“Nos lleva puestos” -
Editorial del 1 de agosto de 2014
La
presidente Cristina Kirchner lanzó una desafortunada frase durante el acto de
inauguración de los trenes "nuevos" de la línea Sarmiento, realizado
la pasada semana en la estación Villa Luro.
Segundos
antes de comenzar su discurso, arriba de uno de los vagones, la mandataria
dijo, en tono de broma: "Miren que hay que hacer esto rápido, porque si no viene la próxima
formación y nos lleva puestos..."
El gobierno
se inmola cada vez que abre la boca, pero nadie se da por aludido. En otro
país, ya los hubieran bajado a cascotazos. Acá se robaron toda la Patagonia, se
comieron las reservas del Central (por estas horas estamos entrando en
default), arruinaron la productividad del campo, entregaron recursos naturales
a extranjeros. Me resulta increíble, casi surrealista, que algunos puedan creer
que un gobierno se vaya a inmolar públicamente ante la sociedad exclamando
"vamos por todo" haciendo referencia a los recursos y riquezas del
país.
Esto demuestra
a las claras que el kirchnerismo tiene la misma concepción del Estado que Luis
XIV y adopta las ideas de Hobbes acerca del sometimiento de la ciudadanía a
quien tiene a su cargo el gobierno. No les interesa terminar con la pobreza ni
mejorar la calidad educativa porque temen perder su influencia en lo que ellos
llaman "pueblo" que, básicamente, es una masa informe de personas sin
voluntad propia, sin nombre, sin identidad, a la que pueden usar en beneficio
propio y, para ello, prefieren condenarla a la mendicidad.
La jefa del
Estado, acompañada por el ministro del Interior y Transporte, Florencio
Randazzo, presentó siete formaciones compradas a China para reforzar la línea,
la misma línea donde el año pasado un tren embistió a otro en la estación
Castelar, con un saldo de tres muertos y unos 300 heridos.
Pero no
explican que en la línea Mitre los trenes son más lentos, las vías son
desastrosas porque jamás se cambiaron. No hay ferrocarril que esté mejor que
hace 30 años, pese a lo que intentó hacernos creer Menem. Los otros países
evolucionan y nosotros involucionamos.
Lo que nunca
dicen son los gastos millonarios que hicieron antes de la compra de trenes
a China. Cientos de vagones y
locomotoras usadas, con el argumento de reciclarlas, hoy están tirados a la
intemperie en terrenos ferroviarios, al mismo tiempo en que los países
desarrollados cambian sus unidades viejas por nuevas.
En España
como en Portugal, países que vendieron material rodante usado, se frotaban las
manos con el negocio. Y otro negocio fueron los subsidios. ¡Para que
contratistas llegaran a decir que les era más negocio cobrar el subsidio de
peajes y no gastar para controlar a los que pasaban y subían a los trenes sin
pagar! Nuestra corrupción de siempre en estos diez años batió todos los
records.
En una
década de "gobierno" supuestamente revolucionario y fundacional,
supuestamente industrializador, durante la mejor coyuntura internacional vivida
por la Argentina en todo un siglo, con Ministerio de Planificación y
"repartija" descontrolada de subsidios multimillonarios... no fueron
capaces de lograr que se fabriquen vagones en el país. Tienen que importarlos
de China.
Néstor
Kirchner y Ricardo Jaime compraron chatarra ferroviaria a España y Portugal (de
298 vagones comprados sólo funcionaban 86). Juan Pablo Schiavi indicó que
"los gobiernos querían vendernos los coches reparados, pero preferimos
traerlos como estaban para repararlos aquí y generar trabajo (sic)".
No nos tiene
que sorprender que pase esto, y que, como dije más arriba, mientras escribo
esta página estemos entrando en un estado de cesación de pagos. La ecuación es
muy sencilla. Tremendo gasto fiscal conduce a un más tremendo déficit fiscal.
Este solo se puede financiar vía impuestos (al límite por la gran carga
tributaria que soportamos los argentinos de toda clase); vía comercio exterior,
cuyos superávit son licuados por las importaciones, sobre todo de energía; la
descontrolada emisión monetaria (cuyo efecto es la casi congénita inflación que
sufrimos los argentinos) y los préstamos internacionales que no pagamos, sino
que emitimos bonos a tasas onerosas. Somos emisores seriales de bonos. Esto
llega a un límite cuando alguien quiere cobrarlos. Buscar chivos emisarios en
los anteriores gobiernos "democráticos" y tratar a los acreedores de
delincuentes, ayuda muy poco. Solo sirve para una asamblea estudiantil.
Dada su
conducta frente a tragedias que nos han conmocionado, a esta altura ya hemos
aprendido que Cristina adolece de compasión, sentimiento que genera empatía con
el que sufre injustamente. Lo que se le cruza por la cabeza es producto de su
megalomanía, y cuando por conveniencia despliega sus dotes artísticas
pretendiendo protagonizar el papel de bondadosa resulta una parodia que ya
pocos se creen. Un pensamiento de Su Santidad Francisco reza: "No sirve de
mucho la riqueza de bolsillo, cuando hay pobreza en el corazón". La falta
de empatía es característica de trastornos de conducta psicopáticos.
Posiblemente de otras dolencias psíquicas.
Dejando a la
política aparte, acusaciones, ocultamientos,
campañas, diremos que empatía, sencillamente es ponerse en los zapatos
de los demás, herramienta indispensable de la inteligencia emocional. Quienes
la poseen son sociales y alegres, con notable capacidad de compromiso, asumen
responsabilidades, son solidarios y expresan sus sentimientos abiertamente.
El que las
privatizaciones (hechas por un gobierno peronista, con el cual los Kirchner
compartieron boleta electoral, con los Kirchner considerando a Menem como
"el mejor presidente de la historia", con Menem siendo ahora un
aliado del kirchnerismo en el senado) hayan sido un "curro" no
modifica en nada el que el accionar kirchnerista en materia de transporte en
general y ferroviaria en particular haya sido desastroso, nefasto y mortífero.
Despilfarro,
desinversión y desidia acompañadas de ese reparto constante y descontrolado de
subsidios multimillonarios para los empresarios amigos, por supuesto. Cinco
años después, lejos de haberse "generado trabajo argentino", lejos de
haber reflotado una industria ferroviaria propia, seguimos importando material
ferroviario, pero al menos dejamos de comprar chatarra inservible.
Randazzo no
es un ejemplo de ejecución, por el tema ferroviario. Acá se hizo una compra
apresurada, lo mismo el cambio total de vías entre Moreno y Once del Sarmiento,
y todo después del accidente de Once en febrero 2012. De eso hay una realidad.
Además otra cosa: estas nuevas formaciones no mejorarán en nada en cómo viajan
los sufridos pasajeros habitués de ese ramal (apretujados como dentro de una
lata de sardinas), ya que tienen la misma capacidad que las actuales
formaciones Toshiba. La opción a viajar como enlatado es que la formación
completa de nueve coches sea de doble piso, para duplicar la capacidad
transportada. O sea que no se pensó mucho en la gestión Randazzo, sino se hizo
todo a las apuradas para campaña política del propio ministro. Lo mismo hizo
con las formaciones chinas del San Martin, que las trajo para mostrarlas antes
de elevar los andenes, y mientras tanto el Mitre sigue siendo un desastre cada
vez mayor.
Lo tremendo
es que el perjudicado es el pueblo, pues si a los que nos gobiernan los
hicieran responsables con sus patrimonios de sus actuaciones, realmente habría
justicia, dado que la mayoría no puede justificar cómo en un país que estaba
vacío cuando asumieron, sus funcionarios siendo empleados públicos devinieron
en millonarios y sin muchas justificaciones.
¡Nunca
menos! Pero porque menos es imposible…
Y respecto
al título, ambas cosas son ciertas. Fueron por todo… y nos llevan puestos.
Dr.
Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso
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