jueves, 13 de junio de 2013

¿A quién le ganamos?

¿A quién le ganamos? - Editorial del 14 de junio de 2013 Como el gobierno nacional sigue insistiendo, desde su corporación mediática (que no es de menos envergadura ni menos peligrosa que la de Clarín y La Nación) con esta cuestión de la "década ganada", vuelvo a sentir la necesidad de contestar a esa falacia con algunas demostraciones que son totalmente visibles, pero cuya versión oficial hace acordar demasiado peligrosamente al cuento del rey desnudo, en el que toda la corte alababa el maravilloso traje que el monarca no llevaba puesto, y solo un niño de corta edad gritó: "¡El rey está desnudo!". Aquí también la "corte" calla y disimula sobre la desnudez de la reina, pensando, seguramente, que quien aguanta siempre gana. Y ya que estuve abrevando en cuentos, ahora voy a abrevar en la Historia, para recurrir a la lección de Pirro, rey de Epiro, militar famoso por su dominio de la estrategia militar. En 281 a. de C., recibió un pedido de ayuda de la colonia griega de Tarentum, hoy Tarento, que estaba en guerra con los romanos. Pirro acudió al llamado con 25.000 hombres y se enfrentó con los romanos en la sangrienta batalla de Heraklea, en la que obtuvo la victoria a costa de la pérdida de 13.000 soldados. Un año más tarde, volvió a derrotar a los romanos en la batalla de Ausculum, en la provincia de Apulia (Puglia), pero nuevamente sufrió pérdidas tan severas que el general victorioso expresó: "Otra victoria como esta y seremos destruidos". Desde entonces, la expresión victoria pírrica se usa para calificar un triunfo que tiene un costo más elevado para el vencedor que para el vencido. A mí no me quedan dudas de que la oposición se encuentra inerme e inerte frente al avance del kirchnerismo, y eso puede llegar a hacer pensar, equivocadamente, que existen méritos para considerar a este último un ganador. Para recurrir a un paralelo, en la historia del boxeo mundial hay muchos casos de púgiles que han subido al ring pasados de kilos y sin adecuada preparación previa, sacando pasaporte para una derrota segura y por knock out. Pero eso no convierte a su ocasional vencedor en un Monzón o un Muhamad Alí, ni mucho menos. Justamente estoy escribiendo estas líneas en momentos en que se está produciendo el cierre del plazo para inscribir las alianzas de cara al PASO, o sea a las primarias abiertas. Es desesperante para un militante de la política ver cómo todo se reduce a la lucha por conseguir el primero o segundo lugar en una lista, sin siquiera importar las cuestiones programáticas. ¡Y ni hablar de las ideológicas! Mientras tanto, para Clarín, La Nación y Lanata todo está mal, y para 6,7,8, Tiempo Argentino y CN23 vivimos en Disneylandia. Obviamente que ni tanto ni tan poco. Si nadie discute esto de la "década ganada", es casi una cuestión lógica que tampoco nadie se acuerde de todo lo que hemos perdido en el camino, y que da razón a aquello de la "victoria pírrica". El 12 de enero de 2011 motochorros ¿"sorprendieron"? a un empleado de la Presidencia de la Nación y le robaron una fuerte cantidad de dinero en moneda extranjera que estaba destinada a solventar gastos en la gira oficial de la mandataria Cristina Fernández por Medio Oriente, más específicamente Kuwait, Qatar, Turquía y Egipto. Increíblemente, un empleado de la Agrupación Aérea de la Casa Militar de la Presidencia que se dedicaba (espero que ya no se dedique) a coordinar los viajes presidenciales, retiró 68 mil dólares y 17 mil euros de la Tesorería de la Secretaría General de la Presidencia, ubicada en Avenida Julio A. Roca al 700, y salió ¡rumbo a su casa!, junto a un chofer y un suboficial de la Fuerza Aérea. Tras bajarse ¡en la esquina! de su domicilio, en Malabia al 1600, y mientras caminaba hacia la vivienda, fue interceptado por tres motochorros. Al parecer, en esa trama digna de una segunda versión de "Nueve Reinas", los delincuentes le apuntaron con un arma y lo obligaron a entregar la mochila que contenía el dinero. Con el botín en su poder, los asaltantes escaparon por Malabia en contramano. Por supuesto que nunca más se supo nada acerca de este sugestivo robo, ni se buscó en las cámaras de seguridad, ni se comunicó a la sociedad respecto al avance (o retroceso) de la investigación. Ni dónde está la plata. Tampoco se sabe nada respecto a las 1.700 pistas clandestinas que hay en el país y de las fronteras laxas que nadie controla. Ambas son un verdadero colador para la droga y para la evasión del dinero lavado, tal como se supo por las declaraciones de los ahora "arrepentidos" (doblemente, debemos decir, porque primero se arrepintieron y después se arrepintieron de haberse arrepentido) Elaskar y Fariña. Para eso, supuestamente, contamos con radares que deberían controlar el espacio aéreo. ¡Lo que no sabemos (y no por culpa de la Corpo) es cuáles son las órdenes que reciben quienes controlan a los radares que no controlan nada! ¿Estarán incluidos en la "década ganada", acaso, los viajes del Tango 01 de Aeroparque a El Calafate a llevarle los diarios a la Sra. Presidente? Y ya que hablamos de volar, hace algunos años, cuando el tema todavía era poco conocido, denunciamos acá que había una empresa aérea estatal con oficinas, más de trescientos funcionarios, pilotos y azafatas, que no tenía aviones y nunca voló ni una hora. Y sin embargo nunca pasó nada, y mucho menos un avión de Lafsa (Líneas Aéreas Federales Sociedad Anónima, aunque algunos "vivos" le cambiaban las dos últimas palabras por "Sin Aviones") volando. Tampoco creo que pueda figurar en el activo del balance de esta "década ganada" la persecución de los últimos integrantes de los pueblos originarios que mueren por desnutrición o a palos en Chaco, Formosa y Salta, todos feudos kirchneristas con gobernadores que aparecen a diario en las fotos con la Sra. Presidente. ¿Y el "Caso Skanska", iniciado en 2005, con la evidente participación del ministro De Vido, y que fuera cerrado judicialmente en 2013 con una sentencia que condenó a empresarios y empleados "perejiles" de la AFIP, pero a ninguno de los funcionarios que todos sabíamos habían sido coimeados? ¿Y la duda respecto a si alguna vez se podrán recuperar para los jubilados los dineros de la Anses que se "gastan" en aventuras tales como la compra de netbooks que se usan para cualquier cosa menos para ayudar a estudiar? ¿Y el caso de Felisa Miceli, a quién la justicia condenó a cuatro años de prisión por los 100.000 pesos encontrados dentro de una bolsa en el baño de su despacho, caso que la convirtió en la primera funcionaria kirchnerista con sentencia por corrupción, pero no le impidió desempeñarse como auditora de los fondos oficiales destinados a Madres de Plaza de Mayo? ¿Y las desapariciones de Julio César López y Luciano Arruga de las que ya nadie se ocupa? ¿O es que para eso 30.000 es "mucho más que dos"? ¿Y los fondos de Santa Cruz depositados en el exterior, y sus intereses, que nunca volvieron y por los que nadie se anima a preguntar? Hay mucho más, por supuesto. Por eso digo, desde antes que empezara Lanata a hacer sus denuncias, que es fácil vencer a quien no se resiste. O, para ser un poco más popular, la culpa no la tiene solamente el chancho, sino también quién le da de comer. Néstor Kirchner, en uno de sus últimos discursos de apertura de la sesiones del Congreso Nacional, dijo: "lo que nosotros queremos es que este tiempo de la Historia sea recordado como el resurgir de un nuevo amanecer, donde la Argentina empezó a pensar que se podía soñar". Por eso, seguramente, nos están haciendo el cuento. Para dormirnos. Dr. Mario Ignacio Arcusin, para Semanario Crónica de Basavilbaso

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