jueves, 19 de noviembre de 2009

Día no trabajado, mes no cobrado - Editorial del 20 de noviembre de 2009
Justo cuando íbamos a comenzar a escribir la página de hoy hemos leído con mucho beneplácito y con una inmensa alegría que no podemos ocultar, la noticia de que la totalidad de los funcionarios públicos entrerrianos y de los distintos municipios, que concurrieron el pasado martes 17 a los actos por el Día de la Militancia, ha presentado ante los organismos de los que dependen sus cargos una solicitud irrevocable de que le sea descontado el día de inasistencia a su trabajo y también, obviamente, el presentismo correspondiente.
Consideramos que es una actitud que además de ponderable, deja en claro que el principio seguido para con los docentes de nuestra provincia respecto a "día no trabajado, día no cobrado", que con tanta enjundia defienden el Sr. Gobernador y sus ministros, incluida, por supuesto, la Presidente del Consejo General de Educación (sobre todo ella, que debe defender y hacerse cargo de sus dichos "…y día no trabajado día no pagado, es una decisión política del gobernador que compartimos, y va a seguir firme"), ha calado hondo en la dirigencia. Esto no nos llama la atención, sabiendo que todos ellos pertenecen a un partido político que ha privilegiado el cumplimiento de las leyes por sobre todas las cosas.
De todas maneras, y como estamos acostumbrados a que nos sorprendan desagradablemente, hemos tomado la decisión de "hacer punta" en la ejemplificación de los hechos, poniendo a disposición nuestro recibo de sueldo de dos horas de la cátedra de Relaciones Humanas, que dictamos los días viernes en la Escuela de Educación Tecnológica N° 79 de esta ciudad. Como podrá ver el atento lector, si quiere, nos ha sido descontada la totalidad de nuestro sueldo, bajo el concepto de "descuento por días de inasistencia", tal como se ha comprometido a hacer Urribarri con quienes osamos contravenir sus especiales interpretaciones de las normas constitucionales vigentes.
Es más, en un sano ejercicio del poder público, y haciéndonos saber quién es el que manda acá, en esta estancia ubicada entre ríos, pese a que en el mes que se nos abona (septiembre) hubo un solo paro en día viernes, a modo ejemplificador, semejando los lonjazos que se solían aplicar a los que se "retobaban", nos ha dejado sin salario, aplicando una extensión del principio para ajustarse a nuestro título de hoy, pese a que hemos trabajado los tres viernes restantes. Para colmo ahora tiene el aval de Moyano y su gente, que calificó como "zurda loca manejada desde afuera" a los movimientos sindicales que se atreven a discutirle su monopólico y totalitario manejo gremial. En esa "bolsa" cayó la CTA, con lo cual también hemos caído quienes la integramos, en este caso la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos. Solo nos resta esperar a saber cuándo empezarán con la implementación de la "solución final", cuyos prolegómenos serán, seguramente, luego de esta vileza, cuestiones tales como "pueblo/antipueblo" o "patria/antipatria".
Pero no queremos dejar de expresar que nos parece una fenomenal aplicación de la justicia la que hace el primer mandatario de la provincia. Imagínese Ud., amigo lector, qué ganas pueden quedarle a un empleado de protestar o de sumarse a un plan de lucha, si como respuesta el gobierno se queda con su plata, que se ha ganado con el sudor de su frente. Ya lo dijo quien no por casualidad es la máxima autoridad de la educación en la provincia, la Prof. Bar, que en un exceso de convicción ciudadana, y haciendo gala de una profunda fe democrática, declaró, a propósito de los descuentos (a los docentes): "Por eso, pienso que esto también va a incidir en el no acatamiento a medidas de fuerzas que son exageradas en el reclamo". Esto, señoras y señores, parece que se llama ¡justicia social! Ya es hora, según la citada profesora, de que el ejercicio de los derechos cueste plata, así volvemos a los totalitarismos, que son más cómodos ya que se reprime, y listo.
Es claro, entonces, que los índices de presentismo aumentarán de aquí en adelante (Graciela Bar dixit), teniendo en cuenta el poder de convicción que tiene este gobierno, que no solo le ha encontrado la vuelta a este tema de los descuentos, sino que, además, y utilizando el antecedente directo de Goebbels por aquello de "miente, miente, que algo quedará", pone a consideración de la opinión pública los datos del paro docente del pasado viernes 13 de noviembre, pero utilizando para ello las planillas del 3 de abril. Seguramente esos números le convenían más que los reales, que manifestaban un cambio en la actitud de algunos maestros y profesores, que cansados del manoseo, habían decidido plegarse a esta medida de fuerza. Así procede, pero en forma de sátira, Les Luthiers, cuando en su tema "Visita a la Universidad de Wildstone" aclara que el video publicitario está filmado en la Universidad de Columbia, que, por supuesto es más linda y más grande. ¡Pero no es la de Wildstone!
Pero ahora estamos muy esperanzados en que a fin de mes, cuando a los funcionarios políticos que asistieron a los actos del pasado martes les sea aplicado el mismo criterio y no puedan pagar no ya la canasta básica sino las cuotas de sus cero kilómetro, ni los alquileres de sus lujosos departamentos, ni puedan irse de vacaciones, se levante el clamor popular al ponerse ellos a la cabeza de la defensa irrestricta de derechos constitucionales tan esenciales como el de festejar el Día de la Militancia, aunque caiga en fecha hábil y complique la prestación de sus tan importantes servicios.
Confiamos en que la afectación de los emolumentos de personajes tan preclaros e imprescindibles para la continuidad del sistema democrático, haga reconocer su error al Sr. Gobernador y le indique la conveniencia de legalizar la cuestión, devolviendo aquello indebidamente retenido, y ordenando que, de aquí en adelante, como debe ser, se respeten los artículos de la Constitución Nacional que se están vulnerando arteramente. Hablamos, por supuesto, del 16°, que menciona aquello tan raro de que "todos somos iguales ante la ley", del 19° que dice que "ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe" y, por supuesto, del 14° bis, que define que "Queda garantizado a los gremios…el derecho de huelga". Por supuesto que para que esto sea así, también deberá el Sr. Gobernado releer el art. 28°: "Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio", lo que no se puede hacer ni aun contando con la "mayoría automática". Conste.
A la vista de los resultados, que están a nuestro alrededor y no requieren de mucha inteligencia para advertirlos, y a juzgar por los veloces enriquecimientos de quienes pasan por el poder, el concepto de pueblo no es para ellos el mismo que tenemos nosotros. Ellos al pueblo lo conocen poco, y encima lo menosprecian.
Debemos asumir, entonces, que lo de descontar es una decisión economicista de un gobierno neoliberal y antipopular, que pretende equilibrar sus cuentas ajustando a los trabajadores, sin políticas de estado en educación y en salud. Su único fin es presionar al que menos tiene, pero sigue con presupuestos para ñoquis que bien sabemos quiénes son, para familiares, amigos, punteros, etc., los que, si les descontaran por día no trabajado, deberían pagar encima.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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