jueves, 24 de diciembre de 2009

En tren todos - Editorial del 26 de diciembre de 2009

En tren todos - Editorial del 26 de diciembre de 2009

Los kirchneristas hacen una bandera de la revisión del pasado, pero solo de aquellos aspectos que los tienen a ellos como supuestos héroes, incluso fabricándose biografías que no coinciden en absoluto con la realidad. Néstor y Cristina, por ejemplo, se inventaron un pasado montonero que “ni ahí”, como se dice ahora. No estamos diciendo con esto que esté ni bien ni mal haber sido montonero. En todo caso a este tema ya lo hemos tratado y lo seguiremos haciendo cada vez que se cuadre. Pero así como en su momento nos pareció horrible lo del Gral. Camps, que justificaba la desaparición de diez militantes con tal de encontrar a un “subversivo”, a contrario sensu, merece la misma calificación la actitud de quienes habiendo estado entre los nueve, pretenden ahora, ya sin riesgos, haber sido el uno que se salvó.

Entonces, cuando hablan de los trágicos hechos del 19 de diciembre de 2001, y le adjudican a Montiel la autoría intelectual de las muertes de Eloísa Paniagua y Romina Indurain, pero no hablan de las que, con el mismo ilógico argumento, serían responsabilidad de gobiernos peronistas, están faltando a la verdad. Nos referimos, por supuesto, a las de Pocho Lepratti en Santa Fe y Kosteki y Santillán en Buenos Aires, para no hablar, que deberíamos hacerlo bien a fondo, para terminar con tanta “vulgar y estúpida mentira” del altísimo porcentaje de desaparecidos en el gobierno “democrático y republicano”, peronista, de Isabel Martínez o a la subrogación presidencial de Ítalo Argentino Luder. Gobierno que, por otra parte, votaron muchos olvidadizos.

En el fatídico programa 6, 7, 8, absurda propuesta totalitaria del canal oficial, y desperdiciada opción para hacer un programa serio y objetivo, se criticaba el otro día al juez que había fallado en favor de la inconstitucionalidad de algunos artículos de la Ley de Medios. Por supuesto que las objeciones no tenían que ver con la racionalidad o no del fallo, ya que esa no es la fórmula que adoptó el programa, sino con el hecho de que el citado Carbone había sido funcionario del gobierno de facto de Lanusse.

Dada la edad que tiene ahora el juez, uno debe suponer que el suyo habrá sido un cargo de menor importancia. No creemos, en todo caso, que se haya desempeñado como Asesor Legal o Director de Asuntos Institucionales y Jurídicos, como sí lo hizo acá un destacado jurisconsulto cuyos fallos en el máximo tribunal de la provincia nunca se discutieron con ese argumento, ya que hacerlo hubiese sido desmerecer sus valores intelectuales. Habría que avisarles, eso así, a los genuflexos conductores de ese adefesio televisivo vulgar y trapero, que si no se mide a todos con la misma vara, entonces no se debe medir. Como en una de esas no conocen el caso, y para que sepan que el de este juez que se animó a contradecir la presión de Aníbal Fernández no es el único en la lista de colaboradores de golpes de estado y gobiernos inconstitucionales, nos ponemos a su disposición para brindarles la información necesaria, que no es de tan pública difusión. En todo caso, para aquellos a los que les moleste esta referencia, nos gustaría verlos hacer mención pública de eso que muchos de ellos denominan “pecados de juventud”, con el ánimo de quitarle importancia a la cuestión, siempre y cuando se trate de ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio.

Cuando decimos más arriba que 6, 7, 8 desperdició una oportunidad única, lo hacemos porque los noticieros de los demás canales nos parecen una bazofia al servicio de intereses económicos o políticos aviesos. Pero criticar eso y hacer luego lo mismo, es paradójico. La única diferencia es que en vez de endiosar a De Narváez como hace América TV, o a Duhalde como hace el Canal 26, éstos ponen en un pedestal a la pareja presidencial y a cuántos constituyen su cohorte, sin atreverse a criticar ni una de sus acciones. ¡¿Entonces?!

Pese a que se nos sube la presión cada vez que miramos el programa, lo hacemos cada vez que podemos para ver hasta dónde puede llegar la hipocresía. Así, días pasados, fuimos testigos de dos aseveraciones que hubiesen ameritado protestas del panel, pero prefirieron seguir arrastrándose. La primera mención tiene que ver con un video que mostraron, en el cual la Sra. Presidente analizaba publicidades de los ’70. Cristina se refirió al actor que las protagonizaba como un “idiota”, y nadie dijo nada. Solo Darío Grandineti, que estaba como invitado, atinó a manifestar que era un error atacar al cartero. Obviamente que fueron rápidamente al corte y ahí quedó el tema.

Pero mucho más grave fue la participación del jefe cegetista Hugo Moyano, que muy suelto de cuerpo, y con la seguridad que le brinda su actual impunidad (¡cuando las barbas de Zanola veas cortar pon las tuyas a remojar!) afirmó que el vicepresidente Julio Cobos tuvo "miedo" cuando votó contra el Gobierno por la resolución 125 y que, por ello, "no está en condiciones" de ser presidente en 2011. Por supuesto que para Moyano hablar de miedo es referirse a algo que no conoce, porque siempre lo rodean quince guardaespaldas y su vida pública (no la política) es nula o desconocida. Él sabe cómo manejar el miedo, o en todo caso, como revertirlo y hacer que lo sientan los demás.

Parce que nos fuimos un poco del título y de la intención que teníamos al empezar, pero así somos. Así que, para ir entrando en tema (¡ya casi para ir saliendo!), y para continuar con el juego de palabras propuesto en el título, no hemos escuchado en ninguno de los discursos de los funcionarios provinciales y municipales referencias al tren que, todos los días, desde hace ya seis años, va y viene a Villaguay. Pareciera ser que se trata de un “tren fantasma”, y por eso se lo ignoran. ¡No sea que al hacerlo haya que reconocer que hubo un gobernador que se animó, cuando todavía estaba fresco el aroma a “menemismo” (hoy ya absolutamente desaparecido, aunque a muchos les quede la marca de la etiqueta en el frasco y no la puedan despegar), a comunicar pueblos a través de los rieles, haciendo honor a la frase que ahora se pretende acuñar: “ramal que abre, ramal que no cierra más”.

Esos mismos que niegan la realidad tampoco recuerdan que hubo una orden expresa para que no se cruzara ningún funcionario municipal de esa época a despedir la formación y participar de la alegría popular. No por casualidad, ahora lo entendemos, el único que se animó a hacerlo en aquél día de agosto de 2003 no estuvo el sábado.

Le sugerimos, entonces, humildemente, a la Sra. Perla Battilana, que le dé el mismo consejo a algunos de sus “compañeros”, que no dejan de hablar de “la herencia recibida”, de los Federales, de la herencia de Montiel, de los presos peronistas, etc. Cuando ella habla de que "se terminó el tiempo de rezongar y de quejarnos", ese consejo debe ser para todos, o para nadie.

Lo mismo que el tren.

Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

1 comentario: