jueves, 19 de septiembre de 2013

Si

Si - Editorial del 20 de septiembre de 2013 Si para recobrar lo recobrado Tuve que haber perdido primero lo perdido… Así comienza un poema de Baldomero Fernández Moreno que suelo utilizar mucho, y que como tantas otras genialidades describe situaciones mucho mejor de lo que podría hacer uno, o, por lo menos, con más precisión y brillantez. Una de las noticias de esta semana, a nivel local, tiene que ver con que “reconstruirán (sic) el Acceso Oeste”. En este punto, y ya que mis editoriales tienen también la finalidad de prolongar mi tarea educativa cuando es necesario, debo aclarar que el adverbio sic (del latín sic, ‘así’) se utiliza entre paréntesis en los textos escritos, para indicar que la palabra o frase que lo precede es literal, aunque sea o pueda parecer incorrecta. Eso indica que, para este editorialista, es precisamente incorrecto hablar de reconstrucción, y de eso tratará la página de hoy. Concretamente, el Presidente Municipal, Sr. Silvio Valenzuela, dijo, con posterioridad a la reunión que mantuvo con el Ministro de Gobierno de Entre Ríos, Cr. Adán Bahl, que la administración provincial se hará cargo de la “reconstrucción” del acceso Oeste de nuestra ciudad, que algunos técnicos y conocedores del tema definen con más precisión, quizás, como “derivador de tránsito”. El jefe comunal precisó que los trabajos los ejecutará la empresa local Hornus y Cía. y que comenzarán la semana que viene. El Intendente celebró que prontamente se tenga una solución para un problema, "muy importante", no solo por el mal aspecto sino por el peligro que representa. Esto, digamos, de paso, no hace más que reconocer lo que viene diciendo la gente en la calle, el turista que ingresa a nuestra ciudad, y los medios periodísticos, en mayor o menor medida, desde hace tiempo. En Crónica hemos tratado el tema como noticia muchísimas veces, y también hemos editorializado en varias oportunidades el deplorable estado, incluso alguna vez bajo el irónico título de “Las sobras públicas”. Y acá debo decir que este tratamiento por parte de los medios, o por lo menos por lo que demuestra nuestro propio archivo, se da casi concomitantemente con su “habilitación”, término que debo utilizar ya que en realidad nunca fue efectivamente inaugurado. Para hacer un poco de Historia, que es una de las materias que hemos dado en nuestra larga carrera docente, y que según les decimos siempre a nuestros alumnos debe servir para aprender de los errores y de los aciertos, vamos a comenzar por la noticia que se publicó el 22 de septiembre de 2006, o sea hace poco menos de siete años (lo que para una obra de esta características y costos no debería ser nada) en la que el por entonces diputado provincial Julio César Aldáz (PJ) anunciaba que el 3 de noviembre de ese mismo año se efectuaría la apertura de las ofertas económicas para la construcción del referido acceso oeste (o rotonda y derivador, decimos nosotros con ánimo de precisión). El presupuesto oficial era por aquél entonces de $ 2.780.878,66, y el plazo de ejecución de los trabajos, de 210 días corridos. Aldáz precisó, en ese momento, que este proyecto contemplaba la ejecución de una intersección en el acceso oeste a la localidad coincidente con las Rutas Provincial Nº 39 y Nº 20, muy necesaria debido a los constantes inconvenientes que presentaba por entonces, en el tránsito, el antiguo y popular “triángulo”, intersección (o rotonda) que, supuestamente, debería haber dado solución y seguridad al mismo, cosa que no sucedió “ni ahí”, como dicen los chicos ahora. Para el acceso a la ciudad se contemplaba una doble calzada de 8 metros de ancho cada una, separadas por un cantero con cordón de hormigón y una calzada simple para el acceso al área industrial. ¡Maravilloso! Queremos resaltar acá, porque será tema de discusión justamente, y los papeles no mienten, que Aldáz dijo en esa oportunidad que el proyecto realizado por la Dirección de Estudios y Proyectos de la Dirección Provincial de Vialidad se completaba con la construcción de alcantarillas de caños de hormigón armado, terraplenes, demolición parcial de pavimento existente, construcción de banquinas con suelo común, iluminación completa y señalamiento. ¡Más que maravilloso! Es así, entonces, que el 25 de noviembre de ese mismo año 2006 (vuelvo a decir, hace menos de siete años), los basavilbasenses nos enteramos de que la Empresa Hornus y Cía. S.A. se encargaría de la obra, ya con un costo de más de $3,5 millones. Diría Les Luthiers: “¡Qué manera abrupta de crecer!” El legislador destacó, en ese preciso momento, que “debido a los constantes inconvenientes que presenta en el tránsito la actual intersección, se ejecuta esta importante y anhelada obra, que mejorará notablemente la circulación vehicular en la zona, con recursos propios del estado provincial”. ¡Casi lo mismo que dijo Silvio Valenzuela ahora, ¿no?! Pasando un poco a lo político, también hace esos mismos siete años, Aldáz resaltaba “el constante esfuerzo y la permanente preocupación que tiene el gobierno encabezado por ¿¡Jorge Busti!?, tratando de brindar mayor seguridad en las rutas entrerrianas mediante la ejecución de este tipo de obras”. Debo recordar aquí que en ese momento Julio Aldáz, más allá de ser Diputado, era Presidente de la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, y el intendente era su amigo Horacio Fabián Flores. No puedo resistir la tentación de hacer ya una urgente comparación con los números, antes de entrar a lo estrictamente técnico, aunque soy consciente de que ya no me queda mucho espacio. Aún a riesgo de que este editorial termine con la palabra “continuará”, debo decir que en la página 13 de esta misma edición de Crónica se anuncia que el gobierno provincial ¡aumentó! la partida para los comedores escolares a ¡$5! por chico y por día, con la inédita e insólita característica de que ese valor, que verdaderamente impacta por lo elevado y decididamente adecuado para una alimentación sana y completa para nuestros gurises, será solo por los primeros 100 chicos de la escuela. Por los segundos 100, que seguramente tendrán ya menos hambre, el monto será de $ 4,75, mientras que de ahí en adelante los niños faquires entrerrianos deberán alimentarse con $ 4,50. A mí, la verdad, hasta me da vergüenza escribirlo. Y como la cosa no termina ahí, para los comedores comunitarios, en los que comen mayoritariamente los abuelos entrerrianos “carecientes”, la partida (realmente partida) seguirá siendo de $ 2 (no está leyendo mal), también por día, suma que quizás algunos pueden llegar a considerar excesiva, teniendo en cuenta que muchos de esos “viejos” ni siquiera tienen dientes, ¡lo que posibilita que otros se peguen unas mordidas que ni les cuento! Volviendo a la historia, que continúa, ¡no se vaya a creer!, el 26 de marzo de 2007 (ya a casi seis años de que se esté anunciando con bombos y platillos que se va a “reconstruir” el Acceso Oeste) y cuando todavía estaba cerrado al tránsito, se desarrolló en la sede de la Municipalidad de Basavilbaso una importante reunión con el fin de analizar las obras complementarias a realizarle a la Rotonda y al “derivador de tránsito”, agregando necesariamente un nuevo presupuesto que ya oscilaba en el millón y medio de pesos más. Cansado ya porque es tarde y me quiero ir a dormir, lo hago con la tranquilidad de saber que al trabajo lo va a hacer la misma empresa que hizo lo que ahora hay que “reconstruir”. Y como en el anuncio no se habla de licitación ni de precio, estoy doblemente tranquilo, ya que ahora no me quedan dudas de que forma parte de la natural garantía que una empresa seria debe dar. Porque no me gustaría tener que recordar aquél dicho de mi niñez, que involucraba a un popular y mediocre albañil, en boca del que se ponía la frase: “sosteneme el tapial, que voy a cobrar”. Y mucho menos la otra que rezaba: “No hay problema, dijo…” Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

No hay comentarios:

Publicar un comentario