viernes, 27 de noviembre de 2009

Una vulgar y estúpida mentira - Editorial del 27 de noviembre de 2009
Somos conscientes de que es muy difícil que la destinataria directa de nuestra página de hoy lea este trabajo, y nos duele porque sentimos hacia ella una admiración artística que nos hizo incluso rastrear su primer disco, que nosotros teníamos en LP y que habíamos extraviado hace muchísimos años.
Claro está que esa "admiración", que debería subsistir e incluso estar potenciada por el paso del tiempo y el avance de la nostalgia, cayó en el vacío coetáneamente con la decisión de Nacha Guevara (que de ella se trata), de figurar en las listas de "candidatos testimoniales" para las pasadas (por adelantadas) elecciones a diputados nacionales.
Ya en aquella oportunidad hicimos pública nuestra postura al respecto, opinando que constituían una burla al sistema democrático, porque subvertían el sentido que tienen los representantes, que es justamente no solo ser candidatos a representarnos sino, fundamentalmente eso, representarnos.
Algunos de esos "chupamedias" que se prestaron a engrosar las débiles listas del kirchnerismo, sin tener los que hay que tener para decir que no ante la propuesta de una payasada, expresaron a tiempo, como para cubrir sus vergüenzas, que lo hacían en ese carácter, o sea que eran meros "prestanombres", y que así lo tenían asumido. No les envidiamos la elocuencia que deberán haber demostrado ante sus íntimos para justificar este bochorno a que ¿se vieron obligados?, salvo que más allá de suponerlo, desconozcamos la magnitud de las contraprestaciones que recibieron a cambio de mostrarse en esa "vidriera irrespetuosa" que tan bien describiera Discépolo en su "Cambalache".
Cuando se caía de maduro cuál era la naturaleza jurídica de este absurdo y ficticio encolumnamiento, Néstor Kirchner, que necesitaba de esos nombres famosos para apuntalar su débil postulación, lo que quedó demostrado cuando perdió, había dicho que las "candidaturas testimoniales son la conceptualización de ponerle rostro al proyecto". Acá debemos decir que, a nuestro pesar, estamos de acuerdo con el ex presidente. Eso es exactamente en lo que consistían las mismas. Y por eso se necesitaba la mayor cantidad posible de caraduras, que no tuvieran ningún miramiento, por ejemplo, en militar en cuánta organización de defensa de la democracia existiera o existiese, al tiempo que generaban con su accionar un vil ataque al sistema. Sor Juana Inés de la Cruz se regodearía con aquello de "…sin ver que sois la ocasión de lo mismo que juzgáis".
En el disco "Este es el año que es", al que hacíamos referencia más arriba, entre otras canciones Nacha le dedica una a Roberto Marcelo Levingston, increíble Presidente de la Nación (no más increíble, al final de cuentas, que la misma Nacha candidata), en la que, en un tono coloquial se burla de su falta de autoridad. En el mismo tono utilizado por ella, podríamos nosotros ahora decirle: "terminaste doblegándote al poder, te usaron y te tiran y ahora la opinión pública con vos va a ser siempre lapidaria. Cargarás con una mochila de plomo por este fraude; un fraude tan grande como tu nombre ficticio. "De apuro llegaste y de apuro te fuiste, ¿por lo menos te han indemnizado?", decía esa canción. ¿Habrá ahora quien se la cante a ella?
Alguna vez, ante la renuncia de un amigo (a tiempo) al cargo para el que había sido electo, arriesgamos la opinión de que "la única ventaja de jugar con fuego es que uno puede aprender a no quemarse". Nos reservamos el derecho a pensar que, quizás, un ataque de dignidad, de lucidez, le hizo ver la realidad. Así vio el abuso del poder, las violaciones a la Constitución, la soberbia y la gran corrupción, ¡y se espantó!
De todas maneras, justo ahora que se está aprovechando la oportunidad histórica que brindan estos excelsos legisladores que tenemos hasta el 10 de diciembre para votar, un poco de apuro, las necesarias leyes que requiere esta República y que nunca se pudieron lograr hasta ahora, se podría dictar una ley que sancione de por vida a un candidato que hace esta basura, además de prohibirle recibir un peso de pensión y/o jubilación por esa causa. Habría que suspenderlo como ciudadano por el tiempo que iba a durar su mandato, que no pueda sacar créditos, pasaporte, nada de nada. Así aprenderían a respetar a la Constitución y a sus semejantes. ¿Estoy soñando despierto? Dígamelo Ud., amigo lector, porque creo que eso es lo que me pasó también cuando escribí la página de la semana pasada, imaginando una noticia que debería haber existido, pero que no fue. Lamentablemente para todos.
Las únicas dudas que nos quedan ahora tienen que ver con las promesas que Nacha Guevara no cumplirá. Lástima que todavía no tenemos una versión digital de nuestro semanario, pero como decimos siempre que recurrimos a un "soporte" (así se llama ahora) que no podemos transcribir, ponemos a disposición este disco que parece premonitorio, porque Nacha se burla y juzga muy ferozmente en él los mismos comportamientos que ahora asume, sin vergüenza (se puede leer todo junto).
No podemos soslayar que, en plena campaña aseguró: "veo esta posibilidad como un nuevo camino que permitirá dedicar mi energía a la tarea más alta: la tarea de servir a los demás… Haré lo que he hecho cada día desde hace 40 años, utilizar mi creatividad, trabajar mucho, perseverar y buscar la excelencia. Sé que no es una tarea sencilla, pero yo soy una mujer afortunada porque nada en la vida me ha sido fácil y desde este pequeño lugar intentaré ayudar a construir un país más feliz".
A ver. ¡¿Tantas palabras para decir que finalmente iba a renunciar?! ¿O no es eso lo que quiso decir? Estás segura, Nacha, de que renunciando estás "ayudando a construir un país más feliz"?
"Estoy preparando proyectos que presentaré a partir de esa fecha, pero voy a hablar muy poco porque ya hay mucha gente hablando como si supiera", aseguraba un mes atrás la diputada electa que nunca asumirá su banca. Obviamente ahora descubrimos que se estaba refiriendo elípticamente a ella misma, que era la que hablaba como si supiera.
"Quiero invertir mi energía en hacer mi trabajo, como sea, pequeño, sin pretender cambiar al mundo. Se pueden hacer muchas cosas, aunque sean chiquitas. Quiero saber si sirvo para servir. Siempre se puede hacer algo. Pero no esperen nada espectacular porque lo espectacular lo hago sobre el escenario. En la política haré un trabajo de hormiga". Luego del encomillado, que transcribe textuales sus palabras, y no sin antes decir que de tanto querer servir fue finalmente servil, nos queda a nosotros agregar que más que un trabajo de hormiga, el suyo parece el "trabajo" de la cigarra de la famosa fábula.
Elisa Carrió, anticipándose a los hechos, aún desde su visión apocalíptica, y dándose cuenta de cómo venía la cosa, pidió en aquél momento que Jorge Luis Borges encabezara la lista del Acuerdo Cívico y Social. De igual manera y por obvios motivos, el escritor tampoco asumiría su banca.
Nacha, para terminar, y como dice Valeria Lynch (por hora solo cantante), en la misma canción que usamos por título, te quedaría por asegurar:
"Me marcho muriéndome de rabia y de tristeza,
me guardo mis afanes de grandeza,
jugué a ganar y sólo he conseguido
un puesto en el reparto del olvido..."
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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