jueves, 24 de febrero de 2011

Nunca Menos

Nunca Menos - Editorial del 25 de febrero de 2011
La mitología griega se ocupó de generar, como lo hicieron todas las mitologías (y lo siguen haciendo, y así lo vamos a ver hoy) tantos dioses como cosas no entendían los humanos de la vida. Así, por ejemplo, para muchos pueblos de la antigüedad, la Luna y el Sol eran deidades, por la sencilla razón de que no podían explicarse por qué aparecían y desaparecían (literalmente de la noche a la mañana y de la mañana a la noche).
También eran para ellos dioses los que alimentaban los volcanes, los que producían el viento, los que disparaban las flechas del amor. Usaban los mitos para explicar fenómenos naturales, diferencias culturales, enemistades y amistades tradicionales (como, por ejemplo, y para empezar con el paralelismo con el que “amenazamos” más arriba, ahora, la de los gobernadores e intendentes del conurbano bonaerense y algunos de por acá también). En fin, todo lo inentendible era endiosado. En vez de, como hubiese correspondido, tratar de entender. Y no solo eso, mataron a todos los que atinaron a pensar distinto. ¡Caramba, qué coincidencia!
A esta altura conviene recordar que mitología es el conjunto de mitos y leyendas que intentan explicar los orígenes del mundo y detallan las vidas y aventuras de una amplia variedad de dioses, héroes y otras criaturas, siempre dándoles el carácter de fabulosos. Para eso utilizaron los llamados “poemas épicos”, de los cuales La Ilíada y La Odisea son geniales ejemplos. Y no, no señora o señor lector, el candombe “Nunca Menos”, que da título a nuestro editorial de hoy, no es un paradigma de ese tipo de obras literarias, ni mucho menos. Es un adefesio indefendible, pero a ese tema pasaremos dentro de un rato.
Decíamos que en esos relatos míticos es dónde se cuentan la vida y los logros de los dioses, semidioses (hijos de dioses y mortales) y héroes que poblaron la antigüedad. Acostumbrados como estamos a recomendar lecturas, no estaría mal echarle un vistazo a la Epopeya de Edipo de Tebas, a Medea, y a tantas obras que explicitan las tragedias que debían soportar sus personajes para quedar en la Historia.
Pero como ahora todo se devalúa, resulta que a un grupo de ¿“creativos”? se le ocurrió, a poco de la muerte de Néstor Kirchner, inmortalizar su vida y su gestión a través de algo similar, que dejara para las generaciones futuras su legado. ¡Tomá!
Solo para que los lectores tengan una idea, comparando con la letra de la canción de marras, les sugerimos leer, aunque sea en una versión abreviada, ”La Odisea” de Homero, que cuenta las venturas de Aquiles u Odiseo (de ahí el nombre de la obra).
Ahora, en cambio, tenemos otros personajes impresentables, que bien podrían ser protagonistas de historias similares (¿Ud. dice que los son?). Pero es claro que como en Carta Abierta (conglomerado de intelectuales kirchneristas) parece que no hay creadores de magnitud, y aunque la verdad es que nos da un poco de vergüenza ajena, les proponemos sólo un verso (¡esto sí que es un verso!), del mencionado candombe. La ¿letra? y la ¿música? es de Horacio Bouchoux y los ¿arreglos? musicales estuvieron a cargo de Víctor Testani, y en su primera versión fue interpretada por políticos, actores, músicos, militantes y la murga “La gloriosa de Boedo”. Entre las más de 200 personas que grabaron el tema estuvieron: Víctor Laplace, Horacio Fontova, Gustavo Garzón, Daniel Fanego, Guillermo Fernández, Rocambole, Camilo García y el senador Eric Calcagno, todos kirchneristas de la primera hora, tanto como lo fueron también menemistas de la primera hora, duhaldistas de la primera hora, y serán sciolistas de la primera hora si así viene la mano:
¿Será verdad
que te fuiste con la historia
o será que aún no despertamos
y que con una antorcha nueva
en cada mano
vas a volver
cubriéndonos de gloria?
Por las dudas, si es que vuelve, y porque hay que contar las ganadas (si es que las hay), pero también las perdidas, tenemos a mano una lista que nos hizo llegar días pasados un amigo, en la que figuran todas las cosas que prometió Néstor Kirchner y no cumplió, a no ser que fueran las tan mentadas “obras virtuales” a los que algunos son afectos.
No queremos ser tediosos, así que vamos a nombrar solo algunas, por lo menos para que les sirvan de inspiración a los geniales autores y compositores para escribir la segunda parte, que podría llamarse, pensamos, “Nunca menos que menos”.
Entonces:
Prometió que iba a unir a todo el país otra vez con transporte de rieles, y hasta ahora lo único que se hizo realidad fue el Riel de Bronce para Urribarri.
De los miles de kilómetros de autopistas que auguró sólo terminaron 800 km. en ocho años, a pesar de contar para ello con un presupuesto de cien mil millones de dólares que ¿dónde están?
¿Y los 20 mil millones de dólares de las inversiones chinas que iban a llegar para distintas obras? La carta de intención firmada con el presidente Hu Jintao jamás se cumplió.
¿Y los planes de crédito hipotecario para los inquilinos? Sólo se trató de fuegos de artificio, apenas un 1% de los demandantes pudo conseguir casa con ese sistema “ideado” por el secretario de Comercio Exterior Guillermo Moreno.
¿Y la promesa a los productores de trigo y maíz, que siguen perdiendo año tras año centenares de millones de dólares porque les cierran los cupos para vender fuera del país? Sólo se benefician los cartelizados grupos de molinos y exportadores.
¿Y el incumplimiento de la ley sobre el respecto a la coparticipación federal de impuestos a las provincias adonde llega apenas al 25%, de los ingresos totales, cuando debería ser 9 puntos superior? Esto genera gobernadores e intendentes mendicantes, concretando el más cruel atentado contra el federalismo de que se tenga memoria.
¿Y las candidaturas a diputado nacional del año 2009 que no iban a ser testimoniales y terminaron siéndolo en su enorme mayoría?
¿Y las promesas, nunca cumplidas, de darle reconocimiento como central sindical a la CTA?
¿Y la extravagante pauta publicitaria que pasó de 30 millones de pesos en el año 2003 a casi mil quinientos millones de pesos (cincuenta veces más), si se suma el denominado “Fútbol para Todos”, donde sólo se puede emitir propaganda oficialista?
Dejamos para lo último este reclamo, porque, para colmo, antes de empezar los partidos y en el entretiempo, como un himno que no pedimos, tenemos que escuchar el candombe, con el que no estamos de acuerdo, pero igual pagamos.
Érase una vez una rana que se disponía a cruzar un río. Un alacrán la vio y como también necesitaba cruzarlo le pidió que lo llevara en su lomo. La rana en un principio se negó porque sabía que el alacrán era traicionero y podía picarle, sin embargo el alacrán insistió mucho hasta que por fin la convenció, trepó en ella y se lanzaron al río y a la mitad del mismo el alacrán le picó. Al sentir el aguijonazo, antes de hundirse la rana le preguntó:
-¿Por qué me picaste si te ayudé? Y el alacrán le contestó.
-Es mi naturaleza, soy así.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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