jueves, 18 de junio de 2015

Pragmatismo

Pragmatismo - Editorial del 19 de julio de 2015
Hace un tiempo expresé claramente mi opinión respecto a la teoría que habla del fin de las ideologías. Y pese a que yo sigo creyendo en el valor de las mismas, y de hecho hago profesión de fe de eso, la realidad indica que los tiempos han pasado por encima de ellas, dando como resultado procesos hegemónicos que de ninguna manera se basan en una idea básica común de la política, sino que unen pensamientos disímiles. Tan disímiles que si se los confronta a la luz de la historia en muchos casos encontraremos que ahora están juntos fusilados y fusiladores, bombarderos y bombardeados, perseguidos y perseguidores, proscriptos y proscriptores. Muchos parecían hasta ayer “Tirios y troyanos”, que es la forma habitual de citar a dos enemigos o adversarios irreconciliables. Y ya que estamos, explico que el origen de la expresión se remonta a la rivalidad entre cartagineses y romanos, dado que los primeros eran de ascendencia tiria (al ser Cartago una colonia de la ciudad fenicia de Tiro), mientras que los segundos pretendían ser de ascendencia troyana (al remontar su genealogía mítica al héroe Eneas, que habría conseguido escapar de Troya al final de la guerra del mismo nombre). De todas maneras, y como no puedo olvidarme de mi trabajo como docente de Historia, en realidad la guerra de Troya fue entre griegos y troyanos, pero la frase quedó así plasmada en la Eneida, de Virgilio, libro que por supuesto recomiendo, y se hizo “famosa”.
Volviendo a nuestro tema de hoy, intentaré desgranar en el breve espacio que tengo, que al comenzar a escribir parece enorme pero se va achicando mágicamente hasta que me quedo sin lugar para escribir todo lo que pienso, las contradicciones que me resultan difíciles de entender. Y para ello, como corresponde, comenzaré “por casa”.
En la madrugada del 15 de marzo, después de muchas horas de deliberación, la Convención Nacional de la UCR, reunida en Gualeguaychú, sancionó la propuesta de que Sanz sea precandidato a presidente en las PASO, que compartirían con el líder del PRO y Elisa Carrió. La opción que perdió la votación proponía una alianza más amplia que incluyera, entre otros, al Frente Renovador y era sustentada básicamente por Gerardo Morales y Julio Cleto Cobos.
Días más tarde, más precisamente el sábado 28 de marzo, se reunió en San Salvador el Congreso Provincial del mismo partido, y pese a que muchos de los congresales propusimos que se emitiera un documento que habilitara a ampliar en Entre Ríos el espectro a todos los partidos de la oposición que aceptaran aliarse con la UCR con miras a las PASO, esa opción perdió por 205 a 146, y los seguidores de Benedetti empezaron a festejar lo que entendieron como un triunfo, ya que, según palabras de algunos de los oradores, se “cumplía” con lo que se había decidido a nivel nacional. Lo único que se agregó fue un párrafo a mi entender “tibio” que decidía “habilitar a las autoridades del partido a acordar un frente con todas las fuerzas de la oposición”. Y eso se hizo, ¡pero dos meses después!, con un escenario electoral mucho más definido, y, a mi entender, tarde, ya que incluso traba acuerdos locales que podrían haber fortalecido al hoy llamado “Cambiemos”. Sin ir más lejos, en Basavilbaso van a ir a las PASO tres listas, cuando de haberse votado esa alternativa en el Congreso, hoy podríamos tener lista única que evitaría los enfrentamientos estériles. Yo creo mucho en las internas, pero para épocas “normales”, y no cuando hay que oponerse a regímenes hegemónicos. Debo decir que sentado al lado mío había un congresal también del Departamento Uruguay, ferviente defensor de la idea de que ahí mismo se resolviera la cuestión “abriendo el juego”, que votó junto conmigo la opción perdedora, y que hasta el último instante hizo un intento pidiendo un cuarto intermedio, al que se opuso con vehemencia Benedetti.
A ver si queda esto claro: Benedetti festejó junto a su gente que el Congreso haya votado la alianza solo con el Pro, y mi amigo votó junto conmigo la de que la alianza se amplíe casi sin límites, algo así como dice el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional, cuando expresa “asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que ‘quieran’ habitar el suelo argentino”.
Bueno. Si entendieron bien esto que yo dije, ¿cómo se explica que Benedetti haya conformado una fórmula con Fuertes esta semana y Godoy, líder del sector ideológico interno al que pertenece mi amigo citado más arriba, vaya con De Ángeli?. ¿Por qué no hicimos eso el 28 de marzo? Hoy ya estaría instalada en la gente la alternativa opositora de una manera más clara y contundente, y no como una mera especulación electoralista. Por suerte eso no se replicó en Basavilbaso, ya como todo el mundo sabe el sector identificado con Benedetti va con el Pro y el congresal que votó en contra (o sea yo) integra la fórmula con el Frente Renovador, aunque ahora en Entre Ríos no se pueda usar ese nombre. Por lo menos en nuestra pequeña aldea queda algo de coherencia.
Entonces, ya que empecé por casa, ahora voy a pasar a la del vecino, con algo que sucedió un poco más acá en el tiempo. El martes pasado (ayer para mí mientras escribo estas líneas) el gobernador de la provincia y jefe indiscutido del kirchnerismo entrerriano, “bendijo” primero desde Rosario del Tala y luego desde Concepción del Uruguay a “sus” candidatos, pidiéndole a los otros, entre ellos al Dr. Julio César Aldáz, otrora uno de sus más leales soldados y también un colaborador muy cercano, pero aparentemente ahora “caído en desgracia” a los ojos del “urribarrismo”, que, tal como le “solicitara” a Don Sergio la Presidente, y él obviamente accediera, se diera “un baño de humildad” y desistiera de participar en la interna, allanando el camino para las candidaturas de Fabián Flores, Silvio Valenzuela y la lista de concejales “oficialista”.
Más allá de que esto era impensado hace cuatro años, y de que en su momento expresé mi sorpresa en este mismo espacio por el rápido cambio (duró seis meses) de alineamiento de Flores y Valenzuela, que en mi caso me costó un “reto” que después fue convenientemente aclarado, porque acá hay libertad de prensa, según entiendo, Julio Aldáz y la gente que lo acompaña, que sé que es mucha, tiene todo el derecho del mundo de competir, si es su deseo, ya que para eso fueron creadas las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Y que no entienda el amigo lector que hay una contradicción entre lo que propuse para el radicalismo y lo que estoy proponiendo para el FpV. No. En este último está clara la intención de confrontar, mientras que en el otro hubo acuerdos superadores, aunque tardíos, en la provincia, que justamente por tardíos no llegaron a plasmarse acá.
Como sabía que iba a suceder, me queda muy poco espacio para tratar el tema nacional. Solo quiero decir que seguramente cuando esta edición de Crónica esté en la calle ya Randazzo se habrá bajado de su candidatura a Presidente, haciéndole caso a Cristina Fernández de Kirchner, que es la líder del espacio, y dejándole el camino libre a Scioli, impensado candidato de un sector con el que no “comulga” demasiado (y para eso le pusieron a Zannini de “cancerbero”). Como referencia de lo que digo, D’Elía, innegable referente del kirchnerismo de “paladar negro” alegaba que Scioli era el candidato de la embajada de Estados Unidos. Y ahora se juntó con él.
“Florencio Randazzo se parece más a un gerente de época. En los ‘90 hizo la reforma del Estado cuando estaba con Cavallo. Me pasé la vida puteando a Scioli y ahora soy consciente que es la única opción", dijo el nazi D'Elía, cuya opinión parece que pesa.
A mí particularmente me resulta ingrato lo que le hicieron a Randazzo. Hace meses que peregrina para lograr el espaldarazo, y resulta que de la noche a la mañana lo desplazan groseramente, rompiendo entendimientos por lo menos implícitos.
Esto lleva, indefectiblemente, a que si desde los gobiernos, o sea desde el oficialismo, se hace eso, con más razón la oposición, si es que pretende ocupar espacios de poder, debe dejar de lado principios que parecían irrenunciables, para imitar comportamientos y juntar sectores que eran hasta hace por más imposibles de unir que el agua y el aceite.
Para mí que a Randazzo lo “mató” esta frase: "No se hace kirchnerismo nombrando a Cristina o a Néstor, sino llevando adelante políticas kirchneristas". ¡Y no las encontró!

                                       Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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