jueves, 18 de abril de 2013

Un cambio de frente (o “Billetera mata galán”)

Un cambio de frente (o “Billetera mata galán”) - Editorial del 19 de abril de 2013 La elección del tema de cada viernes es, valga la redundancia, “todo un tema”, porque la realidad nos supera con creces. El título de hoy vuelve a ser un juego de palabras y está referido, por supuesto, al salto que han pegado algunos integrantes del Frente Entrerriano Federal, volviendo, por ahora indirectamente, al Frente para la Victoria (lo que también se puede escribir de esta manera: volviendo al Frente, para la Victoria). ¿Lo entiende Ud., amigo lector? Pero, como decía más arriba, esa realidad que nos sorprende día a día me da la chance de comparar algunas de las noticias de la semana y enlazarlas con este “cambio” que han decidido hacer las dos figuras más importantes del “bustismo” de nuestra ciudad, Horacio Fabián Flores y Silvio Valenzuela. Ayn Rand, filósofa y escritora estadounidense de origen ruso, fallecida en la década del ’80 y ampliamente conocida por haber escrito los bestsellers “El manantial” y “La rebelión de Atlas”, y por haber desarrollado un sistema filosófico al que denominó “objetivismo”, se destacó por haber dividido la fibra social de Estados Unidos en dos clases: la de los “saqueadores” y la de los “no saqueadores”. Los “saqueadores”, para Rand, sintomáticamente, están representados por la clase política (místicos del músculo) y los cultos religiosos (místicos del espíritu) que piensan que toda actividad económica debe estar regulada y sometida a una fuerte imposición fiscal. Los “no saqueadores” son hombres emprendedores, los capitanes de empresa y los intelectuales, que piensan que la solución está justamente en todo lo contrario. Entre ellos surge un movimiento de protesta que se concreta en una huelga acompañada de sabotajes y desapariciones misteriosas de empresarios y emprendedores. Entre sus principios, Rand sostenía que el hombre debe elegir sus valores y sus acciones mediante la razón, que cada individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí, y que nadie tiene derecho a obtener valores provenientes de otros recurriendo a la fuerza física. Su obra alienta el capitalismo salvaje y el egoísmo consagrado a los triunfadores de la vida y su desprecio por los vencidos. No es casualidad que yo haya elegido hoy para elaborar mi teoría respecto a los hechos trascendentes de estos días el pensamiento de Ayn Rand. Simplemente es que creo que así como sucedió con George Orwell y sus novelas “1984” y “Rebelión en la Granja”, también ella se adelantó al futuro, previendo lo que nos depararía el siglo XXI. Y eso que estoy escribiendo este editorial sin saber todavía el resultado de la marcha que se ha denominado “18 A”. Es que hay temas que ponen nervioso a cualquiera que tenga nervios, y que considere que es bueno que los ponga al servicio de la sociedad y de sus semejantes. Como para comenzar por algo, la reforma judicial que pretende hacer el kirchnerismo (y que si lo pretende lo va a lograr, porque tiene la mayoría que obtuvo en las últimas elecciones, pero que no sabemos si mantiene en los hechos) es un gravísimo atentado a la división de poderes. La Constitución de 1853 estuvo fundamentada en el imperio de la ley y construyó las bases del equilibrio entre los tres poderes mediante su división y sistemas de pesos y contrapesos. Bases que corren el riesgo de ser desvirtuadas mediante un proyecto que busca someter la justicia al Poder Ejecutivo Nacional, porque cuando se pone en juego la República, lo que se arriesga es la democracia. El proyecto de democratización de la justicia no solo presenta serios problemas de constitucionalidad, sino que además es un diseño político institucional que tiene como único fin dominar el Poder Judicial. Los puntos contenidos en el proyecto buscan, entre otras cosas, controlar el órgano que se encarga de la designación y la remoción de los jueces de Nación, bajo la falacia del “voto popular". El voto popular elige a los poderes políticos, pero si el voto popular también elige a la justicia, la justicia estará sometida al poder político y no podrá controlarlo, y se convertirá en otra oficina del único poder. Es increíble que a algo tan delicado como la justicia, que es cierto que funciona mal desde hace mucho tiempo, pero también es cierto que nunca intentaron arreglarla “de golpe”, ahora quieran meterle mano con una "reforma express", casualmente antes de las elecciones legislativas, mientras se congelan precios y se monta una terrible carpa para que los ignorantes crean que estamos en el cielo. Y todo eso mientras desde un programa periodístico se lanza al ruedo la trama del enriquecimiento desmedido de los “amigos del poder”, comenzando una historia que nadie puede aventurar cómo terminará. Pero un buen dato es que los medios oficialistas ni siquiera mencionan el tema, y que 6,7,8 casi no ha salido al aire por estos días. Más allá de que la estrategia es minimizar la investigación de Lanata y desacreditar testigos, el hecho de que un juez investigue por lavado de dinero al mayor proveedor de Santa Cruz, íntimamente ligado a la gestión del ex gobernador y ex presidente, es una noticia que al menos deberían mencionar. Ahora ya no se trata de Lanata. Es la Justicia y la AFIP. Tampoco podemos esperar mucho, ya que si todos los negociados de un casi “don nadie” como Jaime quedaron impunes, ¿podemos pensar que van a tocar al socio de Kirchner? Más bien que no. Pero al menos que esto sirva para que la gente reflexione antes de poner el voto en octubre. ¡Con eso tengo bastante! Tanta corrupción parece que ya no es problema ni sorpresa. ¿Qué podíamos esperar? ¿Pero quién y cómo le explica esto a mis alumnos de Formación Ética y Ciudadana? En un acto realizado en nuestra ciudad en septiembre de 2011, en plena campaña electoral por la gobernación, la diputación y la intendencia, decía Silvio Valenzuela: “a partir de diciembre, cuando nos toque gobernar, le devolveremos a la gente la confianza que hoy deposita en nosotros…defendiendo la dignidad de esta comunidad que nos alienta con su constante esperanza”. Pero un año y pico después, él y su entorno decidieron quedarse con esa confianza y usarla según su propio criterio, que es el de unirse a Urribarri para no perder las obras y el reparto. Parece ser que solamente Jorge Busti ha podido mantener su postura, insistiendo, por ejemplo, en que se respeten temas que están en la Constitución que ahora quieren reformar para poner la reelección indefinida. ”Me parece un disparate, dijo, pero que puede pasar porque acá (en Entre Ríos) el kirchnerismo ha hecho cualquier cosa, cada payasada que una más no me sorprende". Al final, por Jorge Busti y Cristina Cremer se mantiene el FEF. Es claro que ahora la sigla se corresponde con el “Frente Entrerriano Familiar”. Mal momento, eligieron, entiendo, para pasarse de vereda. Hablo de Silvio y de Fabián, por supuesto, y con todo respeto. Me parece que la gente los votó por otra cosa. En la elección respecto a dónde pararse, es bueno recordar lo que dijo alguna vez Benjamín Franklin, que además de inventar el pararrayos fue uno de los padres fundadores de la independencia de los Estados Unidos: “La Democracia es dos lobos y una oveja votando sobre qué se va a comer”. “La Libertad es la oveja, armada, impugnando el resultado”. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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