jueves, 27 de enero de 2011

La invención de la mentira

La invención de la mentira - Editorial del 28 de enero de 2011
El título de hoy lo tomamos de una película en la que Mark, el protagonista principal, se encuentra en una realidad paralela donde nadie miente, de hecho nadie sabe el concepto de mentir, así que todo lo que Mark les diga, lo que les mienta, por más que suene irracional, todos lo toman como la pura verdad.
Días pasados en una entrevista concedida a un medio nacional, Jorge Lanata, fuerte opositor al gobierno y uno de los "clientes" (lo "atienden" casi todos los días) habituales del execrable 6 7 8, metió en una misma bolsa a Cristina, a Néstor y a Menem, aduciendo que se trataba de "políticos". Textualmente dijo: "Son políticos, ¿no? A ver, ¿en qué se diferencian? Sí, en algunas cosas, pero en un punto son iguales. Esos tipos están haciendo su negocio de poder. En el fondo, me parecen pobres tipos. Ni siquiera me inspiran respeto intelectual ni nada. Son bastante brutos".
Por supuesto que la irritación de algunos fue grande, ya que parece ser que no se encuentran entre los lectores habituales de Tácito (para aquellos que leen esta página en su versión digital, debemos hacerles saber que en la portada de nuestro semanario incluimos la frase: "Irritarse por la crítica es reconocer que era merecida. Tácito. N de la R: Cornelius Tacitus, c. 55 - 120, fue un historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio romano). Este personaje de la Historia al que recurrimos hace unos cuantos años a raíz del enojo de un alto funcionario radical con nuestros editoriales, dejó también, entre otros, el siguiente pensamiento, que igualmente hacemos nuestro: "Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio".
Queremos creer, y nos vamos a dar el gusto acá de hacer una exégesis salvando las distancias de recorrido en el periodismo entre Lanata y nosotros, que lo que quiso decir es algo que venimos repitiendo también desde hace tiempo (ayer nomás lo escribimos, entendiendo por ayer nomás el editorial de la semana pasada), y que tiene que ver con aquellos que hacen de la política su "profesión habitual", no pudiendo demostrar haberse destacado (¡Qué decimos destacado. Ni siquiera desempeñado!) en ninguna otra tarea productiva, de interés comunitario y mucho menos remunerada, en el ámbito privado.
Siguiendo con las citas textuales, un baluarte del peronismo, opositor ocasional de este gobierno por una cuestión de intereses y no ideológica, expresaba, también por estos días, y sin ponerse colorado: "Yo decía que había que dejar de robar por lo menos dos años. Estos no aguantan ni dos meses. Es el gobierno más corrupto de la historia. Y en el tráfico de drogas también tienen que ver. La droga de España salió de un aeropuerto argentino y es responsabilidad del Gobierno".
El de Luis Barrionuevo es otro caso, ya que de su boca salieron estas palabras, así como los de los que él denuncia, de la política como profesión, a lo que él le agrega, como un plus, la del gremialismo. Todos sabemos que es el máximo dirigente de los gastronómicos, y que en su vida agarró una bandeja.
Pero, de todas maneras, hay que escuchar lo que dice, aunque esté más influido por el odio que por el amor a la verdad. "Ellos (los kirchneristas) dicen que viajé en el avión de Juliá. Es cierto. Viajé más de 100 veces; no 30, como dijo el perro faldero de Aníbal Fernández. Y hace cuatro años no volé más, porque era más caro. Kirchner hizo en ese avión toda la campaña de 2003 y pagó con fondos de Santa Cruz y en negro".
Como para que todo esto suene más cruel, y comience a formarse la idea de que no se trata de oposición por la oposición misma, ni un ataque al sistema democrático, como muchos dicen, el poner en evidencia estas cosas, vamos a hacer mención ahora, para mostrar la otra cara de la moneda, a lo que denunciara días pasados nuestro amigo Roque Santana, Secretario General de Agmer Paraná, en referencia a lo exiguo (mejor dicho, inmoral y denigrante) que resulta el monto que perciben los comedores escolares como partida para alimentar a los gurises entrerrianos.
Si no fuera que lo vemos todos los días al problema, hasta dudaríamos de los dichos de Roque, porque a nadie en su sano juicio le puede parecer real que ésto suceda.
Hasta es un hallazgo de su parte haber escrito esta frase: "Es urgente que las autoridades, Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, tomen la decisión de aumentar con fundamento científico las partidas para comedores escolares. Si no que algún funcionario de turno explique si utiliza $2 para darle el almuerzo a sus hijos. Es una falacia. $ 2 es hacer como si". ¿Triste, no?
Esto demuestra, más allá de cualquier prueba en contrario, (que de todas maneras nadie va a poder interponer porque están todos de vacaciones en Brasil), que tanto se llenan la boca (si se nos perdona el atrevimiento de utilizar esa metáfora que a esta altura puede sonar a insulto) de ser un gobierno progresista, "el mejor de la democracia Argentina" (sic de ellos mismos), mientras el empobrecimiento, la precarización laboral y la desocupación de los tutores o familias, la inflación y la fuerte carga impositiva sobre los alimentos de primera necesidad, hacen que el ejercicio del derecho a la alimentación en la franja etaria más sensible de nuestra población no avizore una solución que dignifique a este sector tan desprotegido.
Para los que todavía tengan dudas respecto a que la redistribución de la riqueza no se hace ni adecuadamente ni nada en este gobierno perverso, hay que mencionar, enlazándolo con lo que planteaba Lanata, que se deben buscar nuevas alternativas, y que las hay dentro de los partidos con sus estructuras actuales, apelando a gente que se desempeñe en actividades profesionales o laborales y haga del ejercicio activo de la política una actividad remunerada y principal, pero no exclusiva. Y que no se atornille al poder como única forma de subsistir. Y para eso no hace falta, ni remotamente, volver al "que se vayan todos". No. Solo hace falta que se vayan algunos. Nosotros podemos contribuir con varios nombres para la lista.
La Nación publicó también en estos días (¿muchas noticias, no?) que casi la mitad de los senadores nacionales declaró un patrimonio superior al millón de pesos. Dos de ellos, el sanjuanino Roberto Basualdo y el pampeano Carlos Verna (ambos peronistas disidentes), consignaron bienes por más de $ 50 millones. Dos senadores kirchneristas, Guillermo Jenefes (Jujuy) y Beatriz Rojkes de Alperovich (esposa del gobernador tucumano), declararon propiedades por más de $ 20 millones. Y a ellos les sigue el también oficialista César Gioja (hermano del gobernador sanjuanino), con $ 19,4 millones. En total, son 32 los senadores con patrimonios millonarios, un 44,4 por ciento de los integrantes de la Cámara alta.
Por supuesto que el tema central no pasa por cuánto tienen sino por si se enriquecieron durante la función pública o no, y si alguien lo controla. El caso de Néstor Kirchner dejó muchas dudas por el rápido sobreseimiento por la causa de enriquecimiento ilícito, lo que no fue un buen ejemplo tratándose, en aquél momento, del primer mandatario.
Cuando se manejan fondos públicos la transparencia y la rendición de cuentas deben ser básicas para creer en quienes nos gobiernan y en general en quienes reciben dineros públicos, sean funcionarios, legisladores, jueces, etc. Mientras no mejoremos drásticamente en estos aspectos, todo lo demás quedará siempre en segundo plano. Hoy se destinan enormes recursos para el gasto público que sigue creciendo año a año, pero no se ven datos ciertos sobre la calidad del gasto, porque todo parece tener fines electoralistas. Si desde hace cuatro años estamos cuestionando la validez de los datos del INDEC y no ha habido cambios, ¿Qué podemos esperar de este y otros temas similares?
Y hablando del INDEC, aún usando sus datos evidentemente "truchos", la "dieta equilibrada tentativa" que debería recibir cada gurí entrerriano en su escuela, tiene un costo de $ 8,40.
Entonces, amigos, como dice Roque, porque lo dijo antes Arturo Jauretche, "hasta que un día el paisano, acabe con este infierno, y haciendo suyo el gobierno, con solo esta ley se rija: o es pa' todos la cobija, o es pa' todos el invierno".
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

No hay comentarios:

Publicar un comentario