Milagros inesperados II -
Editorial del 21 de noviembre de 2014
Continuando
con la idea comenzada la pasada semana, y que entre otras cosas hizo reír a mi
amigo Jorge, apelé a ponerle como título la segunda parte del mismo, cuando
tenía otras opciones, siguiendo al obra de Stephen King, y que me venían como
anillo al dedo para expresar en dos o tres palabras lo que siento en relación a
esta etapa de quienes nos gobiernan, a nivel provincial y nacional: Cementerio
de Animales, La Danza de la Muerte, y
hasta Misery.
Pero bueno,
en verdad la vida no es una novela (aunque a veces da terror), y menos de
ciencia ficción, así que vamos a volver a la realidad.
La
convicción de que debía seguir con el desarrollo de lo que había empezado
comenzó a darme vueltas en la cabeza nada más iniciar la preparación del 31º
Encuentro Coral “Para el Acercamiento”, en mi carácter de Director del Coro
Municipal “Magnificat” de esta ciudad de Basavilbaso, que tiene 58 años de
existencia (el coro) y que va por ese número de encuentros corales anuales en
forma ininterrumpida, en lo que creo debe ser un record en el país.
En realidad,
cuando pasamos de usar el Salón de la Escuela Nº 9 como lugar de ensayos a
pensar en ella como lugar para llevar adelante el espectáculo, fue ahí donde miré
para arriba y vi el mismo cielorraso roto desde hace más de diez años, me fui
hasta el hall de entrada y volví a mirar para arriba y me di cuenta de que
faltan paneles y se ve el techo de chapa oxidado, salí al caminito de dos
sendas que lleva hasta la vereda y advertí que es una “boca de lobo”, con una
columna de dos brazos que pusieron hace como quince años y a la que NUNCA le
agregaron las lámparas correspondientes, y me volví para atrás para ver si a
las luminarias que están a ambos lados de la puerta de entrada le habían
colocado los focos que les faltan desde hace ya muchísimo tiempo. Pero no, la
cosa sigue igual. Y acá doy fe, porque es mi escuela, la de mi padre y la de
mis hijos, que nada de esto es culpa ni de los docentes, ni de los directivos,
ni, mucho menos de la Asociación Cooperadora, que no debería ni siquiera
existir porque es una vergüenza que los padres tengan que trabajar para
solventar gastos que le corresponden a la provincia.
La
responsabilidad primera es del Consejo General de Educación, que tendría que
estar para otra cosa más aparte de redactar “ingeniosas” resoluciones como
la Nº 4470, que tiene fecha del martes
11 de noviembre, y que dispone que descontará
el día a los docentes que hicieron paro este jueves. “Corresponde no abonar
remuneraciones por el tiempo en que los servicios han dejado de prestarse y en
proporción al tiempo de la retención efectuada”. ¿Por qué no se ponen a
arreglar esta Escuela, digo yo, y al mismo tiempo le preguntan a nuestro Sr.
Gobernador, en vez de “chuparle sus dignísimas medias”, como dice Nacha Guevara
en una de sus primeras canciones de protesta, si a él “le abonan las
remuneraciones por el tiempo en que los servicios han dejado de prestarse”, en
obvia alusión a los viajes que realiza por todo el país, en el helicóptero de
la provincia, en días en los que debería estar gobernándola. O, en todo caso,
que rinda cuentas públicamente de los descuentos que él mismo ordena hacer en
su sueldo como gobernador, y de las facturas que abona por el uso de los bienes
del estado en su propio beneficio. Y también, en todo caso, que se lo preste,
cuando él no lo usa, a quién crea también
en estos “Milagros Inesperados II” y se proponga como candidato a algo, para
que pueda recorrer también la Argentina. Es, por ejemplo mi propio caso, ya que
después de que desestimara la idea presentada la semana pasada de proponerme
como candidato a integrar la Corte Suprema de Justicia, pese a que reúno los
requisitos formales para hacerlo, a algunos amigos se les ocurrió que sí podría
ser postulante a la Vicepresidencia de la Nación, integrando una supuesta
fórmula del partido al que estoy afiliado. Pero es claro que necesito para ello
trascender un poco, y hacerme conocer más allá de mi aldea y sus alrededores,
por lo que sirve el presente de suficiente y válida solicitud, más allá de que
en tanto tiempo ni siquiera pude conseguir en forma institucional que un
colectivo de la provincia transporte al coro cuando sale de ella. Pero bueno;
la esperanza es lo último que se pierde.
Sobre todo
cuando a nivel nacional uno ve que cuatro ministros llegaron a Río Gallegos en
tres aviones oficiales con minutos de diferencia, (dos aeronaves de la flota
presidencial y una de la Armada) y, lo peor del caso, es que desde allí,
inexplicablemente, Axel Kicillof y
Héctor Timerman (dos de esos ministros) se subieron a un avión privado, de
origen suizo, para trasladarse a la reunión del G20 que tuvo lugar el pasado
fin de semana en Australia, y a la que la Sra. Presidente no pudo asistir
debido a su cuadro de sigmoiditis.
A las 14.10 había
aterrizado el Tango 10, uno de los aviones presidenciales, y descendió una
única pasajera, la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, que llegó
para participar de un acto partidario en su provincia. Y a las 15.15 aterrizó en Santa Cruz el Focker 28
5.T21, de la Armada, que llevaba al ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien
viajó para asistir, justamente, al acto de Alicia Kirchner. Tanto el Tango 10
como el Tango 04 (en el que llegaron Kicillof y Timerman), retornaron a Buenos
Aires a los pocos minutos del descenso de sus pasajeros.
Lo
interesante del caso es que pocas horas después el Jefe de Gabinete, que
utilizaba los aviones de su provincia, cuando era gobernador, para ir de
vacaciones o visitar los fines de semana a su novia, y por lo tanto no tiene autoridad
moral para criticar a nadie en la faz de la tierra, ironizó acerca de la manera
en que los medios trataron el tema, incluso llegando al agravio cuando se
refirió al periodista de TN, Fernando Carnota, como “el periodista de apellido
Marmota”.
A mí se me
ocurre que a Capitanich le pasa algo parecido a lo que describió Iván Petrovich
Pavlov. Pávlov es conocido por haber formulado la ley del reflejo condicional (que
por un error en la traducción de su obra al idioma inglés fue llamada reflejo
condicionado), la cual desarrolló entre 1890 y 1900, después de que su ayudante
E.B. Twimyer observara que la salivación de los perros que utilizaban en sus
experimentos se producía ante la presencia de comida o de los propios
experimentadores, y luego determinó que podía ser resultado de una actividad
psicológica.
Realizó el
conocido experimento consistente en hacer sonar un metrónomo (a 100 golpes por
minuto, aunque popularmente se cree que utilizó una campana) justo antes de dar
alimento en polvo a un perro, llegando a la conclusión de que, cuando el perro
tenía hambre, comenzaba a salivar nada más al oír el sonido del metrónomo
(aparato que en ocasiones utilizan los músicos para marcar el ritmo). A mí me
parece que el “Coqui” reacciona nada más escuchar, aunque sea por teléfono, la
voz de la Presidente, y ahí abre la boca y empieza a decir pavadas.
Porque el
problema no es si se cumplieron los pasos para la contratación, como ellos
explicaron. El problema está en que habiendo otras alternativas para llegar a
Australia, justamente van y eligen la más cara. Mientras hoy hay empresas con
gente suspendida porque no la dejan importar insumos para su producción por
falta de dólares, estos dos funcionaros van y se “patinan” U$S 600.000 “de una”.
Por suerte,
ya casi sobre el cierre de la edición, pude comprender, ¡al fin!, la razón por
la cual el Sr. Urribarri ha nombrado a su campaña “Milagro Entrerriano”. Es que
tuve que viajar a la ciudad de La Paz por la Ruta 6, y la verdad es que
circular por la misma, desde el cruce con la 18 hasta la citada ciudad, y
llegar sin romperse ningún hueso, es un verdadero milagro. Yo, cuando llegué a
mi destino, miré hacia atrás y me sentí como Moisés cuando cruzó el Mar Rojo. Y
ahí fue, entonces, el momento en que comencé a coincidir con nuestro
gobernador. Está claro ahora para mí que lo que él pretende es convertir a esa
ruta, y a otras de la provincia que están en similar estado, o lo estarán
próximamente, en circuitos para Turismo de Aventura. Es más, yo creo que el
Rally Dakar no encontrará camino más difícil que ese. Y ni hablar, ya como
milagro final, de la posibilidad de que alguno de los pozos que pronto se
unirán y serán uno solo, llegue hasta al Acuífero Guaraní o hasta alguna napa
termal, y nos ayude a los entrerrianos a pagarle a Don Sergio los gastos de
este “sueño imposible”.
Al regreso,
ya sabiendo lo que me esperaba, y sin seguridad de llegar devuelta, dije, por
lo bajo, porque justo en el cruce estaba la Brigada de Abigeato, que no tiene
de mí el mejor de los recuerdos, parafraseando lo que le decían los gladiadores
al César antes de entrar a una muerte segura:
“Ave Urribarri, morituri te salutant”. Salve, Urribarri, los que van a morir te saludan.
Dr. Mario Ignacio Arcusin, para
Semanario Crónica de Basavilbaso
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