Garufa - Editorial del 20 de
junio de 2014
“Garufa,
pucha que sos divertido
Garufa vos
sos un caso perdido…”
Así comienza
el estribillo de un conocido tango de 1928 que hiciera famoso Gardel. Me gustó
el título para usarlo hoy, en el que me dispuse a tratar el tema del juicio al
que se ve enfrentado el Sr. Vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, por la
supuesta apropiación de la imprenta Ciccone Calcográfica. Es que me hizo
acordar al personaje del tango: fiestero, bacán, rompedor...De laburar, nada.
“Vos sos un caso perdido”, dice.
Yo no puedo
juzgar. Primero porque aunque soy abogado no soy juez. Pero principalmente porque
la Ley presume la inocencia de todo aquél a quien no se le haya comprobado culpabilidad.
En lo personal, unido a lo profesional, creo que cualquier funcionario indagado
por la Justicia debe tener al menos una actitud de humildad ante los ciudadanos,
porque está en duda la honorabilidad con la que ejerce el cargo para el que fue
designado. Siendo Vicepresidente de la Nación ese “mero” hecho es grave, y
conlleva una vergüenza que él solo
aumenta con sus actitudes ganadoras, fantochescas, como la intención de
destituir a jueces y fiscales honestos que en clarísimo caso de abuso de poder,
y la claque que contratan para aplaudirlo. Clara muestra de que Boudou y los
funcionarios que lo apoyan en esta triste comedia desprecian lo que significa
la responsabilidad de su cargo.
Y esa misma
convicción personal y profesional me lleva a creer que todo este tema del
BoudouGate, me tiene con muy pocas expectativas de que termine en algo
concreto. Y no es que crea en la inocencia del Vice. Para nada.
Por suerte,
aunque tarde, la justicia está dando que hablar. La corrupción, la hermana más
afín del kirchnerismo, se encontró con un juez que hasta aquí alteró los
códigos habituales de la impunidad con que se manejan, principalmente, los
gobiernos populistas. La larga película será una bisagra en la historia o
terminará en un nuevo y conocido, aquí no pasa nada, cuando en realidad está
pasando de todo. Lo deseable es que el corajudo Lijo, por encima de las
presiones e intentos del torpe y grotesco Boudou de llevárselo puesto, pueda
avanzar en este lance y al menos pueda enjuiciar al vice, uno de los tantos
impresentables de esta mafia que ha ubicado al país al borde del abismo.
Pero
volviendo al principio constitucional de la inocencia, el inocente no hace lo
que Boudou; se presenta y da pruebas y se pone a disposición de la Justicia.
Mucho menos, valiéndose del lugar que ocupa, abusa del mismo y se da el lujo de
recusar a un Juez, un Fiscal y un Camarista y, como si fuera poco, descalifica
y le falta el respeto al Magistrado de la Nación que lo va a indagar. Dijo
"tengo la verdad". Artigas, tan admirado por este gobierno, en
cambio, se jugó diciendo: "con la verdad, no ofendo ni temo".
También
puede darse la casualidad de que le encuentren pruebas de corrupción, y el juez
termine quedando bien con alguien. Uno se niega a creer eso tratándose de Lijo,
pero algunos anillos y sobreseimientos lo hacen dudar. En realidad no me
extraña que alguien sea corrupto dentro de la política. A mí como ciudadano me
preocupa que los políticos roben, y digo que hay que juzgarlos aunque sean “rubios
de ojos azules”, así como estamos acostumbrados a que se juzgue a los “negritos
pelo duro (sic)”. Lo que pasa es que es necesario que hagamos algo para
asegurarnos que esto no suceda con “casi” todos los gobiernos, que siempre han
tenido las mismas facilidades para “afanar” y que no los agarren. Para cortar
esto hay que tomar en serio la lucha contra la corrupción, comenzando por
denunciar los casos donde corresponde y con pruebas, y no hacer shows periodísticos
como se hace acá. Tiene que haber denuncias y querellas para que nos aseguremos
de que alguien va a pagar, el acusador o el acusado.
Alguna vez
un viejo conocido de la política (a quien tuve la suerte de escuchar “en vivo”
en Concepción del Uruguay, a donde llegó en colectivo, y compartir luego una charla), que fuera
criticado hasta por sus pares cuando
saltó un paredón en la casa de Gaspar Campos donde vivía Perón al regreso de su
último exilio, y a quién ese viejo contrincante lo había mandado a la
cárcel por pensar diferente, lo saltó
por su afán de salvar a la República en lo que se llamó el Gran Acuerdo
Nacional, al influjo de estas palabras que muchos, por no decir todos, han
olvidado:
“La
democracia se fortalece en la discrepancia. Las unanimidades son caminos del
totalitarismo." ... "Sin poder distribuido no hay Estado de Derecho,
porque el Estado de Derecho necesita el control y está demostrado que el poder
no controlado abre los caminos de la corrupción...Decir que la Constitución no
sirvió es justificar un poder ilegítimo. Hay que decir que la Constitución
sirve siempre, que a veces no la cumplen, pero no es de ella la falla. Tenemos
que buscar una sociedad que la respete, partidos políticos que la definan y que
cada afiliado de un partido político argentino sea un vigilante de la
Constitución, para que nada la ofenda”. ¿Hace falta decir que hablo del Dr.
Ricardo Balbin?
Lamentablemente
hoy no hay lugar para quienes pensamos diferente, porque este gobierno nos ha llevado
a un enfrentamiento jamás visto en el país, me animo a decir que ni siquiera en
los dos primeros gobiernos de Perón.
El
parlamentario euroescéptico británico Godfrey Bloom, durante un debate sobre
impuestos en la Unión Europea, el pasado 2 de marzo, expresó: "Señor
presidente, me viene a la mente una cita del gran filósofo americano Murray
Rothbard que dijo: 'El Estado es una institución de ladrones'. Los impuestos
son simplemente un sistema en que los políticos y burócratas roban el dinero de
sus ciudadanos para malgastarlo de la forma más vergonzosa. Este lugar no es
una excepción. Es fascinante y me pregunto cómo logran mantener la seriedad
mientras hablan de evasión fiscal. La Comisión [Europea] en su integridad y sus
burócratas no pagan impuestos. Ustedes no pagan impuestos como los pagan los
ciudadanos. Todos ustedes tienen ventajas especiales. Tasas de impuestos
convertidos, techo de impuestos a las grandes fortunas, pensiones exentas de
impuestos. Ustedes son los más grandes evasores fiscales de Europa y se sientan
aquí a dar lecciones. Pues bien, el mensaje ha llegado a los ciudadanos de
Europa y se van a dar cuenta de que los euroescépticos son cada vez más el
próximo junio [elecciones europeas]. Y les voy a decir lo peor: cuando la gente
se haya dado cuenta de quiénes son ustedes, no les faltará tiempo para tomar
esta Cámara y colgarles. Y lo harán con razón".
Acá el
imputado y juzgado es la segunda autoridad del país. El elegido de Cristina. El
mismo que supo estar imputado en más de cincuenta causas, de las que al día de
hoy más de veinte siguen abiertas (por enriquecimiento ilícito, por
defraudación, por incumplimiento de los deberes de funcionario público, por
malversación de caudales públicos, por violación de la Ley de Ética Pública,
etc.) El mismo que cada vez que la Presidente viaja fuera del país, es en la
práctica el Primer Mandatario de los argentinos. ¡Si no te da como mínimo
vergüenza, es porque sos parte del problema!
El peronismo
moldeó la Argentina con Perón, y la desmoldó sin Perón, convirtiéndola en
mezquina y pobre. Los nefastos resultados de casi 70 años de desencuentros
dividiendo a los argentinos hacen que nos encontremos hoy, en el siglo XXI,
chapaleando en el barro del atraso, la pérdida de educación, el cómodo y
placentero bienestar que se le ha dado al narcotráfico, la violencia y el delito.
Muchos años se necesitarán para revertir y colocar a esta tierra rica que
indignamente cuenta con 30% de pobres en el camino del progreso y la paz. En
realidad Boudou es sólo un pobre pinche al que terminarán incendiando para
cubrir a los verdaderos responsables de la corrupción más desvergonzada e
impúdica de toda nuestra historia, el matrimonio de NK y CFK. Las
mimetizaciones posteriores del peronismo (menemismo, kirchnerismo y cristinismo)
están destruyendo al país.
El
desaliento, el quebranto, la inmoralidad, no surgen de los bajos fondos
sociales. Vienen de las alturas. Hoy se sacrifica todo, el honor, la palabra,
la fe jurada ante los hijos y la Patria, para descender luego a los goces
materiales, por gustar con fruición de sibaritas los placeres de la sensualidad
y el de gobierno. Hoy no se busca la posición política para poner a su servicio
talento, carácter, patriotismo, sino para que aquella sirva a los fugaces
caprichos de oscuros bienes, de miserables sueños. A esto lo dijo hace más de
ciento veinte años Leandro N. Alem. Él decidió suicidarse. ¿Nosotros tenemos
que hacer lo mismo?
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso
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