jueves, 31 de julio de 2014

“Nos lleva puestos”

“Nos lleva puestos” - Editorial del 1 de agosto de 2014
La presidente Cristina Kirchner lanzó una desafortunada frase durante el acto de inauguración de los trenes "nuevos" de la línea Sarmiento, realizado la pasada semana en la estación Villa Luro.
Segundos antes de comenzar su discurso, arriba de uno de los vagones, la mandataria dijo, en tono de broma: "Miren que hay que hacer  esto rápido, porque si no viene la próxima formación y nos lleva puestos..."
El gobierno se inmola cada vez que abre la boca, pero nadie se da por aludido. En otro país, ya los hubieran bajado a cascotazos. Acá se robaron toda la Patagonia, se comieron las reservas del Central (por estas horas estamos entrando en default), arruinaron la productividad del campo, entregaron recursos naturales a extranjeros. Me resulta increíble, casi surrealista, que algunos puedan creer que un gobierno se vaya a inmolar públicamente ante la sociedad exclamando "vamos por todo" haciendo referencia a los recursos y riquezas del país.
Esto demuestra a las claras que el kirchnerismo tiene la misma concepción del Estado que Luis XIV y adopta las ideas de Hobbes acerca del sometimiento de la ciudadanía a quien tiene a su cargo el gobierno. No les interesa terminar con la pobreza ni mejorar la calidad educativa porque temen perder su influencia en lo que ellos llaman "pueblo" que, básicamente, es una masa informe de personas sin voluntad propia, sin nombre, sin identidad, a la que pueden usar en beneficio propio y, para ello, prefieren condenarla a la mendicidad.
La jefa del Estado, acompañada por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, presentó siete formaciones compradas a China para reforzar la línea, la misma línea donde el año pasado un tren embistió a otro en la estación Castelar, con un saldo de tres muertos y unos 300 heridos.
Pero no explican que en la línea Mitre los trenes son más lentos, las vías son desastrosas porque jamás se cambiaron. No hay ferrocarril que esté mejor que hace 30 años, pese a lo que intentó hacernos creer Menem. Los otros países evolucionan y nosotros involucionamos.
Lo que nunca dicen son los gastos millonarios que hicieron antes de la compra de trenes a  China. Cientos de vagones y locomotoras usadas, con el argumento de reciclarlas, hoy están tirados a la intemperie en terrenos ferroviarios, al mismo tiempo en que los países desarrollados cambian sus unidades viejas por nuevas. 
En España como en Portugal, países que vendieron material rodante usado, se frotaban las manos con el negocio. Y otro negocio fueron los subsidios. ¡Para que contratistas llegaran a decir que les era más negocio cobrar el subsidio de peajes y no gastar para controlar a los que pasaban y subían a los trenes sin pagar! Nuestra corrupción de siempre en estos diez años batió todos los records.
En una década de "gobierno" supuestamente revolucionario y fundacional, supuestamente industrializador, durante la mejor coyuntura internacional vivida por la Argentina en todo un siglo, con Ministerio de Planificación y "repartija" descontrolada de subsidios multimillonarios... no fueron capaces de lograr que se fabriquen vagones en el país. Tienen que importarlos de China.
Néstor Kirchner y Ricardo Jaime compraron chatarra ferroviaria a España y Portugal (de 298 vagones comprados sólo funcionaban 86). Juan Pablo Schiavi indicó que "los gobiernos querían vendernos los coches reparados, pero preferimos traerlos como estaban para repararlos aquí y generar trabajo (sic)".
No nos tiene que sorprender que pase esto, y que, como dije más arriba, mientras escribo esta página estemos entrando en un estado de cesación de pagos. La ecuación es muy sencilla. Tremendo gasto fiscal conduce a un más tremendo déficit fiscal. Este solo se puede financiar vía impuestos (al límite por la gran carga tributaria que soportamos los argentinos de toda clase); vía comercio exterior, cuyos superávit son licuados por las importaciones, sobre todo de energía; la descontrolada emisión monetaria (cuyo efecto es la casi congénita inflación que sufrimos los argentinos) y los préstamos internacionales que no pagamos, sino que emitimos bonos a tasas onerosas. Somos emisores seriales de bonos. Esto llega a un límite cuando alguien quiere cobrarlos. Buscar chivos emisarios en los anteriores gobiernos "democráticos" y tratar a los acreedores de delincuentes, ayuda muy poco. Solo sirve para una asamblea estudiantil.
Dada su conducta frente a tragedias que nos han conmocionado, a esta altura ya hemos aprendido que Cristina adolece de compasión, sentimiento que genera empatía con el que sufre injustamente. Lo que se le cruza por la cabeza es producto de su megalomanía, y cuando por conveniencia despliega sus dotes artísticas pretendiendo protagonizar el papel de bondadosa resulta una parodia que ya pocos se creen. Un pensamiento de Su Santidad Francisco reza: "No sirve de mucho la riqueza de bolsillo, cuando hay pobreza en el corazón". La falta de empatía es característica de trastornos de conducta psicopáticos. Posiblemente de otras dolencias psíquicas.
Dejando a la política aparte, acusaciones, ocultamientos,  campañas, diremos que empatía, sencillamente es ponerse en los zapatos de los demás, herramienta indispensable de la inteligencia emocional. Quienes la poseen son sociales y alegres, con notable capacidad de compromiso, asumen responsabilidades, son solidarios y expresan sus sentimientos abiertamente.
El que las privatizaciones (hechas por un gobierno peronista, con el cual los Kirchner compartieron boleta electoral, con los Kirchner considerando a Menem como "el mejor presidente de la historia", con Menem siendo ahora un aliado del kirchnerismo en el senado) hayan sido un "curro" no modifica en nada el que el accionar kirchnerista en materia de transporte en general y ferroviaria en particular haya sido desastroso, nefasto y mortífero.
Despilfarro, desinversión y desidia acompañadas de ese reparto constante y descontrolado de subsidios multimillonarios para los empresarios amigos, por supuesto. Cinco años después, lejos de haberse "generado trabajo argentino", lejos de haber reflotado una industria ferroviaria propia, seguimos importando material ferroviario, pero al menos dejamos de comprar chatarra inservible.
Randazzo no es un ejemplo de ejecución, por el tema ferroviario. Acá se hizo una compra apresurada, lo mismo el cambio total de vías entre Moreno y Once del Sarmiento, y todo después del accidente de Once en febrero 2012. De eso hay una realidad. Además otra cosa: estas nuevas formaciones no mejorarán en nada en cómo viajan los sufridos pasajeros habitués de ese ramal (apretujados como dentro de una lata de sardinas), ya que tienen la misma capacidad que las actuales formaciones Toshiba. La opción a viajar como enlatado es que la formación completa de nueve coches sea de doble piso, para duplicar la capacidad transportada. O sea que no se pensó mucho en la gestión Randazzo, sino se hizo todo a las apuradas para campaña política del propio ministro. Lo mismo hizo con las formaciones chinas del San Martin, que las trajo para mostrarlas antes de elevar los andenes, y mientras tanto el Mitre sigue siendo un desastre cada vez mayor.
Lo tremendo es que el perjudicado es el pueblo, pues si a los que nos gobiernan los hicieran responsables con sus patrimonios de sus actuaciones, realmente habría justicia, dado que la mayoría no puede justificar cómo en un país que estaba vacío cuando asumieron, sus funcionarios siendo empleados públicos devinieron en millonarios y sin muchas justificaciones.
¡Nunca menos! Pero porque menos es imposible…
Y respecto al título, ambas cosas son ciertas. Fueron por todo… y nos llevan puestos.

                                                      Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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