Se viene – Editorial del 29 de
abril de 2016
El pasado
sábado tuve la satisfacción de dar una charla sobre formación política,
específicamente sobre el concepto de militancia, invitado especialmente por un
sector de la Juventud Radical de la ciudad de Santa Fe. Más allá de la alegría,
que es obvia, me quedó la sensación, y así se los dije a los participantes, de
que muchas de las cosas que suceden, entre ellas las que motivan el editorial
de hoy, e incluso el título, tomado de un tema de La Bersuit, suceden porque
nosotros dejamos que sucedan. Y cuando digo “nosotros” me refiero a todos los
ciudadanos, porque si hay algo que me molesta es que se diga “a mí no me
interesa la política”, porque esa es la más triste manera de ser cómplice de
“las cosas que pasan”, ya que, como tantas veces dije acá, la política, o sea
el arte de lograr el bienestar general, nos concierne a todos, y en la medida
en que no nos involucremos, o dejemos que lo hagan “los otros”, daremos lugar a
lo que dice la canción:
“Se viene el
estallido,
se viene el
estallido,
de mi
garganta,
de tu
infierno, también
Y ya no hay
ninguna duda
se está
pudriendo esta basura
fisura ya la
dictadura
del Rey.
Volvió la
mala fue corta la primavera
cerdos
miserables comiendo lo que nos queda
se llevaron
la noche, nuestra única alegría”.
Por supuesto
que toda esta introducción tiene que ver con la investigación que por fin
ordenó el juez Casanello y que está llevando adelante el fiscal Marijuan
respecto a los bienes que, según la denuncia de Fariña, acumuló en estos años
Lázaro Báez, por sí o por interpósita persona. Y acá debo decir que yo, hasta
que se demuestre lo contrario, me decanto por la segunda opción.
En
principio, y volviendo a relacionar mi experiencia legal, creo que no hay
demasiado para investigar, porque es él (Báez) el que debería dar
explicaciones, por supuesto respetando su derecho constitucional de mantenerse
en silencio. Pero, después de todo, su Declaración Jurada de 2003 incluía menos
de $100.000 y un Renault 12, y luego abrió Austral Construcciones, “justo” una
semana antes que asuma Néstor Kirchner, y tuvo un crecimiento patrimonial
impresionante, hasta llegar a ser dueño de varias empresas, las que, a pesar de
no cumplir sus contratos con el Estado, seguían recibiendo más y más. Y, con
eso, compraba aviones de última generación, tierras por todo el sur y países
limítrofes y, supuestamente, acumulaba millones de pesos y dólares. O lo hizo
de manera irregular, porque es imposible hacerse tan rico tan rápidamente, o es
uno de los que ganaron varias veces el Quini 6 y nunca se supo quiénes eran.
Todo puede ser.
Lo que
también me indica mi experiencia como abogado, y si pasa lo contrario me
sorprendería y además sería contradictorio con lo que pasa en la Justicia
Federal de estos lares, es que esto es una pantomima que no llegará a nada. Es
más, yo creo que Casanello ya perdió un tiempo precioso, que incluso
justificará más de un comentario irónico respecto a la denuncia,
lamentablemente.
Lo que también
dije en esa charla es que me da lástima que haya gente que sé que cree
sinceramente en el “relato K”, engañada con toda la mentira. En serio que
lamento que hayan puesto tanta carga emocional en esto, proyectando sus anhelos
y creyendo tanto, que ahora no pueden dejar de creer, bajo pena de sufrir un
desengaño tremendo y profundo. Supongo que por eso siguen con un proceso de
negación extremo.
Pero
analizando esto desde lo racional, aunque la política casi por definición tenga
mucho de pasional, resulta a todas luces ridículo que un cajero de un banco
pase a ser uno de los principales "empresarios" del país; que se
compre un cuarto de la provincia de Santa Cruz en sólo 12 años; que pueda
acumular decenas de autos a los cuales no les pagó jamás siquiera una patente,
y que además sea al menos "socio" del matrimonio que gobernó el país
durante esos mismos doce años.
Volviendo al
procedimiento en sí, que forzosamente comparo con otros en los que me ha tocado
participar, ¿realmente creen que pueden encontrar algo haciendo un pozo en un
pedacito de una estancia, cuando reconocen que tiene miles de hectáreas de
campo? Esto me parece que es para la “gilada”, porque si tuvieron la capacidad
de juntar toda esa plata nadie va a creer que lo que vio Fariña en 2011 y
denunció en el programa de Lanata, lo van a tener enterrado ahora en ese mismo
lugar. Eso no tiene justificación alguna.
Yo no
entiendo por qué tienen que andar adivinando donde excavar. Muchachos, hoy
existen scanners de suelo que detectan anomalías hasta varios metros hacia
abajo. Con todo respeto, con este circo parece que estuvieran buscando la plata
que se robó Billy the Kid en el Lejano Oeste. Hay que ponerse las pilas si
quieren llegar a algún lado y rápidamente.
Pero, aparte,
aún sin conocer a fondo la causa, creo que a los fines del juzgamiento y la
condena de los imputados, no interesa si encuentran o no algo. Está comprobado
que Báez compró 427.000 hectáreas, (20 veces la superficie de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires) por un mínimo de 100 millones de dólares, y en
efectivo. SI no puede demostrar de dónde sacó esa plata, la causa ya tiene sustento
y es anecdótico que aparezcan las bóvedas.
Así como acá
a un “perejil” demoran en devolverle elementos secuestrados en una causa, a
estos sobre los que ya existe una semiplena prueba de la comisión de delitos,
hay que embargarles todo: cuentas, bienes muebles, terrenos, casas, estancias, empresas,
etc. Embargos preventivos, que luego, una vez probado lo que todos confiamos en
que se va a probar, se convertirán en decomiso y estarán sujetos a subasta
pública o a fines de interés general, que finalmente es de donde salieron, o
sea de lo que pagamos todos nosotros con impuestos, o de lo que dejaron de
percibir aquellos que menos tienen.
Las
informaciones con las que nos bombardean demuestran que no sólo encontraron 13
estancias más que las declaradas, sino que descubrieron mucha documentación, lo
que justificó, entre otras cosas, el allanamiento y la clausura del estudio
contable que llevaba los asuntos de Báez. Allí hay, incluso, carpetas de
INVERNEST (Inversiones Néstor Kirchner), que vinculan claramente a los
expresidentes con el exempleado bancario.
Incluso el
fiscal Marijuan, como no podía ser de otra manera, contó que ya no es absolutamente necesario
encontrar el dinero. Bastaría con ver las bóvedas (tantas no pueden ser
convertidas en bodegas), y en “La Julia” ya hay una. Salvo que después se
contradiga, pero ya está filmado, es muy claro el testimonio de la única vecina
que no accedió a venderle su estancia, y que, invitada por el casero, vio la dichosa
bóveda cuando estaba en construcción.
Y me parece
bien que Marijuan aclare eso, porque, insisto, tienen que ser muy pero muy
brutos para no haber aprovechado el hándicap de quince días que les dio el
juez. Es muy curiosa la capacidad que tenemos los argentinos para subestimar al
otro, sobre todo en su aptitud para engañar.
O, en todo
caso, si es que en serio consideran importante encontrar ese dinero, y creen
posible que todavía esté en donde se indicó, lo mejor que pueden hacer para
encontrar algo enterrado es llamar a topógrafos de YPF con el equipo óptimo
(sondas con ruedas) y van a ver que aparece todo en días, porque esos equipos
buscan cualquier cosa que haya bajo tierra
con formas. Obviamente que si hay algo cuadrado, sabrán que puede ser una bóveda.
Mientras
tanto, si seguimos con los métodos que se usaron para descubrir el petróleo en
Comodoro Rivadavia aquél 13 de diciembre de 1907, vamos a creer que la búsqueda
viene bien porque encontraremos dos osamentas de guanaco, un hueso de caracú
que enterró el perro de Lázaro y un soruyo (excremento) de gliptodonte. ¡Apenas
son 430.000 hectáreas para buscar!
Dr.
Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso