por el no inicio del ciclo lectivo, es el mismo cuyo primer mandatario se fue a Cuba tres días antes de la actividad oficial, pagándose esos días de playa con fondos públicos restados a la educación, y es también el mismo que, según el decreto N° 4.224 del Ministerio de Cultura, publicado en la edición de este martes del Boletín Oficial, pagó 100 mil pesos para emitir spots publicitarios en pantalla gigante dentro del amplio predio de la Fiesta de Disfraces que tuvo lugar el domingo 18 de agosto de 2013 en Paraná, pero también para que agentes sanitarios del Programa Provincial VIH Sida hicieran distribución de folletería y repartieran, además, preservativos. ¡Fue sólo por una noche, las horas que duró ese espectáculo! Habría que hacer una mega clase pública para explicarles a los funcionarios provinciales que mezquinan el aumento a los docentes y privilegian gastos superfluos con los que podríamos llenar esta y muchas páginas más, que educar es una acción profundamente solidaria. Es la oportunidad que tenemos los seres humanos de acompañar a otros en el tránsito que los lleva a afianzar las raíces y a desplegar las alas, como nos decían a nosotros en la escuela. Son los maestros los que pueden promover la formación de hombres y mujeres identificados con el respeto a los derechos humanos, el reconocimiento de las diferencias y la preservación del ambiente en el que vivimos. Los maestros son el pensamiento, el acceso a los nuevos conocimientos, la confrontación con la diversidad de saberes y opiniones y la indagación en diversas culturas de las habilidades que nos permiten constituirnos en personas más humildes, menos prejuiciosas y más éticas. Desde las culturas ancestrales el maestro es el líder en la sociedad, un líder con el carisma suficiente para iluminar mentes y corazones. Un guía capaz de estimular el pensamiento aún en condiciones adversas, en las que se enfrentan con presiones para las cuales no están preparados, trabajando en condiciones que no son dignas, en ámbitos de pobreza y marginación y con sueldos de miseria, que no alcanzan ni al diez por ciento de lo que gana un legislador. Pero a pesar de todo reciben cada día a niños, jóvenes y adultos que buscan en ellos un puente que les permita superarse. ¿Entenderán algún día quienes tienen la responsabilidad de gobernar y muchos de los que tienen la responsabilidad de transmitir y no lo hacen, que el maestro es el emisario del porvenir en el presente? La incomprensión y el desprecio que en la actualidad y desde hace décadas recae sobre la vocación y la profesión docente en la Argentina no daña, como ya se ve, los intereses exclusivos de un grupo o de un gremio. Con semejante menoscabo se ataca uno de los centros vitales del proceso de humanización: la posibilidad de aprender. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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