No se embarren – Editorial del
5 de agosto de 201
Hace unos
años, cuando el ahora exgobernador de Entre Ríos recién surgía a la alta
política, un dirigente del peronismo local lo nombraba “Urribarren”, y lo hacía
en los discursos de barrricada, en los medios, y por más que lo corregían, él
insistía. De ahí que algunos le completábamos el error con lo que hoy es el
título de mi editorial.
Por supuesto
que la introducción hace referencia al conocido hecho de que policías federales
y gendarmes allanaron este martes, por orden de la justicia entrerriana, propiedades
de familiares del exgobernador kirchnerista Sergio Urribarri, en el marco de
una investigación que intenta determinar si el grupo familiar generó un
enriquecimiento ilícito a través de la función pública y si hubo lavado de
dinero. Los operativos se iniciaron por la mañana y alcanzaron a ocho
propiedades de Juan Pablo Aguilera, cuñado del ex mandatario, ahora diputado
provincial y secretario general del PJ nacional. La investigación de los
fiscales Santiago Brugo y Patricia Yedro alcanza a los hijos del ex mandatario,
el actual ministro de gobierno Mauro Urribarri y Sergio, entre otros
familiares. Justamente en este último párrafo está la razón por la cual el
operativo estuvo a cargo de las fuerzas federales. Es que la Policía de Entre
Ríos depende de Mauro Urribarri, por su cargo, lo que ya fue cuestionado desde
su mismo nombramiento, ya que dicho funcionario fue denunciado por la hermana
Marta Pelloni en el caso de una chica de 16 años que fue rescatada de las redes
de una mafia de la trata de blancas en la ciudad de Concordia, y que contó que
en la misma “están implicados el hijo del gobernador (Mauro Urribarri), el
senador (Enrique Cresto) y el jefe del Consejo Provincial del Niño, el
Adolescente y la Familia (Copnaf)”.
Según los
dichos de Pelloni, Mauro Urribarri sería la persona que llevaba adelante el
“regenteo” de prostíbulos. "El gobernador es el que está encubriendo
porque tiene todo el poder en sus manos. Es terrible esta historia, la chica
está escondida, está amenazada ella y la madre. Mientras tanto, no hubo
reacción del gobernador, nada, nada”, señaló la monja en aquella oportunidad.
Mauro
Urribari ya había sido con anterioridad nombrado en un caso de drogas que causó
conmoción en Entre Ríos. Antes de las elecciones del 2013 se dijo que el hijo
del por entonces mandatario iba conduciendo su auto en cercanías de
Gualeguaychú en compañía del senador Enrique Cresto, y habría sido encontrado
en posesión de 20 kilos de cocaína. Eso nunca se aclaró, seguramente por el
”silencio de radio” que impuso el régimen. La cuestión solo se volvió a debatir
al proponer el actual gobernador Gustavo Bordet su nombre para un cargo que,
entre otras cosas, es el responsable de la seguridad en la provincia, algo así
como poner al zorro a cuidar el gallinero, o al Gato a cuidar la jaula de los
canarios. Digo, para ser fiel al título.
Ahora esta causa
se inició cuando los abogados de la ciudad de Paraná, Rubén Pagliotto y
Guillermo Mulet, presentaron una denuncia luego de que la revista Análisis (medio
periodístico de la provincia que acostumbra a hacer este tipo de
investigaciones) publicara un informe sobre el crecimiento patrimonial de la
familia Urribarri. Los fiscales intentan determinar si los ingresos declarados por
el ahora diputado y sus familiares son compatibles con los bienes que registra
cada uno de ellos.
Recordemos
que Urribarri, fiel discípulo de Cristina, quiso candidatearse a presidente,
pero “lo bajaron de un hondazo”. En su fracasada campaña gastó millones de
pesos empapelando varias ciudades y rutas de la Argentina con sus afiches y
construyendo su propio parador en Mar del Plata (con palmeras traídas de
Colón), entre otras excentricidades. Nunca
pudo justificar de dónde sacó los
fondos, ni le preocupó demasiado hacerlo. Tampoco pudo demostrar por qué gastó
un 50 % más del presupuesto asignado por la Nación para la cumbre del Mercosur
que se realizó en Paraná en diciembre de 2014, preparada por los empresarios
amigos y sin licitación. Obviamente tampoco pudo ni quiso exhibir comprobantes del exorbitante gasto en publicidad durante su
gobierno, todo por supuesto, contratado a la imprenta y empresa publicitaria de
su cuñado: gigantografías, nuevos carteles para las calles de la provincia,
nuevos carteles para las obras públicas, hasta los rotulados en las ambulancias
y vehículos oficiales de su gobierno, como tampoco pudo ni quiso explicar con
qué plata y para qué su mujer hizo más de cuarenta viajes al exterior (la
mayoría a Europa) durante los últimos 10 años, y mucho menos con qué se armó la
"isla" y todas sus instalaciones en el lago de Salto Grande, ni mucho
menos la cantidad de campos comprados a su nombre o a nombre de sus hijos,
cuñado, amigos, etc.
En
definitiva, como se dice ahora, es un señor “flojo de papeles”, que buscó
refugio en sus fueros de diputado provincial, y puso a su hijo, acusado de los
graves hechos que mencioné más arriba, como ministro de gobierno, para ver si
podía “zafar”. Quizás con el mismo fin, antes de irse, les aumentó el sueldo a
los vocales del Superior Tribunal de Justicia, como para intentar precaverse de
algún infortunado fallo en su contra.
Por suerte
estamos en un estado de derecho, y es bueno que a raíz de esta denuncia de los
dos colegas de Paraná los mencionados se sometan a la investigación judicial y
justifiquen su patrimonio (de tan rápido crecimiento cuan pobre de
explicaciones de cómo lo acrecentaron) estos individuos que si hubieran tenido
que valerse de sus virtudes en la faz privada, resultaría incomprensible que lo
hayan ganado en buena fe. ¡Cuánta razón tiene la gente cuando desconfía de
semejantes administradores que solo piensan en acomodarse para toda la vida y
para sus bisnietos, cuando muchos otros "yugan" la diaria con
esfuerzo y sacrificio! Un contrasentido impropio de lo que hicieron nuestros
próceres forjadores de la Patria que estos mediocres bandoleros aprovechan para
sí.
Algunos
amigos, en tono de broma, y aprovechando el sentimiento de impunidad que se
venía oliendo y que parece haber desaparecido, ponían en boca del exgobernador
la frase: "Mi principal tranquilidad es que todo lo actuado por mí, o por
mi familia, en materia económica, está en las declaraciones juradas que
religiosamente he presentado. Si no me creen, pregúntenle a la hermana Alba del
´convento’ de Gral. Rodríguez”.
El “exsoñador”
(Sueño entrerriano se llamaba su “proyecto presidencial”) ya no vive en Entre
Ríos. Ahora reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a su compañera
Ana Aguilera, en un departamento de su propiedad, cerca de los bosques de
Palermo. Es justamente Ana Aguilera, hermana del “allanado”, quién viajaba en
primera clase a Europa y EEUU; se alojaba en hoteles 5 estrellas o con toda una
constelación si es posible; comía en los mejores restaurantes y compraba
mercaderías por una fracción de lo que costaban en el país porque sabía que al
volver iba a pasar tan lejos de la aduana como el cometa Halley lo hizo de la Tierra,
y todo a cuenta de los contribuyentes y de, por ejemplo, el camino embarrado
que conduce al cementerio de Basavilbaso y, por dos cuadras más, a la Escuela
Agrotécnica.
Urribarri,
que creció en una estación de trenes de un paraje perdido en el medio de la
nada, porque su padre trabajaba allí, hoy
tiene los mejores campos de Entre Ríos, las mejores casas en Paraná y en Concordia,
incluyendo una increíblemente “zarpada” península en el lago de Salto Grande.
Cuando Busti
cumplía su primer periodo como gobernador, Urribarri era cajero del Banco de Entre
Ríos en General Campos, más o menos en los años ochenta (parecen vidas
paralelas con la de Lázaro Báez). Es por eso que si se repasan sus bienes
actuales, y los de sus hijos y parientes cercanos, es absolutamente increíble
que los haya obtenido “por derecha”, salvo que se hubiera ganado muchos premios
al Quini Seis. La cuenta es tan sencilla como la de Báez, y de allí la
coincidencia que remarqué. Todos los entrerrianos lo sabemos, solo que es
demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos caído en
un terrible engaño.
Dr.
Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso
No hay comentarios:
Publicar un comentario