Pragmatismo
- Editorial del 19 de julio de 2015
Hace un
tiempo expresé claramente mi opinión respecto a la teoría que habla del fin de
las ideologías. Y pese a que yo sigo creyendo en el valor de las mismas, y de hecho
hago profesión de fe de eso, la realidad indica que los tiempos han pasado por
encima de ellas, dando como resultado procesos hegemónicos que de ninguna
manera se basan en una idea básica común de la política, sino que unen
pensamientos disímiles. Tan disímiles que si se los confronta a la luz de la
historia en muchos casos encontraremos que ahora están juntos fusilados y
fusiladores, bombarderos y bombardeados, perseguidos y perseguidores,
proscriptos y proscriptores. Muchos parecían hasta ayer “Tirios y troyanos”,
que es la forma habitual de citar a dos enemigos o adversarios
irreconciliables. Y ya que estamos, explico que el origen de la expresión se
remonta a la rivalidad entre cartagineses y romanos, dado que los primeros eran
de ascendencia tiria (al ser Cartago una colonia de la ciudad fenicia de Tiro),
mientras que los segundos pretendían ser de ascendencia troyana (al remontar su
genealogía mítica al héroe Eneas, que habría conseguido escapar de Troya al
final de la guerra del mismo nombre). De todas maneras, y como no puedo olvidarme
de mi trabajo como docente de Historia, en realidad la guerra de Troya fue
entre griegos y troyanos, pero la frase quedó así plasmada en la Eneida, de
Virgilio, libro que por supuesto recomiendo, y se hizo “famosa”.
Volviendo a
nuestro tema de hoy, intentaré desgranar en el breve espacio que tengo, que al
comenzar a escribir parece enorme pero se va achicando mágicamente hasta que me
quedo sin lugar para escribir todo lo que pienso, las contradicciones que me
resultan difíciles de entender. Y para ello, como corresponde, comenzaré “por
casa”.
En la
madrugada del 15 de marzo, después de muchas horas de deliberación, la
Convención Nacional de la UCR, reunida en Gualeguaychú, sancionó la propuesta
de que Sanz sea precandidato a presidente en las PASO, que compartirían con el
líder del PRO y Elisa Carrió. La opción que perdió la votación proponía una
alianza más amplia que incluyera, entre otros, al Frente Renovador y era
sustentada básicamente por Gerardo Morales y Julio Cleto Cobos.
Días más
tarde, más precisamente el sábado 28 de marzo, se reunió en San Salvador el
Congreso Provincial del mismo partido, y pese a que muchos de los congresales
propusimos que se emitiera un documento que habilitara a ampliar en Entre Ríos
el espectro a todos los partidos de la oposición que aceptaran aliarse con la
UCR con miras a las PASO, esa opción perdió por 205 a 146, y los seguidores de
Benedetti empezaron a festejar lo que entendieron como un triunfo, ya que,
según palabras de algunos de los oradores, se “cumplía” con lo que se había
decidido a nivel nacional. Lo único que se agregó fue un párrafo a mi entender
“tibio” que decidía “habilitar a las autoridades del partido a acordar un
frente con todas las fuerzas de la oposición”. Y eso se hizo, ¡pero dos meses
después!, con un escenario electoral mucho más definido, y, a mi entender,
tarde, ya que incluso traba acuerdos locales que podrían haber fortalecido al
hoy llamado “Cambiemos”. Sin ir más lejos, en Basavilbaso van a ir a las PASO
tres listas, cuando de haberse votado esa alternativa en el Congreso, hoy
podríamos tener lista única que evitaría los enfrentamientos estériles. Yo creo
mucho en las internas, pero para épocas “normales”, y no cuando hay que
oponerse a regímenes hegemónicos. Debo decir que sentado al lado mío había un congresal
también del Departamento Uruguay, ferviente defensor de la idea de que ahí
mismo se resolviera la cuestión “abriendo el juego”, que votó junto conmigo la
opción perdedora, y que hasta el último instante hizo un intento pidiendo un
cuarto intermedio, al que se opuso con vehemencia Benedetti.
A ver si
queda esto claro: Benedetti festejó junto a su gente que el Congreso haya
votado la alianza solo con el Pro, y mi amigo votó junto conmigo la de que la
alianza se amplíe casi sin límites, algo así como dice el Preámbulo de nuestra
Constitución Nacional, cuando expresa “asegurar los beneficios de la libertad
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que ‘quieran’
habitar el suelo argentino”.
Bueno. Si
entendieron bien esto que yo dije, ¿cómo se explica que Benedetti haya
conformado una fórmula con Fuertes esta semana y Godoy, líder del sector
ideológico interno al que pertenece mi amigo citado más arriba, vaya con De
Ángeli?. ¿Por qué no hicimos eso el 28 de marzo? Hoy ya estaría instalada en la
gente la alternativa opositora de una manera más clara y contundente, y no como
una mera especulación electoralista. Por suerte eso no se replicó en
Basavilbaso, ya como todo el mundo sabe el sector identificado con Benedetti va
con el Pro y el congresal que votó en contra (o sea yo) integra la fórmula con
el Frente Renovador, aunque ahora en Entre Ríos no se pueda usar ese nombre.
Por lo menos en nuestra pequeña aldea queda algo de coherencia.
Entonces, ya
que empecé por casa, ahora voy a pasar a la del vecino, con algo que sucedió un
poco más acá en el tiempo. El martes pasado (ayer para mí mientras escribo
estas líneas) el gobernador de la provincia y jefe indiscutido del kirchnerismo
entrerriano, “bendijo” primero desde Rosario del Tala y luego desde Concepción
del Uruguay a “sus” candidatos, pidiéndole a los otros, entre ellos al Dr.
Julio César Aldáz, otrora uno de sus más leales soldados y también un
colaborador muy cercano, pero aparentemente ahora “caído en desgracia” a los
ojos del “urribarrismo”, que, tal como le “solicitara” a Don Sergio la
Presidente, y él obviamente accediera, se diera “un baño de humildad” y
desistiera de participar en la interna, allanando el camino para las
candidaturas de Fabián Flores, Silvio Valenzuela y la lista de concejales
“oficialista”.
Más allá de
que esto era impensado hace cuatro años, y de que en su momento expresé mi
sorpresa en este mismo espacio por el rápido cambio (duró seis meses) de
alineamiento de Flores y Valenzuela, que en mi caso me costó un “reto” que
después fue convenientemente aclarado, porque acá hay libertad de prensa, según
entiendo, Julio Aldáz y la gente que lo acompaña, que sé que es mucha, tiene
todo el derecho del mundo de competir, si es su deseo, ya que para eso fueron
creadas las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Y que no
entienda el amigo lector que hay una contradicción entre lo que propuse para el
radicalismo y lo que estoy proponiendo para el FpV. No. En este último está
clara la intención de confrontar, mientras que en el otro hubo acuerdos
superadores, aunque tardíos, en la provincia, que justamente por tardíos no
llegaron a plasmarse acá.
Como sabía
que iba a suceder, me queda muy poco espacio para tratar el tema nacional. Solo
quiero decir que seguramente cuando esta edición de Crónica esté en la calle ya
Randazzo se habrá bajado de su candidatura a Presidente, haciéndole caso a
Cristina Fernández de Kirchner, que es la líder del espacio, y dejándole el
camino libre a Scioli, impensado candidato de un sector con el que no “comulga”
demasiado (y para eso le pusieron a Zannini de “cancerbero”). Como referencia
de lo que digo, D’Elía, innegable referente del kirchnerismo de “paladar negro”
alegaba que Scioli era el candidato de la embajada de Estados Unidos. Y ahora
se juntó con él.
“Florencio
Randazzo se parece más a un gerente de época. En los ‘90 hizo la reforma del
Estado cuando estaba con Cavallo. Me pasé la vida puteando a Scioli y ahora soy
consciente que es la única opción", dijo el nazi D'Elía, cuya opinión
parece que pesa.
A mí
particularmente me resulta ingrato lo que le hicieron a Randazzo. Hace meses
que peregrina para lograr el espaldarazo, y resulta que de la noche a la mañana
lo desplazan groseramente, rompiendo entendimientos por lo menos implícitos.
Esto lleva,
indefectiblemente, a que si desde los gobiernos, o sea desde el oficialismo, se
hace eso, con más razón la oposición, si es que pretende ocupar espacios de
poder, debe dejar de lado principios que parecían irrenunciables, para imitar
comportamientos y juntar sectores que eran hasta hace por más imposibles de
unir que el agua y el aceite.
Para mí que
a Randazzo lo “mató” esta frase: "No se hace kirchnerismo nombrando a
Cristina o a Néstor, sino llevando adelante políticas kirchneristas". ¡Y
no las encontró!
Dr.
Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso
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