viernes, 7 de agosto de 2009

¿Quo vadis?

¿Quo vadis? - Editorial del 7 de agosto de 2009

Nota del editor: A los efectos de una mayor y mejor comprensión del contexto, se incorporan al final los comunicados a los que en esta página editorial se hace referencia.

El título de la presente página está en latín y significa “¿adónde vas?”. Dicha expresión alude a las palabras “¿Quo Vadis, Domine?” (“¿Adónde vas, Señor?”), las que, según la leyenda y la tradición, fueron pronunciadas por el apóstol Pedro mientras huía de Roma para ponerse a salvo de la persecución de los cristianos por orden del emperador Nerón. Ante la pregunta, Jesús responde: “Voy a ser crucificado en Roma por segunda vez porque mis propios discípulos me abandonan”. Avergonzado de su cobardía, Pedro regresa a Roma para afrontar su destino: el martirio.
No es casualidad que se nos haya ocurrido ponerle este título al editorial de hoy, teniendo en cuenta los comportamientos equívocos de algunas personas, instituciones y sectores, en estos últimos tiempos, que nos hacen pensar seriamente en la necesidad de un replanteo acerca de a dónde vamos cada uno de nosotros y hacia dónde caminamos como sociedad en su conjunto.
Los grandes acontecimientos suelen tener su origen en pequeños detonantes que, en su momento, ni siquiera sugieren la posibilidad de esconder en sí mismos la mecha de una tragedia.
Así, por ejemplo, y solo como ejemplo, el 28 de junio de 1914, en la ciudad de Sarajevo, Gavrilo Princip, un miembro del grupo nacionalista Joven Bosnia, asesina al príncipe Francisco Fernando de Austria, heredero de la Corona del Imperio Austrohúngaro, así como a su esposa, la condesa Sofía Chotek. Este atentado de Sarajevo, que parecía un hecho aislado, resultó ser, poco más de un mes después, la causa inmediata de la Primera Guerra Mundial.
La semana pasada nuestra ciudad fue escenario de algo que todavía no podemos dimensionar en su totalidad, pero que seguramente marcará un quiebre en algunos comportamientos, y si resulta bien leído por los responsables, deberá generar cambios sustanciales en políticas y en decisiones.
Estamos hablando, por supuesto, del despido de tres obreros de la Cooperativa Lucienville, bajo la forma “sin causa”, la posterior marcha de los despedidos conjuntamente con dirigentes del Sindicato de la Alimentación de Concepción del Uruguay, al que más allá de estar o no afiliados pertenecen casi por definición los que trabajan en la Planta y en el Molino, acompañados de dirigentes y militantes de otros gremios (docentes, por ejemplo) y algunos pocos habitantes de nuestra ciudad, hecho este último atribuible, seguramente, en una parte al desconocimiento y otra al miedo.
Más allá de lo anecdótico, y de los comunicados que publicamos en la anterior y en esta edición, que constituyen de por sí un análisis de los acontecimientos (estamos hablando del que emitió ese mismo día la Cooperativa, tanto como de los firmados por Víctor Hutt, secretario general de Agmer Uruguay, y Adrián Gómez, del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales), hay acciones y omisiones (¡sobre todo omisiones!) que marcan una pauta acerca de la pregunta del título.
En la página digital de un medio local, que dio mucha difusión a la cuestión que nos ocupa, y teniendo como “llamada” nuestro editorial de la pasada semana (el que titulamos “El lado en el que estoy”), se produjo un nutrido intercambio de opiniones a través de la participación de los lectores en ese “novedoso” invento de los comentarios, que viene a ser algo así como un “periodismo alternativo” que recepta rápidamente el sentir de la comunidad.
Dejando de lado por hoy, o, mejor dicho, posponiendo la cuestión que tiene que ver con la validez de opiniones vertidas desde el anonimato (por lo menos la mayor parte de ellas) para otra mejor y solitaria oportunidad, tenemos que valorar que en su mayoría han destacado el derecho que tienen los trabajadores de reclamar públicamente (y pacíficamente, como lo hicieron) ante lo que consideran que puede ser “legal, legítimo y normal”, como argumenta la patronal, pero que deja de lado elementales normas de convivencia en paz y armonía.
Tal como dijimos la semana pasada, y como lo repetiremos ahora y hasta el cansancio, uno espera y desea que no nos convirtamos tan rápida e inconscientemente en una sociedad capitalista voraz y deshumanizada.
Releyendo un ejemplar de la revista Surcos, “órgano de la federación entrerriana de cooperativas”, del mes de julio de 1949 (que es de nuestro archivo personal y se encuentra a disposición de quién quiera consultarlo) uno no puede dejar de sorprenderse al ver cuánto han cambiado los principios cooperativos (o su aplicación) en estos sesenta años. En sus páginas, que por ser el número correspondiente al Día Internacional de la Cooperación, hablan de las realidades de todas las entidades de ese tipo de nuestra provincia, uno encuentra referencias del tipo de: “...ajustada a la doctrina de Rochdale y capaz de discriminar que la cooperación no se ha creado para competir con el comercio. Otros son sus fines y otro su método”.
Por supuesto que llama poderosamente la atención, justo cuando estamos tratando una cuestión tan materialista y en apariencia (¿sólo en apariencia?) tan ajena a esos principios que mencionábamos la semana pasada que inspiraron a los fundadores, que en un acta que allí se transcribe, hecha a pocos días de su fundación (¡en 1900¡) se diga que “la Sociedad (Agrícola Lucienville, que así se denominaba) dirige también la función social y cultural de la colonia”, organizándose una función teatral para el 11 de octubre de ese mismo año.
Puede ser que no conozcamos por no ser dadas a publicidad (seguramente por recato) las acciones para la comunidad que por definición debe efectuar la Cooperativa. Pero estamos seguros de que una parte sustancial de los ingresos está destinada a la incentivación en la comunidad de actividades sociales y culturales, que por lo demás en Basavilbaso suelen estar bastante huérfanas de apoyo.
En ese mismo ejemplar, para más datos, hablando de otra Cooperativa, la de Pedernal, se dice expresamente que “no contempla solamente la defensa de los intereses económicos, propósito muy lógico, desde luego (textual) sino que contempló también la necesidad de velar por la organización de centros de cultura, preocupados por la salud espiritual de la comunidad”. ¡Cosa de no creer, eh!
A nosotros nos llama poderosamente la atención que la opinión de la entidad madre del cooperativismo agrícola de Sudamérica haya quedado plasmada solamente en ese descontextualizado documento, que fuera de tiempo y de escenario, seguramente fue elaborado en un frío despacho alejado de la realidad. Nos parece que, más que nada después de las opiniones vertidas por otros protagonistas de la realidad social, debía haberse dignado algún directivo a aclarar frente a la comunidad algunos puntos, y a reconocer, si es que cabía (nosotros pensamos que sí) que se habían cometido algunos errores.
Nos queda, además, la convicción de que no estuvieron dónde tenían que haber estado todos los que debían. Faltaron muchas más representaciones de trabajadores y todas las de los políticos. No fue un hecho menor, que, como ya dijéramos, la seguridad económica del sector agrícola mereciera hace poco más de un año mucha más atención, incluso de sectores que tenían más que ver con los que ahora sufren las consecuencias de estos despidos.
Tampoco es una táctica adecuada “ningunear” a los que apoyaron la protesta. Son ciudadanos del mismo país, con los mismos derechos y, además, con la representación suficiente como para hablar en su nombre y en el de muchos más. No por casualidad el Congreso Provincial de Agmer realizado en Paraná el pasado viernes expresó en el documento final su adhesión a esta lucha.
Del mismo archivo de diarios a que hacíamos referencia más arriba extrajimos un dibujo humorístico de Quino, que vamos a tratar de explicar con palabras, y que esperamos trascienda hasta juntarse con la idea central de esta página.
Un personaje a todas luces poderoso, sentado en un imaginario y elevado trono, se dirige a un grupo de personas harapientas que lo escucha:
- Debo decirles que, como hombre con sensibilidad social, muy a menudo pienso en ustedes, la así llamada “gente necesitada”.
Cuando todo hace suponer que nos encontraremos con un discurso que les ofrecerá solución a sus problemas, el poderoso concluye:
- Pero les confieso que los miro, los miiiiroo...¡y no entiendo ¿Por qué necesitada? ¿Quién diablos puede necesitar gente así, digo yo?
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso


Comunicado de Agmer Uruguay por los hechos relacionados con la Cooperativa
Respuesta a las expresiones de los Directivos de la Cooperativa Lucienville respecto al acto de reclamo de los trabajadores el día 28 de Julio de 2.009
Al no existir motivos convincentes de parte de la empresa para realizar los despidos y conociendo el hecho de que luego de despidos anteriores se ha tomado a personal con otra afiliación que, realizando el mismo trabajo, cuenta con un sueldo básico de convenio mucho menor, y teniendo el derecho de descreer de las razones esgrimidas por la empresa, entendemos que dichos despidos representan una mezquina estrategia que desde la clase trabajadora no estamos dispuestos a aceptar y convalidar.
Que la actividad realizada por un conjunto de trabajadores de varios sectores para nada puede ser considerada "insólita", que lamentablemente se ha convertido en normal y cotidiana ante las actitudes soberbias y arbitrarias de patrones que se creen dueños de la vida de sus trabajadores y cometen actos tan repudiables como dejar en la calle a trabajadores y sus familias sin causas razonables, al menos desde la mirada de los trabajadores, para los directivos podrá ser razonable dejar a tres familias en la calle, para nosotros nunca lo será.
Que la movilización fue la medida a la que ustedes nos forzaron luego de los repetidos intentos de diálogo para encontrar una solución al desamparo de tres familias.
Estamos luchando y seguiremos luchando por los derechos y por la vida de nuestros compañeros trabajadores, que no es un falso pretexto como la empresa expresa, es nuestra profunda convicción y nuestra razón de ser, que los trabajadores de la cooperativa no son "sus empleados", son los que producen la riqueza que los directivos administran, son padres de familia, son esposos, son vecinos, son personas que corren riesgos y tenemos obligación de defender así como los patrones tienen la obligación de respetar.
Todos sabemos que los despidos no responden a razones de eficiencia sino a mezquinas conveniencias económicas, pero que además esa medida nunca será eficiente, pues deja en la calle a tres familias, ¿como le explicaría el directorio, mirando a los ojos, a los hijos de nuestros compañeros despedidos que eso es la eficiencia?. Durante muchos años han explotado la fuerza de trabajo de estas tres personas, ¿no son ellos parte de la empresa? ¿Qué les parece si se retiran los patrones para mejorar la eficiencia de la vida de los trabajadores y además quedan en la situación económica de estos tres trabajadores?, ¿los directivos se despedirían por razones de eficiencia? Que los patrones se animen a responder con el corazón y con la verdad, que piensen en sus hijos, en el frío que produce la pobreza, en el hambre que trae aparejada la falta de una fuente de ingreso de recursos.
Los patrones destacan que se ajustaron a la ley, pero eso no hace que los despidos sean menos injustos y menos sufridos por las personas y aclaran que pagan la indemnización, eso es lo que indica esa ley que ustedes dicen respetar, pero ¿les parece que un delito moral se puede pagar con dinero?. De ser así, que le pongan precio a lo que están condenando en nuestro reclamo, ¿con cuanto arreglarían para no condenar la movilización pacífica de los trabajadores? Pero no señores, nosotros no cometimos ningún delito, solo nos expresamos en el marco de la democracia, pero los empresarios nos quieren condenar moralmente, entonces moralmente nosotros le decimos que los despidos no se pagan con una indemnización.
Nos ofenden con el término de cobardes, mucho más cobarde de parte de la empresa es quitar la fuente laboral a los hijos de los trabajadores despedidos, fuimos de frente, a cara descubierta y no utilizamos la fuerza, no era necesario que contrataran a la policía para intimidarnos, solo recurrimos, como dijimos antes, a las formas de lucha de los trabajadores ante las actitudes cobardes e inhumanas de los patrones.
Les recordamos que estas manifestaciones no son impropias de nuestro medio, los trabajadores recurrimos a esa forma de lucha continuamente y hasta nos parece haberlos visto a estos empresarios hace un tiempo cortando rutas para defender sus abultadas ganancias, pero en aquel momento no estuvieron una hora en forma pacífica, estuvieron 90 días con tractores atacando a quiénes querían pasar, sin importar lo que sucedía del otro lado, sin importar que a los trabajadores nos afectaban directamente sus acciones.
En su comunicado utilizan hacia nosotros el término de anónimos para descalificarnos, pero bien saben que no lo somos, que nos presentamos con nombre y apellido, que lo pueden ver en las imágenes que registraron los medios, no somos anónimos, somos trabajadores con nombre y apellido, aunque estos señores querrán decir que no somos tan importantes como ellos, pero somos más importantes que ellos para la clase trabajadora, somos trabajadores y somos luchadores por los derechos de los trabajadores.
Dicen en su comunicado que probablemente por ese motivo los trabajadores que sostienen la Cooperativa no se plegaron a la medida, pero saben que fue por la amenaza de perder su fuente laboral, eso es verdaderamente violento y condenable, pero como lo saben utilizan el término probablemente. Son los patrones los que generan ese terror, no nosotros.
Llaman a nuestra acción deleznable, para nosotros la defensa de los derechos de los trabajadores es sagrada, el despido que resolvió la empresa es verdaderamente deleznable.
Es cierto que varios viajaron desde C. del Uruguay, también hubo compañeros de Basavilbaso, los que superaron el terror que ustedes infringen, pero tengan la seguridad que si ustedes no recapacitan y se mantienen en esta actitud repudiable, seguiremos viajando, pero desde todos los lugares de la provincia y del país. Al respecto, el CXL Congreso Extraordinario de AGMER, ha expresado entre sus resoluciones: Solidaridad con los compañeros trabajadores despedidos de la Cooperativa Agrícola Lucienville Ltda. de Basavilbaso
Que no intenten confundir a la población, los directores son los prepotentes, los soberbios, los que intentan arruinar la vida de tres familias, que no pretendan que vayamos a creer que hay derecho en lo que hicieron, desde nuestra escala de valores no se ajusta a la ética, ellos ajustan los valores éticos a sus bolsillos, nosotros no lo hacemos, ellos son los que hostigan a sus trabajadores para poder dominarlos contra su voluntad, y nosotros siempre seremos agitadores de la defensa de sus derechos.
Sepan también que si algún día a los miembros del directorio, por esas vueltas de la vida, les toca ser trabajadores que dependan de un salario y los despiden injustamente, estaremos junto a ellos para defender su humanidad y las de sus familias.
Por último les solicitamos que reincorporen a los trabajadores despedidos y nos vamos a evitar tanto sufrimiento y tantos problemas, pero mientras siga el sufrimiento de nuestros compañeros y sus familias, no podremos hacer otra cosa que seguir luchando para defenderlos.
Víctor Hugo Hutt
Secretario General
AGMER Seccional Uruguay
Mesa Departamento Uruguay de la
Central de Trabajadores Argentinos
Presente en la movilización del 28 de Julio junto a un grupo de docentes de AGMER de Concepción del Uruguay y Basavilbaso, acompañando al Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación.


Comunicado de los trabajadores municipales por la Cooperativa
En mi carácter personal y en nombre de los trabajadores que represento, ante los despidos "sin justa causa" efectuado por la Cooperativa Luciencille, expresamos el repudio a tal medida que no solo injusta, sino que no contribuye al esfuerzo que hacemos todos los argentinos para mantener una paz social en tiempos de crisis.-
Pero debo manifestar que si lamentable es el hecho, esto es el producto del criterio y pensamiento escrito en el comunicado remitido a los medios por el "Consejo de Administración de la Cooperativa Lucienville Ltda.", por el cual se defiende expresando que si existen las leyes su sola aplicación sin atender su aspecto social y humano no debe merecer queja alguna; entonces me pregunto, cuando fueron ilegales las retenciones a la soja?, los mismos que suscriben ese documento, no son los que estaban "cortando las rutas", violando la constitución y las leyes?, con la sola argumentación del trabajo que generan en los pueblos del interior:-
Asumo como propias las acciones gremiales en defensa de los trabajadores y calificarlas de "cobardes e impropias" es inaudito, más aún cuando estas provienen de quienes "durante meses" viajaron para cortar la ruta en Gualeguaychú, conjuntamente con patrones de otras ciudades, cuando provienen de aquellos que burlando las leyes y muchas veces aprovechando la oscuridad de la noche, mandan a fumigar campos dejando las secuelas irreparables en la salud de vecinos y porque no también de animales.-
Califican de agitadores, cuando ellos promovían el cercamiento del edificio municipal, con tractores en la propia vereda municipal, con insultos a las autoridades (ni hablar de la manifestación en la casas particulares) que en pleno estado de derecho ejercía el poder y mandato que la ciudadanía votó.-
La pelea de los débiles, de los que están sin trabajo, de los que deben asegurarle una alimentación digna a su familia, un estudio a sus hijos, no se llama cobardía, se llama "derechos", se llama "dignidad", cobardía es haber usado a los mas débiles en reclamos, es apretar a los elegidos por el pueblo hasta la agresión física para que les permitan mayores ganancias, mientras tienen un universo de trabajadores precarizados.-
Seamos realistas, muchas prerrogativas se conceden y disimulan a estos sectores, por los aspectos sociales y económicos, entre ellos el cuidado de las fuentes laborales.-
Quiero expresar que los compañeros no están solos, se levantarán día a día voces y acciones no solo en pos de concretar el restablecimiento de la relación laboral, sino lograr que todos seamos iguales ante la ley y que la aplicación de la misma contribuya a la igualdad y la prosperidad de la población, como dijera el General Perón, "…nadie se realiza en una comunidad que no se realiza", mientras haya injusticia y sectores de la sociedad que no puedan subsistir no podemos vivir con tranquilidad, esa misma que se ha perdido por las injusticias cometidas de esta misma forma, fundamentalmente con los hombres de trabajo.-
Basavilbaso, 3 de agosto de 2009
Gómez, Adrián
Secretario General
Sindicato de Trabajadores Municipales

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