jueves, 19 de febrero de 2015

Natalia Natalia

Natalia Natalia - Editorial del 20 de febrero de 2015
Sin nombre (en latín: Nomen Nescio, "desconozco el nombre"), o NN por sus iniciales en ese idioma, es la denominación ampliamente usada entre hispanohablantes para referirse a alguien indeterminado, es decir, sin una identidad específica, ya sea porque se desconoce el nombre real de la persona o para ser usado en un caso hipotético. En español suele interpretarse como Ningún Nombre y en inglés como No Name.
La policía siempre que tiene que decir una letra suelta utiliza un nombre para que no se dé a confusión, por ejemplo cuando tienen que decir una patente de un auto que es EFD, dicen Estefanía, Federico, Diógenes.
Cuando se persigue a un sujeto no identificado y se utiliza la sigla NN, siguen la misma regla de utilizar un nombre y quedó "Natalia Natalia".
Pero el uso de los nombres en el título tiene que ver con la casualidad de que Natalia De Negri fuera un símbolo de lo que era ser un mediático durante los '90. Fue una de las chicas del "caso Cóppola" (junto a Samanta Farjat) coparon la televisión por estar vinculadas con el hallazgo de droga en un jarrón del examigo de Diego Maradona.
En octubre de 1996, por orden de un juez, la policía allanó el departamento de Guillermo Cóppola y "encontró" una bolsa con casi medio kilo de cocaína en un jarrón. A partir de este hecho, en el programa televisivo de Mauro Viale, comenzó un show mediático analizando este caso, que fue seguramente una de las cosas más tristemente divertidas (perdón por el oxímoron) que alguna vez hubo en la televisión mundial.
Al principio, la sociedad estaba contenta de que Guillermo Cóppola fuera preso, porque el rumor que circulaba era que Maradona estaba mal porque Cóppola lo drogaba. Eso creía toda la gente que pensaba que Diego era un ser no-pensante e incapaz de tomar decisiones
Primero aparecieron esas chicas, que al parecer eran amigas de Maradona y el entorno, pero que trabajaron bajo presión, buchoneando para la policía. Al poco tiempo se supo que las chicas eran una rara especie de prostitutas que preferían cobrar en falopa antes que en dinero. A veces, pasaban escuchas telefónicas de esas chicas. El tono era el siguiente: "¿Qué estás haciendo?" "Me estoy armando un porro". Las chicas se reían mucho cuando las hacían escuchar esas conversaciones.
Así como a veces hay que salir a buscar dadores de sangre con urgencia para una operación quirúrgica, en la larga madrugada del 19 de enero pasado, horas después de que se supiera que el fiscal Alberto Nisman estaba muerto en su departamento de Puerto Madero, las autoridades judiciales allí apostadas necesitaron conseguir testigos del operativo. Era sólo el comienzo de una escena bastante aterradora para una chica de apenas 26 años, camarera de un restorán de la zona, a la que le gusta salir, le gusta la música, los recitales. Obligada por la ley a ser testigo de algo que ocurría a varias cuadras de su lugar de trabajo, la joven relató a Clarín con lujo de detalles y desde su sentido común, las cosas que observó y escuchó en aquellas más de siete horas que permaneció en el departamento del fiscal especial para la causa AMIA.
En el diario Clarín del pasado martes Natalia Gimena Fernández, que de ella se trata, al aceptar hablar con este diario, dijo una y otra vez que nadie le dijo ni cómo cuidarse ni qué debía hacer. Dijo que le hicieron firmar papeles que no sabe lo que eran, entre ellos el acta con su supuesto testimonio.
Lo que cuenta esta chica es impresionante. Si bien no la conozco, le creo todo. Le creo como si lo que dice lo hubiera visto yo mismo, porque ella no tiene motivos para mentir sobre lo que pasó. Ella cuenta lo que atestiguó la noche de la muerte del fiscal Nisman, por su seguridad; porque trabajaron tan mal, tan desprolijamente, con nada de profesionalismo, con nada de responsabilidad, sobre el peritaje forense para averiguar la causa de la muerte del Dr. Nisman, que modificaron la escena del hecho y la buscaron en su lugar de trabajo para intimidarla.
Y la verdad, no me importa si tiene un primo en la SIDE, porque el juego de Samanta y la otra Natalia no invalidó de ninguna manera la relación de Cóppola y de Maradona con la droga.
El Código de Procedimientos exige la presencia de dos testigos independientes que den validez a las actuaciones, por eso la chica fue convocada como testigo por la Prefectura porque salía de su trabajo en la zona del hecho. Seguramente se labró un acta que firmaron las autoridades judiciales y policiales actuantes y ella refrendó como testigo válida. Lo que dice ahora puede terminar siendo verdad o mentira, pero su condición de testigo presente en el lugar del hecho es irrefutable.
La chica debe decir la verdad, pero el encubrimiento está en marcha desde el primer segundo desde el gobierno y la oposición. La ex mujer de Nisman tampoco se jugó (fue nombrada por Kirchner) y solo pide que "dejen que la justicia trabaje tranquila". Todos sabemos que tanto la justicia "oficialista" como alguna "opositora" (aunque esto de opositora en algunos casos no es tan así) son cómplices del encubrimiento de los atentados de la Embajada de Israel y la AMIA.
El "silencio" les sirve para no pedir apertura de los archivos secretos de los servicios, para no interpelar en el congreso televisado a todo el mundo de la presidenta, de Timerman, etc. Aun cuando esta página se leerá después de la marcha, los que concurramos a ella debemos tener cuidado de cómo se la utiliza a la misma y a la gente para ir reacomodándose ante un gobierno que se va debilitado y ante el que viene.
A mí particularmente me causó muy buena impresión la testigo y deben escucharse con atención sus declaraciones y los detalles de las preguntas y respuestas a los periodistas.  Es más, cuando trataron de poner en su boca respuestas zafó muy inteligentemente.
Para tener un libreto armado, habla muy claro y responde a preguntas que salen sobre la marcha, e incluso corrige en sus palabras a los periodistas Dijo que Amnistía Internacional le "ofreció" un abogado. ¿De dónde va a sacar esa idea? Y otras cosas que dijo. La escuche sin buscar emitir ningún juicio previo, y se la escucha muy clara, tranquila y detallada en sus palabras. Solo eso puedo decir.
Desde el momento en que el Juez a cargo, y luego la Fiscal, permitieron que Berni inspeccionara las actuaciones, ya dejan dudas de mal procedimiento. Un mes y todavía no hacen que disparen nuevamente el arma que mató a Nisman, para saber si deja rastros de pólvora o no y así empezar a despejar dudas de suicidio u homicidio. Un mes y el auto de Nisman, estacionado fuera del edificio, sigue sin peritar. ¿Qué esperan? ¿Qué lo prendan fuego? Casi un mes después y por pedido de la ex mujer de Nisman, hacen nueva inspección y con tecnología más avanzada, descubren más pruebas, y sale la fiscal a justificarse que ellos no cuenta con esa tecnología. ¡Por favor, Sra. Fiscal! No me diga que no pudo pedir gastos extras y solicitar lo hicieran profesionales externos confiables y con mejores elementos que los que Ud. tenía, y que no tuviera que hacerlo la querella. ¿Y después quiere que no duden de su capacidad? Demasiados errores como para no dudar de su capacidad. Digo dudar de su capacidad y no su honestidad; que quede claro eso.
Pocas horas antes de la marcha del silencio, el kirchnerismo convocó al fiscal federal Gerardo Pollicita a que "brinde explicaciones" sobre los avances en la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la presidente Cristina Kirchner. Y en el mismo momento,  como para que no queden dudas de la intencionalidad, Juliana Di Tullio, una de las convocantes (al fiscal, no a la marcha, por supuesto) criticó duramente la misma, diciendo: "Me parece que es una vergüenza nacional que unos pocos fiscales marchen a Plaza de Mayo a pedir justicia". Y por eso lo convocó a Pollicita para meterle miedo y para pedirle cuentas, cuando a ella no le corresponde hacerlo.
Además, agregó: "Dudo desde la convocatoria, porque lo que intentan desde un sector de la Justicia es hacer un golpe institucional hacia la Presidenta de la República".
No quise escribir sobre la marcha. Lo voy a hacer la semana que viene, supongo. Pero no puede evitar, por execrable, comentar lo que dijo el imbécil de Axel Freyre a través de un tuit:"Néstor hace pis", cuando se largó a llover. Y después, sin vergüenza, agregó: "en minutos los vomita Dios".
¿¡Pero qué se creen!? Menos mal que Cristina dijo "a ellos les dejamos el odio".
"Fui nombrado presidente de la República y no de mis amigos", dijo Domingo Faustino Sarmiento

                                             Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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