jueves, 23 de junio de 2016

#Merendero

#Merendero –Editorial del 24 de junio de 2016
El lunes 20 de junio (feriado), mientras almorzaba mirando televisión, pude observar tantas cosas contradictorias que me vi obligado a prender la computadora (tenía pensado “desenchufarme” el fin de semana) y empezar a escribir este editorial que intenta reflejarlas, y entre las que prevalece el hambre de setenta chicos (y quién sabe cuántos más) de un barrio del partido de Esteban Echeverría, en la Provincia de Buenos Aires, la misma provincia en la que se encuentra el Convento/Caja Fuerte del Sr. López y Cía.
La noticia tenía que ver con la apelación a la solidaridad del prójimo para que acercaran comida, ropa, abrigos, etc., cuando en realidad esa debería ser una obligación del Estado y no de una vecina a la que le faltan más o menos las mismas cosas que al resto. Solo que a esa vecina del barrio algo la conmovió cuando vio que los chicos amigos de sus hijos se quedaban, y se quedaban, y se quedaban…esperando un vaso de leche y más tarde un plato de comida. Primero fueron tres, después cinco, y así ahora son setenta. Y no son más porque no tiene más lugar, ya que para conseguir las cosas se las ingenia, aunque no le vendría mal alguna que otra ayuda.
Entonces, lo que me hizo imaginar esta página, y volcarla en el teclado, fue la bronca inmensa que sentí ante tanta inmundicia que ahora se está poniendo en evidencia, pero que, para mi tranquilidad, y la de algún amigo que alguna vez supo publicar en este semanario sus pensamientos, eran cosas previsibles y que habíamos adelantado, cuando para hablar verdades había que ser macho, como dice El Orejano, y no como ahora, que hay que taparse los ojos para no ver tanta rata abandonando el barco que se hunde. 
Pero antes de entrar más profundamente (¡no es un juego de palabras!) en tema, y a raíz del editorial de la pasada semana titulado “Infundada fundación”, debo decir que estoy convencido de que lo único que salvará al mundo es el conocimiento. Es por eso que escribí sobre ese tema, pretendiendo esclarecer un error. Y hoy, en medio del tratamiento de la cuestión de fondo, y a fin de sacar a la gente de otra equivocación a mi entender mal intencionada, debo transcribir un artículo del Código de Derecho Canónico, que yo, por ser estudiante de Derecho en tiempos del Proceso, tuve que aprender en alguna materia. El Código de Derecho Canónico  es el conjunto ordenado de las normas jurídicas que regulan la organización de la Iglesia Católica de rito latino, la jerarquía de gobierno, los derechos y obligaciones de los fieles, los sacramentos y las sanciones que se establecen por la contravención de esas normas.
Art. 1239:
1. El altar tanto fijo como móvil, se ha de reservar solamente al culto divino, excluido absolutamente cualquier uso profano.
2. Ningún cadáver puede estar enterrado bajo el altar; en caso contrario, no es lícito celebrar en él la Misa.
Obviamente digo esto porque entre medio de tantas barbaridades que se dicen, y que ya lo son en la medida en que José López tocó el timbre de ese convento y luego “revoleó” (literalmente) los bolsos con nueve millones de dólares, es increíble que a alguien se le ocurra justificar las bóvedas que se encontraron en la capilla del convento, y en la que los perros de la Afip (los cuadrúpedos, para que quede claro que no hay intencionalidad descalificadora), adiestrados para tal fin, “olisquearon” papel moneda, que obviamente ya no estaba, pero que también obviamente, alguna vez estuvo ahí, diciendo que eran para “enterrar a las monjitas”.
Ya a esta altura, y cuando “nadie” lo conoce ni lo conocía a ese Sr. López, y según Hebe de Bonafini era un “infiltrado”, queda claro que el sistema lo que quería era perpetuar la miseria, universalizar la ignorancia y destruir en la ciudadanía la dignidad y el concepto de la honradez.
Por estos mismos días el programa de Luis Majul “La Cornisa” reveló que Cristina Kirchner cobra dos veces la asignación mensual vitalicia por un total de 340.000 pesos
La ex presidenta percibía ya esta pensión por la muerte de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, y el doble cobro es incompatible, según el artículo 5° de la ley 24.018
Con un patrimonio de 77 millones de pesos, según su última declaración jurada, la ex presidente Cristina Kirchner le cobra al Estado 170.000 pesos correspondientes a la asignación mensual vitalicia por haber sido jefa de Estado, lo que, en principio es legítimo. Lo que no es legítimo es cobrar 340.000 pesos mensuales. Aunque, de todas maneras, a mi modesto modo de ver, todo es inmoral y falto de ética.
Porque, además, para rebalsar el vaso, la ex mandataria rápidamente comenzó a cobrar tras dejar la presidencia en diciembre, gracias a que tramitó la pensión antes de terminar su mandato ante la Comisión de Pensiones Asistenciales que maneja el ministerio de Desarrollo Social, hoy dirigido por Carolina Stanley. Y eso mientras el resto de los mortales, incluido yo en este momento, tenemos que gastarnos los dedos pidiendo turno por teléfono o por la página web, y después esperar, esperar y esperar…hasta que nos jubilemos…de esperar.
La ley sobre Jubilaciones y Pensiones N° 24.018, que establece las asignaciones mensuales vitalicias para el Presidente, vicepresidente de la Nación y Jueces de la Corte Suprema, entre otros funcionarios, manifiesta en el artículo 4° que "si se produjera el fallecimiento, el derecho acordado o a acordarse al titular se extenderá a la viuda o viudo, en concurrencia con los hijos e hijas solteros hasta los dieciocho (18) años de edad".
Pero es el artículo 5° el que pone en aprietos a la ex presidente, al indicar que "la percepción de la asignación ordenada en el artículo 1°, es incompatible con el goce de toda jubilación, pensión, retiro o prestación graciable nacional, provincial o municipal, sin perjuicio del derecho de los interesados a optar por estos últimos beneficios". Según este artículo, Cristina deberá elegir entre una y otra, pero no puede cobrar las dos asignaciones por la incompatibilidad mencionada.
¿Nadie controla cuánto se le paga de jubilación a Cristina Fernández? Si hay una ley que vuelve incompatible la percepción de dos jubilaciones, ¿por qué las percibe? Acá hay alguien que está haciendo mal su trabajo por lo menos desde hace  seis meses, porque más allá de que Cristina, como abogada, debiera saber que no puede hacer esto, es más grave para la ciudadanía que el sistema no repare en esta incompatibilidad y sí haya reparado en la que cayó la esposa de un amigo de acá, de mi pueblo, que apenas “pucherea”, pero a la que le sacaron un “beneficio” de morondanga, si se me permite el término, con ese mismo argumento.
Lamentablemente, y no por ella sino por la investidura que representó durante ocho años, la expresidente carece de escrúpulos. El hambre voraz, apetitoso, golosamente obsesivo de poder y de dinero; la avaricia sin límites éticos, la mentira estructural de un "relato" negro, oscurísimo, cuentero (destinado a propósito solo a incautos), la hizo participar no solo de este engaño al estado, sino, como se está descubriendo y ya es innegable, de negocios infamantes, de esencia perversa, malignamente inhumana  y propia de los soberbios, antidemocráticos e intolerantes.
Ese mismo hambre que tiene ella de poder y de riqueza lo tienen los chicos del merendero, a quienes daba ganas de llorar ver comer con tanta ansia lo que en su casa no tienen, y salir después con una mirada que decía, sin palabras, “hoy voy a dormir con el estómago satisfecho”.
“Lo privado ha sustituido a lo público y la riqueza de los individuos ha sucedido a la del Estado”. (Demóstenes, discurso pronunciado frente a los tribunales de Atenas, 352 A.C). Cuando se dice que la corrupción mata, es tal cual. Ni más, ni menos. No estoy utilizando este giro en forma sensiblera o efectista sino en un sentido absolutamente real, concreto y descriptivo. La corrupción y la impunidad en Argentina alcanzaron durante los últimos doce años niveles tan altos y escandalosos, que no exageraría un ápice si aseguro que el país está literal y ontológicamente en estado de emergencia moral.
“Los alimentos necesarios para el hombre son tan sagrados como la vida misma. Toda especulación mercantil que yo haga a expensas de la vida de mis semejantes no es comercio, sino latrocinio y fratricidio” (Robespierre, “Sobre el abastecimiento de los artículos de primera necesidad”, dado en la Convención, Paris, el 2 de diciembre de 1792).
                                  Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso


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